Mass Effect 3, Impresiones

Parece ser que Mass Effect 3 se vio presionado por uno de los retos que están asumiendo muchísimos Triples A de hoy centrados en la experiencia para un jugador: la inclusión de modo multiplayer. Si sagas como Uncharted, Bioshock o Assassin's Creed han acabado añadiendo opciones para partidas de varios usuarios online a la vez, la poderosa franquicia de Bioware no ha querido ser menos, y esta tercera entrega y cierre de la historia de Shepard y el resto de miembros de la Normandía tendrá su modo adicional para satisfacer a los más inconformistas y asiduos a esto del juego en red que quieran prolongar la vida del juego más allá de la magnífica experiencia que ya promete en su Campaña. El EA Showcase Winter de la semana pasada nos ha dejado probar junto a otros tres periodistas este nuevo y debatido cooperativo para cuatro, una muestra espléndida aunque triste para algunos de los aún mayores acercamientos a la mecánica shooter que va a tener este tercer juego. Oleadas de Reapers, coberturas tras cualquier elemento, munición a raudales y habilidades especiales para cada personaje. Así nos ha mostrado EA el cooperativo de Mass Effect 3, lo que sus creadores recalcan que no es más que un añadido que para nada ha restado trabajo a la historia singleplayer central.

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Mientras Bioware Edmonton ha vuelto a centrarse en lo que tan buenos resultados dio en los dos títulos anteriores, una historia madura, interesante, variable y cinematográfica que narre ahora el encuentro final en el enorme universo del juego, una subdivisión del estudio se ha centrado en esta nueva modalidad cooperativa, en darle forma y recoger el manejo y demás elementos clave de la aventura y adaptarlos a un sistema de juego donde la cooperación para superar cada una de las misiones que se nos propondrán como mero extra marca una nueva forma de entender este juego de disparos. Electronic Arts y la desarrolladora han querido dejarlo claro desde el principio, no se han sacrificado calidad ni cantidad en el modo principal para crear esta modalidad adicional, sino que servirá como un añadido para aquellos que busquen algo más, la compañía quiere que los usuarios lo vean "como un regalo por cierre de trilogía", y es que realmente, por lo que hemos probado, no deja tan buenas sensaciones como su historia monojugador.

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La polémica y las dudas estuvieron servidas desde que se anunció: ¿era necesario, o mejor haber dedicado este esfuerzo añadido a lograr un producto aún más redondo en su Historia central? ¿Será divertido, duradero y permanecerá en el tiempo más allá de las primeras semanas tras el lanzamiento del juego? ¿Guarda las mecánicas y directrices que han marcado la saga? Pues bien, tras probar una sola de estas misiones, no podemos tener respuestas para todas estas preguntas, vitales a la hora de analizar el juego, pero sí podemos hablaros de qué impresiones nos ha generado y cómo prevemos, si todo sigue en esta línea, que puede ser la aceptación de esta modalidad debutante en la IP. No en vano, sus desarrolladores han explicado también que todo lo que ocurra en esta guerra intergaláctica disputada a través de internet junto a otros tres usuarios, tendrá repercusiones en la historia que presenciemos en nuestra aventura en solitario, es decir, que todo el cooperativo es un episodio a parte donde se narran encuentros armados espaciales que, según si los hemos terminado o no y victoriosamente, harán aparición y marcarán el argumento de la trama de la campaña. No hay demasiados detalles más al respecto.

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Hay niveles, y cada uno ocupa unos veinte minutos de fuego intenso. El nivel que hemos jugado se enmarca en una estación ubicada en una zona helada, desconocemos de qué planeta. Desde luego era un nuevo entorno, con un diseño muy bien pensado para que un escuadrón de cuatro personajes pueda recorrerlo, darse apoyo en los tiroteos y avanzar por zonas con comodidad. A esto se suma, por ejemplo, que los personajes al acercarse entre sí o interponerse en la trayectoria de las balas de compañeros, se hacen transparentes para no entorpecer la experiencia de juego y permitirnos llegar con nuestras balas y ataques especiales a todos los objetivos. Es una buena idea, evolución del "fuego amigo", que aquí funciona mejor que nunca por la arquitectura pasillera -en el mejor de los sentidos- de los escenarios. La misión era drenar la base de enemigos, llegar hasta su núcleo. La mecánica nos ha recordado tremendamente al modo Horda de Gears of War 3 o algunas misiones de oleadas de Uncharted 3 o incluso Call of Duty (Zombis en Black Ops, ciertas Special Ops en Modern Warfare 3...). Mass Effect 3 en esta forma de juego deja completamente de lado las tomas de decisiones, los argumentos profundos o las conversaciones entre personajes para lanzarse de lleno a los disparos por doquier en tercera persona, con un sistema muy parecido al de la franquicia estrella de Epic Games.

