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Regreso al Pasado: Bubble Bobble

Dos dragones muy peculiares, uno verde y otro azul, protagonizan el Regreso al Pasado de esta semana. Bubble Bobble, una de las mejores sagas de plataformas de todos los tiempos, se convierte en amo y señor del presente artículo. Sin más dilación, dispongámonos a repasar sus mejores juegos. Ready? Go!

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Tal y como pudisteis leer en una entrega anterior de Regreso al Pasado (en concreto la dedicadas a Mario, icono de Nintendo por antonomasia), el género de las plataformas nació allá por 1981, gracias a una extraordinaria recreativa llamada Donkey Kong. Shigeru Miyamoto, creador de dicho juego, estaría destinado con el paso del tiempo a crear los mejores títulos jamás lanzados en el género que acababa de inaugurar; el primero de ellos fue Super Mario Bros. (1985), juego donde el genio nipón popularizó una nueva vertiente en la disciplina de la que era amo y señor: las plataformas con scroll. Hasta la llegada del clásico imperecedero antes nombrado, los juegos en los que el salto era la nota predominante solían transcurrir en una única pantalla aislada (o en una serie de pantallas más o menos interconectadas, como era el caso de Pitfall -Activision, 1982-); toda la zona de acción quedaba así acotada a lo que podíamos ver en ese momento. Pero Super Mario Bros. demostró que el futuro de las plataformas residía en los juegos con scroll. Sin embargo, un año después surgió un título que demostró que los plataformas que construían su desarrollo a base de niveles aislados aún tenían mucho que decir.

Bubble Bobble (1986)

Dicho juego respondía al nombre de Bubble Bobble, y se convirtió en un clásico instantáneo gracias a su absorbente jugabilidad, arrebatadora simpatía y larga duración. Con el tiempo, Bubble Bobble ha quedado implantado como uno de los mejores juegos de plataformas jamás creados. Sus correspondientes secuelas no hicieron sino acrecentar la leyenda, siendo curiosamente las dos primeras (Rainbow Islands y Parasol Stars) radicalmente distintas respecto al original. Los simpáticos dragones se despidieron de los salones recreativos con Bubble Symphony y Bubble Memories, otros dos extraordinarios juegos en los que, ahora sí, volvió a retomarse el concepto y mecánica que lo originó todo.

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Rainbow Islands (1987)

En aquella época surgió además un spin-off de la saga llamado Puzzle Bobble (renombrado en occidente como Bust a Move, en uno de esos absurdos cambios de título que tanto proliferaban por aquel entonces), el cual no solo daba un giro completo al planteamiento de la saga, sino al mismo género en el que siempre se había ubicado. En esta ocasión nos encontrábamos ante un juego de puzle con el que Taito había dado en la diana, ya que era lo más sencillo y adictivo que se había visto desde el lanzamiento del inmortal Tetris. Bub y Bob abandonaron entonces las plataformas (salvo alguna que otra reedición o remake de antiguas aventuras), y se dedicaron a protagonizar sucesivas secuelas de Puzzle Bobble hasta que, tras el lanzamiento de la actual generación de consolas portátiles, Taito decidió licenciar su franquicia para que otros se encargaran de ella.

Parasol Stars (1991)

Así fue como llegaron títulos bastante desafortunados (Bubble Bobble Revolution -Nintendo DS-, Bubble Bobble Evolution y Rainbow Islands Evolution -PSP-), cuya paupérrima calidad lastró el ánimo de los aficionados que llevaban años aguardando con gran expectación poder disfrutar de las nuevas aventuras de sus personajes favoritos. Rainbow Islands Revolution (NDS) fue al menos un título algo más interesante, ya que aprovechaba al 100 % las capacidades táctiles de la portátil de Nintendo, poniéndolas al servicio de la adictiva mecánica del clásico homónimo. Finalmente, Bubble Bobble Double Shot! (NDS) logró alcanzar la calidad y buen hacer que uno esperaría encontrar en un título de la saga, convirtiéndose (al fin) en un digno heredero de los títulos lanzados a finales del siglo XX.

