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Los 10 Mejores Títulos de Rare Replay

30 años de historia resumidos en 30 juegos, Rare Replay nos lleva por una lección de historia de la mano de un estudio único y nos dio auténticas obras maestras. Estos son los 10 mejores del recopilatorio

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Los más veteranos solo necesitaréis recordar lo que suponía ver ese logo dorado en pantalla aparecer. Un estudio que completó etapas en lo más alto del videojuego, que dominó creativa y tecnológicamente el escenario alrededor de Spectrum como Ultimate Play the Game, que realizó algunos de los mejores juegos en consolas de 8 y 16 bits y que junto a Nintendo completó una nueva etapa dorada en la que dio nueva vida a Super Nintendo y se convirtió en uno de los principales pilares de Nintendo 64 con títulos imprescindibles e influyentes. Un estudio que hizo historia desde su primer juego, que reinventó géneros, exprimió hardware como nadie y no se cansó de sacar un imprescindible tras otro, la Rare actual no es ni de lejos lo que fue apenas de Viva Piñata en Xbox 360 hacia atrás. Y su 30 cumpleaños lo cumple echando un vistazo a ese pasado glorioso inscrito con su R dorada en la historia del videojuego. Rare Replay es algo más que un recopilatorio, es una ventana a otra época. Y aunque nos pesa no ver inlcuidas cosas como Donkey Kong Country, Goldeneye u otros, algunos de los 30 aquí metidos son de los mejores que Rare ha concebido desde su fundación en 1985 e incluso antes. Y para que os hagáis una idea escogemos los 10 mejores de Rare Replay:

Viva Piñata – Xbox 360, noviembre 2006

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Si por algo siempre destacó Rare, eso fue por imaginación y originalidad. La misma que le hizo brindarle a Xbox 360 uno de los juegos más originales y bizarros de su catálogo. Viva Piñata es una mezcla entre Los Sims y Animal Crossing en una suerte de simulador de vida de mundo abierto en el que crear el jardín perfecto lleno de piñatas vivas. Porque aquí las piñatas están vivas, de hecho hasta pueden enamorarse si juntamos a dos de la misma especie, bailar -vaya imaginación le echaron- y tener un bebe piñata que ya fue en su momento el colmo de la propuesta –si ahora pensáis que dos piñatas reproduciéndose es un ‘mindfuck’, imaginad hace una década. No era para todos, menos aún para quienes buscaban algo similar a un Banjo o un Perfect Dark, pero sí sigue siendo considerado como el último gran juego que de verdad representaba ese espíritu Rare que no vemos por ninguna parte con Kinect Sports y similares.

Killer Instinct Gold - Nintendo 64, Julio 1997

Tras la gran acogida dispensada al primer Killer Instinct -del que seguimos tarareando algunos de sus brutales temas musicales-, Rare se puso manos a la obra con una secuela que llegó entre 1996 y 1997 a los salones recreativos americanos y europeos. Todo en ella se aumentó, gráficamente era espectacular, teníamos más movimientos como los Parry para iniciar contraataques, un medidor para especiales, más movimientos finales –contundentes pero sin la violencia extrema de Mortal Kombat. Y aunque perdimos a Eyedol, Chief Thunder, Cinder y Riptor ganamos otros 4 nuevos. Gold fue la adaptación del arcade a Nintendo 64, fiel en la mayoría de aspectos aunque por desgracia tuvo que prescindir de cosas: Downgrade gráfico de la placa original a la de N64, un solo final para cada personaje por contra de los varios que el arcade poseía y animaciones 2D para sustituir a otros videos FMV. Gold fue un gran juego de lucha en N64, pero al igual que la secuela en que se basaba, no estuvieron a la altura de la sombra del KI original.

