Rise of The Tomb Raider, Impresiones

Más de lo mismo, pero mejor. Así podríamos definir a Rise of the Tomb Raider. El nuevo proyecto de Crystal Dynamics muestra sus cartas en Londres y promete ser mucho más ambicioso que su predecesor, con entornos más dinámicos y abiertos y una jugabilidad refinada que ha aprendido mucho con respecto a la anterior entrega. ¿Conseguirá superar el éxito que supuso su antecesor el pasado 2013?

Microsoft nos reúne en Londres. Apenas se puede capturar vídeo y la campaña está totalmente limitada. La razón, tras la primera escena, se hace evidente. Rise of the Tomb Raider es un proyecto que Crystal Dynamics y la compañía de Redmond, ahora con la exclusiva temporal, guardan con recelo. Comenzamos a jugar y el espectáculo gráfico se une a unas cinemáticas al más puro estilo Uncharted. La nueva entrega de Tomb Raider es una mezcla entre la ambición cinematográfica de otros títulos, como el Naughty Dog, y el regreso a la exploración masiva y los puzles de los primeros Tomb Raider, pero ¿qué tal le sienta esto al nuevo título?

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La madurez de Lara

Comenzamos entrevistando a los responsables de Crystal Dynamics sobre el cambio que ha supuesto esta aventura, no solo para ellos, sino también para Lara. Sabemos el especial interés en el desarrollo de la personalidad y la psicología de la protagonista que tiene el estudio, y por eso se muestran encantados de darnos la respuesta. Lara era una niña en el primer juego, no sabía nada y tenía que aprender a sobrevivir. Ahora ha madurado, y sabe perfectamente lo que hace. El camino hacia la madurez y la maestría de Lara alcanza su punto álgido en este Rise of the Tomb Raider, y eso se nota en los diálogos, las expresiones y las acciones de la protagonista. 

Lara quiere respuestas. Ya no es una joven perdida en una isla, sino una aventurera que está recorriendo el mundo para descubrir qué está tramando la extraña organización que le persigue y amenaza con poner fin a su vida. Esta vez la cosa no es un juego de niños, y Lara tampoco lo es.

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Un apartado técnico espectacular

Desde que la secuencia de introducción aparece, con una Lara mucho más curtida perdida en Siberia, el apartado técnico del título nos deslumbra por completo. Efectos climáticos, como la recreación de la tormenta de nieve en la que está perdida la protagonista, animaciones faciales enormemente mejoradas con respecto a su predecesor y unos entornos hiperrealistas que hacen que, antes de coger el mando, nos quedemos parados unos segundos para contemplar todo lo que el juego nos está ofreciendo en su primera escena.

No vamos a faltar a la realidad. Hay texturas peor conseguidas, algunos efectos algo toscos y las animaciones faciales son fantásticas en Lara, pero a veces fallan en el contraste las de otros personajes, pero por lo general, Rise of the Tomb Raider es un título técnicamente muy pulido que parece aprovechar al máximo el potencial de Xbox One. Seguramente, cuando la exclusividad llegue a su fin y el título se mueva en PC, estos pequeños detalles sean corregidos con facilidad, pero en la consola de Microsoft, la nueva aventura de Lara está a la altura. Y mucho.

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Así, por ejemplo, durante los primeros compases del juego, una avalancha de nieve se nos echa encima y debemos huir de ella. Escalamos, corremos y rodamos con el fin de evitar la destrucción que se mueve por todo el escenario, y que el juego aguanta sin ningún tirón ni bajadas de framerate. Lo nuevo de Crystal Dinamics vuelve a deslumbrar técnicamente, y si ya el título de 2013 os pareció una bestia a nivel gráfico, Rise of the Tomb Raider no os va a defraudar en este apartado. 1080p y 30 fps constantes, y moviendo lo que se mueve en este nuevo Tomb Raider, el resultado es más que satisfactorio.

Un mundo que explorar

Una de las peticiones que más resonaba entre los fans más acérrimos de Lara, era el regreso a los orígenes de la saga. Más tumbas, más puzles, más exploración. Rise of the Tomb Raider hace todo eso y más. Cuando empezamos, el juego nos sorprende. Dos niveles totalmente pasilleros (Siberia y Siria) que, pese a tener un par de tumbas, varias rutas alternativas y algunos misterios y coleccionables, se alejan mucho del mapa abierto visto en la primera entrega. Pero una vez llegados a cierto punto, se abre la estepa de Siberia, Lara recupera su arco de cazadora, y ahí empieza lo bueno.

