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Razones por las que comprar una Xbox One

Xbox One ofrece ahora argumentos de peso para que un jugador se plantee su compra. Retrocompatibilidad, catálogo de exclusivos y precio competitivo son algunas de sus claves actuales. Razones por las que ahora sí merece la pena.

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Te damos motivos para comprar una Xbox One

Xbox One lleva dos años en el mercado. La consola de Microsoft ha pasado por muchas fases desde su lanzamiento. Desde la efusividad inicial en los días previos a su anuncio hasta las críticas radicales y fundamentadas contra los planes de Don Mattrick sobre la conexión permanente y obligatoria. Mucho ha llovido desde aquello, tanto que Microsoft ha cambiado hasta la cúpula directiva de la división de Xbox dejando al mando a Phil Spencer, quien se ha coronado como “el salvador” de una consola que tuvo un comienzo difícil. 2015 es, sin duda, el mejor año que ha vivido la consola de la tecnológica de Redmond desde su estreno. Motivos por los que ahora sí merece la pena comprarse una Xbox One.

La retrocompatibilidad con Xbox 360

Sin lugar a dudas, la retrocompatibilidad con Xbox 360, consola que acaba de cumplir diez años, es uno de los motivos más importantes para dar el salto a Xbox One, sobre todo porque supone un revés con su competidora directa, PS4, que no tiene planes de permitir el uso directo de juegos de PS3, al menos no sin pasar por caja. Microsoft ha actualizado este noviembre el firmware de la consola con un sistema de retrocompatibilidad con software que no solo funciona de maravilla, sino que además es gratuito. Un centenar de juegos de Xbox 360 corren en la máquina sin problemas, tanto en formato físico (basta meter el disco...) como en digital, incluyendo compatibilidad con sus DLC's y juego cruzado con jugadores de la anterior consola. Esta actualización es un revés enorme para la competencia, carne de mofa en redes sociales (y entre las compañías) y una forma de agradecer a la comunidad el apoyo durante todos estos años. Un motivo de peso absoluto para cambiar la Xbox 360 por una Xbox One con los planes renove de las tiendas.

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Catálogo de juegos exclusivos de Xbox One

Aunque las exclusivas han dejado de ser un elemento común en esto de la guerra de consolas (no están ya al nivel de la generación PS2, por ejemplo), siguen siendo un punto de interés a la hora de definir qué consola te compras. Xbox One es la máquina con el catálogo de juegos exclusivos más sólido en este cierre de año y en el comienzo del próximo 2016. La llegada de Halo 5: Guardians, uno de los iconos de la marca, y el lanzamiento de Rise of the Tomb Raider, que se estrenará dentro de un año en PS4 y un poco antes en PC, hacen que Xbox One tenga un mayor peso que PS4 durante estos meses, que se ha centrado en juegos third party con apoyo como Call of Duty: Black Ops 3 y Destiny.

A comienzos del próximo año nos enfrentaremos a Quantum Break, que viendo los pasos previos de Remedy Entertainment se vaticina como uno de los grandes del año. Además, hablando de remasterizaciones, la de Gears of War ha salido bastante correcta y es ideal como aperitivo para el primer juego de la saga en la next gen que llegará en 2016 si no se producen retrasos en las oficinas de The Coalition, estudio que coge el relevo a Epic Games. Los pilares de Xbox han comenzado a asentarse de nuevo como ya pasara con Xbox 360.

Por otra parte, todos los principales third parties están en Xbox One. Que PS4 haya conseguido cerrar acuerdos de contenidos y preferencia (consola en la que se muestra el juego en eventos) con Activision para Call of Duty: Black Ops 3 (cambio de tornas) y Destiny, no evita que la comunidad de ambos juegos sea fuerte en Xbox One. Lo mismo sucede con Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, Fallout 4, The Witcher 3: Wild Hunt... A diferencia de Wii U, que se ha quedado sin el apoyo de las third parties, las compañías sí están con Xbox One.

Un precio atractivo y con packs

En la guerra de consolas el tema del precio resulta el factor más determinante, sobre todo cuando nos enfrentamos a un entorno económico donde ahorrar 300-400 euros no es una tarea sencilla. Xbox One ha sabido colocarse en el precio justo para ser una consola competitiva en el mercado a pesar de que en su despliegue inicial venía lastrada por la ya olvidada cámara Kinect. Si hay algo que no vamos a echar de menos, eso es la cámara llamada a "revolucionar" el consumo de ocio en el hogar. Retirando Kinect del modelo base de Xbox One (fue una de las primeras decisiones de Phil Spencer), la consola ha conseguido situarse en un rango de precio que ronda los 349 euros, cantidad apetecible para dar el salto a la nueva generación si vives anclado en el pasado. A sto le sumamos que existen packs para comprar, algunos hasta con tres juegos, con lanzamientos claves de la temporada (Halo 5, Gears of War, Rise of the Tomb Raider...) Calidad y cantidad.

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Los deberes pendientes de Xbox One

No todo es un camino de rosas en Xbox One. Todavía hay margen de mejora en ciertos frentes, y el equipo responsable de la consola es consciente. Precisamente por ello las expectativas son buenas. Phil Spencer se ha alejado de la figura del ejecutivo estirado para acercarse a los jugadores cara a cara, tuit a tuit, muy en la línea de Larry Hryb (Major Nelson), otra de las figuras de los de Redmond. A Spencer no se le caen los anillos por asumir fallos en las redes sociales y es capaz de tomar nota de todas las sugerencias. La misma retrocompatibilidad vino por las peticiones de la comunidad. Lo que se le pide al portavoz de Microsoft, se intenta cumplir, así que lancemos peticiones.

La primera, que una mayor optimización del hardware de Xbox One para conseguir los ansiados 1080p que en ocasiones sí se muestran en PS4. Microsoft tiene que hacer un esfuerzo mayor para sentar a sus ingenieros con las desarrolladoras y subsanar los elementos que están provocando agravios comparativos. Otro aspecto importante es definir el catálogo a medio-largo plazo, donde por el momento sí gana PlayStation 4 con sus grandes sorpresas inesperadas del E3 (Final Fantasy VII Remake, Shenmue, Horizon, etc.). Microsoft necesita decir a qué vamos a jugar a finales del próximo año porque hasta ahora lo único que tenemos en el horizonte futuro lejano es Halo 6. Antes deben llegar Scalebound y Crackdown 3.

La consola también debe enfrentarse con más armas a sus reducidas ventas en mercados como el español (de entre 7-8 a 1, según fuentes consultadas), donde el ratio de venta en comparación con PS4 es bastante poco favorable para Xbox One. Este tema se ha notado especialmente en las ventas de Rise of the Tomb Raider, que a pesar de ser un exclusivo con valoraciones sobresalientes tanto en crítica especializada como en comunidad de jugadores, no ha sido capaz de colmar las expectativas de ventas en nuestro país (tampoco en otros territorios como Reino Unido). Microsoft tiene trabajo por delante sacando su consola a pasear para que la conzoca un público que habla el lenguaje de Playstation.