Bubble Symphony (1994)

El futuro de la saga pasa por la consola Wii, o más en concreto por WiiWare, la tienda virtual de la plataforma de sobremesa de Nintendo reservada a lanzamientos descargables. Es en dicha tienda virtual donde han visto la luz Bubble Bobble Plus! y Rainbow Islands: Towering Adventure, los primeros títulos de la saga creados de primera mano por Taito desde hace la friolera de 14 años. Eso sí, no busquéis aún dichos juegos en vuestras tiendas virtuales occidentales, ya que por ahora han sido lanzados únicamente en Japón. Dicho esto, llega el momento de sentarnos cómodamente en nuestro viejo y fiel DeLorean, para así trasladarnos hasta comienzos de los años 80. Ante nosotros aguarda el génesis de la saga, visto a través del prisma de los títulos que inspiraron al primer Bubble Bobble. Luego nos detendremos en cada uno de los cinco extraordinarios juegos lanzados desde 1986 hasta 1995, para posteriormente finalizar con un repaso a todo lo que ha dado la franquicia en lo que llevamos de siglo XXI.

Bubble Memories (1995)

Toda saga tiene un comienzo

Que Taito Corporation, compañía fundada en 1953, en principio dedicada a la venta de máquinas expendedoras hasta que en 1973 pasó al negocio de los videojuegos, sea una de las desarrolladoras más queridas por los aficionados que pudieron disfrutar de los añorados salones recreativos durante las décadas de los 80 y 90 es algo que a nadie debería extrañar. No solo estamos hablando de la creadora de la saga Bubble Bobble, sino también de otras leyendas imperecederas tales como Space Invaders (1978), Arkanoid (1986), Operation Wolf (1987), The New Zealand Story (1988), Darius (1986), Rastan Saga (1987)… Tras atravesar una profunda crisis (Taito no publicó un solo título por ella misma durante más de un lustro, desde 1999 hasta 2005), parece que la compañía nipona comienza a recuperarse, todo gracias a su adquisición por parte de Square Enix. Buena prueba de ello es que, tal y como mencionamos en la página anterior, las nuevas entregas de la saga Bubble Bobble destinadas a WiiWare han sido desarrolladas directamente por ella. +

Chack 'n Pop (1983)

Pero no estamos aquí para repasar la historia de Taito, sino de la que sin duda es su saga más famosa. Los orígenes del primer Bubble Bobble residen en dos títulos lanzados en años anteriores: Chack 'n Pop (1983) y Fairyland Story (1985). El primer título nos ponía bajo la piel de una peculiar criatura amarillenta, en un plataformas que, aunque difería del posterior Bubble Bobble en cuanto a mecánica, incluía dos enemigos que se convertirían en elementos imprescindibles del bestiario del citado título: Mighta (el fantasmón aficionado a lanzar cantos rodados) y Monsta (esa especie de coco grisáceo volador). Además, uno de los ítems de Chack 'n Pop, la botella de agua que inunda toda la pantalla de dicho líquido, también haría su aparición estelar en Bubble Bobble.

Pero no serían éstos los únicos homenajes que la primera entrega de la saga que protagoniza el presente artículo efectuaría a Chack 'n Pop. El nivel 29 visto en la primera aventura plataformera de Bub y Bob es exacto a una de las fases del título lanzado por Taito en 1983; el diseño del nivel 43 está basado en la figura de Chack; uno de los ítems (en concreto el corazón que hace a los dos dragones invencibles durante un corto periodo de tiempo) cuenta también con la efigie del citado protagonista; y ya por último, las burbujas que queden en la pantalla tras finalizar el nivel 93 de Bubble Bobble se transformarán en sprites de Chack.

