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Battle Fantasia

Battle Fantasia

Combates oníricos

Battle Fantasia irrumpe al fin en 360 y PS3 para brindarnos una nueva dosis de lucha bidimensional de alta calidad. 12 peculiares personajes se dan cita en un onírico y original mundo de fantasía. Al fin, tras muchos años de espera, Arc System Works demuestra en tierras europeas que hay vida más allá de Guilty Gear.

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Si preguntas a un apasionado de la lucha bidimensional por el nombre de su compañía favorita, sin duda te encontrarás ante tres posibles respuestas: apoyo incondicional a Capcom, defensa a ultranza de SNK, o un corazón dividido entre ambas. Eso sí, dicho aficionado proclamará como uno de sus estudios favoritos a Arc System Works, mítica desarrolladora de juegos de lucha bidimensional que allá por los 90, cuando tanto Capcom como SNK se encontraban en pleno apogeo en lo que a arcades de lucha se refiere, logró hacerse un nombre con el primer Guilty Gear lanzado en PS1.

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Los años pasaron, y mientras tanto Capcom como SNK languidecían en un estancamiento que ya pocos soportaban (sprites reutilizados un juego tras otro, mostrados a resoluciones que databan de la era de los 16 bits), Arc System Works creó una auténtica maravilla de nombre Guilty Gear X. Espectacular en lo referente al aspecto gráfico (aprovechaba toda la potencia de Naomi, la placa recreativa de 128 bits basada en la arquitectura de la malograda Dreamcast), avasallador en el terreno jugable, GGX se convirtió por méritos propios en el único juego de lucha bidimensional poseedor de un nivel técnico digno de las plataformas de 128 bits que lo albergaban.

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Por desgracia, Arc System Works decidió desde entonces vivir de las rentas, lanzando sucesivas expansiones de GGX, cada vez más carentes de novedades, con las que sobresaturó un género que ya no estaba para muchos trotes. Bien es verdad que, entre refrito y refrito, ASW lanzó al mercado los sobresalientes El Puño de la Estrella del Norte y Sengoku Basara, aunque ninguno de ellos llegó a aparecer en el viejo continente. Aquí nos tuvimos que conformar con una revisitación tras otra de Guilty Gear: GG X2, GG Isuka, GG X2 Reload, GG Judgment, GG Accent Core… Eso sí, la verdadera secuela de GGX2, Guilty Gear 2: Overture, aún se encuentra pendiente de desembarco en tierras europeas.

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Afortunadamente, parece que la sequía llega a su fin, dado que Battle Fantasía, una relativamente reciente creación de Arc System Works (la recreativa original data de abril de 2007) irrumpe al fin en las Xbox 360 y PS3 del viejo continente, tras un desfase de unos 9 meses respecto al lanzamiento japonés. Dicho retraso le ha hecho aparecer en el peor de los momentos, dado que ha tenido la mala suerte de encontrarse al todopoderoso Street Fighter IV como rival de estanterías; pero no por ello los aficionados a la lucha de mecánica bidimensional debemos dejar de estar de enhorabuena, ya que Battle Fantasia posee calidad más que suficiente para que merezca la pena ser adquirido, aunque el nuevo juego de Ryu & Cia. ya nos haya encandilado por completo.

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A la cabeza de Battle Fantasia se encuentra Emiko Iwasaki, diseñadora de personajes en la saga Guilty Gear. La artista nipona ha tenido en todo momento las riendas del juego, y eso se nota a nivel de estética, ambientación, diseño de personajes, trasfondo argumental… Aunque la mecánica del título hunda sus raíces en las virtudes que han hecho grande el género de la lucha 2D, Battle Fantasia posee una identidad propia que le permite destacar entre sus congéneres, incluso provenientes de la misma compañía (los Guilty Gear están a cargo de Daisuke Ishiwatari, lo que los hace inevitablemente distintos a esta primera creación personal de Emiko Iwasaki). Eso sí, la estética deudora del RPG nipón y los gráficos estilo cartoon son los mayores rasgos identificativos de Battle Fantasia, ya que no se puede evitar que el juego nos recuerde de vez en cuando a la saga protagonizada por Sol Badguy. Es hora de comenzar a desgranar las virtudes y defectos de la nueva (sobre todo en tierras europeas) apuesta de Arc System Works, así que, sin más dilación, sed bienvenidos a la enésima batalla librada entre las fuerzas de la luz y la oscuridad.

