Los 100 mejores juegos de Xbox 360
Repasamos los 100 juegos que han marcado a Xbox 360, consola de Microsoft consolidada en el sector con más de 80 millones de unidades vendidas en todo el mundo. ¿Es la mejor consola de Microsoft hasta la fecha?
Top 100 mejores videojuegos para Xbox 360
Xbox 360 ha sido la consolidación de Microsoft en la industria de los videojuegos. Después de empezar con buen pie con la primera consola compitiendo ante la propuesta de una veterana como Nintendo (ese Xbox vs Gamecube con PS2 destacada como líder) la compañía norteamericana se asentó definitivamente con 360, una plataforma que ha aguantado más de siete años en primera línia de actualidad y que hace poco se supo que había llegado a los 80 millones de unidades vendidas. La apuesta por un producto que ganaba peso con la instauración definitiva del online, algo que ya fue caballo de batalla en la segunda etapa de Xbox, y su salida antes que la competencia le permitió asentarse con franquicias importantes tanto internas como externas. Además, se ha roto definitivamente la presencia de exclusivas third party salvo algunos casos. Y nombres que parecían imposibles de aparecer fuera de otras marcas están ya relacionadas desde hace tiempo también con el nombre de Xbox. La carrera continúa ahora con Xbox One, que con tres años en el mercado acumula un enorme catálogo de exclusivos más otros tantos todavía por llegar.
A la hora de realizar esta lista de los 100 grandes juegos de la máquina, hemos tenido en cuenta ciertos reglas:
• Nada de conversiones HD –tipo Beyond Good and Evil, MGS Collection, etc-.
• Cierta preferencia por exclusivos, o títulos que empezaron siendo exclusivos en Xbox 360.
• Nada de “sagas” sólo juegos individuales. Siguiendo esa regla, en algunas sagas hemos optado por incluir todos sus títulos -Halo- y en otras sólo uno o dos representativos por su calidad –Fable 2, por ejemplo-.
• Sólo juegos publicados en España.
• Sin orden establecido, estos 100 juegos no necesitan competir entre ellos.
Todavía queda mucho camino por hacer en Xbox 360, aunque es cierto que a nivel de exclusivos ya no habrá novedades de peso porque se han preparado para la nueva Xbox One. Pero la consola de Microsoft de mayor éxito hasta la fecha todavía tiene que recibir juegos interesantes como Arkham Origins, el nuevo Assassin’s Creed o las entregas de Call of Duty: Ghosts y Battlefield 4. Otros nombres como Destiny de Bungie, nuevas entregas de Street Fighter IV, BlazBlue y Persona 4, o Dark Souls 2 también están en el catálogo de previsiones de una consola que ha conseguido no perderse los grandes lanzamientos third party.
Una lista creada en Meristation pero que está lejos de querer ofrecer una propuesta cerrada e inamovible de los mejores juegos de Xbox 360. Hay muchos que se han quedado fuera y tienen tantos méritos como algunos de los que están. Pero para eso contamos con vuestra colaboración, para que comentéis y recordéis qué juegos son para vosotros imprescindibles de esta máquina que tiene sucesora el próximo 22 de noviembre. Esperamos vuestras opiniones al respecto.
Alan Wake es una de las franquicias propias de Microsoft que más quiere la gente a pesar de la polémica que giró entorno del título de Remedy. La primera idea era mucho más abierta y libre que el título final, que no dejó de ser un juego destacadísimo como aventura de acción y tintes de survival horror. Aquí disparar es una constante, pero también lo es la tensión, la ambientación, el sorprendente argumento y el desarrollo lleno de frenetismo de la aventura. Un título que maravilló por como transmitía esa sensación de agobio constante, de saber que alguna cosa maligna aguardaba a cada paso nuestro. La aventura que se espera tenga continuidad más allá de los contenidos descargables y el spin-off que salió en Xbox Live Arcade porque el universo creado, y el protagonista, valen mucho la pena.
Los juegos descargables han explotado en Xbox 360. El mercado de Xbox Live Arcade se convirtió en referente muy pronto, ofreciendo un catálogo alternativo al de las tiendas físicas que ampliaba y mucho las teclas a tocar dentro de la industria de los videojuegos. Así han nacido auténticas maravillas indies como BattleBlock Theatre, un título que mezcla el concepto de plataformas y puzle de manera brillante, muy bien diseñado. Con una historia hilarante, diversión a raudales y un cooperativo que multiplica la experiencia, estamos ante un juego de casi cien niveles de campaña más un editor para crear de nuevos que es imprescindible para los poseedores de Xbox 360. Y más si tenemos en cuenta que visualmente es una delicia.
