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Regreso al Pasado: 20 años de SNES, 20 juegos

El cerebro de la bestia celebra el veinte aniversario en Europa. Hace ya dos décadas de la llegada de una de las consolas más importantes de Nintendo, y en Meristation repasamos los juegos que más nos han marcado en la redacción.

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Veinte años se dicen pronto. Veinte años hace de los ya míticos Juegos Olímpicos de Barcelona, por ejemplo. Muchos de los redactores de Meristation eran muy distintos hace tanto tiempo; algunos andaban con dificultades, otros tenían más cuero cabelludo… eran otros tiempos. En el mundo de los videojuegos, para el viejo continente 1992 es una fecha importante: la llegada de Super Nintendo a Europa. El cerebro de la bestia como se le conocía en su ardua batalla por demostrar que era mejor que la competencia en esas míticas guerras entre Sega y Nintendo. La heredera de la también mítica NES aterrizó algo más tarde en España, el 1 de junio. Por eso, de manera personal, hemos decidido escoger esos juegos que marcaron una época en la consola de Nintendo.

Los inicios de los noventa en lo que videojuegos se refiere contenían algunas diferencias palpables con lo que vivimos hoy en día. Eso de los lanzamientos mundiales simultáneos no se estilaba precisamente en esa época, por lo que Super Nintendo llegó tarde a Europa, aunque eso sirviera al menos para tener un catálogo más interesante de salida que el que se vivió en otras regiones. La consola vio la luz en Japón a finales de 1990, y medio año más tarde salió en Estados Unidos. En el viejo continente llegaría casi año y medio más tarde con un catálogo de salida más apañado, pero con un referente como Super Mario World que brillaba con luz propia por encima de cualquier otro videojuego.

Super Nintendo es, para muchos, una de las mejores consolas de la historia. A lo largo de su trayectoria en la industria cosechó enormes juegos de todos los géneros. Parte de culpa tiene en lo que se conoce época dorada de los juegos de rol japonés –o primera parte, con permiso de PSX-. Plataformas para la eternidad, los primeros grandes bombazos en el género de los juegos de lucha, aventuras de todo tipo, franquicias de éxito en formato videojuego… Pocas consolas pueden alardear de tener un catálogo tan vasto y a la vez variado de productos de calidad. Super Nintendo es una de ellas. Entre decenas y decenas de juegazos, hemos decidido hablar de los que para nosotros son los mejores. Sin orden alguno, ni tampoco la pretensión de creer que son los mejores indiscutiblemente del catálogo de la consola. Simplemente, 20 años, 20 juegos.

Battletoads in Battlemaniacs

Luchar con ranas parecía de los más normal hace veinte años, en parte gracias a las Tortugas Ninjas. Battletoads en Super Nintendo marcó a muchos de nuestros redactores gracias a unos gráficos avanzados que se comparaban con las otras versiones de Battletoad y se notaba que esto era algo superior. Escenarios muy detallados, enemigos de todo tipo y una dificultad endiablada, de los más complicados de la consola. Además, a diferencia de otros juegos de la época, era un beat’em up que contaba con bastantes toques plataformeros, puzles y fases que se acercaban surfeo mediante a una cosa similar a la conducción. Naturalmente, cosas como el humor de los protagonistas y villanos, los comentarios mientras avanzamos en el juego o el ritmo de la banda sonora también ayudaban a completar un juego muy especial, colorido y divertido.

Contra III: The Alien Wars / Super Probotector: Alien Rebels

Contra III: The Alien Wars o Super Probotector: Alien Rebels se benefició en 1992 tanto de la potencia del Cerebro de la Bestia tras los dos juegos de NES, que a muchos nos pareció estar en un arcade al poner en la Super Nintendo el título de Konami. Ambientado en el 2636, la Tierra está invadida por aliens, lo que da pie a una sucesión de niveles de frenético desarrollo shoot 'em up y plataformas tanto de scroll lateral como de vista cenital (Fases 2ª y 5ª). Escenarios y enemigos se beneficiaron por igual del famoso Modo 7, brindando enfrentamientos con Jefes Finales épicos en ocasiones -inolvidable la entrada del Final Boss del tercer nivel. Con pequeños cambios en la historia del juego de la versión NTSC a la PAL, Contra III nos brindó acción arcade directa en vena tan alta e intensa como su añorada dificultad extrema. Y además con cooperativo. Sencillamente, y aún hoy en día, uno de los grandes de la Super Famicom.

