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Star Wars: El Poder de la Fuerza, Impresiones

Todo el poder del lado oscuro en nuestras manos con la versión final de uno de los juegos más ambiciosos de LucasArts. Jugabilidad clásica bebiendo de los grandes referentes y una vuelta de tuerca gracias a las excelentes físicas. Eso es lo que nos espera mientras se desvela lo ocurrido entre los episodios III y IV de Star Wars, con el aprendiz secreto de Darth Vader en la caza de los últimos resquicios Jedi.

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Todo el poder del lado oscuro en nuestras manos con la versión final de uno de los juegos más ambiciosos de LucasArts. Jugabilidad clásica bebiendo de los grandes referentes y una vuelta de tuerca gracias a las excelentes físicas. Eso es lo que nos espera mientras se desvela lo ocurrido entre los episodios III y IV de Star Wars, con el aprendiz secreto de Darth Vader a la caza de los últimos resquicios Jedi.

Hablar de un juego ambientado en La Guerra de las Galaxias es algo común: casi anualmente hemos visto anuncios de ese tipo, con mayor o menor éxito de crítica pero siempre con alto grado de expectación dado el prestigio de la desarrolladora LucasArts: desde el mítico X-Wing hasta juegazos más actuales de la talla de Republic Commando, el ilimitado mundo de ciencia ficción cuenta con el honor de tener en su haber títulos de gran calidad lúdica, algo poco común si nos referimos a adaptaciones a partir de una licencia cinematográfica. Eso sí, lo que hemos visto hasta ahora no dejan de ser productos comunes, basados en hilos argumentales existentes, o spin-offs.

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Cuando se anunció Star Wars: El Poder de la Fuerza, todos los ojos se posaron en él por dos razones: la primera, porque cuenta con un ambicioso pilar narrativo, y la segunda, porque tecnológicamente tanto Industrial Light and Magic como la propia LucasArts pretenden poner toda la carne en el asador y hacer un motor gráfico que sirva de inspiración a otros estudios. Ya lo mencionó claramente Activision durante nuestras últimas impresiones: es el más importante del año por parte de la distribuidora, lo cual da muestras del nivel de confianza depositado.

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Por fin hemos podido coger tranquilamente los mandos de PlayStation 3 para probar una beta en avanzado estado de desarrollo y así desvelar en profundidad las claves de este título. ¿Son DMM y Euphoria una combinación ganadora? ¿Trasmite a nivel lúdico esas sensaciones que impregnan los grandes? Y lo que es más importante, ¿merece ser tratado como si fuese la séptima película de Star Wars?

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Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana...
Aparece una nave, una pequeña Lanzadera clase Lambda aterrizando en el planeta Kashyyyk. De ella sale Lord Vader, caminando con una enorme tranquilidad mientras los soldados del Imperio intercambian disparos con los Wookies. Informado por el comandante, y después de hacerle una seria advertencia acerca de las pocas excusas que le valen a un Sith, se dirige hacia su objetivo: uno de los últimos Jedis, y, por lo tanto, de los resquicios de la Antigua República.

Para Vader no existe reto alguno en llegar hasta allí; bosques enteros se rinden ante su paso e incluso soldados aliados perecen ante sus enormes descargas de Fuerza. Su enemigo natural tampoco parece oponer una resistencia considerable, pero en medio de la batalla, algo ocurre: un niño, con ojos inocentes, aparece en escena, quitándole el sable al Lord Sith con extrema facilidad e inocencia. Rápidamente el comandante y varios Stormtroopers se deciden a finalizar el trabajo, pero Vader se opone. Se le ha ocurrido una idea y no quiere dejar testigos.

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Pasan los años, y esa mirada de incredulidad se ha transformado en odio. Bajo el mando del lado oscuro, un aprendiz secreto hará el trabajo sucio a su maestro con un único objetivo: derrocar al mismísimo Emperador. Por lo tanto, sus misiones serán extremadamente peligrosas y no deberá dejar testigos ni siquiera de su bando. Aún así, cuenta con un par de aliados: el simpático robot PROXY, que servirá de hilo comunicador entre maestro y discípulo cuando lo necesite, y su séptimo piloto Juno Eclipse, la más joven en ser aceptada dentro de las filas del imperio y figura clave en la batalla de Callos.

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Por lo tanto, bajo este marco veremos una historia que narra lo ocurrido entre los episodios III y IV, donde tanto Imperio como Rebelión se asientan. Bajo la piel de este desconocido y letal Sith iremos derrotando a los Jedi que resistieron a la Orden 66 y consiguieron esconderse, pero, al parecer, esta premisa sólo ocurrirá durante los primeros compases del juego: los cinco niveles inciales exprimidos indican que durante los otros dos tercios la historia caminará por otros derroteros, esperemos que mucho más esclarecedores y llenos de sorpresas.

