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Los Guardianes de Japón

En un momento donde el desarrollo occidental ha tomado la delantera en la producción de grandes títulos, son diversos los estudios japoneses que han recogido el guante y han conseguido generar productos de interés tanto dentro como fuera de su territorio.

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“Cuando miré todos los juegos diferentes que había en el Tokyo Game Show dije, tío, Japón está acabado”. Las palabras de Keiji Inafune, padre de la saga Mega Man, no eran muy alentadoras en 2009 y mostraban una tendencia creciente en la industria del videojuego que se ha ido agravando con los años. Japón ha perdido el liderazgo del que había hecho gala durante décadas. Los juegos más punteros eran suyos. Pero la crisis a la que hacía mención Inafune, entre otros, toca muchos frentes. El de la falta de capacidad para generar Triple A como en occidente o el de la falta de innovación e ideas originales.  Japón ha ido perdiendo el tren de la industria. O eso se ha ido repitiendo en los últimos tiempos.

A nadie escapa que la producción occidental ha ganado presencia y relevancia a pasos de gigante. Puede parecer un ejemplo interpretable y lleno de matices, pero donde antes había una era dorada del JRPG ahora están los Oblivion, Dragon Age o Skyrim. Antes mandaban géneros en los que la industria japonesa se sentía tremendamente a gusto (aventuras, plataformas) y ahora lo hacen los shooters, en primera o tercera persona, que nunca han sido devoción de los nipones.  Y este cambio en los hábitos de consumo de los jugadores también ha afectado a las desarrolladoras japonesas, que poco a poco han ido quedándose más alejadas del elevado y agresivo ritmo que se marca en occidente desde hace tiempo.

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El peor año desde 1990
El consumo de videojuegos en el país del Sol Naciente también indica una tendencia que no será fácil revertir. 2014 fue el séptimo año consecutivo en declive de la industria: se generaron 369.000 millones de yenes frente a los 409.000 de 2013, las peores cifras del mercado nipón –histórico segundo mercado más importante en volumen- desde 1990. Esto acaba afectando a una industria que también intenta adaptarse a los nuevos modelos de consumo de sus ciudadanos: los smartphones. La irrupción de los dispositivos móviles en la ecuación ha dado un vuelco en Japón.

Smartphones: imparables
El crecimiento de consumo de juegos móviles en el país del Sol Naciente en 2013 –no tenemos datos todavía del año pasado- fue el siguiente: la mitad del consumo de videojuegos en el país era para estos dispositivos. Una cifra que suponía un crecimiento importante respecto 2012, cuando del total de ingresos, un 30% (3.072) eran dispositivos móviles según un estudio de CyberZ. La proyección para 2014 según la misma compañía era crecer todavía más en 2015. Tal y como explican en CyberZ, centrarse en la industria de juegos para móviles japoneses no es baladí, ya que se trata de un contenido simplemente abrumador y de consumo masivo entre sus ciudadanos.  Esta es una de las causas de la caída de consumo de videojuegos tradicionales (un estudio indicó que se perdieron entre 2007 y 2008 un 30% de jugadores en Japón) y uno de los motivos por los cuales la industria, teniendo en cuenta como está funcionando su consumo interno, empiece a mirar hacia otros caminos.

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Emergentes: Los guardianes de Japón
Con los teléfonos móviles ganando terreno a gran velocidad y grandes compañías de siempre en un momento tal vez alejado de lo que fueron sus grandes eras, hace ya algunos años que hay una serie de compañías que se han erigido en los nuevos guardianes de Japón. Estudios capaces de competir con las súper producciones occidentales y capaces, también, de convencer tanto dentro como fuera del territorio nipón que la industria de los videojuegos japoneses todavía tiene mucho que decir. Estos son algunos de los estandartes que tiene actualmente Japón para presentarse al mundo como referente, todavía, de una manera de entender los videojuegos.

