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Kinect Rush: Una Aventura Disney Pixar

Kinect Rush: Una Aventura Disney Pixar

La magia de Pixar en tus brazos

Toy Story, Up, Los Increíbles, Ratatouille y Cars. Cinco de las mejores creaciones de Pixar recuperan algunos de sus momentos míticos y los convierten en una aventura de saltos, minijuegos y eventos interactivos para que, sin mando alguno, cualquier jugador pueda vivirlos virtualmente. Kinect Rush es el enésimo compendio de pequeños retos, pero algo más divertido, complejo y preciso que otras obras.

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Kinect sigue sin reinventar de forma radical el videojuego, pero en su función como herramienta social, como periférico para poner a jugar a todo el mundo y buscar entretenimiento en pequeños y sencillos retos, su evolución va notándose con productos como el que nos concierne. Rush es un carrusel de niveles de plataformas, minijuegos, eventos y pruebas sacados de 5 de las películas más reconocidas de Pixar, con Toy Story y Cars a la cabeza, pues todo lo venido de esta última es un éxito asegurado en el mercado norteamericano. Como ya hiciera Disneyland Adventures, en este DVD se centra la atención en los pequeños de la casa, se les invita a jugar y emular a sus personajes favoritos con una inocencia mucho mayor que la que expresan los largometrajes homónimos.

Pero esto no tiene por qué empañar un título notable, que entrega lo que se pide a todo abanico de minijuegos que recorrer con un sensor de movimiento, aunque bien es cierto que se le echa de menos una opción multijugador más grande, en vez de este modo corto cooperativo donde cada usuario anota una puntuación y éstas se suman. También parece a medio camino en su producción, quizá más ambiciosa y nutrida si hubiera incluido Wall-E, Bichos, Buscando a Nemo y Monstruos S. A. en su repertorio, que no es escueto en pruebas pero que tampoco lo hace tan duradero y profundo como otros, incluido el propio Disneyland Adventures, ligeramente superior en casi todo menos en respuesta y diseño de algunos minijuegos y mundos a explorar, que aquí se hacen por fin verdaderamente divertidos.

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Nuevo en el recreo

A cambio de un parque temático de Disney, en Kinect Rush se introduce al jugador en un patio de juegos de una escuela o guardería donde se disponen las 5 áreas temáticas más la galería de objetos desbloqueables. Todo dentro de cada zona deja la sensación de que el producto pretende llegar más allá de los propios retos de cada licencia, retos algo más entretenidos que los que vimos en el anterior juego de Disney para Kinect si seguimos comparándolos. El universo de Toy Story, el de Cars o el de Up se postran ante el usuario de Kinect para ser recorridos libremente en busca de juegos y eventos, en una especie de aventura de plataformas en las áreas de cada película. La imaginación nace de dos niños que juegan en el parque, a partir de aquí se despliega una colección de retos interesante, no cuantiosa pero rejugable para obtener todos los coleccionables.

En Conviértete en un Héroe, el modo principal, lo primero es la creación de avatar, que en esta ocasión se puede hacer de forma automática con un irregular escáner de nuestro aspecto real al personaje de pantalla, intentando calcar la ropa, peinado, color de piel y cabello, rostro o uso de gafas que funciona con demasiada frecuencia de forma incoherente, más allá de las condiciones de luz de cada salón -que por supuesto deben ser idóneas- y no accediendo a físicos extremos o complementos como pendientes, gafas, gorro... No hay excesivas opciones de personalización ni algún parámetro realmente novedoso. El editor de personaje de Kinect Rush es bastante genérico, muy por detrás, por ejemplo, del de los avatares de Xbox Live, pero eso sí, adaptará nuestra apariencia a una creación Pixar, e incluso la convertirá en coche, rata o superhéroe para cada campo de juegos, Cars, Ratatouille y Los Increíbles.

