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Samurai Champloo: Sidetracked

La serie de Shinichiro Watanabe llega a PS2 por obra y gracia de Bandai, en un singular título de acción en tercera persona que, con la estética del Japón del siglo XIX como telón de fondo, fusionará las artes marciales con un arraigado elemento de la cultura occidental, el hip-hop. Descubre lo que ofrecerá la adaptación al ocio electrónico de uno de los animes más peculiares de los últimos años.

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Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Guste o no, es innegable que el influjo de propiedades intelectuales ajenas a los videojuegos ha tenido un papel trascendental en el auge mediático que el ocio interactivo ha vivido en la última década y media (incluso, como muchos sabréis, superando las cifras del séptimo arte en Norteamérica). La animación japonesa, un mercado más que afianzado aunque de popularidad creciente, es uno de los ríos de los que más bebe nuestro sector en los últimos tiempos. No en vano, las apariciones en videoconsolas de Dragon Ball (cuyo indiscutible éxito comercial rivaliza con el de las más celebérrimas sagas), Ghost in the shell, Bleach, One Pierce o Naruto no hacen sino confirmar al anime como una de las principales fuentes de productos para el mercado.

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)
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Samurai Champloo es otro ejemplo de la numerosa lista de productos adaptados a nuestro medio. Creada por el reputadísimo Shinichiro Watanabe (célebre director de la gran Cowboy Bebop y su film, además de otras producciones como Macross Plus y su intervención en 'Animatrix', como autor de 'Historia del chico' e 'Historia del Detective'), nos encontramos ante una de las producciones más singulares en este microcosmos que es la animación nipona.

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Conformada por veintiséis episodios -emitidos en Japón desde el pasado 19 de mayo de 2004-, su línea argumental narra las vivencias de tres guerreros tras la estela del 'Samurai con olor a girasoles': inmersos en el periodo Edo de la sociedad japonesa (comprendido entre 1603 y1867), la joven Fluu asiste horrorizada a la destrucción de la casa de té que regenta en una apacible aldea nipona. Esta masacre sucede a manos de Jin y Mugen, enemigos declarados que toman a la taberna de Fluu como escenario para solventar sus diferencias, llevándose por delante toda posesión de nuestra quinceañera. Cuando ambos son detenidos y condenados a muerte, la propia Fluu les ayuda a escapar, obligándoles previamente a encomendarse a una promesa: desde ese momento, ambos tendrían que olvidar sus diferencias y unirse a ella en la búsqueda del arriba citado samurai misterioso (que huele a flores silvestres).

Podría decirse que el anime que nos abarca es, con toda seguridad, uno de los más singulares editados hasta la fecha. Y es que la suma de sus elementos termina por formar un conjunto cuanto menos peculiar, ya que Samurai Champloo toma como telón de fondo el Japón feudal gobernado por los Edo, combinándolo con un diseño de personajes que, a pesar de ir acordes con la época en la que trancurre, incluyen elementos arraigados en la actual estética postmoderna, como tatuajes o piercings. Todo ello en una serie de acción que además ensalza la cultura hip- hop al incluir temas de este vanguardista estilo musical en su BSO, y una dirección técnica "coreográficamente" fusionada con ésta.

Así pues, partiendo de estas premisas, Bandai prepara en sus convulsos estudios una nueva adaptación al videojuego -en exclusiva para PS2- de una serie anime, un mar en el que la compañía japonesa parece nadar con desenvoltura.

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)
Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)
Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

El título que nos abarca ha sido argumentalmente planteado por Bandai como un episodio perdido dentro de la serie. Así pues, comenzaremos con nuestros tres protagonistas navegando alrededor de la isla de Hokkaido, situada en la montañosa región de Ezo, al norte de Japón. El motivo de este viaje, como a lo largo de todo el anime, es encontrar al Samurai de olor a Girasol; sin embargo, el devenir de la historia contará con un abrupto giro en la sucesión de los acontecimientos, puesto que en un momento determinado de nuestro viaje nos veremos desviados del camino, hecho que desembocará en infinitud de problemas (el primero y más significativo, el secuestro de Fluu) y afrentas, en los que encontraremos desde mercenarios hasta desequlibrados mentales, pasando por hordas de monos-gangster (sí, monos).