Atlus

A pesar de ser una compañía de dimensiones considerables y tener una gran diversificación de productos, está claro que Atlus se ha convertido en una de las compañías más importantes dentro de Japón y con más relevancia más allá de sus fronteras. Bajo su paraguas está uno de los retornos más esperados de todos: el de la saga Persona, que después de agitar PS Vita con Persona 4 Golden y hacer boca con el dungeon Crawler Persona Q para Nintendo 3DS, se preparan ya para el desembarco del que puede ser el nuevo rey de los juegos de rol japonés. Persona 5 es un fenómeno con un corte marcadamente japonés que interesa a todo el mundo, y forma parte de los títulos líderes que llegarán desde tierras niponas. Junto a él no faltan otros nombres que han tenido su espacio como es el caso del rompecabezas Catherine o el beat’em up Dragon’s Crown.  Títulos como la saga Shin Megami Tensei, cuya última entrega llegó a 3DS, también marcan un perfil imprescindible para comprender los éxitos más globales del Japón actual.

Arc System Works

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En un momento en el que los juegos de lucha están en plena forma gracias a la revitalización que supuso para el género la llegada de Street Fighter IV, una compañía como Arc System Works se ha consolidado como probablemente la mejor en este ámbito. Durante toda una generación de consolas han destinado sus esfuerzos en una nueva y exitosa saga como BlazBlue, que ha estado además bien acompañada por dos entregas muy especiales que cruzaban el mundo Persona con el género de la lucha (Persona Arena y su secuela) y que ahora ven como el testigo les llega de la mano de Guilty Gear Xrd, nueva iteración de una franquicia que parecía abandonada en estos últimos tiempos y que se ha convertido en el primer gran contendiente de la lucha de nueva generación.

From Software

Si hablamos de los grandes desarrolladores japoneses actuales tenemos que hablar de From Software, una compañía que ha conseguido ser el centro del mundo con una manera muy particular de hacer sus últimos juegos. Con Miyazaki a la cabeza, Demon’ s Souls se convirtió en un referente en Playstation 3 que luego tendría continuidad en formato multiplataforma gracias a Dark Souls y su secuela directa. Títulos que se alejan del tradicional rol japonés por turno y que son capaces de llamar  la atención por su enorme dificultad y por una fórmula desafiante que atrapa al jugador. Respetados a lo largo y ancho del globo terráqueo, además de una versión Next Gen de Dark Souls 2, actualmente están trabajando en el que es para muchos uno de los más esperados del año: el exclusivo Bloodborne de Playstation 4.

Compile Hearts

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De corte marcadamente japonés, como se pueden ver en la mayoría de sus producciones, Compile Hearts ha jugado un papel importante en el hecho de que PS Vita sea todavía una consola plenamente vigente en territorio japonés. Son muchos los títulos que la compañía ha ido sacando en todos los mercados, destacando seguramente los Hyperdimension Neptunia como los más famosos de elos, aunque no faltan otros como la saga Mugen Souls. Sin olvidarse de sus raíces, en Compile Hearts han conseguido encontrar cierto mercado en Estados Unidos y Europa ofreciendo productos indiscutiblemente pensados para un público mucho más suyo.

Gust

Siguiendo un poco la estela de Compile Hearts, Gust también ha sabido encontrar su sitio en los diversos mercados de videojuegos gracias a la saga Atelier, capaz de ofrecer un sistema de creación de objeto y una personalidad única de sus personajes perfectamente mezclado con una manera de contar la historia y unos gráficos típicamente japoneses. La saga Atelier ha tenido salida tanto en Estados Unidos como en Europa, donde también se ha conseguido hacer un hueco a pesar de sus características de producto nicho que le permiten, eso sí, estar por encima de muchos productos que nunca llegan a salir del país del Sol Naciente por sus particularidades.