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El mostrar un contexto rico y mostrarnos a unos personajes complejos en un videojuego es algo complicado pero que se ha logrado en contadas ocasiones, a cambio de un metraje que puede llegar a ser excesivo, más para un título de acción. Este no es el caso: el frenetismo y la espectacularidad brillan en el conjunto, aunque se crea el clima necesario mediante escenas recreadas con bastante mimo y sin dar sensación alguna de relleno. No obstante, lo que experimentamos nos dio la sensación de que lo mejor estaba por venir, así que nos mantendremos expectantes acerca de lo que puede proporcionarnos la hora total de metraje a la que pretende llegar el equipo estadounidense. Eso sí, los planos, las transiciones y el estilo son puro Star Wars, repletos de guiños y referencias. Como no podría ser de otra manera.

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Avance tecnológico
Desde las primeras capturas mostradas hasta los videos más recientes, lo que más llamó la atención de la comunidad jugona fue el apodado Digital Molecular Matter, el motor creado en tándem por Industrial Light and Magic y LucasArts. Por suerte, es de los pocos que pueden presumir de servir tanto a una buena ambientación como a la misma jugabilidad, que es, al fin y al cabo, lo que le más le conviene al usuario final.

El DMM muestra una reacción física de los elementos según sus propiedades. Como su mismo lema reza, 'la madera se comportará como madera, el hierro como el hierro, el cristal como el cristal'. Tal y como sucedería en el mundo real. Y lo mejor es que no es una destrucción 'a plazos', como muestran gran parte de los juegos hasta el momento, sino que ocurre a tiempo real y de manera completamente imprevisible. Esto repercute en que cada vez que hagamos un movimiento que destruya un árbol, por ejemplo, éste caerá dependiendo de muchos factores, como la posición o la dirección del ataque.

Por lo tanto, los entornos serán como una tienda de golosinas para desatar la Fuerza como queramos: si estamos en una nave, podremos destruir el fuselaje para provocar explosiones, lanzar el mobiliario contra nuestros enemigos, romper ventanas para crear vacío que durante unos segundos se lleve al espacio a cualquier elemento cercano, mover vigas para fabricarnos un camino o para ponérselo más difícil a nuestros perseguidores, o directamente para abrir puertas a lo bestia. Las reacciones, en muchos casos, nos dejarán boquiabiertos, pero como ya comentamos anteriormente, la necesidad obliga a que a estos efectos se pierda espectacularidad, desapareciendo objetos que puedan entorpecer nuestro camino al poco tiempo de hacerlos caer al suelo.

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El otro destacable es Euphoria, conocido por su buen trabajo en GTAIV. Demostrando que las físicas ragdoll están más que obsoletas en estos momentos, el motor intentar recrear un comportamiento más 'humano', generado en tiempo real, donde, por ejemplo, veamos a un Stormtrooper agarrarse a una viga mientras le movemos con la Fuerza, o que patalee fútilmente consciente de su destino, o que reciba un impacto de refilón con un objeto del entorno y simplemente se tambalee durante unos segundos.

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Dado que visitaremos varios planetas, la variación entre entornos es considerable, cosa que se agradece. Hay algunos que son clásicos en la saga, otros inéditos e impresionantes y, por último, algunos que son recurrentes en un juego del estilo. También es de destacar el buen motor facial para las escenas cinemáticas, y el correcto doblaje a nuestro idioma que hemos oido. Efectivamente, no oiremos la voz de Constantino Romero como Darth Vader, pero el plantel elegido es el idóneo y cumple con su cometido. Y las composiciones, baluarte de La Guerra de las Galaxias y que en este caso tampoco decepcionan, aunque se haya prescindido de John Williams; aún así, a veces está demasiado tapada por el rugir de sables láser, explosiones y demás efectos sonoros.

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Una nueva vuelta de tuerca
Hasta el momento sólo habíamos podido tomar mínimamente contacto con el sistema jugable de El Poder de la Fuerza. Un sistema que procura unir juego de acción, escenas intermedias y secciones tanto frenéticas como calmadas con los susodichos motores gráficos como protagonistas. Porque, tal y como reza el nombre, el absoluto protagonista es la Fuerza y todo su potencial para provocar el caos a nuestro paso.

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Aún así, el resultado es bastante conservador: vemos elementos de God of War, Devil May Cry, Ninja Gaiden o cualquier juego de acción en tercera persona que hayamos visto en esta generación. Un cóctel clásico al que se le añade ese punto de personalidad gracias a la tecnología empleada y al universo en el que se ambienta, pero que no toma riesgos. Tendremos combos sencillos -pulsaremos cuadrado para atacar, a pesar de luego poder combinarlo con otros botones- y no tan sencillos con nuestro sable -que el aprendiz lleva de una manera muy atípica y atractiva estéticamente-, tanto en el aire como en tierra; lo podremos lanzar, cargarlo de rayos Sith para hacer ataques devastadores, rechazar disparos, realizar acometidas y estocadas...