Entre conejos, vikingos y mujeres gato

Aunque a los nostálgicos y amantes del retro nos duela reconocerlo, las dos dimensiones ya prácticamente brillan por su ausencia, sobre todo en lo que a plataformas de sobremesa se refiere. Cada vez es más difícil encontrar un título que haga gala de unos gráficos elaborados a la vieja usanza, a golpe de píxel y sprite, en detrimento de la ya clásica construcción poligonal imperante hoy en día. Eso sí, en lo que a mecánica se refiere, no son pocos los juegos que optan por desarrollos clásicos en dos dimensiones, a pesar de mostrar gráficos poligonales. Es lo que se da en llamar 2.5D, un concepto acuñado, entre otros, por Yoshi's Island (Super Nintendo, 1995), el cual usaba un chip gráfico especial para incluir elementos poligonales en su desarrollo clásico de plataformas de scroll lateral.

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Battle Fantasia también entra de lleno en la definición de juego en 2.5D; es decir, su mecánica y jugabilidad es completamente bidimensional, aunque tanto personajes como escenarios han sido construidos mediante gráficos poligonales. Y ya que hablamos de mecánica, comenzaremos hablando tanto de ésta como de su sistema de juego. La nueva creación de Arc System Works busca en todo momento la accesibilidad, para que cualquier usuario, se encuentre o no versado en el género de la lucha, pueda disfrutarlo sin complicación alguna. Así, contamos con cuatro botones de acción (dos de puñetazo y dos de patada), y un botón de counter del que hablaremos más adelante. El sistema de combos es muy sencillo, ya que muchas de las características que dan profundidad a otros títulos de Arc System Works han sido aquí eliminadas.

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Así, no existen dobles saltos, ni Air Dashing (o la posibilidad de avanzar y retroceder rápidamente en pleno salto). Debido a ello, las posibilidades a la hora de combatir en el aire se limitan, por lo que tampoco existe un scroll vertical de pantalla, ya que es innecesario. Tampoco se activa zoom alguno al alejarnos de nuestro rival, por lo que se favorece más el combate cerrado; además, la cámara permanece estable en todo momento, sin cambios bruscos o giros imprevistos, excepto a la hora de ejecutar los Super Moves o durante algunos agarres y técnicas de presa. Esto permite que la sensación de jugar a un título de lucha clásico, como aquellos que inundaban los añorados salones recreativos durante la década de los 90, no nos abandone en ningún momento a pesar de la construcción poligonal de los gráficos de Battle Fantasia, algo que los puristas sin duda agradecerán.

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BF es un juego de lucha que huye de la rapidez y ligero descontrol existente en títulos del género mucho más intensos como Guilty Gear. Y es que la velocidad de los combates ha sido equilibrada a conciencia, para que en todo momento sepamos lo que estamos haciendo. Esto convierte a Battle Fantasia en un arcade de lucha táctico, aunque ojo, sin ni mucho menos llegar a la profundidad de la que hacen gala títulos como Street Fighter III. La simplificación también alcanza a los marcadores, dado que contamos únicamente con una barra de salud y otra de poder, esta última destinada a usar los ataques y movimientos especiales. Con esto se favorece de nuevo la accesibilidad, dado que dichos marcadores son los justos y necesarios para disfrutar de una buena experiencia de juego.

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Sistema de juego

Battle Fantasia tampoco se complica la vida a la hora de pormenorizar el sistema de control de sus personajes. Así, para ejecutar los movimientos especiales debemos realizar los ya clásicos giros en la palanca de movimiento junto a la pulsación de un determinado botón de ataque, sin que se hayan evitado las direcciones diagonales como suele suceder, por ejemplo, en la saga Mortal Kombat. Ello permite una mayor fluidez y facilidad a la hora de combinar, alternar o cancelar los movimientos especiales, aunque claro, hay un precio a pagar por ello: jugar a Battle Fantasia con un pad normal es muchísimo menos satisfactorio que hacerlo con un arcade stick.

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La cruceta del pad de Xbox 360, al ser redondeada, permite que la fluidez que perdemos al carecer de arcade stick no sea tan acusada. Eso sí, si poseemos una PS3, el problema se agrava. Las crucetas de los pads de las consolas de Sony son a todas luces incompatibles con cualquier movimiento que requiera el uso de giros, dado que cada extremo se encuentra completamente separado del resto, sin que existan diagonales que los unan. Ojo, con práctica se puede alcanzar un control óptimo de Battle Fantasia aún jugando con un pad, pero incluso el más avezado de los jugadores acabará errando en alguno de sus movimientos, en especial a la hora de ejecutar técnicas más complicadas como los Super Moves, que exigirán un doble giro de la cruceta para poder ser realizadas. En definitiva, aunque Battle Fantasia es perfectamente disfrutable con un pad, lo suyo es usar un arcade stick.