 

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Level 5

Level 5 es seguramente un ejemplo de compañía japonesa con una gran salud a día de hoy una aceptación sorprendente tanto dentro como fuera de su territorio. En Japón son auténticos vendeconsolas gracias a su saga Yo-kai Watch, que cuando sale a la venta se instala indefinidamente en la zona alta de las ventas semanales de software. Pero fuera del territorio nipón también saben conectar con el público occidental. Suyas son sagas tan archiconocidas como exitosas comercialmente como Professor Layton o Inazuma Eleven, mientras que en estos últimos años también se han encargado de producciones que han tenido su peso en Playstation 3 como es el caso de la saga White Knight Chronicles o el aclamado Ni No Kuni.

Nippon Ichi

El rol japonés sigue teniendo algunos representantes importantes de la mano de Nippon Ichi, que entre muchos de sus proyectos destacan desde hace algunos años por la saga Disgaea, que mezcla táctica y RPG en productos de gran calidad y acabado en el que historia y mecánicas de juego destacan por encima de la mesa. Quién habla de estancamiento del género JRPG es porque desconoce franquicias como la que nos ocupa. No se libran de ciertos elementos que nos recuerdan constantemente que estamos ante un desarrollo japonés, pero se han hecho un hueco importante entre las desarrolladoras japonesas del momento.

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Platinum Games

Seguramente sobran las presentaciones con Platinum Games, una compañía heredera de la extinta Clover Studios y que se creó con figuras de primer nivel en la industria japonesa como Shinji Mikami, Atsushi Inaba y Hideki Kamiya. Sin dejar de un lado la hipérbole nipona en la narrativa, espectacularidad y el humor típico de sus producciones, Platinum Games ha sabido internacionalizarse con juegos que destacan por un mismo denominador común: el frenetismo extremo. Después de MadWorld han llegado nombres brillantes como Bayonetta, Metal Gear Rising:Revengeance, Vanquish, la obra maestra de Bayonetta 2 o otras propuestas de notable acabado como The Wonderful 101 o Anarchy Reigns. Platinum Games no es solo seguramente lo mejor que tiene SEGA hoy en día en su estructura, sino también la demostración que un juego orgulloso de ser japonés puede triunfar y competir contra cualquier otro. Como han demostrado sus sagas más famosas.

Nihon Falcom

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Dicen que viejos rockeros nunca mueren y Nihon Falcom ha tenido una larga y densa trayectoria en la industria japonesa. Nacida en el 81, la compañía es considerada junto a Square y a Enix como uno de los tres pilares sobre los que comenzó la explosión del llamado JRPG. Pero al contrario de esos dos nombres, Falcom optó por un perfil bajo y fundamentamente nacional, centrándose en mantenerse a flote y seguir produciendo juegos modestos pero de mucha calidad y ambición, orientados en gran parte a ordenadores durante buena parte de su vida y con incursiones en toda clase de consolas pero poca presencia internacional. Su presencia en este reportaje corresponde a lo que se interpreta como un incremento notable de su notoriedad fuera de Japón en los últimos tiempos. La llegada de varios de sus títulos a Steam le ha dado una nueva y considerable audiencia, con algunos más por venir como Xanadu Next. Al mismo tiempo, su nuevo enfoque en consolas, con títulos como Sen No Kiseki (PS3, Vita) les ha proporcionado un gran impulso en ventas en su país natal. A pesar de ser una decana y de tener algunas de las sagas más longevas en el videojuego, el estudio ha sido "descubierto" por muchos en los últimos tiempos gracias a compañías como Xseed, demostrando que Japón tiene mucho que decir en el JRPG tradicional y el ARPG.

Spike Chunsoft

Fruto de la fusión de una compañía relativamente nueva como Spike, y un auténtico clásico de la industria japonesa, Chunsoft, la nueva empresa resultante ha conseguido crecer en popularidad más allá de las fronteras japonesas.. Uno de sus grandes éxitos es el nombre Mystery Dungeon, que engloba una marca y un estilo particular de crear RPGs usando principios del Roguelike, que ha ganado popularidad al estar asociado por ejemplo a la saga Pokémon, a Final Fantasy o a Dragon Quest. En los últimos tiempos, Spike Chunsoft también ha encontrado un gran e inesperado éxito en la forma de Danganronpa, seguramente la Visual Novel que más impacto comercial ha logrado fuera de Japón y ya convertida en una franquicia potente con spin offs, series de animación y productos relacionados. Previamente a ellos, el estudio también había hecho ruido en occidente con aventuras como 999 o Virtue's Last Reward, que también tienen parte del mérito de abrir las puertas de la aventura japonesa en occidente.

