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The Beatles: Rock Band

The Beatles: Rock Band

Be the Walrus

Harmonix y MTV nos regalan algo más que un videojuego. Nos regalan un rendido homenaje a uno de los principales pilares de la música contemporánea, a uno de los mitos populares más conocidos, al grupo cuyas canciones, después de cuarenta años, siguen sonando como si hubiesen salido ayer.

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Imaginemos a dos hipotéticos amigos (pongamos, por ejemplo, que él se llama Francisco y ella Pilar), conocidos de toda la vida. Él ha pasado de los dos prestigios en Call of Duty: Modern Warfare y sabe tocar y cantar (a la vez) todas las canciones de Rock Band en experto sin mirar a la pantalla. Ella en cambio es fan de los Beatles hasta el punto de saber lo que desayunaba Paul McCartney el día de su undécimo cumpleaños, pero si le preguntases qué es un pad te contestaría que es una almohada. Podría ocurrir perfectamente al contrario, pero por un momento borremos los prejuicios de género de nuestra mente. Pongamos, pues, que ambos quedan para tomar un café en la Plaza Mayor. Él le comentaría rápidamente que ha salido un juego de los Beatles, y a ella, como es lógico, se le harían los ojos chiribitas, pero primero preguntaría de qué va, si es caro y si sale John Lennon matando alienígenas. Poniéndonos en el lugar del hipotético muchacho, respondámosle, pues, a todas esas preguntas. Si estás familiarizado con el título o te llamas Francisco, por favor, pasa a la segunda página.

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Probablemente todos conocemos Guitar Hero, ese invento en el que nos ponemos a tocar, guitarra de plástico mediante, temas de grupos famosos. El proceso funcionaba de la siguiente manera: durante la canción aparece una especie de mástil de guitarra en pantalla, del cual venían hacia nosotros círculos de colores que se correspondían con los del artefacto, y nosotros mientras debíamos "tocar" la guitarra sincronizando nuestras pulsaciones con lo que veíamos. Tremendamente difícil de explicar, pero muy intuitivo, divertido y con varios niveles de dificultad. Salieron dos, y luego la empresa que popularizó el concepto (Harmonix) se alió con MTV para crear Rock Band. Rock Band nos pasó de ser guitarrista a poder jugar a ser un grupo completo, como su propio nombre indica, añadiéndole bajo, batería y voz (muy al estilo SingStar), y transformado de esta forma la experiencia en el complemento perfecto para momentos etílicos y, de vez en cuando, tardes lluviosas de invierno.

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Mientras tanto apareció por parte de Guitar Hero, ahora competencia de sus propios creadores, un juego dedicado a un único grupo. Éste fue Guitar Hero: Aerosmith, el cual nos demostró que el formato tenía un potencial de documental o de disco recopilatorio que no se había explotado hasta el momento. Así que en un movimiento tremendamente irónico, los chicos de Rock Band decidieron hacer algo parecido, pero no con un grupo cualquiera. Sería El Grupo, los Fab Four, los chicos de Liverpool. Los Beatles, vaya.

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Sin embargo, The Beatles: Rock Band como concepto nació en 2006, por parte de tanto el presidente de MTV (Van Toffler) como del hijo del difunto guitarrista George Harrison, Dhani Harrison, quienes pensaron en un juego de los Beatles y vieron que las mejores manos donde podrían caer eran en las de los creadores de Guitar Hero, Harmonix, recientemente comprados por MTV tal y como os comentábamos. Así que se pusieron manos a la obra y convencieron a las otras partes implicadas, esto es, Yoko Ono, Ringo Starr y Sir Paul McCartney de la viabilidad del proyecto.

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Tras varias demostraciones técnicas para contentar a Apple Corps (la multinacional propiedad de los miembros restantes de los Beatles), en 2008 Harmonix les enseñó a unos caricaturescos Beatles tocando en el Abbey Road la mítica 'Here Comes the Sun'. De repente, al poco de comenzar la canción abandonábamos el estudio para encontrarnos viendo a la formación en un prado de ambiente absolutamente psicodélico. Se llamó a este ensueño 'dreamscape'. Apple Corps quedó contenta, viendo en el juego una manera ideal de recorrer la carrera del grupo y mostrársela a las nuevas generaciones. El juego se anunció y, desde aquel momento, se convirtió en uno de los más esperados del género.