Chrono Trigger

El repaso a nuestros mejores juegos de Super Nintendo –hecho por orden alfabético- cuenta precisamente con un juego que nunca llegó a Europa por desgracia. Se trata de Chrono Trigger, obra de Square que se fraguó con un equipo de desarrollo que se conocía como el Dream Team:  Sakaguchi (creador de Final Fantasy, Horii (creador de Dragon Quest) y la mano de Toriyama, padre de Dragon Ball. Solo falta sumar el nombre de Uematsu entre los compositores para entender la relevancia del proyecto. Un juego de rol japonés, el mejor de la historia por muchos, con giros argumentales de todo tipo, personajes carismáticos, visualmente precioso y con muchos finales distintos, lo que daba para rejugarlo a cambio de no ser tan largo como otros referentes del género. Muchos –entre los que se incluye un servidor- lo disfrutaron como muchos juegos de la época: adaptador de juegos NTSC con un juego PAL conectado y a volar. Por suerte, con el tiempo han ido llegando versiones posteriores a nuevas plataformas de un juego eterno.

Donkey Kong Country

Si hablamos de Super Nintendo, tenemos que hacerlo inevitablemente del género de las plataformas. No solo por contar con uno de los mejores Super Mario de la historia, que salió de inicio con la consola y que se convirtió en referente absoluto, sino también por tener otros abanderados del género que a día de hoy siguen en un pedestal. Es el caso de Donkey Kong Country, una de las mejores joyas que Rare realizó estando dentro del entramado de Nintendo. Para muchos, es la segunda entrega la mejor de esa trilogía plataformera de Donkey, pero hemos preferido quedarnos con el primero por ser el gran golpe de Rare con la franquicia, ofrecer un plataformas variado, dinámico y desafiante y su deslumbrante apartado gráfico. Gráficos 3D prerrenderizados que daban un nuevo nivel visual a la consola. Clásico atemporal y excelso en todos sus elementos: gráfico, sonoro, jugable. Y muy divertido, sobre todo.

Dragon Ball: Super Butoden

En una época en la que muchos de los usuarios de Super Nintendo estaban completamente enganchados a la eterna serie Dragon Ball, un videojuego como Super Butoden cumplía con las ansias de convertirnos en Son Goku de manera virtual. Un videojuego de lucha que rompía algunos esquemas establecidos por Street Fighter y compañía, como por ejemplo poder partir la pantalla para ofrecer escenarios mucho más grandes. Gracias a ello podíamos lanzar ataques devastadores como el Kame hame ha y combatir de dos maneras distintas, con proyectiles a distancia o con lucha cuerpo a cuerpo similar a otros juegos del género. Visualmente era ideal, recreando píxel por píxel a los principales protagonistas de Dragon Ball y con escenarios que recordaban a lo visto en los mangas. Modo historia siguiendo las peripecias de la época Célula, posibilidad de hacer torneos y, por encima de todo, encarnar a Goku, Vegeta , Son Gohan y compañía. Poco más podíamos pedir.

Final Fantasy VI

Los tiempos de antes no son como los de ahora, y una franquicia de reconocido prestigio como Final Fantasy no siempre tenía final feliz en el viejo continente. Es el caso de Final Fantasy VI, uno de los mejores juegos de la serie –para muchos el mejor- que vio la luz en Japón y Norteamerica pero que nunca nos llegó, importación a un lado, a nuestro territorio. Junto a la tercera entrega, dos de los mejores RPG de corte japonés de Square. El argumento y desarrollo del mismo, la presencia de auténticos maestros detrás del desarrollo como Sakaguchi o Uematsu y la refinación de la fórmula Final Fantasy fueron sus grandes puntos fuertes. Además, y no podemos olvidarnos de ninguna de las maneras, de que el juego tenía dentro de sí uno de los villanos más espectaculares de toda la historia de los videojuegos: Kefka. Solo por eso podría pasar a la eternidad la obra de Square.

F-Zero

F-Zero fue uno de los lanzamientos de salida que tuvo Super Nintendo en los primeros territorios. Es una franquicia especial para la compañía japonesa que dio el pistoletazo de salida en Super Nintendo con elementos que se han ido repitiendo a lo largo de los años.  Carreras futurísticas que iban a toda velocidad y que demostraban el potencial de esa técnica llamada Modo 7 que tanto se publicitaba durante los primeros años de la consola. Escenarios variados, alta velocidad en carrera, la agresividad de los enemigos y el peligro a destrozar la nave y la mayor de las dificultades a las que podíamos acceder en el juego convirtieron a F-Zero en un puro vicio. Un buen juego de lanzamiento por el que muchos redactores de esta casa tienen un cariño especial.