Fairyland Story (1985)

Fairyland Story, además de contener una nueva aparición de Mighta, posee una mecánica parecida a la adquirida por Bubble Bobble un año después. Es decir, los enemigos no pueden ser eliminados directamente, sino que hay que 'atontarlos' primero, en esta ocasión lanzándoles un hechizo que los transformará en tartas. Además, si tardamos demasiado en completar un nivel, aparecerá un pequeño demonio volador que nos perseguirá por toda la fase hasta acabar eliminándonos. Dicho enemigo es invulnerable a los ataques, y aparecería en Bubble Bobble (aunque bajo otra forma, la del Barón Von Bubbla) para cumplir una función similar. También es destacable que muchos de los ítems aparecidos en The Fairyland Story volvieran a hacer acto de presencia en la primera aventura plataformera de Bub y Bob. Ya por último, mencionar que el octavo nivel de Rainbow Islands contaría con enemigos y características tomadas también de The Fairyland Story. Y bien, una vez finalizados los entrantes, es hora de pasar al primer plato.

Bubble Bobble

Año de lanzamiento: 1986

Plataformas: Arcade, Commodore 64, Spectrum, Amiga, Atari ST, MSX, Amstrad, Sharp X68000, Apple II, FM Towns, Master System, Game Boy, Game Boy Color, Game Boy Advance (Bubble Bobble Old & New), Nintendo DS (incluido como extra en Bubble Bobble Revolution), PlayStation/Sega Saturn/PC (dentro del recopilatorio Bubble Bobble also featuring Rainbow Islands), NES (conversión disponible actualmente en la consola virtual de Wii), Game Gear, PS2/Xbox/PC (dentro del recopilatorio Taito Legends).

Como habéis podido comprobar, la miríada de conversiones que Bubble Bobble ha recibido a lo largo del tiempo es simplemente impresionante (nada menos que 22 plataformas diferentes cuentan con el juego en su catálogo, 23 si añadimos la versión destinada a teléfonos móviles), con lo que queda bien a las claras el éxito obtenido por este título, considerado a todos los efectos como uno de los mejores juegos de plataformas jamás lanzados. Bubble Bobble debutó en los salones recreativos en 1986, tomando algunos elementos de juegos de Taito precedentes, tal y como hemos visto en la página anterior, para unirlos en una nueva y adictiva mecánica que convirtió al título en todo un éxito para la compañía nipona, a la altura del conseguido por el inmortal Space Invaders años atrás.

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Bubble Bobble es toda una clase magistral sobre cómo diseñar un juego de plataformas, siendo el primero en demostrar a ciencia cierta que el género no tenía por qué vivir sólo de las, por otra parte extraordinarias, ideas de Shigeru Miyamoto, padre de la mencionada disciplina. De entrada, sus 100 niveles diferentes ofrecían una longevidad y variedad como pocas veces se había visto hasta entonces, aunque dicha característica sólo era la punta del iceberg. El juego nos invitaba a tomar el rol de Bub y Bob, dos jóvenes que, por caprichos del destino, acaban transformados en pequeños dragones poseedores de una peculiar forma de ataque, ya que son capaces de exhalar burbujas a través de sus fauces. Cada uno de los 100 niveles se encuentra plagado de enemigos que deberemos eliminar de una manera cuando menos peculiar. Y es que, si una de nuestras burbujas impacta en un adversario, éste acabará atrapado en su interior, siendo entonces necesario tocar la pompa en la que se encuentra encerrado para acabar con él de una vez por todas.

La gracia del asunto reside en que dicho enemigo escapará de la burbuja en la que se encuentra encerrado tras un corto periodo de tiempo, volviéndose entonces mucho más peligroso. Como las burbujas flotan por la pantalla siguiendo determinados patrones de dirección (cada nivel posee sus propias 'corrientes de aire', por lo que dichas direcciones pueden cambiar radicalmente de una pantalla a otra), puede que nos encontremos con dificultades para eliminar a nuestros adversarios una vez hayamos logrado atraparlos. Además, muchos de los niveles incluyen secciones de plataformas a las que nos resultará imposible acceder por vías normales, por lo que deberemos lanzar una burbuja y saltar sobre ella mientras asciende. Mencionar también que en la mayoría de los niveles surgirán burbujas de los extremos de la pantalla, las cuales, en ocasiones, incluirán alguna de las letras que forman la palabra EXTEND; conseguir todas las letras nos brindará una vida extra. Otras burbujas atesorarán en su interior poderosos ataques especiales, necesarios para eliminar enemigos ubicados en lugares inaccesibles; dichos poderes consisten en un rayo de recorrido horizontal, una bola llameante que prenderá fuego a una sección determinada de la fase durante un corto periodo de tiempo, o una tromba de agua que arrasará con todo lo que se le ponga por delante.

