Star Wars: KOTOR, Impresiones (Xbox)

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Aniquilando a toda la resistencia que le sale al paso, las ansías de conquista de Malaq han conseguido debilitar extremadamente a los Jedi, pues incontables Caballeros de la orden han caído en la batalla, mientras que otros muchos han sucumbido al lado Oscuro...

En los cielos de Taris, un crucero Jedi planta cara a las fuerzas de Darth Malak, en un intento desesperado de poner fin a la serie de conquistas del malévolo Sith..."

Precisamente en Xbox hemos asistido al lanzamiento del primero juego 100% RPG en consola. Hablamos del impresionante Morrowind, la creación de Bethesda, un título que parecía destinado exclusivamente al mercado de los compatibles pero que en la consola de Microsoft consiguió atrapar con sus múltiples recursos e impresionante apartado técnico a un sin fin de jugones que se quedaron con ganas de hincarle el diente a más juegos de este género.

Ahora, tras meses y meses de desarrollo, llega a nuestras manos la versión NTSC del que es sin duda uno de los títulos más ambiciosos que han corrido nunca en la 128 bits de Microsoft. Tras unas cuantas horas de juego, estamos en condiciones de ofreceros nuestras primerísimas impresiones.

Centrémonos en KOTOR que es el título que nos ocupa. Como es la primera vez que jugamos elegimos la opción de Nueva Partida. Tras unos breves instantes de carga, tomaremos una de las decisiones más fundamentales que se realizan en cualquier partida de un juego de Rol: la selección del tipo de personaje principal. Las posibles especializaciones son 3: Aventurero, Explorador y Soldado. La selección del sexo del personaje en esta primera pantalla de creación de protagonista hace que las posibilidades se dupliquen.

Una vez realizada la selección de especialidad, pasamos a la pantalla de edición de personaje. Aquí volvemos a tener dos posibilidades: Creación Rápida de Personaje o Personaje  Personalizado. Las diferencias entre ambos modos de configuración son que, mientras que en el primero tan sólo podremos elegir el semblante de nuestro personaje y su nombre, en el segundo podremos repartir los puntos disponibles entre las diferentes características del protagonista como más nos guste. El reparto de puntos que por defecto realiza el juego es muy equilibrada y debería bastar para la mayoría de jugadores. Tan sólo aquellos jugones más experimentados y con mucha experiencia en el género del Rol se sentirán tentados de hacer sus propios ajustes.

Nota: En cualquiera de los tres apartados (Atributos, Habilidades y Feats) podremos accionar el reparto automático de puntos presionando el botón Y. De esta forma, si no estamos muy seguros de qué forma hemos de realizar el balanceo de bonificaciones, siempre podremos recurrir al útil bot de ayuda.

Atributos: son los parámetros que afectan a cualquiera de las acciones que se lleven a cabo en el juego.

Habilidades: aquí se pueden ver las diferentes capacidades de actuación de un personaje frente a un determinado problema. Como en casi todos los juegos de Rol - por no decir todos - en KOTOR el azar interviene en forma de dado cada vez que tengamos que hacer frente a un determinado problema, pero si la habilidad aplicable en esa situación está suficientemente desarrollada por nuestro personaje, tendremos muchas posibilidades de superarla.

Feats: Los Feats son principalmente habilidades enfocadas al combate que permiten al personaje el uso de armas, armaduras u objetos específicos. También pueden posibilitar ataques especiales o facilitar el acceso a diferentes bonificaciones. Los personajes tienen diferentes feats dependiendo de su clase, y a medida que van aumentando de nivel, van consiguiendo nuevos feats.

Partiendo de esas por otra parte lógicas limitaciones, los amantes de los juegos de Rol han podido disfrutar de auténticos juegazos para PCs. Baldur's Gate, por su calidad y por estar desarrollado por los mismos responsables de este KOTOR, es una referencia ineludible que nos sirve perfectamente para ilustrar este planteamiento.