De parranda por Liverpool
Cuando un juego lleva The Beatles y Rock Band en el nombre tienes que exigirle unos mínimos: tiene que ser accesible para todos aquellos que tan sólo conozcan al grupo, tiene además que ofrecer novedades respecto a otros productos similares, tiene que ser divertido para los que sólo quieran divertirse, pero un reto para aquellos que busquen uno y, de paso, tiene que respetar el legado del grupo más importante del siglo XX. Casi nada. Pues bien, The Beatles: Rock Band lo hace. Y lo hace sin riesgos, sin provocar aspavientos, pero con una clase y buen hacer artístico que, desde hoy, se convierten en exigencia dentro de este tipo de propuesta.

Las opciones a la hora de jugarlo son sencillas: puedes jugar sólo, tocando un único instrumento, o acompañado, tocando y cantando hasta seis a la vez, tres micrófonos y tres instrumentos. Puedes o bien tocar aleatoriamente cualquier canción de las 45 que hay en el repertorio, o bien ir a la sección de práctica para cogerle el tranquillo a tu instrumento (muy recomendable es la sección 'Los Ritmos de Ringo', que nos ayuda a aprender todos los ritmos de batería de los Beatles), o bien retar a algún amigo a un duelo competitivo, o bien ir directamente al plato fuerte que es el modo Historia. El modo Historia sigue la carrera de los Beatles desde sus inicios en el mítico ‘garito' The Cavern hasta su época más experimental en los estudios Abbey Road. Iremos por partes, mejor. Primero, los instrumentos.

Si pusiésemos en orden cronológico todos los periféricos que han salido para un videojuego parecidos a una guitarra nos daríamos cuenta cómo han evolucionado a lo largo del tiempo. En The Beatles: Rock Band tenemos, sin ninguna duda, auténticas réplicas de plástico de sus originales. Dignos de colgar en nuestra pared, están diseñados con un detalle y un mimo inusitado, provocando el olvidarnos de su objetivo lúdico y ver, sin más, las guitarras Rickenbacker 235 y Gretsch Duo Jet y el bajo Höfner 500/1 que tocaba el grupo. La batería es harina de otro costal, puesto que busca resultar sencilla de tocar y pierde toda su verosimilitud por el camino. Pero cuenta con un parche de papel que podemos engancharle para que parezca un bombo, si eso sirve.

Hablando ya de rendimiento y no de estética, el bajo marca un punto de inflexión en los títulos musicales, cosa que no dejaremos de insistir a lo largo de todo el análisis. Por primera vez, el bajo parece un bajo y no se queda relegado a un segundo plano. El diseño del instrumento es una extensión de esta filosofía, puesto que el mástil es más largo que el de las guitarras. Y por lo demás, eliminamos durante nuestras partidas esa sensación de estar acostumbrados al 'clic' de tocar la guitarra de Guitar Hero. La batería es similar a la de Rock Band 2; podemos instalarle hasta tres platos que vienen por separado e instalarle parches silenciadores a los timbales. Es decir, que se hace costoso tenerlo en su forma ideal. En este sentido no han sabido aprender de la competencia, a pesar de que su periférico sea algo más agradecido y los neófitos se sientan más cómodos con él. Por lo tanto, más fluidez, más intención de réplica, más efectividad…

…y más caro. Cada guitarra nos costará 100€ si la compramos (no nos queda otra) por separado, mientras que el pack de bajo Höfner, más batería, más micrófono, más pie de micro (algo que nos será muy útil si nos apeteciese cantar y tocar a la vez), más juego nos costará 200€. El juego por separado se vende al clásico precio de 60/70 €. Es un buen pico, aunque teniendo la batería de otro Rock Band o Guitar Hero, así como cualquier otra guitarra de ambas sagas seguro que nos podemos ahorrar bastante. Lo mismo ocurre si queremos más micrófonos, puesto que cualquiera que funcione por USB (incluso los cascos que vienen junto con el mando en Xbox 360) nos valen. Pero sí, ser coleccionista de productos los Beatles es caro. Recomendamos enérgicamente desde MeriStation coleccionar tapones de botellas. Mucho más económico, dónde va a parar.