French Bread

Forjada en los círculos doujin -la escena independiente japonesa- lo que comenzó como Watanabe Seisakusho haciendo pequeños juegos de lucha para PC, encontró un buen día un gran éxito en la forma de Melty Blood. Ese título, adorado por los amantes de la lucha tradicional, supuso un punto de inflexión y un salto a la profesionalización del grupo, que cambió su nombre al actual French Bread. Aunque no tienen la popularidad de Arc System, su reconocimiento es cada vez mayor fuera y dentro de Japón. Este año los veremos al menos dos veces en occidente de la mano de Under Night In-Birth y Dengeki Bunko Fighting Climax.

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La vieja guardia japonesa

A pesar de la irrupción y el crecimiento de diversas compañías como las citadas anteriormente, las grandes empresas japonesas que llenaron las
estanterías de videojuegos de primera calidad durante décadas siguen, en muchos casos, al pie del cañón. Es el caso de Nintendo, líder de venta de software en 2014 en Japón y que no levanta el pie del acelerador en la calidad de sus títulos más destacados (Mario, Zelda, Mario Kart, Smash Bros, Donkey Kong...) tanto en 3DS como en Wii U. Nintendo alimenta sus plataformas de clásicos y nuevas propuestas (Captain Toad, Splatoon), pero no es la única.

Otro gigante nipón es Bandai Namco, que cuenta además de un abanico de licencias imponente (One Piece y Dragon Ball) y con franquicias más que asentadas desde hace tiempo. Tales of, Tekken o Soul Calibur son algunos de sus referentes de ayer y de hoy. Capcom prepara nuevos proyectos (Dragon's Dogma Online) y apostará fuerte por nombres que son una garantía dentro y fuera de Japón como Street Fighter V y Monster Hunter 4; de la misma manera que Konami tiene un caballo ganador en Hideo Kojima, creador de la saga Metal Gear que además toma las riendas de una saga que ha ido dando tumbos como Silent Hill, además del cada vez mejor Pro Evolution Soccer. Y es que hay nombres clásicos que no fallan, como la saga Final Fantasy o Dragon Quest de la mano de una Square Enix que ha diversificado sus propuestas.

En Sony mismamente también mantienen corazón nipón en proyectos que apoyan más allá de los desarrollos de sus potentes estudios occidentales. Casos como la saga Gran Turismo, proyectos conjuntos como el citado Bloodborne o Deep Down de Capcom tienen voluntad generalista a pesar de ser de corte japonés. Por no hablar de otros éxitos como Gravity Rush, del que se espera secuela, o el ansiado -si es que sigue existiendo- The Last Guardian y el trabajo del Team ICO en particular.

¿Suficiente para sobrevivir?
La situación de Japón dista mucho de ser la ideal si se compara con épocas anteriores, sobre todo porque los hábitos de consumo han cambiado y también las reglas del juego. Y los números, a fin de cuentas, son los que son. Pero Japón, lejos de estar tocado de muerte, tiene muchos motivos por los que imaginar un futuro en el que jugará un papel importante. Gracias a la vieja guardia que mantiene muchas de las grandes sagas sin las que no se entendería la industria tal y como es hoy. Y gracias, sobre todo, a las compañías emergentes que están consiguiendo, con más o menos matices, mantener la esencia de los desarrollos nipones con atractivos suficientes para que sigan siendo globales. 

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¿Cuál es para vosotros el juego o estudio japonés que más os ha gustado recientemente?

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