Bubble Bobble destaca también por el abanico de ítems de los que hace gala. Algunos de ellos, como los caramelos de diferentes colores, servirán para mejorar nuestra habilidad de disparo, ya sea con mayor cadencia de fuego, largo alcance o rapidez de lanzamiento. Otros ítems nos permiten saltarnos varias fases de una sola tacada, eliminar a todos los enemigos del nivel, hacernos con una considerable cantidad de puntos, volvernos invulnerables por tiempo limitado, lanzar bolas de fuego en lugar de burbujas… La lista es casi inabarcable, convirtiéndose en una de las señas de identidad de la saga ya desde esta primera entrega.

Gráficamente hablando, el juego que nos ocupa es toda una delicia. Si bien carece de fondos de escenario (lo que le da un look un tanto apagado), tanto el diseño de cada uno de los niveles como de los personajes protagonistas y enemigos en sí son tremendamente carismáticos, hasta el punto de haber trascendido épocas y generaciones. Otra de las más celebradas características de Bubble Bobble fue su modo para dos jugadores simultáneos, toda una delicia para aquellos que gustaban de jugar en compañía. ¿Y qué decir de la música? La recreativa incluía una sola melodía principal, la cual se repetía una y otra vez a lo largo de los niveles. Aunque esto debería ser sinónimo de tortura, la realidad era bien distinta. Y es que dicha melodía se desveló como una de las mejores composiciones jamás creadas. Su calidad era tal que no podíamos cansarnos de ella por mucho que la escucháramos, e incluso sería para nosotros inevitable acabar tarareándola una vez hubiésemos dejado de jugar a la recreativa.

La sencillez tanto gráfica como a nivel de mecánica de Bubble Bobble permitió que el título fuera portado a prácticamente todos los sistemas domésticos imperantes por aquel entonces, en conversiones que lograban dar la talla en la mayoría de ocasiones. A destacar la versión lanzada en Master System, ya que se convirtió en la más fiel a la recreativa tanto gráfica como jugablemente. Los juegos destinados a NES y ordenadores de 16 bits también lograron alcanzar buenos estándares de calidad, quedando entonces las versiones lanzadas en ordenadores de 8 bits y Game Boy como las más alejadas respecto al arcade original.

Versión Master System

Rainbow Islands

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Año de lanzamiento: 1987

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Plataformas: Arcade, Commodore 64, Spectrum, Amstrad, Atari ST, Amiga, Megadrive, NES, Master System, PC Engine, PC/Sega Saturn/PlayStation 1 (dentro del recopilatorio Bubble Bobble also featuring Rainbow Islands), WonderSwan, Game Boy Color, PC/PS2/Xbox (dentro del recopilatorio Taito Legends).

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El arrasador éxito de Bubble Bobble garantizó su obligatoria secuela, la cual llegó tan solo un año después, con tantas novedades que prácticamente podríamos hablar de un juego nuevo en lugar de la segunda parte de un título precedente. Rainbow Islands: The Story of Bubble Bobble 2 era el nombre completo de un arcade de plataformas que, de nuevo, demostró que Taito era una maestra del género. Dicho título volvía a ponernos bajo la piel de Bub y Bob, aunque esta vez bajo sus encarnaciones humanas. Dado que ahora eran incapaces de lanzar burbujas, pasaban a contar con la posibilidad de lanzar arco iris, los cuales servían no solo para derrotar enemigos, sino también como plataformas improvisadas.