Siempre jóvenes, siempre felices
Al principio, los restantes miembros de los Beatles y sus herederos estaban convencidos de que unos gráficos hiper-realistas serían lo adecuado para un homenaje lo suficientemente fidedigno a la banda. Razón no les faltaba, pero Harmonix fueron conscientes de la multitud de documentos ya existentes con este propósito (de hecho, estaban obligados a un visionado semanal del documental de ocho horas The Beatles: Anthology), y estaban convencidos de que hacía falta algo diferente. Ryan Lesser, director de arte, recibió al principio malas críticas del aspecto con el que presentaba a los Fab Four, demasiado caricaturesco (imagínese el lector, ser rechazado por el objeto de su arte), y a partir de ahí fueron disminuyendo hasta lo que vemos en el juego final, a medio camino entre ambas intenciones.

Lo que vemos en el juego final es, ni más ni menos, el apartado visual más cuidado en el género. Punto. Abandona ese concepto de 'acompañamiento gráfico' mientras tocamos para convertirse en un auténtico festival para los sentidos. Para el capture motion tuvieron que usar a bandas tributo, y eso se nota (más a comparación de su similar Guitar Hero: Metallica, un poco más ‘auténtico' en ese sentido), pero lo compensa con creces el acabado de cada uno de los escenarios, de cada uno de los ángulos de cámara, de cada una de las vestimentas que los Beatles han ido llevando a lo largo de su trayectoria, de cada fan enfervorecido. Pero, sobre todo, lo que lo compensa con creces son los llamados 'dreamscapes', las ensoñaciones que tienen lugar durante veinte temas pertenecientes a su época en los estudios Abbey Road. Son auténticos videoclips, rendidos homenajes y objetos de nostalgia para cualquiera que conozca al grupo, lleno de guiños, referencias, y alguna que otra sorpresa que nos provocará una sonrisa.

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Otro cantar son los temas elegidos, 45 en total que recorren toda la trayectoria del grupo. Una selección muy compensada, de la que sinceramente os destacaríamos algunas, tal y como tradicionalmente hacemos. Sin embargo, en el caso de los Beatles tenemos que hacer una excepción. Pocas canciones no serán conocidas por todos (probablemente las de la primera época, mucho más de rock ‘n roll simple con ese toque pop que siempre tuvieron) y no pocas se han tenido que eliminar por efectos lúdicos, como las míticas baladas 'Yesterday' o 'Michelle'. Lógicamente no llueve a gusto de todos, pero gracias a que el proceso de remasterización digital de la discografía entera del grupo (y cuyo lanzamiento se produce el mismo día que este juego, el día 9 de septiembre) fue necesario para este desarrollo, es muy probable que veamos en el futuro todos los discos listos para descarga y disfrute. Pero por ahora, la lista, que nos despistamos:

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'I Saw Her Standing There'
'I Want To Hold Your Hand'
'I Feel Fine'
'Taxman'
'Day Tripper'
'Back In The USSR'
'I Am The Walrus'
'Octopus's Garden'
'Here Comes The Sun'
'Get Back'  
'Twist And Shout'
'Do You Want To Know A Secret'
'Can't Buy Me Love'
'I Wanna Be Your Man'
'Eight Days A Week'
'Paperback Writer'
'And Your Bird Can Sing'
'Sgt. Pepper's LHCB'
'With a Little Help from My Friends'
'Within You Without You / Tomorrow Never Knows'
'While My Guitar Gently Weeps'
'Revolution'
'Birthday'
'Dig A Pony'
'I've Got A Feeling'
'Boys'
'A Hard Day's Night'
'I'm Looking Through You'
'If I Needed Someone'
'Drive My Car'
'Yellow Submarine'
'Good Morning'
'Lucy in the Sky with Diamonds'
'Hello, Goodbye'
'Dear Prudence'
'Helter Skelter'
'Come Together'
'Something'
'I Want You (She's So Heavy)'
'I Me Mine'
'Ticket to Ride'
'Hey Bulldog'
'Getting Better'
'Don't Let Me Down'

