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[E3 2013] Payday 2, Impresiones

La popularidad de The Heist fue tal que Starbreeze Studios se hizo con los derechos de Overkill Software antes de que fuese demasiado tarde. La última apuesta del estudio es Payday 2, un simulador de atracos que ofrece una experiencia totalmente renovada, original y adictiva. La secuela de uno de los títulos más destacados de 2011 está a la vuelta de la esquina.

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Minutos antes de probar la demo de Payday 2 un nutrido grupo de jugadores compartía sus impresiones sobre este peculiar simulador de atracos. Aunque la opinión general era positiva, uno de los presentes realizó uno de esos comentarios inofensivos que terminan por instalarse en la memoria a largo plazo: "Han tenido que pasar casi 30 años para que alguien fuese capaz de desarrollar un buen juego basado en atracar bancos... ¡pero la espera ha valido la pena!" Esta situación describe en pocas palabras la sensación general que se obtiene tras disfrutar de Payday 2, un shooter en primera persona que básicamente nos premia por atracar bancos, joyerías y otras sucursales que albergan importantes botines. En 2011, Overkill Software lanzó Payday: The Heist en el catálogo digital de PlayStation 3, obteniendo un éxito inesperado tanto en crítica como en ventas.

Su secuela, que recibe de nombre oficial Payday 2: Takedown (aunque la extensión Takedown parece haber desaparecido del nombre en el E3), pretende mejorar el legado de su antecesor con un motor gráfico reacondicionado, nuevos modos de juego, armas más poderosas y con un lanzamiento que tendrá lugar en las principales consolas de sobremesa del mercado, esta vez en formato físico y no digital. En MeriStation no pudimos resistir la tentación de echar un vistazo a la demostración que ofrecía Overkill en su stand del Convention Center, una oportunidad única para comprobar el estado del desarrollo del título, las novedades que presenta y, por qué no, también para conversar con los divertidos miembros del estudio. Esta profesión cobra sentido cuando sentarse a probar un videojuego es motivo de sonrisa, qué duda cabe.

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Pero dejando de lado el buen humor que caracteriza a los chicos de Overkill, lo cierto es que sentarse a probar Payday 2 es una experiencia que recuerda a los grandes clásicos del humor ácido. Basándose en unas premisas similares a las que hubo ocasión de disfrutar en Postal 2, Overkill ofrece una experiencia de juego enfocada desde el "otro lado" o, dicho en otras palabras, desde el punto de vista de los atracadores. Todo lo que importa es conseguir el botín sin importar la cantidad de vidas que robemos el intento o cómo de llamativo sea el atraco en cuestión. Esta experiencia de la que hablamos se centra principalmente en el modo multijugador, ya que Payday 2 es un shooter al que le "no le interesa" el single-player porque básicamente su estructura de juego "no lo permitiría".

Los creadores del juego no sólo rechazan la idea de convertir el título en una sucesión de misiones independientes unidas por un nexo argumental, sino que presumen de haber creado un videojuego que derrocha alegría y buen sentido del humor. A juzgar por los primeros minutos de acción que tenemos ocasión de probar en la demo, razón no les falta, ya que nada más comenzar a jugar, y tras personalizar a nuestro alter-ego virtual, descubrimos una ciudad de tamaño considerable repleta de vitalidad. Salta a la vista la mejora que Overkill ha aplicado en el motor Diesel, la estructura gráfica que emplea Payday 2, y aunque no parece que quede mucho margen de mejora en esta generación, el acabado técnico resulta tan agradable a la vista como práctico a la hora de representar la acción.

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Robando el banco

Tras el mecánico aprendizaje del mapeado de los controles, nos ponemos en marcha para atracar nuestra primera sucursal bancaria. Payday 2 cuenta con 35 mapas distintos en los que realizamos misiones de diversa índole. La variedad del contenido se ha ampliado con respecto a la obra original, lo que se traduce en un número más variado de instalaciones que atracar. Además, los escenarios son dinámicos y variables, lo que implica que nunca realizaremos dos veces la misma misión. Contamos también con nuevas habilidades y clases de ladrones para que nuestra incursión sea más sencilla, en uno de los elementos más importantes que incluye esta secuela.

