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Scalebound, Impresiones E3 2016

Scalebound es lo último de PlatinumGames, en exclusiva para Xbox One y PC. Un protagonista descarado, un dragón de personalidad propia e independiente como compañero, un desarrollo Action RPG y la mecánica hack and slash habitual en los juegos del estudio son las principales señas de identidad de un juego que cada vez pinta más interesante.

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PlatinumGames, ese equipo de programación surgido de las cenizas del llorado Clover Studio (Viewtiful Joe, Okami, God Hand…), sigue siendo uno de los desarrolladores japoneses de referencia. Desde luego, se ha ganado a pulso la fama y simpatía que genera entre los aficionados (Bayonetta 1 & 2, Mad World, Vanquish, Metal Gear Rising, Transformers: Devastation…), si bien en los últimos tiempos ha tenido ciertos tropiezos que han empujado a muchos usuarios a bajarlo del pedestal en el que lo tenían encumbrado. El primer desliz ha sido Star Fox Zero, que aunque no deja de ser un buen juego, arrastra varios “peros” que acaban relegándolo a un segundo plano.

Pero desde luego la gran decepción, mucho más dolorosa y aún reciente en la memoria de los aficionados, ha sido su juego basado en las Tortugas Ninja. A Platinum se le considera amo y señor del hack and slash (ya hemos mencionado varios ejemplos al respecto), así que sobre el papel, un juego desarrollado por los responsables de Bayonetta y protagonizado por los populares quelonios no era otra cosa que un “shut up and take my money!” de libro. Pero aquello acabó en desastre, y ahora Platinum ya no se encuentra en una situación tan idílica a ojos de sus seguidores.

Su primera oportunidad para expiar pecados y resarcirse ante sus incondicionales llegará con el juego que nos ocupa, Scalebound. Curiosamente, este fue el primer proyecto barajado por el estudio tras su fundación en 2006, aunque acabó metido en la nevera para dar prioridad al que resultó ser el primer gran éxito de Platinum: Bayonetta. En años sucesivos, Scalebound siguió entrando y saliendo de los planes del estudio hasta que al fin, ya en 2013 y con Microsoft como mecenas del proyecto, se dio el definitivo pistoletazo de salida a su programación. Por supuesto, dado que son los chicos de Redmond quienes pagan las facturas, Scalebound será título exclusivo de Xbox One y Windows 10.

En principio no parece que con Scalebound vayamos a encontrarnos ante otro gatillazo de PlatinumGames. El presupuesto invertido en este título es de auténtica categoría triple A, y además a cargo del proyecto no se encuentra otro que el Gran Hombre en persona: Hideki Kamiya, director de Resident Evil 2, Devil May Cry (el primero, el original, el genuino), Viewtiful Joe, Okami, Bayonetta… En fin, que con semejante currículum, sería muy de extrañar que finalmente Scalebound no acabe al menos rozando la excelencia.

Obviamente Scalebound contará con muchos elementos adscritos al hack and slash más desenfrenado. Esto es evidente nada más echar un vistazo al protagonista del título, un joven que hace gala en todo momento de un marcado aire chulesco, despreocupado, osado. Nuestro protagonista, que responde al nombre de Drew y es un joven de apenas 20 años de edad, no deja de soltar chascarrillos y bromear continuamente, a pesar de encontrarse en una tierra poblada de extrañas, y en muchos casos ciclópeas, criaturas, a cual más mortífera y peligrosa. Esto nos hace llegar a una obvia conclusión: Drew es algo así como un primo hermano de Dante (el Dante de Devil May Cry 3, no el de DMC, afortunadamente), a nivel tanto de aspecto como de personalidad, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta quién es el director del juego.

Pero Scalebound no es solo un Devil May Cry. Scalebound es mucho, mucho más. En uno de los vídeos mostrados anteriormente por Microsoft ya podíamos ser testigos de varias de las virtudes enarboladas por el título. Scalebound posee un fuerte componente de Action RPG, con elementos típicos del género como los cofres que guardan todo tipo de objetos (cofres que Drew abre de una contundente patada, aquí sobran las sutilezas al estilo Link), los puntos de daño visibles al atacar a los enemigos o recibir impactos, la escala del mapeado, los objetos secundarios accesibles a través de la cruceta… Pero Scalebound también tiene otra cosa: un dragón. El enorme reptil volador responde al nombre de Thuban (aunque Drew prefiere llamarlo “big guy”), es el último dragón que habita el mundo donde se ambienta la acción de Scalebound, acompaña en todo momento al protagonista, y se encuentra controlado por la inteligencia artificial del juego.

Es obvio que el dragón posee cierto vínculo con el protagonista (no en vano, el brazo derecho de Drew posee un aspecto completamente draconiano, y la muerte de alguno de los dos significa también el final para el otro), aunque ambos llevan una relación, digamos, peculiar. Aunque Drew puede dar órdenes a Thuban para que ataque a determinados objetivos, y el dragón no dudará en acudir en auxilio de su compañero cuando éste se encuentre en problemas, la criatura también parece que va un poco “a su bola” y no siempre sigue las órdenes de Drew, e incluso acaba realizando acciones que el joven no se espera. Esto no es ni mucho menos un error de la inteligencia artificial que rige los movimientos del dragón, sino más bien una característica de la personalidad independiente de la criatura.

La relación que se establece entre Drew y Thuban fue bastante bien explicada por Jean Pierre Kellams, productor creativo de Scalebound, cuando puso para ello un ejemplo: es similar a la mantenida entre Han Solo y Chewbacca. Así, Chewie es el compañero fiel e incondicional de Han, y siempre está ahí cuando el pícaro contrabandista lo necesita, pero en no pocas ocasiones incluso el wookiee se exaspera ante la actitud chulesca y de constante verborrea de su compañero, y no duda en increparle e incluso gastarle alguna pequeña broma para bajar un poco su en apariencia infinito ego. Además, Thuban es un ser inteligente, y aunque sus gruñidos son ininteligibles para el espectador, como los de Chewie, Drew los entiende perfectamente, y es gracias al joven por lo que podemos saber qué pretende expresar el dragón en todo momento.