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Una de las principales diferencias de Rainbow Islands respecto a lo visto en su primera parte era que en esta ocasión las fases se encontraban dotadas de scroll vertical. Así, debíamos ascender hasta el extremo superior de cada nivel mientras eliminábamos o esquivábamos a nuestros rivales. En muchas ocasiones, el diseño de las fases se convertía en nuestro principal impedimento, dado que contábamos con un tiempo límite para superarlas. Rainbow Islands poseía diez mundos o islas temáticas, cada una de ellas dividida en cuatro fases; dichas islas respondían a los nombres de Insect Island, Combat Island, Monster Island, Toy Island, Doh's Island (la cual es todo un homenaje al clásico Arkanoid), Robot Island, Dragon Island, Magical Island (homenaje a The Fairyland Story), Darius Island (basada en el clásico matamarcianos Darius) y Bubble Island (aquí era Bubble Bobble el juego homenajeado).

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Para acceder a las tres últimas islas, debíamos recopilar siete grandes diamantes a lo largo de los siete primeros mundos. Éstos aparecían tras eliminar al jefe final de cada isla, aunque para que hicieran acto de presencia debíamos haber recopilado anteriormente siete pequeños diamantes. Por supuesto, dichos diamantes no eran los únicos ítems a recoger a lo largo del juego. Y es que hasta 80 objetos de puntuación diferentes se encontraban ocultos en los escenarios, mientras que los ítems especiales ascendían a un total de 70, otorgándonos ventajas tales como un mayor número de arco iris lanzados de manera simultánea, alas para volar, o un hada que revoloteaba a nuestro alrededor para brindarnos protección extra.

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Los gráficos de Rainbow Islands suponían una mejora más que evidente respecto a lo visto en Bubble Bobble, siendo mucho más coloridos y vivos. La aceptación del juego por parte del público fue tan o más acogedora que la de la primera entrega de las aventuras de Bub y Bob, a pesar de que Rainbow Islands, debido a su nueva mecánica en la que se había implementado un scroll vertical, fue incapaz de incluir una opción para dos jugadores simultáneos. De las conversiones aparecidas destaca sin duda la incluida en la recopilación Bubble Bobble also featuring Rainbow Islands, lanzada en 1996 para PS1, Saturn y PC. Dicho pack albergaba en su interior las dos primeras entregas de la saga en sus versiones originales, además de un extra llamado Rainbow Island Enhanced, el cual consistía en una conversión perfecta del arcade homónimo, con el añadido de un nuevo y colorido apartado gráfico, que otorgaba al juego una espectacularidad y belleza visual digna de mención. Mencionar por último la existencia de una recreativa 'no oficial' llamada Jumping, que se diferenciaba de la original en diversas modificaciones realizadas a su apartado gráfico.

Rainbow Islands Enhanced

Parasol Stars

Año de lanzamiento: 1991

Plataformas: PC Engine, Atari ST, Amiga, Game Boy, NES

La tercera parte de la saga Bubble Bobble, a diferencia tanto de sus dos antecesores como de sus siguientes entregas, no llegó a ver la luz en los salones recreativos (tras el lanzamiento del juego, surgieron rumores que aseguraban la existencia de dicho arcade, aunque resultaron ser infundados). Taito decidió lanzar la versión original directamente en PC Engine, la popular consola de 16 bits de NEC, conocida por estos lares como Turbografx, para posteriormente realizar conversiones destinadas tanto a las 8 bits de Nintendo como a ordenadores de 16 bits.

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Parasol Stars: The Story of Bubble Bobble III da un giro a la mecánica vista en Rainbow Islands, ya que se asemeja más a Bubble Bobble que a dicha secuela. Así, las fases vuelven a ser de una única pantalla aislada, existiendo niveles con algo de scroll debido a su mayor longitud. Bub y Bob siguen manteniendo su forma humana, y utilizarán en esta ocasión unos paraguas muy especiales a la hora de eliminar a los enemigos. Las burbujas de la primera entrega son sustituidas en esta ocasión por gotas de agua, las cuales recorrerán los niveles de manera regular. Bub y Bob podrán capturar dichas gotas con sus paraguas, tanto para lanzarlas sobre los enemigos como para acumularlas hasta formar una gota enorme con poderes especiales (existen cuatro distintos, influenciados por las burbujas elementales del primer Bubble Bobble).