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Aunque la mecánica y sistema de juego han sido simplificados, tanto para hacer el juego accesible a todo el mundo como para conservar ese espíritu arcade del que hacían gala los mejores juegos de lucha versus de los 90, Battle Fantasia no se encuentra exento de técnicas y movimientos más complejos, los cuales a buen seguro serán aprovechados a conciencia por los expertos en el género, aunque son accesibles a cualquier tipo de usuario.

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En primer lugar nos encontramos con el Heat Up Command, vocablo con el que Arc System Works da nombre a la posibilidad de activar, mediante el uso de un nivel de la barra de poder, un estado potenciado en el que nuestros personajes adquirirán fuerza y defensa extra, al tiempo que pasarán a desprender un aura de energía al más puro estilo Dragon Ball Z. Además, algunos luchadores incluso recibirán ayuda extra en forma de familiares (por ejemplo, Marco invocará a un dragón, Olivia a unos encantadores pajarillos…); común a todos ellos es la posibilidad de ejecutar técnicas más poderosas respecto a las que pueden desencadenar en su estado normal.

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Todos sabemos los esenciales que son las técnicas de contraataque en un juego de lucha, sobre todo al combatir contra un segundo jugador. El llamado Gachi Match es el equivalente de Battle Fantasia al Parry de Street Fighter III o el Focus Attack del extraordinario Street Fighter IV. Así, mediante la simple pulsación de un botón destinado al efecto, nuestro personaje efectuará un movimiento pasivo tras el que, si es golpeado, pasará a contraatacar al instante. Además, si pulsamos la palanca de movimiento hacia delante, ejecutaremos lo que se da en llamar Gachi Drive, un poderoso envite que, de tener éxito, enviará al rival por los aires, dejándonos con ello abierta la posibilidad de iniciar un combo aéreo que hará estragos en la barra de salud del rival. Algunos personajes también pueden cargar sus golpes al dejar pulsado un botón, obteniendo así ataques que el contrario no podrá bloquear.

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Homenajeando a los JRPG

A la hora de dar publicidad a Battle Fantasia, Arc System Works ha subrayado el hecho de encontrarnos ante el primer juego de lucha con tintes RPG de la historia del género. Sin embargo, tras disfrutar del título, a uno le queda claro que dicha afirmación es tan solo una frase difundida de cara tanto a la galería como a obtener algo de relevancia que le permita diferenciarse del resto de sus congéneres y rivales. Es verdad que existen guiños al JRPG, como la posibilidad de acceder a caminos alternativos durante el modo historia tras realizar determinadas acciones durante las batallas; pero sólo acaban siendo eso, simples guiños, ya que no llegan a incidir en la jugabilidad, la cual se mantiene en todo momento fiel a los parámetros de un arcade de lucha clásico.

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Así, durante el modo historia se producen largas conversaciones en los prolegómenos de cada combate, en las que los futuros contendientes intercambian impresiones antes de liarse a tortas, emulando así las típicas escenas de los RPG nipones en las que el diálogo es la nota predominante. Una vez enfrascados en el combate, nos daremos cuenta de que la clásica definición de Round ha sido sustituida por Capítulo, otro guiño que no deja de ser eso mismo, algo sin trascendencia en la jugabilidad en sí. Ya en plena gresca podremos observar que bajo nuestra barra de salud existe un contador de puntos de daño, el cual va irremediablemente unido a dicha barra. Es decir, al recibir el golpe se nos restará una determinada cantidad tanto de salud como de puntos de daño; dicha cantidad será además visible en forma de una cifra que aparecerá en pantalla durante un breve instante.

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La mayor influencia de los guiños RPG en la mecánica de Battle Fantasia reside precisamente en los mencionados puntos de daño. Un personaje corpulento, como puede ser el gigantesco Donvalve, poseerá un mayor número de Hit Points, mientras un luchador pequeño, como el peculiar Watson, adolecerá de una cifra menor. Eso sí, el equilibrio se mantiene a rasgos generales una vez enfrascamos en pleno combate, dado que un desnivel demasiado marcado podría hacer que determinados personajes fueran imbatibles y otros injugables, lacra que un juego de lucha simplemente no se puede permitir, mucho menos éste que nos ocupa, dado que el plantel de personajes no supera la docena.

