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Videojuegos que nos dejaron a medias

Parecían increíbles y justo cuando pensábamos que lo iban a petar nos decepcionaron en algo. No son juegos malos. De hecho, muchos de ellos son notables o sobresalientes. Sin embargo, nos prometían la panacea y terminaron pinchando en alguna cosa, lo cual nos dejó una sensación amarga, ese "lo que podías haber sido", que sabe tan mal.

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Juegos que nos dejaron a medias

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Cuando parecía que Capcom había aprendido...

Resident Evil 6

Tras Resident Evil Revelations y el chasco de la quinta entrega, todo el mundo pensaba que iban a aprender, que Capcom había vuelto a retomar el buen camino para la saga y la sexta entrega volvería a recuperar aquello que se había perdido. Y con todo esto encima de la mesa, sacan Resident Evil 6, el que para muchos es uno de los peores de la franquicia. ¿Por qué Capcom, por qué? Sabías lo que había que hacer, sabías lo mucho que Revelations había gustado. Tan solo tenías que calcar la jugabilidad y marcarte una historia buena, como la del título de 3DS. Al final, pues qué queréis que os digamos. No salió un juego excesivamente malo… para ser un shooter en tercera persona. Pero si lo que queremos es llamarlo Resident Evil, entonces la lista de cosas a criticar se hacía algo larga.

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Mucha película y poco videojuego

The Order 1886

Gráficos fotorrealistas, el exclusivo insignia de PS4, una trama increíble y una jugabilidad que lo desmarcarían del resto. Y al final, bueno, pues lo que nos dieron fue una “película larga”. Que no es que fuera mala precisamente, pero no dejaba de ser un producto en el que apenas podíamos interactuar y cuya duración era algo escasa, y eso siendo generosos. Sí, el apartado técnico es descomunal, la ambientación, única, y la banda sonora muy elaborada, pero esas diez horas de duración y la jugabilidad a golpe de Quick Time Events dejaron un sabor bastante agridulce en muchos usuarios.

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A la sombra de Left 4 Dead

Evolve

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Downgrade, te saludamos  

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Watch Dogs

Siempre que hay una lista de este tipo, Watch Dogs se cuela en ella por consenso. Ya sabéis por qué. Sufristeis como nosotros aquel Downgrade brutal, tanto a nivel gráfico como en cuanto a las posibilidades del título. La jugabilidad iba a ser revolucionaria. ¿Un hacker en busca de venganza con toda una ciudad a su disposición para utilizarla como arma? Aunque suene exagerado, muchos se atrevieron a decir que el liderazgo de GTA corría peligro, y ciertamente, por lo mostrado y las promesas de Ubisoft, Watch Dogs podría haber ocupado ese trono. Pero no lo hizo. Al final, al recorte gráfico le acompañaron otros tantos. Una trama que no explotó su potencial, unas habilidades de hackeo que se quedaban en lo anecdótico en muchas ocasiones, un sistema de conducción bastante plano… En general, Watch Dogs es un juego de notable alto, pero no deja de desprender esa sensación ambigua, ese regusto amargo de un título que tenía el potencial para ser lo mejor en años, y no lo terminó de aprovechar.

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A la sombra de Pandemic

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Star Wars Battlefront

Llevábamos años esperando el regreso triunfal de la saga Battlefront. Una legión de aficionados se moría por poder ver el renacer del shooter de Star Wars, y cuando EA anunció este reboot, el Hype se disparó hasta cotas desconocidas. Luego llegaron los palos. No había ambientación en las Guerras Clon, solo 3 héroes y 3 villanos, tan solo unos pocos mapas… Y todo se fue desinflando. No nos engañemos, el Battlefront es un gran juego. Es adictivo, llena las ansias de los más acérrimos y ha creado una comunidad online muy sólida. Simplemente, no es como los primeros. Era muy difícil estar a la altura de aquel brillante Battlefront II de Pandemic, y pese a que la versión de EA posee una gran calidad, no alcanza, sobre todo por contenido, a las anteriores entregas.