Dentro del banco comprobamos rápidamente cómo las variables cambian constantemente para complicar la vida del atracador. Las técnicas que utilizan las fuerzas del orden y la ley varían en función de nuestro comportamiento. Si irrumpimos en el local a golpe y porrazo, los medios de seguridad no tendrán el menor reparo en emplear todo su potencial de fuego. Sin embargo, si nuestro modus operandi es más discreto (es decir, si empleamos el sigilo, otra de las facetas que se potencian en esta secuela), la policía se lo pensará dos veces antes de atacar. Independientemente de cuál sea nuestra elección, lo más probable es que terminemos a la huída disparando a todo blanco en movimiento, corriendo deprisa para alcanzar la furgoneta que supuestamente debería esperarnos en la salida.

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La huída

Decimos "supuestamente" porque en nuestra experiencia, tras robar el banco y salir de allí disparados, no había nadie esperándonos en el exterior. Desde Overkill subrayan con gusto que esta es una de las virtudes del juego: aunque repitas 100 veces la misma misión, tu forma de afrontarla nunca será la misma, porque las variantes que en ella se dan habrán cambiado. Recorrer de forma frenética el mapeado esperando a que un helicóptero de rescate venga a por nosotros es una experiencia difícil de describir, pero que resulta muy gratificante cuando conseguimos por fin poner a salvo el pellejo sin tener que repetir todo el procedimiento. Esta demo es una versión offline en la que nuestros compañeros son controlados por la CPU, por lo que no podemos pronunciarnos sobre el cooperativo o sobre lo divertido que resulta compartie esta experiencia al unísono con otros jugadores.

Aunque no existe modo de juego individual como tal, Overkill establece un sistema de misiones unidas entre sí que tratan de ofrecer algo parecido a una estructura narrativa. Los objetos que robamos en la primera misión nos facilitarán el atraco en la segunda. En función de lo que hayamos estimado como útil en la misión anterior, la siguiente será más o menos complicada. Pese a las apariencias, orientarse en los escenarios entre disparos, granadas de humo y demás no es una tarea fácil, así que en este aspecto Payday 2 ofrece un nivel de reto que no decepcionará a los más exigentes.

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Destrúyelo todo

La demostración termina cuando por fin somos rescatados y podemos respirar con cierto alivio. Esta experiencia, que tuvo lugar totalmente en tiempo real, recuerda a los shooter más innovadores de los años noventa, cuando era frecuente encontrar propuestas frescas, aunque quizá también un poco alocadas. Dentro del banco es posible destruir prácticamente todo el inmueble: ventanas, mesas, ordenadores, oficinas, puertas... La destrucción tiene lugar además con todo lujo de detalles. Uno disfruta disparando a diestro y siniestro sin miedo a represalias. Especialmente porque en Payday 2 el objetivo, pese a que podemos afrontar las misiones desde distintas perspectivas, es obtener el botín destruyendo todo a nuestro paso.

Habrá que esperar hasta agosto para poder disfrutar de la versión final de Payday 2, una obra que aparecerá en Playstation 3, Xbox 360 y PC, abandonando el formato digital para dar el salto al físico. Esta alocada experiencia multijugador tiene visos de convertirse en uno de los títulos más importantes del año, y como muestra su presencia en el dilatado catálogo de novedades que las principales desarrolladoras han anunciado en esta edición del E3.

Payday 2

  • NSW
  • 360
  • PC
  • PS3
  • Acción

Payday 2, desarrollado por Overkill Software y distribuido por 505 Games para PCPlayStation 3, Xbox 360 y Switch, es la secuela de Payday: The Heist que nos pone de nuevo en la piel de unos violentos atracadores de bancos. Acción cooperativa en el que hasta cuatro jugadores se vuelven a poner las máscaras del equipo PAYDAY original (Dallas, Hoxton, Wolf y Chains) para asolar Washington DC en una épica serie de crímenes.

Carátula de Payday 2
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