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Pero nuestro paraguas posee muchos otros usos útiles. Podemos abrirlo frente a nosotros, sirviendo entonces de escudo frente a los ataques y disparos enemigos; usarlo a modo de paracaídas, para descender lentamente desde grandes alturas; o atrapar con él a los adversarios, los cuales quedarán atontados y podrán ser usados como objetos arrojadizos. El nuevo planteamiento jugable que Taito incorporó en la tercera entrega de su saga más famosa demostró funcionar tan bien como en juegos anteriores, por lo que Parasol Stars encumbró aún más la leyenda de la franquicia. El juego contaba con 100 niveles diferentes, divididos en un total de 10 mundos temáticos. Para acceder a los dos últimos mundos debíamos recolectar ítems especiales a lo largo de la aventura, tal y como sucedía en Rainbow Islands.

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Las conversiones de Parasol Stars destinadas a ordenadores de 16 bits y Game Boy rayaron a un muy buen nivel, todo gracias al buen hacer de Ocean, legendaria compañía británica que se labró un excelente currículum durante la era de los ordenadores personales, y que acabó siendo absorbida por Infogrames (la actual Atari) en 1998. Incluso la versión Game Boy goza de buena calidad; aunque la palma se la llevan los juegos destinados a Atari ST y Amiga, prácticamente idénticos al original de PC Engine en todos los aspectos.

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Antes de regresar a los salones recreativos, Bub y Bob protagonizaron un nuevo título, al que se denominó Bubble Bobble Part 2 puesto que se encontraba completamente basado en la mecánica del original de 1986. Su lanzamiento se produjo en 1993 para NES y Game Boy, y se ha convertido en toda una joya de coleccionista dadas las pocas copias que se pusieron a la venta (no en vano, la consola de 8 bits de Nintendo ya se encontraba dando sus últimos coletazos). Buena prueba de ello es que, en la actualidad, un ejemplar de Bubble Bobble Part 2, con su caja e instrucciones, puede llegar a venderse en eBay o Amazon por la nada desdeñable cantidad de 400 dólares.

Bubble Bobble Part 2, toda una joya (literalmente)

Bubble Symphony

Año de lanzamiento: 1994 Plataformas: Arcade, Sega Saturn, PS2/Xbox/PC (dentro del recopilatorio Taito Legends 2).

Bub y Bob pasaron en esta ocasión el testigo a sus cuatro tiernos infantes (Bubblun, Bobblun, Kululun y Cororon), para que así éstos protagonizaran la cuarta entrega de la saga Bubble Bobble, la cual, esta vez sí, podía ser considerada una secuela directa del Bubble Bobble original, ya que se inspiraba en dicho juego a todos los efectos, contando con una mecánica y jugabilidad prácticamente idénticas a las del clásico de 1986. Debido a ello, las versiones occidentales de la recreativa original fueron renombradas a Bubble Bobble II, en uno de esos absurdos cambios de denominación (no en vano, el Bubble Bobble II oficial de la saga es Rainbow Islands) que tanto gusta entre los distribuidores europeos y/o norteamericanos.

Así, en Bubble Symphony nos encontramos ante un Bubble Bobble elevado a la enésima potencia. De entrada, se nos ofrecía la posibilidad de seleccionar entre cuatro personajes diferentes, añadido nada arbitrario dado que cada pequeño dragón poseía sus propias características en cuanto a velocidad, movimiento y rango de disparo. Además, se incluía un añadido extra que permitía, tras dejar pulsado el botón de ataque durante unos segundos, lanzar tres burbujas al mismo tiempo, las cuales se proyectaban en determinadas direcciones dependiendo del personaje seleccionado. Otra gran novedad fue la posibilidad de elegir el siguiente mundo temático a superar tras eliminar a alguno de los final bosses del juego, lo que otorgaba a Bubble Symphony un alto valor rejugable.