Los toques A-RPG no alcanzarán solo a Drew, con la posibilidad de acceder a nuevo equipamiento y armamento, sino también a su escamoso compañero, cuyas habilidades podremos mejorar usando las gemas que sueltan los enemigos caídos. También será posible cambiar el aspecto de Thuban, unas modificaciones estéticas que llegan por la necesidad, sobre todo, de que nuestra criatura se diferencie de las de otros jugadores. Y es que una de las características estrella de Scalebound permite que hasta cuatro usuarios puedan participar en una misma partida, algo que será más que necesario cuando tengamos que hacer frente a los enemigos más mortíferos y gigantescos del juego. Precisamente, la demo vista durante el E3 se ha centrado tanto en mostrar ese multijugador cooperativo como en exponer con todo lujo de detalles lo que significa enfrentarse a uno de esos titanes que hacen que nuestro dragón parezca una simple hormiguita. 

El tamaño importa, y también impone

El bicho mostrado durante el vídeo que Platinum ha llevado al E3 es algo así como un cangrejo. Pero un cangrejo que deja al kraken de Piratas del Caribe a la altura de una gamba. Para enfrentarse a él, Drew y Thuban contaban con la inestimable ayuda de otros tres jugadores, los cuales llevaban a la refriega a sus propias versiones tanto del joven como del dragón que le acompaña. A nivel gráfico, hay que destacar muchos de los efectos que se producen a lo largo de la batalla, como la salpicadura del agua, el tamaño y detalle del monstruo al que nos enfrentamos, la iluminación de las bocanadas de fuego y bolas flamígeras que sueltan los dragones, las olas que se forman en la superficie…

Todo se muestra sin que el motor dé en ningún momento señales de flaqueza, manteniéndose en un frame rate suave y constante. Parece por lo tanto que el potencial de One será exprimido al máximo, y es que no se puede pedir menos teniendo en cuenta que el juego es apadrinado por Microsoft y que ha sido desarrollado desde el minuto uno para dicha plataforma, aunque finalmente vaya a aparecer también en PC siguiendo la nueva política de los de Redmond al respecto. Hay que destacar también la banda sonora, que se muestra orquestal y épica mientras nos enfrentamos al gigantesco enemigo, y que cambia a un estilo mucho más rockero y desenfrenado cuando Drew se pone sus cascos. Aún está por ver si podremos cambiar entre un estilo musical y otro a placer, o incluso si será posible añadir nuestras propias canciones al juego para que se activen cuando el joven eche mano de sus auriculares. Desde luego, sería genial si así fuera.

Más detalles: Drew puede entrar en un estado mucho más poderoso, en el que todo su cuerpo muta a un aspecto draconiano. Por supuesto, el joven usaba dicho potencial extra para golpear al titánico cangrejo cuando alguno de sus puntos débiles quedaba expuesto. Además, puede llamar a su dragón en todo momento pulsando simultáneamente dos de los gatillos superiores, para que Thuban lo lleve hacia el enemigo y pueda atacarlo con su espada (los otros jugadores llevaban distintas clases de armas cuerpo a cuerpo). Para ataques a distancia, Drew dispone de un arco en el que puede montar diversas flechas especiales, aunque también puede disparar bolas de energía, las cuales surgen de su brazo draconiano.

Mientras atacamos por nuestra parte, tanto Thuban como el resto de aliados tampoco dudan en dar leña al enorme cangrejo, hasta que el monstruo decide saltar hacia una plataforma elevada mientras el terreno en el que nos encontramos comienza a inundarse. Aquí podemos ver otro ejemplo de la peculiar relación que mantienen el joven y su dragón. Drew mira a su alrededor mientras todo se inunda, sin saber qué hacer, así que Thuban decide descender y envía a su compañero hacia la plataforma elevada de un contundente coletazo. Una vez arriba y a salvo, el joven increpa al dragón por el golpe recibido, mientras éste realiza un gesto que bien puede ser el equivalente a un encogimiento de hombros, como queriendo decir “no te pongas así, he improvisado sobre la marcha”.

En definitiva, que el juego promete, mucho, algo que se sigue corroborando por lo que se ha podido ver en el presente E3. Nos encontramos ante el título más ambicioso desarrollado por PlatinumGames hasta la fecha (algo que el propio Hideki Kamiya ha subrayado en diversas entrevistas), con el hack and slash que ha dado fama al estudio como una parte importante de su jugabilidad, aunque ni mucho menos la única. Scalebound aún tiene mucho que decir antes de que sea puesto a disposición del público, ya que su lanzamiento está fijado en 2017, así que la expectación seguramente crecerá a medida que se revelan nuevas características del juego. Veremos si la inteligencia artificial (un aspecto al que la industria lleva sin prestar atención desde hace dos generaciones, prácticamente desde la definitiva implantación del juego online en consolas) del dragón que nos acompaña se encuentra a la altura de las circunstancias, y gracias a ello se convierte en la criatura única de personalidad propia e independiente que apunta a ser. Por supuesto, os ofreceremos más datos en próximas fechas.

ScaleBound

  • XBO
  • PC
  • Acción

ScaleBound, desarrollado por Platinum Games y editado por Microsoft para Xbox One, es un título de acción en el que humanos y dragones se enfrentarán en espectaculares combates a muerte en una nueva escala.

Carátula de ScaleBound