Rise of the Tomb Raider intercala el mundo abierto de la estepa siberiana con misiones algo más lineares en las que predominan la acción y las cinemáticas para contar la historia principal. Si tuviéramos que compararlo con otros títulos, la estructura se asemeja a los Uncharted a la hora de contar la aventura, con cinemáticas espectaculares y niveles donde la libertad es palpable pero son más lineares, y a GTA o Assassin’s Creed cuando estamos en Siberia y podemos explorar y cumplir decenas de tareas secundarias con total libertad.

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Más materiales y más tumbas

Mejorar las armas, las habilidades de Lara, cumplir secundarias… hay decenas de tareas que completar, y para eso necesitamos la enorme cantidad de materiales que se reparten por Siberia. Desde plantas y pieles hasta engranajes y piezas. Ya no estamos ante el simple abastecimiento mediante “piezas” de la primera entrega, sino ante un sistema de mejora y recolecta de materiales infinitamente más complejo.

Por otro lado, las tumbas ahora incitan y premian al jugador por su resolución. Así, por ejemplo, la primera a la que nos enfrentamos es un enorme barco encallado en el hielo y al que debemos acceder de forma totalmente vertical. El camino se divide en dos, y en la lejanía de cada final, la tumba o nuestro objetivo principal. Nosotros decidimos, nos desviamos y accedemos a la tumba, sin saber nada acerca de sus recompensas, o seguimos de camino al siguiente punto de la aventura. Elegimos la tumba, y es la mejor decisión que podíamos haber tomado. Tras resolverla, obtenemos grandes cantidades de experiencia y materiales, y un atajo hacia el objetivo principal se abre desde la tumba, por lo que se premia al jugador por haberla elegido y no se le obliga a dar marcha atrás sobre sus pasos y perder el tiempo, cosa que es de agradecer.

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El sistema de sigilo y el multijugador, los puntos flojos

Rise of the Tomb Raider es un título potente, pero que aun así tiene sus pequeños puntos negros. El sistema de sigilo en el juego de Crystal Dynamics sigue siendo tosco y poco realista, y podremos encontrarnos con ocasiones en las que los enemigos no se percaten de nuestra presencia estando delante de sus narices y momentos en los que, a metros de distancia, nos descubran entre arbustos o follaje. Sin embargo, cabe destacar aquí el sigilo vertical del título. Escalar salientes y árboles para sorprender y asesinar desde arriba a los enemigos es un apartado destacable bastante a tener en cuenta, y funciona a la perfección.

Por otro lado, al preguntar a los responsables del título acerca de su modo multijugador, aseguraron estar al corriente de las críticas y declararon tener “una sorpresa pendiente para los fans” en este sentido, así que habrá que esperar a ver cuál es ese As en la manga que se guarda Rise of the Tomb Raider en su modo multijugador, aunque de momento solo se conoce en este sentido que contará con un “elemento competitivo” relativo a su campaña, lo que nos hace pensar en un sistema de marcadores o similares.

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Más y mejor

Más exploración, más tumbas, más libertad. Más coleccionables, escenarios más abiertos, más materiales que recolectar y más realismo. Rise of the Tomb Raider mejora a su predecesor en todos los sentidos y ofrece una aventura sólida que, esta vez sí, se ha propuesto el objetivo de reconciliar a los más acérrimos fans de la saga con los amantes del juego que vio la luz en 2013. Es cierto que el título sigue sin alcanzar las cotas de exploración y dificultad en los puzles que poseían los primeros títulos, y es cierto que, vista esa estructura que mezcla acción frenética y linealidad con la libertad de exploración del espacio siberiano, el juego parece no haber definido aún hacia dónde quiere dirigirse. Sin embargo, el salto cualitativo es considerable con respecto a la anterior entrega, y si ésta ya fue de sobresaliente, las expectativas hacia este Rise of the Tomb Raider son máximas, y de momento, están totalmente cubiertas.

Habrá que esperar a que el título finalmente vea la luz el próximo once de noviembre en Xbox One y Xbox 360, pero de momento, estas tres primeras horas de su modo campaña no podrían habernos dejado mejor sabor de boca.