De esta forma, en Knights Of The Old Republic controlaremos a un personaje que habremos creado configurando a nuestro gusto un cierto número de parámetros, y tendremos que hacer que protagonice una historia con unas determinadas variantes. Pero la verdadera libertad de este KOTOR, es decir, donde radica verdaderamente su espíritu de juego de Rol, es tanto en el desarrollo de los personajes como en la sugerente ambientación.

Gracias a los diálogos con varias posibles respuestas y a la relativa libertad de movimientos y de acciones, no tendremos problemas a la hora de encontrar la forma de encaminar nuestros pasos en el camino de la Luz. Por ejemplo, un abuelo está siendo acosado por unos mercenarios. Si os decidís a ayudarle y acabáis con los extorsionadores, realizaréis una buena acción y seréis premiados convenientemente.

Pero si, en cambio, preferís ser unos malos chicos, tendréis diferentes posibilidades. Para empezar, esperar a que los mercenarios roben al viejo para luego robarle vosotros. O cargaros a todos, abuelito y maleantes, y quedaros con todo lo que lleven encima. O cargaros a los cazadores de recompensas para luego reclamar el pago de vuestros servicios al pobre anciano. Como véis, las posibilidades son diversas, y eso que únicamente nos estamos refiriendo a una situación en concreto. Imaginaros el número de posibles variantes si considearamos los cientos de personajes que pueblan el mundo de KOTOR. Eso sí, y al contrario de en Morrowind, no podréis atacar a cualquiera de los personajes que pueblan los mundos en los que se divide KOTOR.

Cada situación, una vez consumada, que haya influído en vuestro nivel de Luz u Oscuridad hará aparecer en pantalla una cifra que indicará una valoración de la ética que hayáis demostrado. Si habéis ayudado al prójimo o habéis demostrado una sabiduría propia de un Caballero Jedi, se os otorgará una determinada cantidad de puntos de Luz. Pero si habéis sido unos chicos malos...

Para empezar, los diálogos. Éstos están ejecutados mediante la lengua correspondiente a la raza del individuo que esté hablando. Tan sólo los personajes humanos hablarán en inglés, el resto lo hará en su lengua materna. Un auténtico lujo que tan sólo los auténticos fans sabrán apreciar en su justa medida. Pero no temáis, porque los subtítulos, que en la versión NTSC que disponemos están en inglés, estarán totalmente en castellano, por lo que entenderéis sin problemas todos los diálogos.

Durante las escenas de carga, además de los correspoondientes consejos que antañen al control o a las estrategias de batalla, se nos irán dando algunos retazos de la historia de la historia reciente de la galaxia. Hay que recordar que Knights of The Old Republic está situado en el tiempo antes de las aventuras de Luke Skywalker y de la Princesa Leia, y por muy fan de la Guerra de las Galaxias que seáis, el argumento que sirve de base a este KOTOR os vendrá totalmente de nuevo.

Uno de los más claros ejemplos de ésto son las actividades paralelas con las que conseguiréis un dinero extra, como el Pazaak o los Duelos organizados por un Hut que parece seguir la misma dieta que su paisano Jabba, un viejo conocido de Han Solo y compañía. Gracias a esos combates podréis ganar una gran cantidad de dinero... siempre que vuestro personaje tenga sus habilidades lo suficientemente desarrolladas como para poder hacer frente a los campeones de la arena, unos guerreros cuyas armas tienen un poder de ataque casi tan enorme como el tamaño de los egos de sus dueños. Todo es cuestión de práctica... y de paciencia.