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Desde el primer día y durante un tiempo limitado tendremos en Xbox 360 la canción 'All You Need Is Love', cuyos beneficios se irán a la asociación Médicos Sin Fronteras, y el disco 'Abbey Road' íntegro (sin contar las canciones ya incluidas en el juego, claro). Y sí, 'The Medley' también.

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Érase una vez… The Beatles
Si la siempre hipotética Pilar ha seguido leyendo hasta aquí, se preguntará cómo funciona entonces ese modo Historia que nombramos al principio y que sigue paso a paso la carrera de Paul McCartney, John Lennon, George Harrison y Ringo Starr. La respuesta es simple, esquemática incluso: pulsamos el botón 'Modo Historia', aparece un pequeño video introductorio/resumen del momento en el que nos encontramos dentro de su trayectoria, y nos encontramos ante una lista de varias canciones. Por ejemplo, estamos en el año 64 y el escenario es el show de Ed Sullivan. Tenemos cinco canciones para interpretar en ese escenario. Completamos las cinco y podemos pasar al siguiente. Otro video introductorio, nuevo escenario, nuevo set de canciones, y así sucesivamente. Veremos, como ya hemos dicho, The Cavern Club, el set del show de Ed Sullivan, el Shea Stadium, Budokan, y los estudios Abbey Road. No parecen muchos, pero dado que en el Abbey Road podemos ver a los Beatles en el fondo del mar o hasta vestidos de animales, la variedad está muy presente.

Decíamos que íbamos pasando, entre videos y localizaciones, por las épocas del cuarteto como si de un interactivo pase de diapositivas se tratase. Esto podríamos hacerlo sin demasiadas diferencias a través del modo Partida Rápida, que nos permite tocar cualquier canción del tracklist en cualquier momento (de hecho, allíl cada miembro del grupo podrá activar el modo Sin Fallos, que hará que sea imposible que nos eliminen antes de completar un tema si sólo queremos pasar el rato). Si te estás preguntando entonces qué recompensa tiene el modo Historia te respondemos, pero primero debes saber cierto hecho fundamental en un juego de este estilo. Te explicamos. Cada componente del grupo, para no interferir a sus compañeros, puede elegir el nivel de dificultad de su instrumento. Esto significa que si el cantante suena como si le hubiesen pisado la cola a un gato, puede ponerse en modo fácil, tararear sobre la marcha y salir del paso durante una canción. Y esto significa que si el guitarrista se cree Joe Satriani, puede ponérselo en Experto y disfrutar con algunos de los retos que nos ofrece The Beatles: Rock Band. Luego volveremos sobre esto.

Durante el progreso de la canción podemos recolectar la llamada ‘energía estrella' si hacemos bien ciertas secciones en las que las notas se iluminan de una manera especial. Se comprende rápido el concepto después de la primera partida. Eres muy bueno, se va llenando la barrita de energía estrella de tu instrumento, y cuando alcanza la mitad puedes activarla (en el caso del micro es gritando entre partes de la letra, en el de la guitarra es levantando el mástil, en el de la batería, nótese para seguidores de Rock Band que se han perdido las partes de improvisación, es tocar el pad verde cuando éste se ilumina) haciendo que puntúes mucho más. Activarla cuando acaban de eliminar a alguien por no dar ni una nota bien hace que éste vuelva al ruedo y el grupo entero se salve de tener que volver a empezar la canción. Si todos los miembros del grupo lo hacen a la vez, subirán los números más rápido que las acciones de Disney tras comprar a Marvel.

