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Juegos Ocultos #3

Con el estreno de la nueva película de James Bond en los cines, hemos aprovechado para dedicar esta entrega de Juegos Ocultos y Olvidados al mundo del espionaje.

Actualizado a

Covert Action

Covert Action es seguramente uno de los nombres más desconocidos con el sello de un gigante como Sid Meier. Lanzado en la época de Microprose, este título buscaba crear un juego algo más serio de espionaje, intentando marcar cierta distancia con las fantasías estilo James Bond, aunque sin renunciar a algunas licencias románticas. Como agente especial de la C.I.A, nuestra misión es analizar datos, identificar posibles amenazas terroristas y neutralizarlas en cualquier parte del mundo antes de que puedan actuar contra Estados Unidos.

Para ello, tenemos libertad para movernos a cualquier país y usar cualquier método disponible para encontrar los conspiradores y acabar con la trama. Hay diferentes disciplinas que podemos usar en una misión tales como conducir para seguir un coche sin ser detectados, pinchar teléfonos, decodificar códigos o, la parte más peligrosa, infiltrarse en embajadas y agencias secretas enemigas para conseguir documentos o capturar agentes enemigos. Cada trama es un puzle, con agentes enemigos en diferentes partes del mundo, e incluso posibles agentes dobles en nuestras filas, así que es muy difícil atar todos los cabos. De hecho, tendrás una valoración de tu superior dependiendo de tu grado de éxito o de fracaso cada vez que termines una misión.

Lo más interesante de Covert Action es que es completamente aleatorio. Las tramas, los espías y todos los elementos que forman parte de la misión son también aleatorios, así que nunca sabes a lo que te vas a enfrentar. También es bastante duro y exigente en todas sus facetas, así que incluso cuando cumplas una misión, tu puntuación puede ser bastante baja, con muchas incógnitas sobre el equipo enemigo. Es ciertamente un juego bastante único en su especie, con mucho estilo y ganas de ofrecer algo original e interesante. Sólo por eso merece la pena recordarlo.

Sly Spy

Para nuestra propuesta arcade de espías nos quedamos con una de las muchas joyas que nos dejó Data East. Desarrollado prácticamente por el mismo equipo de Bad Dudes Vs DragonNinja, Sly Spy sí bebe a fondo de las películas de James Bond para dar forma a estos 8 niveles de puro arcade. Sólo el comienzo, con nuestro agente secreto saltando en paracaídas sobre Washington y soltando puñetazos a diestro y siniestro durante la caída ya nos vale para subir la testosterona de nuestro cuerpo -puntos extra para ese paracaídas con los colores de la bandera estadounidense-.

Empezando como las buenas películas de acción, por todo lo alto, nos encontramos con todo el repertorio de lo que un espía de verdad no haría nunca: alocadas carreras en motos pistola en ristre, incursiones submarinas luchando contra tiburones, vuelos en Jetpack, peleas a puñetazo limpio con tigres, rescatar hermosas mujeres y acabar con incontables enemigos que se parecen todos a Sadam Hussein. Y por supuesto, una vez salvado el días  nos llevaremos la merecida recompensa de todo un harem para nosotros solos.

Como todo lo que hacía Data East a finales de los 80, el juego fue bien acogido en los salones, cabalgando sobre la experiencia y buen hacer de un equipo consagrado. Recibió diferentes conversiones, todas en ordenadores, aunque parece que ha quedado en un plano más olvidado respecto a Bad Dudes, que ha quedado como uno de los juegos más icónicos de la época y de la compañía japonesa.

In Cold Blood

Por último en nuestra serie centrada en espías, la verdad es que no era fácil elegir un juego de espías para consola. La mayoría de los que hay son muy populares como Metal Gear, Splinter Cell o Perfect Dark, mientras que otras alternativas como Alpha Protocol no están ni ocultas ni olvidadas.  Pero buscando un poco, nos hemos encontrado con uno de los títulos menos conocidos de Revolution, los creadores de Broken Sword. Después del gran éxito con la segunda parte, el estudio británico buscaba airearse después de cuatro aventuras gráficas tradicionales seguidas.

El camino para hacerlo fue este In Cold Blood, la primera vez que el equipo optó por los polígonos (es discutible si para bien). En él encarnamos a un agente del MI6 infiltrado en el país rebelde Volgia, John Cord, traicionado y capturado en misión secreta. Entre tortura y tortura, el protagonista rememora los pasos que le han llevado ante una situación tan complicada, que pasan por una serie de misiones en las que se da prioridad a la infiltración y la resolución de puzles frente a la acción directa. De hecho, es prácticamente híbrido entre aventura gráfica y juegos de infiltración, con unos controles más apropiados para un pad que los de Broken Sword .

Se trata de un título muy cinemático, con una historia cruda e interesante llena de intrigas. Charles Cecile comentó que la inspiración de la misma venía de películas como Pulp Fiction y Sospechosos Habituales, así que no es una historia de espías con glamour que digamos. El título fue bien recibido gracias al buen fundamento de su historia y diseño, pero se notó que Revolution no estaba preparada del todo para el 3D -de hecho nunca llegó a estarlo en toda su historia, ninguno de los juegos poligonales que hizo brilló en su categoría como lo hicieron los 2D-. Los elementos más criticables del título eran las escenas de acción, el control y la animación, críticas que se mantendrían en diferente medida en posteriores juegos del estudio, incluyendo los siguientes Broken Sword que también se pasaron al 3D.