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Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Comenzaremos el juego de marras seleccionando a uno de los dos Samurais que podremos encarnar (aunque se ha confirmado la aparición en forma de personaje jugable de un luchador inédito): bien al salvaje y temperamental Mugen (con un estilo de lucha que recuerda al breakdance) o bien al frío y calculador Jin (ducho en el arte del Bushido). En virtud de una mayor profundidad argumental y jugable, las dos personalidades completamente opuestas que tendrán nuestros luchadores provocarán que el desarrollo de la historia varíe de uno a otro. Y es que la elección de nuestro personaje no solo significa que tendremos que habituarnos a su estilo de lucha y movimientos distintivos; además de ello, viviremos el transcurso de los hechos conociendo su punto de vista, temores, inquietudes, etcétera. De la misma forma, rejugar la historia con el otro personaje requerirá un cambio a la hora de atacar, y, paralelamente, iremos conociendo su perspectiva acerca de lo que acontece la historia. Sabiendo que Watanabe se encuentra detrás del producto original, podemos esperar un buen trabajo argumental en lo que al desarrollo de los protagonistas respecta.

Samurai Champloo: Sidetracked se presentará ante nosotros como un título de acción en tercera persona enmarcado en el Japón del siglo XIX, pero con altas dosis de un anacrónico universo hip-hop y diálogos socarrones. En su desarrollo encontraremos el concepto 'hack and slash' clásico de títulos como Dynasty Warriors, que nos obligará a seguir constantemente una ruta lineal, prefijada, luchando en frenéticos combates contra cuantos enemigos se nos antepongan, a través de un sistema de batalla original y efectista que permitirá una veloz desenvoltura en el escenario (característica vital si tenemos en cuenta que durante la mayoría del juego seremos inferiores en número).

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)
Samurai Champloo (PlayStation 2)

El sistema de combate del título que nos abarca destacará por ser uno de los más atípicos que hemos podido ver en beat em up alguno. Evidentemente, podremos atacar con movimientos simples pulsando casi cualquier botón, pero la esencia de las batallas radicará en la utilización de combos (los cuales irán al compás de la música hip-hop), eje de la jugabilidad de Samurai Champloo: Sidetracked. Sin embargo, y como acabamos de decir, su planteamiento a la hora de afrontar los constantes combates será cuanto menos singular.

Samurai Champloo (PlayStation 2)

Los combos que podremos utilizar en un momento determinado dependerán de la música que esté sonando en los 'platos' (reflejados en la parte superior de la pantalla). Cada plato consta de una serie de pistas musicales, y por ende, un lote de ataques y movimientos diferentes (aunque pertenecientes al mismo estilo). Dispondremos de hasta ocho de estos platos, cada uno de ellos con sus puntos flacos y habilidades especiales, además de sus combos distintivos. A pesar del número de platos disponibles, tan solo podremos equiparnos con dos (como veis en las imágenes), cuyo uso podremos alternar con un simple toque de los analógicos. Cuando realicemos nuestra elección, comenzará a sonar la música asignada, que a su vez nos irá indicando (mediante iconos aparecidos en pantalla) los ataques más propicios para cada ocasión, aunque evidentemente esto no implica que debamos seguir necesariamente sus indicaciones.