¿El mejor título de lanzamiento de PS3? 

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Haze

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  Parece mentira que fuera de Gearbox...

Alien: Colonial Marines

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Un survival horror en primera persona ambientado en el mundo de Alien. No creemos que haga falta decir nada más. Decir que el título tenía potencial, se queda corto. Y además, que detrás estaba Gearbox. Bueno, Sega también, pero con los papás de Borderlands detrás la cosa pintaba bien. ¿Y qué falló, entonces? Pues el apartado técnico al completo. La IA era nefasta, el apartado visual flojeaba demasiado, la campaña duraba seis horas en el mejor de los casos y el multijugador, en fin, dejemos el tema a un lado. Es el típico caso de videojuego que vendía solo por su nombre y ambientación, y que desaprovechó por completo su potencial.

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RIP Sonic

Sonic The Hedgehog 2006

A ver… había que elegir un Sonic para esta lista. Vosotros lo sabéis, nosotros lo sabemos. La evolución que ha sufrido la mascota de Sega no tiene nombre. ¿Cómo puedes hacerle eso a tu estrella? El caso es que, con el debut de Sonic en la Nueva Generación, allá por 2006, todos esperábamos que se recuperara aquella magia que consiguieron los Adventure. De hecho, cuando se supo que el título se iba a haber llamado “Sonic Adventure 3”, a los aficionados del erizo casi nos da un infarto. Sega sabía lo que tenía que hacer. La fórmula Adventure funcionaba, los experimentos raros como Shadow The Hedgehog o Sonic Riders, no. Entonces, ¿por qué, Sega, por qué nos regalaste este engendro? Sonic The Hedgehog fue una decepción total. IA terrible, escenarios rotos, jugabilidad con fallos básicos… Se salvó por la historia de Shadow, los gráficos, que no estaban mal, y la inclusión del personaje de Silver, que a nivel jugable al menos era una novedad. Pero qué desastre… Aunque claro, si lo comparamos con Sonic Boom, fue el GOTY de 2006.

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Prehistoria desaprovechada

Far Cry Primal

Hay que reconocer que puede ser un error generar unas expectativas altas cuando se trata de la entrega número X de una franquicia reconocida. El factor novedad y la sorpresa son elementos muy difíciles de recuperar en una saga, pero Far Cry Primal consiguió que muchos nos interesáramos por él. Iba a ser un shooter, pero no el típico juego de tiros, eso estaba claro. La ambientación en la Prehistoria, una etapa casi inexplorada en el mundo de los videojuegos, planteaba una propuesta muy interesante, sobre todo en cuanto a cómo se resolverían las incógnitas con respecto a su jugabilidad. Al final, lo de reutilizar el mapa de Far Cry 4 tan solo fue una pequeña muestra de lo que supone reutilizar un título de manera anual. La trama se queda a medias, la sombra de Vaas y Pagan Min es demasiado alargada y el título, en general, desprende sensación de que se ha desaprovechado un potencial enorme.

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Viva la Loot-Cave

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Destiny

Iba a ser la revolución del año. Parecía una mezcla entre Borderlands, Diablo y Halo, pero a lo grande. Tenía el presupuesto más alto jamás invertido en un juego y las posibilidades le acompañaban para triunfar. Y no olvidemos lo de los diez años, que es el periodo que Bungie quería que durara la saga. Entonces, Destiny llegó a las tiendas. Y falló. No porque no fuera un juego muy bueno, sino porque prometía la perfección, y careció de demasiados elementos necesarios para conseguirla. Una historia muy floja, unos sistemas de loot y progreso que, en un comienzo, estaban rotos, y sobre todo, ese End-Game que prometía ser la panacea y acabó reduciéndose a un océano de repetición de Asaltos de la Vanguardia hasta que salió la primera Raid. A día de hoy, con su última expansión y pese a los micro-pagos, es un juegazo que ha corregido casi todos sus defectos, pero eso no quita que de salida, nos dejara a medias.

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