Megaman X

Megaman acompañó durante mucho tiempo a los usuarios de NES con sus desafiantes aventuras de scroll lateral. Pero faltaba un salto a las consolas 16 bits, y este llegó con Megaman X, el estreno de la por entonces mascota de Capcom en la generación de esa época. Además, era la primera vez que se estrenaba la serie separada de las entregas numeradas originales, ofreciendo muchas más opciones que el avance lateral sorteando enemigos y plataformas de la fórmula clásica. Luchar en distintas fases donde nos aguardaban enemigos de toda índole y un jefe final al que vencer a cambio de nuevas habilidades, ese es nuestro objetivo. El renovado apartado gráfico aprovechando las bondades técnicas de Super Nintendo, las nuevas posibilidades jugables del protagonista y el reto que suponía terminarlo, algo clásico dentro de la franquicia, eran sus principales virtudes. Un juego de la vieja escuela que ofrecía una gran cantidad de opciones en forma de objetos y mejoras que rendía de manera merecida homenaje a la serie Megaman, en muchos elementos mejorando lo visto anteriormente.

Star Fox

Una de las grandes franquicias de Nintendo también inició sus andaduras en Super Nintendo. Se trata de Star Fox, una auténtica maravilla visual que parecía explotar todavía más al cerebro de la bestia. Las aventuras del escuadrón de Fox contra Andross usaba el Super FX, un chip que servía para simular gráficos tridimensionales en medio de una época donde la tendencia era otra. Un shoot’em up tridimensional sobre raíles, avanzando siempre al frente eliminando todo tipo de enemigos y superando obstáculos que se nos iban apareciendo. La gracia estaba en la variedad de planetas y situaciones, su dificultad creciente y los distintos caminos por descubrir según nuestras acciones, algo que lo hacía muy rejugable. El escuadrón formado por  Fox McCloud, Falco Lombardi, Slippy Toad y Peppy Hare rebosa carisma por los cuatro costados, por si no fuera poco. En su momento, a muchos nos hizo sentir en auténticas batallas intergalácticas con esos enormes jefes finales y unos gráficos impactantes para la época.

Secret of Mana

Square era una de las grandes compañías aliadas con Nintendo. La compañía creadora de la saga Final Fantasy daba apoyo constante a Super Nintendo con auténticos juegazos, muchos de ellos atemporales como los que hemos mencionado. Pero más allá del rol de corte japonés por turnos, como la serie citada o Chrono Trigger, también había un hueco para realizar otras producciones de altos vuelos. Una de las más queridas por los usuarios, y con razón, es Secret of Mana, Action RPG  con una mecánica similar a las batallas de Zelda. Bebiendo de muchos elementos clásicos de los JRPG pero con el dinamismo de un juego con batallas reales, un mundo enorme y lleno de matices, grandes personajes y sorpresas constantes para los carismáticos protagonistas, Secret of Mana es un clásico y uno de los mejores juegos de rol de la época. Y de siempre. Por opciones, por variedad, por exploración y por belleza audiovisual marca de la casa.

Street Fighter II Turbo

Street Fighter II fue el gran bombazo del género de la lucha. Referente absoluto, el producto de Capcom consiguió un éxito comparable a los grandes nombres y sentó las bases del género, copiado hasta la saciedad en propuesta y mecánicas. Era uno de los grandes reclamos de Super Nintendo, y más lo fue la revisión Turbo (sí, ya había revisiones constantes en esa época). Hemos elegido esta versión porque fue la que consiguió mejorar y pulir las bases de la entrega original con mayor acierto. Además de darle una mayor velocidad al ritmo de juego respecto a la Champion Edition, dotaba de muchos nuevos movimientos a los personajes, como el Kikoken para Chun-Li por citar un ejemplo. Además, la versión Super Nintendo permitía jugar como la versión original y ajustar la velocidad de este nuevo Turbo.  Si le sumamos el mítico plantel de personajes con Ken, Ryu, Chun, Blanka y compañía –entre ellos los cuatro jefes finales del arcade- el resultado es un juego atemporal y influyente como pocos tanto en la propia franquicia como en el género al que pertenece.

Super Ghouls’n Ghost

Si algo tenían las consolas de sobremesa de la generación de los años noventa es que intentaban siempre ofrecer muchas de esas joyas que parecían destinadas a verse solo en los salones recreativos. Un ejemplo es lo que Capcom hizo con Super Ghouls’n Ghost, un videojuego que formaba parte de la serie Ghost and Goblins, que se había hecho archiconocida en los salones de todo el mundo. Bajo el control del caballero Sir Arthur nos disponíamos a rescatar a la princesa de las hordas de malvados enemigos. Para conseguirlo, una fórmula tan sencilla como efectiva y viciante: avance en scroll lateral, cantidad de enemigos con muchos patrones distintos, zonas de plataformas nada sencillas con doble salto mediante, objetos y potenciadores de todo tipo, dificultad elevada y un apartado visual tan variado artísticamente como interesante a nivel técnico.  La variedad de armas y sus distintos usos y el reto de avanzar ocho fases hasta encontrarnos con temibles jefes finales nos desesperó en más de una ocasión, pero era parte de un encanto que la saga nunca ha perdido.