Samurai Champloo (PlayStation 2)

Y es que el principal cometido de los platos no será el de 'aconsejarnos', algo que limitaría nuestra libertad a los mandos, sino el de marcar el ritmo de los golpes, hacer de nuestros ataques auténticas coreografías hip hop (o breakdancer, en su defecto). Si conseguimos mantener el ritmo imprimido al combate por los platos, los personajes aparecidos en pantalla comenzarán a comenzarán a alcanzar una velocidad de infarto, y nuestros ataques cada vez serán más dañinos y devastadores (para que os hagais una idea, conseguir mantener el ritmo durante sesenta segundos os permitirá realizar torbellinos que os dejarán literalmente solos en pantalla). Ni que decir tiene que, alternando la ejecución de combos de diferentes platos en la misma ofensiva, nuestros ataques ganarán en espectacularidad y poder destructivo.

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Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Como ya hemos comentado, solo podremos llevar dos platos en nuestro 'inventario'. Estos platos no siempre tendrán una lista de canciones predefinidas en su interior, ya que la consecución de puntos nos permitirá acceder a nuevos temas que podremos comprar en la ciudad. Evidentemente, cada tema adquirido solo podrá ser clasificado dentro de un plato, otorgándole al título un ligero elemento de RPG, ya que seremos nostros quienes decidamos cual de los platos potenciaremos.

Por el contrario, también serán necesarias pequeñas dosis de estrategia, pues deberemos ser cautelosos y elegir adecuadamente los dos platos con los que nos equiparemos antes de cada misión: algunos ostentarán en su interior canciones de duración prolongada, ideales para jefes finales y hordas de enemigos, mientras que otros contarán con temas más breves, propicios para fases de tránsito. Así pues, la elección de uno u otro plato tiene una influencia directa sobre el desarrollo del título.

Samurai Champloo (PlayStation 2)
Samurai Champloo (PlayStation 2)

Sin embargo, la ya de por sí peculiar mecánica de los combates no terminará aquí. Además de los platos, otro elemento sobrepuesto en pantalla será la barra de tensión. A medidad que vayamos encadenando golpes, este contador irá en aumento hasta alcanzar sus cotas máximas, momento en el que la acción cambiará de plano, pues entraremos en el denominado 'Tate Mode' (fonéticamente, "tah-tay"). Cuando este se active, la cámara efectuará un espectacular zoom que nos fijará en el centro de la pantalla junto a uno de nuestros enemigos (y quedaremos introducidos en un marco "vibratorio").

Samurai Champloo (PlayStation 2)

Básicamente, el modo Tate consistirá en golpear a este enemigo tantas veces como nos sea posible en un espacio de tiempo determinado (que dictará el tema que estemos oyendo de fondo, el cual dependerá del plato en uso). Si resolvemos con éxito esta situación, el modo 'Tate' concluirá y dará paso al modo 'Trance', el cual, en base, se trata de una prueba de supervivencia en la que una ingente cantidad de enemigos con forma de silueta aparecerá en pantalla, haciendo que nuestro objetivo pase de aniquilar a sobrevivir. Una vez más, la música delimitará nuestro tiempo de supervivencia, y de salir indemnes del 'Trance', seremos obsequiados con nuevas armas, items y dinero.

Samurai Champloo (PlayStation 2)
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Encontraremos en Jin un estoico luchador con un gran manejo de la espada, mientras que Muge se desenvolverá de forma inigualable en los combates cuerpo a cuerpo. Aunque los platos serán idénticos para ambos personajes, las dispares características de ambos (una mayor fuerza de Muge en oposición a la destreza y velocidad de Jin) provocarán que, en función del personaje que estemos manejando, 'llevemos encima' platos que nunca utilizaríamos de encarnar a nuestro compañero. Asimismo, los platos conformados por canciones de gran duración serán los más potentes, pero esto será una losa evidente a la hora de subsistir en los modos Tate y Trance, cosa que no sucederá con los platos formados por canciones de corta duración. Como veis, un título de acción 'avanza-y-destruye' puede dar bastante de sí en lo que a complejidad y originalidad se refiere.