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Sin duda, ahí reside el mayor punto flaco de Battle Fantasia. 12 personajes saben a poco, sobre todo teniendo en cuenta los tiempos que corren. Eso sí, todos y cada uno de ellos poseen un excepcional diseño, con notables toques de originalidad que permiten a la mayoría de luchadores huir de los arquetipos típicos del género. Se nota el buen hacer de Emiko Iwasaki en dicho sentido, aunque algún que otro personaje nos recordará inevitablemente a luchadores de la saga Guilty Gear. Tal es el caso de Ashley, el cual da la impresión de ser una especie de hermano menor de Slayer, el vampiro de la franquicia GG.

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En lo que al apartado sonoro se refiere, contamos con una gran abundancia de voces y diálogos tanto en los ya comentados prolegómenos de las batallas como en los propios combates en sí. Dichas voces pueden incluso acabar siendo consideradas excesivas en los propios combates. En lo que a música se refiere, Battle Fantasia no ralla al mismo nivel de calidad que otros juegos de Arc System Works. Se nota que aquí Daisuke Ishiwatari se ha mantenido al margen, por lo que las contundentes y feroces composiciones instrumentales de la saga Guilty Gear dejan paso a melodías de elaboración clásica, mucho más pausadas y tranquilas, justo lo que suele ser habitual en los JRPG. Eso sí, si bien dicha clase de BSO puede ir bien a la hora de dotar de melodías a un juego de rol japonés, para un título de lucha no es ni mucho menos el estilo más acertado. Las composiciones de Battle Fantasia son demasiado lentas y carentes de personalidad, por lo que acaban adoleciendo de una completa intrascendencia.

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Dado que todos los personajes del juego se encuentran accesibles desde el inicio, Battle Fantasia se nutre de secuencias, artworks (de bellísima factura, eso sí), vestimentas alternativas para los personajes y los más que clásicos logros a la hora de incentivar a los jugadores para desbloquear extras a medida que avanzan en el título. En cuanto a modos de juego, están todos los clásicos en el género, sin ninguna sorpresa o atisbo de originalidad en su mecánica: Historia, Versus (tanto offline como online), Supervivencia, Contrarreloj…

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Impresiones finales

Battle Fantasia llamará poderosamente la atención de los aficionados al género de la lucha (al menos los europeos) por convertirse en el primer título de Arc System Works en llegar al viejo continente sin que eso signifique encontrarnos ante el enésimo refrito de Guilty Gear X2. A nivel de mecánica y jugabilidad hunde sus raíces en los parámetros de los arcades de lucha versus más exitosos de los 90, todo engalanado con un engine poligonal colorido y vistoso, aunque sin el menor atisbo de alarde en su implementación. Todas las virtudes de los trabajos anteriores de ASW en el género se encuentran en Battle Fantasia, ligeramente simplificadas para que tanto expertos como usuarios no demasiado versados en la lucha puedan disfrutarlo sin mayor complicación.

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El juego brinda pequeños guiños al JRPG, los cuales no van más allá de ser simples anécdotas. El plantel de personajes acaba quedándose corto, ya que no supera la docena, pero todos ellos están dotados de la suficiente personalidad y catálogo de movimientos como para acabar siendo tremendamente gratificantes a la hora de jugar. Por encima de todo destacan los diseños, de marcado estilo cartoon, que logran marcar la suficiente diferencia con respecto al resto de títulos del género como para alejarse de estereotipos. Una jugabilidad carente de fisuras (se nota que ASW es experta en el género), la ya obligatoria posibilidad de combatir online, y un modo Historia distinto para cada personaje son sus mayores virtudes; eso sí, el apartado sonoro no se encuentra a la altura del resto del juego, sobre todo en lo referente a la banda sonora.

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No cabe duda de que el mayor punto débil de Battle Fantasia tiene un nombre: Street Fighter IV. Llegar al mercado junto al que es sin duda el juego de lucha más esperado de la última década es algo que ni mucho menos le favorecerá a nivel de ventas. Pero desde aquí subrayamos que BF es un título de adquisición más que recomendable para los aficionados al género, que puede convivir perfectamente en nuestras estanterías junto al ya legendario SFIV. Además, nos llega a un precio más que ajustado, unos 50 €. En definitiva, y aunque los nuevos combates entablados entre Ryu y Cia. absorban todo nuestro tiempo, merece la pena echar un vistazo a Battle Fantasia.

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-Al fin desembarca en tierras europeas un juego de lucha de Arc System Works que no tiene nada que ver con la saga Guilty Gear

-Formidable diseño de personajes

-Mecánica accesible para toda clase de usuarios

-Un precio más que ajustado: 49.95 €

7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.