Super Star Wars Trilogy

De entre todas las adaptaciones jugables de films que se hicieron para Super Nintendo, las que más brillaron no estuvieron basadas en los blockbusters del momento, sino en una saga de películas de más de una década de antiguedad. La trilogía de la Guerra de las Galaxias, lanzada a razón de un título por año, merece figurar entre los mejores plataformas hechos para el sistema por su calidad visual, sonora y jugable. Comenzando en 1992 con Super Star Wars, fidedigna adaptación de Una Nueva Esperanza que nos dejaba no solo encarnar a Luke, Han o Chewie, sino incluso pilotar naves en un espectacular Modo 7; continuando en 1993 con Super Empire Strickes Back, el más equilibrado de los tres, que nos regaló un duelo a sables de luz con Darth Vader tan mítico que incluso nos permitía bloquear y usar los poderes de la fuerza; y cerrando en 1994 con Super Return of the Jedi, técnica y jugablemente el más pulido, aunque también el más exigente, con múltiples personajes (Leia Esclava, Wicket el Ewok) y vehículos (Landspeeder, Moto jets, cuatro fases del Halcón Milenario). Una trilogía fabulosa, que sigue contándose no solo entre lo mejor del género plataformero, sino entre lo mejor de la caterva de juegos Star Wars salidos de la factoría Lucas hasta la fecha.

Super Mario World

El abanderado de Super Nintendo, el gran reclamo en el lanzamiento de la consola en todos los mercados en los que salió. Mario era y es el icono de la compañía japonesa y consiguió volver a asombrar al mundo con Super Mario World, heredero de los atemporales Super Mario Bros y Super Mario Bros 3. Se trata del juego más vendido de la consola de Nintendo, y no es para menos ya que a un renovado apartado gráfico gracias a la potencia de la consola se le añadían mundos llenos de opciones con un diseño de niveles a la altura de pocos desarrolladores. Mundos enormes en los que escoger nuestro camino que además estaban repletos de secretos, nueva jugabilidad gracias a objetos nunca vistos antes como la capa o la presencia importante de Yoshi, el elemento jugable novedoso de más peso. Super Mario World desprende excelencia por una banda sonora inolvidable, por el cuidado apartado artístico y por lo mencionado anteriormente. No en vano es uno de los grandes de la serie que tuvo en Super Mario All-Stars otro momento estelar de Mario en Super Nintendo: la remasterización de los juegos clásicos de NES en una compilación imprescindible para los amantes de las plataformas.

Super Mario Kart

Mencionar Super Mario Kart dentro de la redacción es mencionar una porción importante de la infancia de muchos de nosotros. Antes habíamos hablado de la técnica Modo 7 utilizada en juegos como F-Zero y que también se usó en este juego de Karts para ofrecer un apartado gráfico más que interesante. Juego referente que creó escuela gracias a su propuesta: carreras entre personajes de Nintendo aliñadas por los objetos que podemos encontrar esparcidos por zonas de los circuitos y que sirven de ventajas o armas contra nuestros rivales. No es solo correr, es fastidiar al otro, atacar, sorprender… un vicio como pocos videojuegos que ofrecía, también un modo batalla donde se potenciaba al máximo esto de los objetos en detrimento de las carreras. La combinación de carrera arcade con objetos aleatorios se ha demostrado con el tiempo que es un cóctel explosivo, ya que a día de hoy se siguen publicando juegos con la fórmula de Super Mario Kart.

Super Metroid

Otra franquicia de Nintendo que no se puede omitir en el repaso a veinte juegos que abanderen lo que supuso Super Nintendo.  En su momento el cartucho más grande que había aparecido nunca (1994), Super Metroid mezclaba como pocos la acción y la aventura de avance lateral con acierto mediante las peripecias de Samus, nuestra protagonista. La grandeza del juego, y de la saga en general, estaba en su estructura no lineal de los mundos, que íbamos explorando una y otra vez cada vez que conseguíamos nuevos elementos de equipamiento. Las posibilidades de Samus eran muchas y hacían que se diferenciara de otros plataformas o aventuras de la época por la variedad de posibilidades y por esa libertad de movimiento. El mundo construido era una gozada de píxeles a nivel visual, sobre todo cuando nos enfrentábamos a algunos de los múltiples jefes finales con los que contaba un juego que daba pasos hacia delante que pocos se atrevían a hacer.

