Resident Evil: Code Veronica (Dreamcast)

Estaba muy claro que si Playstation iba a tener una tercera entrega de Resident Evil, si N64 también podía disfrutar de esta saga con la conversión de Resident Evil 2, entonces la máquina más potente debería tener su correspondiente versión. No contentos con versionear un título de los ya publicados en otras plataformas, los chicos Capcom nos invitan a continuar la historia en esta plataforma con Resident Evil: Code Veronica.

La acción se situa tres meses después del final de RE2, y con Claire Redfield como personaje protagonista. Está chica, es un imán para los sustos, volará a Europa para investigar la desaparición de su hermano Chris. Tras esto será "abducida" y llevada a la fuerza a una isla más o menos desierta (tropical, eso si!) donde unos viejos amiguitos están regresando de la muerte para recibirla con las garras abiertas.

Aparecerán también enemigos de nuevo cuño (¿o mejor dicho experimento?) como por ejemplo unos monstruos con un sólo brazo, pero que está dotado de una gran elasticidad, y que les sirve para estirarlo y agarrarse a cualquier cosa, para luego encogerlo y acercar el resto del cuerpo al objeto agarrado, con el fin de ahorrarse la "caminata" y acercarse mucho más deprisa.

El modelado de los personajes será el mejor que hayamos podido ver en la serie hasta ahora. Para ello se aprovechará la potencia de la Dreamcast para que los personajes tengan una piel en la que no se aprecie los polígonos que la forman, a lo que habrá que añadir la suavidad de movimientos y la alta resolución que usará la pantalla.

Pero quizás la mejor noticia venga de parte de los decorados, los cuales estarán completamente hechos de polígonos,lo que permitirá tener varios tipos de vista y hará que la cámara se mueva con libertad siguiendo la acción o trasladarnos a una inquietante vista en primera persona.

Es de destacar que podremos experimentar cambios meteorológicos durante el juego, evidentemente cuando estemos al aire libre, y cuando estemos a cubierto habrá que tener cuidado con los cambios de decoración que se pueden experimentar, como por ejemplo el desplome de algún que otro techo o la repentina caida de columna que parecia robusta y bien sujeta.