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Nuestros poderes se centrarán en dos vertientes: las descargas eléctricas -que se realizan con el triángulo-, perfectas para inmovilizar a seres vivos y destrozar a droides, y el poder mover objetos y enemigos para lanzarlos allí donde queramos. Para ello usaremos R2, momento en el que el aprendiz se quedará expuesto debido a su nivel de concentración, y luego utilizaremos ambos sticks para moverlo en la dirección que queramos. De soltar el botón mientras está la palanca pulsada derivará en un lanzamiento violento; si, por ejemplo, cogemos algún elemento explosivo y lo hacemos impactar, éste estallará; si cogemos a un Stormtrooper y lo hacemos chocar con varios de sus colegas, todos ellos sufrirán graves daños. El juego no deja de proporcionarnos recursos para que podamos hacer bastantes acciones de este tipo a lo largo de la aventura.

Tampoco hay que obviar el uso de la Fuerza en las secciones más propias de un plataformas. En ocasiones se nos dará el objetivo de pasar al otro lado de un lugar y tendremos que interactuar de esta manera para lograrlo. Eso sí, no son secciones para nada complicadas: tan sólo un cambio de perspectiva para alternar entre partes frenéticas y otras más calmadas, como ocurre con los referentes ya mencionados.

Nuestro personaje evolucionará según queramos, subiendo de nivel y adquiriendo esferas de fuerza divididas en tres tipos: una cambiará nuestros parámetros iniciales, como la resistencia, nivel de daño, vitalidad, capacidad de la Fuerza, etc.; un segundo nos hará aprender nuevos combos, y un último potenciará nuestras habilidades básicas. Para ello existen los Puntos de Fuerza que conseguiremos tanto matando como completando objetivos secundarios  de cada nivel -destrozando unos cazas TIE en un hangar, por ejemplo-. También existen una serie de objetos que nos darán gran cantidad de estos puntos, muy escondidos en cada zona y que requerirán de una mayor pericia por nuestra parte. Otros, por el contrario, nos darán poderes inmediatos y limitados, como invencibilidad, uso ilimitado de energía o absorción de vida. Aunque en ocasiones podremos ignorar a aquellos que intentan acabar con nosotros, en la mayoría de las ocasiones tendremos que enfrentarnos a ellos. No obstante, su IA es muy limitada: apenas saben organizarse en grupo, atacan según sea su rango más o menos agresivamente, pero no elaboran estrategias para sorprendernos.

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Cosa que no ocurre igual con los jefes, en este caso los Jedis a los que se nos ha encargado eliminar. Son batallas siempre muy épicas, de corte clásico, con estrategias definidas que nos tocará detectar y contrarrestar, aunque en ocasiones se nos hará muy dificultoso romper la defensa del contrario. También hacen bastante uso de los Quick Time Events en momentos puntuales como en un fortuito duelo de sables, con la misma Fuerza o cuando estás a punto de finiquitarlo; aunque aquí, en caso de fallar, podrás repetirlo inmediatamente, y tampoco son de una dificultad importante. Sirven como un complemento espectacular para finalizar cada encuentro.

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Nuestras Impresiones
Durante nuestro viaje por este primer tercio del juego, pudimos avistar una serie de elementos muy bien reunidos, como es el Universo Star Wars, el DMM y esa jugabilidad tan de moda en los títulos de acción en tercera persona. Se echa de menos un poco más de riesgo, de confianza en romper moldes y en llevar su creación un paso más allá: las secciones más puzle son demasiado simples, cuando el motor gráfico podría dar la oportunidad al jugador para desarrollar la solución a su gusto. Y el sistema de combate, muy conservador, se complementa con un uso de la Fuerza más original y creativo.

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A pesar de ello no hay que olvidar que son los primeros compases, así que todavía podemos ser testigos de muchas sorpresas. El Poder de la Fuerza aparecerá para todas las plataformas excepto PC: PlayStation 3, PlayStation 2, Xbox 360, Wii, PSP y Nintendo DS, el día 19 de septiembre. Ya va quedando menos para ver cómo se desenvuelve esta conspiración entre bambalinas para acabar con la vida del Emperador Palpatine.

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Star Wars: El Poder de la Fuerza

  • NGE
  • 360
  • PS3
  • Acción

Controla al discípulo secreto de Darth Vader y acaba con los últimos Jedi que amenazan el Imperio

Carátula de Star Wars: El Poder de la Fuerza
6.5