Super Castlevania IV

Konami fue una de las compañías más importante de finales de los ochenta y década de los noventa, y lo era por productos como Super Castlevania IV, uno de esos juegos que servía para que Super Nintendo marcara músculo. Se trataba de un juego que bebía de la esencia de Castlevania pero ofrecía muchísimo contenido nuevo, empezando por unos gráficos a la altura del cerebro de la bestia gracias al sistema Modo 7. Las animaciones tan detalladas para la época o esos escenarios llenos de detalles que admirar son dos ejemplos del poderío de este videojuego, que ofrecía cinco nuevas fases respecto a la propuesta del Castlevania original. Jugablemente, una maravilla de aventura plataformera de avance lateral: poder apuntar en ocho direcciones, mejoras en el salto y el control de este, escalar y un control más pulido en la base lo hacían una maravilla jugable. Los potenciadores, variedad de enemigos y esa banda sonora hicieron el resto para uno de los juegos más queridos de la consola y de la franquicia Castlevania.

The Legend of Zelda: A Link to the Past

A la altura de Super Mario Bros seguramente solo puede estar, dentro de Nintendo, The Legend of Zelda. La entrega que protagonizó Link en Super Nintendo se considera seguramente el mejor de la historia de la franquicia en dos dimensiones. Fue un gran paso adelante aprovechando la potencia de la consola y recuperando las bases establexzidas en el primer Zelda. Se desechaba lo visto en Adventure of Link y se abrió un mundo rico en localizaciones: bosques, desiertos, montañas, pueblos y mazmorras por doquier. NPC integrados de manera inteligente, sistema de combate en tiempo real bien adaptado con mucha variedad de armas y artilugios que íbamos consiguiendo, cierta narrativa de los acontecimientos que le daba argumento, la épica de personajes y villanos marca de la casa así como elementos como la espada maestra… en definitiva, una aventura como pocas, diríamos que ninguna en Super Nintendo, que ofrecía una gran cantidad y calidad de mazmorras y puzles que superar además de un Hyrule gigante como pocos y lleno de secretos. La dualidad del mundo y el desarrollo gracias a ello, la guinda al seguramente mejor juego de Super Nintendo.

TMNT IV: Turtles in Time

Antes hablábamos de Battletoad y de eso de tener a ranas como protagonistas, cosa que se equiparaba de manera humorística a las tortugas ninja. Y precisamente las tortugas más habilidosas de la historia no podían faltar en un repaso a veinte juegos para emmarcar de Super Nintendo. Turtles in Time era un juego de recreativas que se porteó a la consola de Nintendo. La mecánica, bien sencilla: un beat’em up de la época, avanzar hacia delante mientras vamos eliminando a todo tipo de enemigos. Con una mecánica sencilla de ataque y salto, controlar a las cuatro tortugas era una auténtica gozada, ya que además de ser visualmente fiel al universo TMNT, cada personaje tenía sus propias fortalezas y debilidades. Tenía fases de bonus propias, nuevos jefes finales para la versión de Super Nintendo, nuevos enemigos y otras modalidades que ampliaban la experiencia que, eso sí, permitía jugar con dos jugadores a la vez en lugar de los cuatro de la recreativa. Un beat’em up bien logrado por ritmo e intensidad de juego, y ejemplo de un estilo de juego que triunfaba en la época.

Yoshi’s Island: Super Mario World 2

Aunque en algún juego como Donkey Kong hemos mencionado otros de la serie aparecidos en Super Nintendo, consideramos que Yoshi’s Island, la secuela de Super Mario World, merece su momento destacado por ser uno de los mejores plataformas bidimensionales jamás vistos. Aparecido algunos años después, el cambio de escenario era más que evidente, con los dinosaurios Yoshi de protagonistas llevando a pequeños Mario y Luigi bebés a su lomo. Un mundo donde escoger por donde ir como en Super Mario World, nuevas mecánicas de juego gracias al cambio de protagonista (ya no llevamos a un fontanero, sino a Yoshi con un bebé)y una presencia más importande de puzles que resolver son algunas de las grandes virtudes de un juego que artísticamente daba un paso adelante gracias a los coloridos y detallados escenarios. Bien acompañados, no podía ser de otra manera, de la banda sonora a cargo de Koji Kondo. Extenso en mundos para completar y con un diseño de niveles a la altura de la franquicia, es uno de los favoritos de la redacción sin ninguna duda.