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Entre la retahíla de ítems a conseguir destacaba uno que nos brindaba la posibilidad de pedir ayuda a alguno de los más legendarios personajes de Taito. Dichos caracteres eran, entre otros, los inolvidables Tiki (The New Zealand Story), Silver Hawk (Darius Gaiden), Bob (Doko Doko Don), Laser Base (Space Invaders), Ptolemy (Fairyland Story) e Hipopo (Liquid Kids). Además, tal y como ya se había convertido en tradición en la saga, existía un último mundo oculto, únicamente accesible tras conseguir hacernos con 4 gigantescas llaves a través de diversos ítems escondidos en cada uno de los niveles del juego.

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Bubble Symphony no gozó de demasiada fortuna a la hora de ser convertido a las principales plataformas domésticas de aquel entonces. Taito planeaba lanzar el juego en PlayStation 1 y Saturn, lo que alegró sobremanera a usuarios como el que esto suscribe, dado que los títulos de estética y desarrollo bidimensional, plataformas puros como los de antaño, brillaron por su ausencia durante aquella época de revolución y desmadre poligonal. El juego incluso llegó a contar con distribuidor europeo (Virgin en el caso de España, la cual contrató anuncios a página completa en algunas de las revistas más famosas de la época, como la recientemente desaparecida Super Juegos, para preparar el lanzamiento de Bubble Symphony). Sin embargo, el juego no llegó a aparecer en PS1, a pesar de que dicha conversión se encontraba completamente acabada. Así, sólo los usuarios nipones propietarios de una Sega Saturn pudieron disfrutar del título. El resto de mortales tuvimos que aguardar la friolera de 15 años, hasta el lanzamiento en fechas recientes del recopilatorio Taito Legends 2.

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Lo que pudo ser y no fue
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Bubble Memories

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Año de lanzamiento: 1995

Plataforma: Arcade

Con este título, última recreativa de la franquicia, la saga retornó por completo a sus orígenes, ya que varias de las novedades implementadas en el anterior Bubble Symphony (4 personajes seleccionables, caminos alternativos, cameos de algunos de los iconos más populares de Taito…) brillan aquí por su ausencia. Así, Bubble Memories recuerda al primer Bubble Bobble más que ninguna otra secuela de la saga. Ello no quiere decir que el juego sea una copia exacta del original, dado que contamos con un apartado gráfico completamente remozado, nuevos niveles, ítems, enemigos, e incluso con la posibilidad de lanzar burbujas gigantes, las cuales servirán tanto para atrapar a varios enemigos de un solo disparo como para encerrar a los adversarios de considerables dimensiones que pululan por muchas de las fases.

Dichos niveles ascienden a un total de 80, siendo los 10 últimos únicamente accesibles tras hacernos con una serie de ítems determinados, 7 pociones en total. Bubble Memories no llegó a ser versionado a plataforma alguna, permaneciendo como coto exclusivo de los salones recreativos incluso en la actualidad, ya que ni siquiera ha llegado a aparecer en algún recopilatorio de títulos clásicos. La carencia de conversiones quizá se deba a que 1995 fue el último año en el que Taito funcionó a pleno rendimiento. La compañía nipona no supo adaptarse a la revolución sufrida por la industria durante dicho año (la llegada de la generación de los 32 bits, la dictadura poligonal, la caída de los salones recreativos…), entrando en una profunda crisis que la llevó a lanzar únicamente tres títulos a lo largo de toda una década.

Burbujas en el siglo XXI

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Tras el lanzamiento de Bubble Memories, la saga se ausentó del mundillo durante la friolera de diez años (sin contar recopilaciones, remakes como Bubble Bobble Old & New y las sucesivas entregas de Puzzle Bobble), hasta que Taito, la cual al fin comenzaba a ver la luz al final del túnel gracias a su adquisición por parte de Square Enix, decidió licenciar la franquicia para que terceros se encargaran de desarrollar nuevas entregas. Dreams fue la elegida a la hora de programar Bubble Bobble Revolution para Nintendo DS, la primera entrega original de la saga en diez años, que desafortunadamente resultó ser un juego pésimo que no hacía favor alguno al legado de la franquicia.