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Termine como termine, al final del tema tienes una puntuación y una representación de vuestra/tú calidad como grupo/solista con forma de estrellas, de una hasta a cinco. Y aquí viene lo bueno: si consigues tres estrellas, una foto de los Beatles se te desbloquea, si consigues cinco estrellas, serán dos. Y aquí viene lo mejor: si consigues diez fotos de los Beatles, se desbloquea un video. Mucho del material mostrado en el juego es completamente exclusivo, cedido por Apple Corps para goce y disfrute de los fans de los Beatles, habiendo algunas curiosidades muy interesantes, como la rareza del 'The Beatles' Christmas Album', entre otras sorpesas. Quizás para los profanos en la materia sea una nimiez, pero para el fan estos extras valen su peso en oro. El Modo Historia nos recompensa con ellos si completamos las canciones como es debido. También nos recompensa, por cierto, dándonos pequeños 'retos' en cada escenario. Estos retos son, simplemente, completar todas las canciones de un escenario sin interrupciones. Un pequeño bonus para dar otra vuelta de tuerca a tu formación.

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Los coros perfectos
Harmonix sabía que era necesario aportar un toque distinto a la jugabilidad del título, algo tan simple que pueda llegar a hacerlo todo el mundo pero que requiera un grado más dificultad. El resultado fue incluir las armonías vocales, permitiendo hasta tres cantantes a la vez, uno principal y dos haciendo los coros. Los coros, sin embargo, no se refieren a repetir el estribillo en el mismo tono que el cantante, sino en hacerlo afinando lo suficiente para que se cree esa sensación de 'lleno' que el grupo ha transmitido por la parte vocal. Veremos así hasta tres líneas, representando el tono de cada línea vocal y de distintos colores según el jugador que sea.

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Aunque parezca mentira, hacer esto bien es complicado. Pero gracias al pie de micro (o si se compran los instrumentos por separado, un pie de micro es excesivamente asequible) podemos darle una vuelta de tuerca si no estamos contentos con la dificultad de nuestra guitarra o bajo y hacer coros con armonías e instrumento a la vez. O incluso ser el cantante principal y tocar a la vez. No hay posibilidad de contar con una segunda guitarra desgraciadamente, lo que evita que se pueda emular del todo a los Beatles, pero esto añade bastantes posibilidades para integrar hasta a 6 personas en la fiesta.

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Respecto a la dificultad, ésta no se puede medir por su progresión en el modo principal porque, simple y llanamente, no es su objetivo. Podemos encontrarnos canciones difíciles al principio (aparece representada la dificultad de cada instrumento en el menú de selección de canción) o una extremadamente sencilla al final, pero todas tienen su particular atractivo que muestra la complejidad escondida detrás de la aparente simpleza en la discografía del grupo. Sobre todo en un instrumento que normalmente pasa desapercibido como es el bajo, con líneas que en ocasiones se hacen más divertidas que las de guitarra, y en otras nos piden a gritos que nos pongamos el pie de micro y nos sintamos Paul McCartney.

Aún así, lógicamente, aquellos que busquen un reto de verdad es posible que no lo encuentren aquí. Ahora, tampoco deben buscarlo: The Beatles: Rock Band está pensado como una experiencia retrospectiva dentro de la carrera de un grupo. El símil se encuentra en el típico libro/disco que te viene con fotos, un DVD de extras y varios CDs conteniendo los temas más significativos del grupo en cuestión, sólo que en este caso es interactivo. Encararlo como un reto de habilidad es simplemente ir en contra del objetivo del producto. Ni más, ni menos.

Opciones online, las justas
Jugar utilizando conexión a internet es muy recomendable si no tenemos dinero para llevarnos el grupo a casa. Podemos valernos del modo cooperativo online para ello. Los modos competitivos son los clásicos de la saga, duelos por puntos, pero sin nada especial que pudiese propiciar el concepto del título. Tampoco podremos importar la lista de canciones de anteriores Rock Band, y las descargables que compremos sólo valdrán, por ahora, en este juego. Vemos lógicas las limitaciones por un lado, pero por el lado de la exportación no nos parecen correctas; nos gustaría poder tocar 'I am the Walrus' en Rock Band 2, por ejemplo.

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8.5

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.