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A medida que se superen retos de cada zona, el protagonista podrá obtener objetos especiales y abrir nuevos caminos, por ejemplo por los tejados de París en Ratatouille o en las frondosas selvas de Up. Hay secretos, pero no tantos como nos hubiera gustado para poder estar hablando de un juego largo y duradero a través de las semanas. Kinect Rush se agota antes de lo que parece cuando se empieza a explorar, y tampoco sus eventos invitan demasiado a la rejugabilidad, eso sí, obligada en cooperativo, donde el título gana en diversión pero vuelve a quedarse corto sin más opciones, retos nuevos o pruebas de enfrentamiento directo entre usuarios.

Licencia y variedad

Uno de los puntos más destacables reside en que como juego de Pixar, los estudios han generado todo un elenco de rincones evocadores a las películas y explícitas referencias. Personajes, escenarios, diálogos o música logran trasladar al usuario hasta las escenas, y de paso recogen partes inéditas como comentábamos al principio. Por ejemplo, en el mundo de Cars, aparece una pista en Tokio a partir de la reciente Cars 2, o en Up algunos retos de río que nada tienen que decir en el guión original de la película del viejete cascarrabias y su casa flotante pero que encajan de maravilla. Por supuesto, el sentido del humor y el colorido habituales no faltan, tampoco los diseños ingeniosos o los chistes, eso sí, la traducción sonora a nuestro idioma no respeta del todo el doblaje de los filmes, el audio está íntegro en castellano pero con algunas voces nuevas.Los minijuegos mayoritariamente suelen consistir en controlar al avatar en un escenario móvil con obstáculos sin que se choque con ninguno, recogiendo items y sin dañarlo, un clásico en los productos exclusivos de Kinect que poco o nada tiene de sorprendente ya. Ahora bien, el manejo en esta ocasión es algo más satisfactorio que de costumbre y accesible para los jugadores poco habituados, como pueden ser niños pequeños. No por ello se sacrifica el desafío, aunque tampoco se puede esperar una dificultad retante y que lo haga adictivo. No es un título para engancharse, pero puede funcionar muy bien con niños seguidores de Pixar ya que el despliegue de iconos de las películas que hace y el correcto funcionamiento de Kinect con este juego le dan el suficiente aliciente como para destacar dentro de los catálogos de minijuegos de la consola y el periférico óptico. Añade a ello los tramos de avance por cada universo, que a veces se pueden hacer algo pesados.

Hay pruebas de dar saltos, de conducción simulando el volante en nuestras manos (habitual de Kinect), pequeños puzles donde tendremos que señalar a la pantalla la respuesta, desplegar y agitar los brazos para volar y controlar la altura, jefes finales a los que arrojar proyectiles, agaches rápidos, uso de los pies... No hay una diversidad vasta pero sí la variedad suficiente como para introducir al jugador en cada aventura y dejar la sensación de no ser un viaje repetitivo, al menos la primera o segunda vez que se recorre de principio a fin, con bifurcaciones de caminos y elecciones. Se echan de menos más minijuegos y cabe pedirle menos rediseños de anteriores ya vistos en otros títulos de Kinect, poco originales ahora.

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La precisión en la captación de movimientos es lo que diferencia también de forma tajante a Rush de muchos otros conjuntos de juegos pequeños pensados para el dispositivo de Xbox 360. Sigue sin lograrse una experiencia hiperrealista y milimetrada en este sentido, pero al menos Disney Interactive ha sabido esta vez compensar el retardo de algunos gestos, trazos y movimientos, y se logra una sensación de estar dentro de la pantalla ligeramente superior, que no absoluta, por supuesto. Esto lo aleja de la frustración que generan otras entregas, y lo acerca más bien a títulos notables en manejo como Kinect Sports, Dance Central, Barrio Sésamo o Kinect Adventures. El reconocimiento de voz para determinadas órdenes también es aceptable, no hay que hacer demasiado uso de él.

7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.