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Blast Corps – N64, septiembre 1997

El toque arcade siempre ha sido algo que en Rare no han olvidado –sus fundadores eran exprogramadores de arcades precisamente. Así que mucho arcade y toques de estrategia y hasta puzles forman la base de Blast Corps, una de esas rarezas que no se parece a nada y que nos pueden enganchar si lo dejamos. Con la excusa argumental de dos misiles nucleares que van a explotar y deben ser llevados a una zona de detonación, en Blast Corps debemos despejarle el camino al vehículo que los transporta, lo que nos da vía libre para destrozar el escenario y las construcciones que vemos, como casas, silos, camiones y todo lo que haya. Esto se consigue usando desde motos con misiles hasta bulldozers, excavadoras y robots gigantes en una orgía de la destrucción y la diversión que lo convierten en carne de los speedrunners actuales. Original como el sólo, no dudéis en darle una oportunidad con Rare Replay, porque que esté un poco olvidado no quita que romperlo todo a saco siga siendo divertido.

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Jet Pac – ZX Spectrum, mayo 1983

Todo gran viaje tiene su comienzo, y Jet Pac ostenta el honor de ser el primer juego los hermanos Tim y Chris Stamper crearon al fundar su primera compañía Ultimate Play the Game –después fundarían Rare apenas 3 años después. Lanzado para compatibles como ZX Spectrum, Commodore VIC-20 o BBC Micro, Jet Pac no era solo un juego en el que disparar a extraterrestres, sino que cada cinco niveles debíamos de ensamblar un cohete y a continuación llenarlo de combustible para poder volar hasta la siguiente fase mientras derrotábamos a los enemigos. En su época todo un éxito de ventas, el título además obtuvo unas críticas tan buenas que incluso fue nombrado Juego del Año y se ha colado en listados sobre los mejores juegos de todos los tiempos. Una carta de presentación inmejorable para los Stamper sin duda.

Jet Force Gemini – N64, noviembre 1999

Rare, Nintendo 64 y un estilo FPS. Con algunos de los mejores shooters del género lanzados en la consola y por este mismo estudio , GoldenEye 64 y Perfect Dark, Rare apostó sobre seguro con una mecánica que ya conocía. Adaptando la cámara a la tercera persona, Jet Force Gemini mezcló también plataformas, aventura y el estilo Run & Gun tan habituales en las 2D. Con un marcado acento en la exploración de 15 mundos no lineales –aunque al inicio si-, la elección correcta de uno de los varios personajes protagonistas se tornaba importante para atravesar con seguridad cada escenario y aportaba además el componente de rejugabilidad de pasarnos cada mundo con los tres disponibles. Visual y sonoramente un ejemplo de lo que el estudio en perpetuo estado de gracia podía llevar a cabo, Gemini era todo un espectáculo verdaderamente original en el catálogo de N64 al que solamente la dichosa tarea de tener que rescatar a los Tribal –el eje del juego- empañaba el apartado jugable, ya que Rare nos quiso poner las cosas difíciles, pero en ocasiones de manera algo absurda.

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Knight Lore – Compatibles 8Bit/FamiCom, diciembre 1984

El tercero en una saga de plataformas, laberintos y exploración, Knight Lore fue la tercera entrega de la serie Sabreman tras Sabre Wulf -¿os suena ese nombre de algo?- y Underwurlde, y uno de los juegos más revolucionarios de su época, ya que prescindió de la visualización en 2D para adoptar un novedoso enfoque isométrico en las habitaciones que visitábamos. 40 días y 40 noches es lo que tenemos para encontrar una poción que nos cure la licantropía, usando un inventario que sólo permite llevar 3 objetos a la vez. Entre sus muchos aciertos figuran un ciclo día/noche que nos convertía en hombres-lobo mientras la maldición nos durase. De hecho era tan avanzado que sus creadores decidieron lanzar antes  Sabre Wulf y postergarlo para cuando el mercado estuviese preparado, dado que era un título ciertamente muy adelantado a su época y que incluso algunos medios lo tildaron como “el avance único más grande en la historia de los juegos de ordenador” aparte de influenciar a no pocas producciones posteriores.