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Bubble Bobble Revolution
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Además de adolecer de la que podría ser considerada como la carátula más horrenda de la historia de los videojuegos, Bubble Bobble Revolution posee un apartado gráfico paupérrimo, unido a una jugabilidad repleta de errores y carencias. Lo único salvable del citado título fue la acertada adición del Bubble Bobble original, infinitamente superior al juego principal. Dreams lo intentó un año después con Rainbow Islands Revolution, también para la portátil de Nintendo, juego mucho más satisfactorio a pesar de sus carencias, dado que hacía un fenomenal uso de las capacidades táctiles de la portátil de Nintendo.

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Rainbow Islands Revolution

Pero el vía crucis para nuestros queridos dragoncitos estaba lejos de terminar. PlayStation Portable recibió en 2006 Bubble Bobble Evolution, en esta ocasión desarrollado por Marvelous Interactive. Dicho juego poseía un alto contenido de puzle, en detrimento de la acción y plataformas que habían sido nota característica de la saga (si exceptuamos los Puzzle Bobble, obviamente). Se dejaba jugar, aunque un horripilante control y una dificultad caótica y desmedida acababan por estropear el resultado final. La tortura finalizó en 2007 con el lanzamiento de Rainbow Islands Evolution, de nuevo con Marvelous Interactive como culpables, y de nuevo bajo PSP. Gráficos pobres, frustrante a más no poder, poseedor de una mecánica en la que se trata de dar un innecesario uso a las tres dimensiones… En definitiva, con este título, Bub y Bob parecían haber sido enterrados para siempre. Y quizá fuera mejor así, dado que cada nuevo juego lanzado era peor que el anterior.

Bubble Bobble Evolution

Sin embargo, aún se quemó un último cartucho. Dreams, la compañía que había perpetrado los nefastos Revolution, volvió a la carga en 2007 con Bubble Bobble Double Shot! Afortunadamente, parece que se tomaron su trabajo más en serio, dado que dicho título es el mejor Bubble Bobble de lo que llevamos de siglo XXI: total respeto por el clásico; 100 niveles diferentes; gráficos más que decentes; fenomenal uso de las dos pantallas de DS, en aras de expandir la zona de juego sin que todo resulte tan caótico como lo fue en BB Revolution… Además, se añadió un sistema de burbujas de colores, por lo que debíamos alternar entre Bub (verde), Bob (azul) y Bubu (naranja) mediante los botones L y R, para poder eliminar a los enemigos dotados de alguno de los mencionados colores. El juego se volvió mucho más frenético y desafiante gracias a dicho añadido. En definitiva, Bubble Bobble Double Shot! logró ser tan absorbente y adictivo como el quinteto de recreativas desarrolladas por Taito a finales del siglo XX. Como se suele decir, más vale tarde que nunca.

Bubble Bobble Double Shot!

Despedida y cierre

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Querido lector constante, llega la hora de finalizar el presente Regreso al Pasado, el cual hemos tenido el placer de dedicar a una de las más legendarias sagas de plataformas jamás lanzadas. Tal y como mencionamos al principio del reportaje, Taito se ha ocupado al fin de desarrollar personalmente nuevas entregas de la franquicia protagonizada por Bub y Bob, destinadas a WiiWare, y cuya aparición en el mercado occidental esperamos que no se demore por mucho más tiempo.

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Bubble Bobble Plus! (WiiWare)
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Lo que sí es seguro que no se demorará será la siguiente entrega de la sección. Nuestro DeLorean nos llevará de la mano a un nuevo viaje espacio-temporal, en el que seguramente repasaremos algunos de los más legendarios juegos auspiciados por la histórica Psygnosis durante la época en la que los ordenadores de 16 bits dominaban el mercado europeo; o quizá centremos nuestros esfuerzos en el inolvidable Mega-CD, aquel malogrado, y sin embargo extraordinario, periférico de Megadrive que permitió a la 16 bits de Sega entrar en la era digital. Sea como fuere, ya sabéis lo que tenéis que hacer hasta entonces: permaneced atentos a MeriStation y no cambiéis de canal. ¡Nos vemos dentro de siete días!

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