Por último, si decidimos evadirnos del convulso modo Historia, podremos entretenernos con una serie de minijuegos disponibles en la ciudad de Hokkaido (en el mismo emplazamiento en el que compraremos temas musicales). Estos estarán protagonizados por Fluu, y su mecánica se limitará al aporreo de botones, similar a la de títulos como los 'Track & Field', y nuestros objetivos irán desde lograr que nuestra cucaracha aplaste a las demás hasta tragar más fruta que nadie en un tiempo límite.

Samurai Champloo (PlayStation 2)

Visualemente hablando, Samurai Champloo se presentará ante nosotros con las mismas extravagancias que en su apartado jugable. Encontraremos en el diseño de escenarios un explosivo remix, en el que se incrustarán elementos visuales de la subcultura del hip-hop en escenarios extraídos del Japón Feudal, inspirándose en el anime de Watanabe. Su dirección artística, como es previsible en un producto de esta índole, rayará a un gran nivel y se mostrará fiel a la serie. Sin embargo, y a pesar de ser estéticamente idénticos a los del producto en el que se inspira, el acabado de los personajes es increíblemente pobre, tanto en su modelado, donde usualmente podemos atisbar indicios de jagging (o dientes de sierra), como en su texturizado, lamentable para tratarse de una PlayStation 2 en la recta final de su vida. Además, en el ámbito gráfico (que no en el artístico, como ya hemos dicho) las localizaciones serán salas desérticas en su mayoría, sin apenas posibilidad de interacción, desangeladas, carentes de vida, algo que agravarán los paupérrimos efectos visuales, compuestos en su mayoría por un haz de luz que, de ser rojo simula sangre, y de ser azul, luminosidad.

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)
Samurai Champloo (PlayStation 2)

El apartado musical será, por obvios motivos, una de las características estrella de Samurai Champloo: Sidetracked. Y es que su trascendencia e influencia en el desarrollo del título no es la única garantía de que en el ámbito sonoro se está llevando a cabo un trabajo satisfactorio. De hecho, a excepción de los temas que acompan a los tráilers distribuídos hasta la fecha, nada se ha podido oir de lo que dará de sí la BSO de este producto. 

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¿Por qué nos referimos a su hipotética calidad con una seguridad imperturbable? Quienes seáis acérrimos del mundo del anime en primera instancia, y más concretamente de la serie que nos ocupa, a estas alturas ya sabréis que la gran Yoko Kanno está tras la BSO de casi toda producción firmada por Sichihiro Watanabe, toda una garantía de éxito y calidad. Y es que, si se le permite un apunte subjetivo al autor de estas líneas, todas y cada una de las bandas sonoras ideadas por la reputadísima compositora son de una calidad asombrosa (la maravillosa BSO de Cowboy Bebop es el mejor ejemplo) fruto de una experiencia probablemente heredada tras una década de duro trabajo en la que la compositora nipona incluso ha trabajado con orquestas filarmónicas (en las de Israel, Checoslovaquia y el ejército polaco, para ser más precisos).  En este aspecto, solo queda esperar y recoger.

Samurai Champloo (PlayStation 2)

Ignoramos si esta adaptación de 'Samurai Champloo' logrará satisfacer a los incondicionales del anime, máxime si tenemos en cuenta que su desarrolladora, Bandai, cuenta con un historial no demasiado alentador en lo que a este tipo de títulos se refiere. Sin embargo, y obviando su imperdonablemente pobre aspecto gráfico, este 'Sidetracked' parece captar la esencia del producto en el que se inspira, y plasmará tanto a nivel artístico como jugable la filosofía del mismo: fusionar la estética y artes marciales orientales con tendencias occidentales en auge durante la última década (como es el caso del hip- hop). Como casi siempre, solo queda cruzar los dedos para que el título de marras sea confirmado en Europa y podamos juzgar por nosotros mismos.

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Samurai Champloo: Sidetracked

  • PS2
  • Acción
Juego de acción basado en el anime del estudio Manglobe, llamado Samurai Champloo.
Carátula de Samurai Champloo: Sidetracked