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Battletoads - NES, Junio 1991

Claramente una respuesta al fenómeno que eran las Tortugas Ninja, en Battletoads Rare cambió la especie animal aunque mantuvo el toque antropomórfico y las habilidades de combate. Rash, Zitz y Pimple se convirtieron en uno de los juegos técnicamente más avanzados de NES en una época de transición en que todos los estudios se movían a los 16BIT, desplegando un entorno gráfico que sigue costando de creer que se pudiera hacer con el ya veterano sistema de 8 BIT al que el estudio exprimió al extremo. Con un gameplay de acción en el que cada golpe de los personajes se convertía en cachondeo por la comicidad de las animaciones y el humor constante en una variedad de acción, saltos y hasta pilotaje de vehículos, Rare consiguió uno de esos juegos que los más veteranos seguimos recordando con cariño, pero también sigue siendo una oda a la dificultad extrema absoluta que más de uno encontrará a día de hoy imposible. Aunque, por desgracia para los más exigentes, en Rare Replay no tendremos el famoso bug que hacía que la fase 11 no pudiese jugarse en Cooperativo, marca del juego desde hace 24 años.

Perfect Dark – N64, junio 2000

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Con Goldeneye, Rare ciertamente sentó cátedra en el mundo de los FPS de consola. Y su siguiente shooter, Perfect Dark, supo seguir esa fórmula pero apartándose para presentarnos un entorno y protagonista nuevos. Joanna Dark era una especie de James Bond futurista en un ambiente tecnificado cuyo plano inicial y la fase del edificio ya nos dejaba claro que esto empezaba fuerte e iba a seguir igual. Puede que tuviera algún que otro problemilla con el frame rate, pero el resto era y sigue siendo una gozada en cuanto a gráficos, jugabilidad fluida, IA enemiga conseguida y una cantidad de modos extra más allá de la Campaña que presentaba un multijugador personalizable. Técnicamente uno de los más avanzados de N64 hasta tenía una opción para gráficos en alta resolución a 640x218 (hablamos de las consolas de la era Pre-HD). Una de las muchas joyas de Rare que sigue aguantando el paso del tiempo con dignidad.

Banjo-Kazooie – N64, julio 1998

La época dorada del estudio y de Nintendo 64 siguió adelante con uno de los mejores plataformas 3D que se recuerdan, tanto que ahora mismo hay hasta sucesores espirituales en marcha. Banjo-Kazooie es acción, aventuras, plataformas y exploración dentro de una mecánica de niveles abiertos y toque no-lineal, igual que Super Mario 64, dentro de una propuesta desarrollada por el mismo equipo del aclamado Donkey Kong Country 2. De hecho no pocas reviews de la época lo calificaron como mejor, más complejo y detallado que el propio Mario 64, obteniendo puntuaciones de sobresaliente en todos los medios. Hablamos de un plataformas 3D de control perfecto, gráficos con muchos detalles –el texturizado en la época era considerable-, un sonido estupendo y un diseño de niveles que no lo convertía en meramente saltar y golpear, sino que nos recompensaba la exploración. Oro puro absoluto que además incluye su secuela en Rare Replay, un Banjo-Tooie que consiguió lo imposible de estar a la altura de su galardonada antecesora.

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Conker’s Bad Fur Day – N64, abril 2001

Ahora, la Rare que le dio a Xbox 360 Perfect Dark Zero y Kameo se dedica a títulos de Kinect Sports. Pero en Nintendo, Rare nos regaló a uno de los personajes más políticamente incorrectos y más descacharrantes del universo virtual. Comenzando en el infantil Pocket Tales de Game Boy Color, la ardilla Conker pronto demostró crecer con suma rapidez cuando dos años después, en 2001 y para Nintendo 64, ésta regreso en Bad Fur Day, trayendo consigo un equipaje de tacos, referencias sexuales, humor grosero/escatológico y un prota borracho que solo desea volver a  cada de su novia. Con claras influencias de South Park –vaya referente-, algunas parodias cinematográficas arrancaban carcajadas de lo delirantes que eran. Y el título fue coronado como el que mejores gráficos tenía en su momento. Tras ser recién fichada por Microsoft, Rare reactualizó Bad Fur Day y le añadió un nuevo multiplayer, aunque la versión no generó tanta unanimidad como en N64 y la fuerza de ese debut tan políticamente incorrecto como absolutamente descacharrante. Habrá quién se lleve las manos a la cabeza, habrá quién dirá que otros Rare son mejor que este, pero lo que es seguro es que en Rare Replay no encontraréis otro igual de divertido.

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