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No obstante, el manejo, las habilidades especiales de cada raza y clase de personaje, las subidas de nivel y mejora de armas, atributos o personalización y la sobresaliente ambientación característica le dan toda la identidad, profundidad y relación con la saga que cabría esperar. El armamento era ya de sobra conocido por todos los que pudimos disputar este ataque conjunto, con pistolas de Mass Effect 1 y 2, y algunas nuevas armas que aparecerán en el 3. La cuestión es que en momentos de tanta acción e intensidad de tiroteos, el juego llega a ponerse en evidencia, mostrando indudablemente que su control y mecánicas no están hechas para la acción sin límites que este modo busca. Digamos que no nos encontramos con un sistema de manejo y precisión tan refinado como el que ofrecen los mencionados Uncharted o Gears of War, no queda del todo claro que en la jugabilidad Mass Effect encaje un frenético cooperativo donde matar, matar y matar. Además, también se aprecia, al menos en esta misión, que la cooperación es casi una anécdota, una puerta que abrir entre varios personajes o dos flancos distintos que cubir, pero nada más. Digamos que hemos presenciado una misión que casi puede ser jugada también en solitario.

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Aunque el nivel es exterior y nos deja contemplar el espectacular apartado gráfico que luce el juego, sobre todo en distancia de dibujado, animaciones, luces, brillos y texturas, las zonas de pasillos estrechos son abundantes y no hay demasiados detalles, partes destruibles o variedad en las áreas. Eso sí, el resultado en pantalla es asombroso, con muchísima acción frenética y decenas de armas disparando al unísono, nuestras cuatro más las rivales. A ello sumamos las torretas, ametralladoras ancladas, posiciones elevadas con francotiradores o granadas características de la licencia y la nueva entrega, todo un deleite de balas rápido y sin fallo alguno. Será vital permanecer bien a cubierto, pues no es difícil caer y se ha querido apostar por una dificultad exigente, que inste al cuarteto a repartirse bien el trabajo y no avanzar a lo loco disparando todos al mismo enemigo. Mejor que nunca, la IA rival nos lo pondrá realmente difícil, llegando a dar la sensación de que estamos jugando online contra otros usuarios. Los diversos enemigos contra los que nos veremos las caras nos persiguen por cualquier parte, se esconden, utilizan técnicas de sigilo y habilidades especiales de su especie.

Y precisamente sobre habilidades, aún no se nos han enseñado muchas pero las que hemos visto, sacadas también de las campañas de los tres juegos, son una delicia jugable que tendremos que saber emplear. Así aparece, por ejemplo, la levitación de los cuerpos para coserlos a tiros mientras flotan,  las ofensivas de fuego, hielo o rayos, camuflaje, las habilidades de ingeniero para  jugar con los comportamientos del enemigo o hacer que se distraiga y cambie sus objetivos, etc. La interfaz que nos muestra los límites de uso de estas habilidades y los daños se ha mantenido de la Campaña, y de anteriores Mass Effect. No veremos ningún cambio significativo en este sentido. Lo que sí es cierto y hemos podido comprobar, es que el éxito del escuadrón que formemos dependerá mucho de las combinaciones de roles que escojamos y las razas, pues un cuarteto homogénero no funcionará igual de bien en el campo de batalla que uno con variedad de habilidades, armamento o agilidad de los protagonistas.

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La personalización y aumento de capacidades para nuestro personaje escogido y su arsenal será otro punto fuerte, según Bioware. Con una sola misión jugada no nos han dejado probarlo pero desde luego sí que hemos visto que a todas las armas del juego podemos realizarles cambios antes de la partida para definir su cadencia de tiro, capacidad del cargador, estabilidad o colocación de silenciador, como es habitual en la mayoría de juegos, pero Mass Effect 3 quiere ir un paso más allá, y también las habilidades y ataques mágicos o energéticos de nuestros personajes tendrán posibilidad de mejora con la experiencia. Tras cada ronda o nivel, unas tablas de estadísticas nos muestran nuestros resultados y una comparativa con la del resto de jugadores, ya que aunque estemos cooperando para salir vencedores, también se ha querido buscar cierto pique entre usuarios en relación a las marcas obtenidas, otro aspecto que no es nuevo pero que no faltará en este modo del título. "Para nosotros en Mass Effect 3 y para que el juego dure, es importante que el jugador se pique, quiera ganar al resto aunque haya cooperado con ellos hace unos instantes", nos explicaba uno de sus desarrolladores.

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Por lo que hemos visto en esta primera y brevísima toma de contacto, con este cooperativo no estamos ante ninguna revolución o modalidad de robustez similar a la Campaña para un jugador que ofrecerá Mass Effect 3 y que ya hemos podido degustar en otros encuentros con el esperado cierre de la trilogía. Sin embargo, hay que entender este añadido como un extra que llega con un juego que será enorme y promete estar a la altura de las expectativas. Lo nuevo de Bioware solo quiere dar aún más material y horas ante su título al jugador, y esto se ampliará también con varios DLCs confirmados, probablemente tanto para este modo online como para su trama central en singleplayer. Es una noticia genial que un juego de estas proporciones vaya a ser aún mayor, con una búsqueda de su perdurabilidad más allá de los días o semanas que podamos ocupar en acabar su modo principal. Muy frenética y con claras influencias de los cooperativos más divertidos de hoy en día, esta rista de misiones adicionales viene con una profundidad superior a la que muchos esperaban, con un sistema de mejora y experiencia totalmente legítimo, muchas habilidades por todos conocidas implementadas con maestría en juego para cuatro, o mapas exclusivamente pensados para ser recorridos así, en grupo. Esperamos poder saber muy pronto más sobre esta modalidad y probar verdaderamente su potencial una vez que nos volcamos en ella.

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