En diferentes puntos de la aventura os encontraréis con personajes que os solicitarán, directa o indirectamente, vuestra ayuda. Dependiendo de si vuestro deseo es el seguir a rajatabla la vereda de la bondad que os conducirá a dominar la vertiente de la Luz de la Fuerza, o si preferéis sucumbir al lado oscuro, vuestra actuación deberá seguir unos patrones u otros. Por ejemplo, si ante vuestros ojos unos cazarecompensas están

Los objetos que se vayan recogiendo estarán disponibles para todos los integrantes del grupo, aunque no todos podrán utilizar la totalidad de ellos debido a las limitaciones de cada personaje y sus características especiales. Pero que no os quepa la menor duda de que todos y cada uno de esos ítems serán necesarios para llevar a buen puerto la aventura. Así que ya sabéis lo que os tocará: tener los ojos bien abiertos. Será la única forma de que no se os pase ni uno solo de los armarios, recipientes o posibles escondites en los que podrán estar ubicados los más variopintos objetos.

Aunque el número de elementos que pueden recogerse es muy elevado, no llega ni por asomo a la ingente variedad y cantidad presente en Morrowind, un juego que ha influído considerablemente a la creación de Bioware en más de un aspecto. Para facilitar las cosas, y como hemos mencionado anteriormente, todos los objetos que se pueden recoger tienen su utilidad, al contrario que en el título de Bethesda, en el cual se podían coger y almacenar hasta las piedras de los caminos. Tal nivel de 'simulación mercantil' está fuera de los objetivos de KOTOR, y lo cierto es que el planteamiento mucho más enfocado a un claro objetivo del último trabajo de Bioware ayuda a que los jugadores no se sientan continuamente perdidos sin saber qué hacer a continuación para avanzar en la historia principal y no en una de las casi infinitas vertientes presentes en juegos como en Morrowind.

El combate en sí va de la siguiente manera: uno de los integrantes del grupo avista a un conjunto de enemigos. Imaginemos que vuestro equipo está formado por los tres componentes. Suponiendo que tenéis ganas de acción, atacáis seleccionando un objetivo. Y entonces empieza el espectáculo. Durante la lucha, que es en tiempo real, podréis ir eligiendo el tipo de ataque a realizar por cada uno de vuestros personajes, escoger el enemigo al que cada uno de ellos dirigirá su atención, etc.

Durante los combate podremos detener la acción en cualquier momento para planificar la siguiente maniobra, cambiar las armas de cualquiera de los integrantes de nuestro equipo o incluso utilizar ítems que nos proporcionarán una ventaja extra en el envite, como botiquines, etc. Eso sí, en cada turno, cada personaje únicamente podrá activar un objeto, lo que nos obligará a tener más o menos clara la estrategia a seguir de cara a deshacernos de los malos de turno.

Cuando la lucha finalice, una indicación visual aparecerá en pantalla avisándonos de qué cantidad de experiencia hemos conseguido gracias al reparto de estopa. Dependiendo de la dureza de los adversarios que derrotéis, el número de puntos que conseguiréis será más o menos abultado. Esos puntos son los que harán que vayáis subiendo de nivel y podáis así conseguir nuevas habilidades o perfeccionar las que vuestro personaje ya tenía.

Los escenarios son, en su mayoría, abiertos, y en ellos encontraréis una gran cantidad de personajes y objetos con los que interactuar. El acabado general está algo por debajo del visto en Morrowind, sobre todo en número de detalles, pero el encanto inigualable de la franquicia de la Guerra de Las Galaxias compensa con creces esta diferencia de calidad visual. Y es que el carisma es un grado muy importante en estos tiempos, y KOTOR lo tiene a manos llenas.

En cuanto a la música, pues qué se puede decir sabiendo que LucasArts está detrás. Impresionantes melodías, encabezadas todas ellas por la famosa canción-seña de identidad de la saga, que suenan a las mil maravillas. Sin duda, y como en otros tantos juegos de la factoría de George Lucas, el sonido es, con diferencia, el mejor apartado de este Knights Of The Old Republic. Ni tan sólo la genial jugabilidad consigue hacerle sombra a unas melodías y a unos efectos que rozan la más absoluta perfección. Inapelables.