Kinect ha sido una de las grandes propuestas de Microsoft para esta generación de consolas. La manera de responder al mando de Wii, pero sin mando. Y a pesar de las críticas recibidas porque el sistema de detección está lejos de ser el ideal, lo cierto es que Kinect ha gozado de algún que otro juego interesante como es el caso de Child of Eden, una propuesta que se puede ver como corta y con una interfaz poco amigable, pero tremendamente satisfactoria en el aspecto visual y sonoro, una implementación genial de Kinect y una experiencia de juego única, distinta a lo que estamos acostumbrados a ver en otros videojuegos. Sin duda alguna la jugabilidad directa y bien implementada son sus virtudes, un título que demuestra que con Kinect, a pesar de sus limitaciones, se podían hacer algunas cosas la mar de interesantes.
Epic Games y Microsoft se aliaron para lanzar el que fue el primer benchmark de la nueva generación de consolas: Gears of War. Una franquicia de nueva creación que ha quedado como exclusiva de Xbox 360 –hubo versión PC- y que ha sido referente y ejemplo a seguir en el mundo de los juegos de acción en tercera persona. La obra de Epic recogía la herencia de Resident Evil 4 y ampliaba los horizontes con el sistema de coberturas, no inventado por ellos pero sí potenciado y exitoso desde que salió en Gears of War, un modo cooperativo brillante y una aventura sin fisuras: acción a raudales sin descanso, enemigos de todo tipo, gore y toque serie B acertado y la sensación de que estábamos de lleno en la nueva generación de consolas con un Unreal Engine funcionando a toda máquina.
La segunda entrega de la saga de Epic para Xbox 360 consolidó muchas de las fórmulas que vimos en la primera parte. Era un juego más vistoso todavía a nivel gráfico, y destacaba sobre todo por ofrecer mucha más variedad de situaciones a nivel de tiroteos y jugabilidad. Disparar desde otros puntos de vista, vaya. Además, tiene en su haber uno de los momentos argumentales más duros que recordamos de esta generación. El título añadía junto al multijugador conocido, el cooperativo a dos y modos épicos como la dificultad locura, un nuevo modo horda que también ha creado escuela. Oleadas de enemigos en un espacio cerrado a superar, una maravilla para el cooperativo entre diversos jugadores y una manera de darle horas y horas de vida extra al juego.
El cierre de la trilogía llegaría con Gears of War 3, el gran exclusivo de hace un par de temporadas con el que se quería cerrar todo lo referente a la historia de Marcus, Dom y compañía. Un título que había pulido más el sistema de tiroteos y había ampliado miras con nuevas armas y artilugios a utilizar. Este cierre destacó sobre todo por el hecho de añadir cooperativo a cuatro jugadores en la campaña, hasta antes eran solo dos, y por poner un techo técnico nuevo a Xbox 360 con unos gráficos inimaginables cinco años atrás para la consola de Microsoft. Algunos desajustes en la dificultad locura jugaron en contra de un cierre de trilogía que mantenía casi todas las virtudes de las dos entregas anteriores, tanto online como en cooperativo o solitario.
Ninja Gaiden 2 es uno de los títulos más desafiantes que tiene Xbox 360. Estamos ante la secuela del primer Ninja Gaiden de Itagaki que se convirtió en referente en Xbox, y la esencia se mantiene: hack and slash profundo y complejo con armas que tienen decenas de golpes y combos posibles, enemigos complicados que nos pueden amargar a cada esquina, jefes finales devastadores que acabarán con la paciencia de los jugadores y la sensación que cada nivel de dificultad que superamos, es un pequeño logro personal. Un juego exigente que muestra acción en tercera persona, pero tiene controles y posibilidades de un título de lucha. Además de ser considerada por acérrimos a la saga como la mejor de las entregas, ya que tiene los tramos originales que se quitaron, por ser difíciles, en otras versiones posteriores.
Que Microsoft adquiera Rare tenía que servir para que ciertas franquicias inolvidables de la compañía que había estado ligada durante años a Nintendo estuvieran presentes en las plataformas Xbox. Pero los tiempos de desarrollo de Rare siempre han sido largos, y no fue hasta Xbox 360 que Joanna Dark volvería a la acción con este Zero, un juego FPS divertido por ofrecer mecánicas de juegos de este género clásicos, distinto a lo que ha triunfado posteriormente desde el fenómeno de Modern Warfare. La variedad de situaciones y objetivos a cumplir en Perfect Dark Zero, el sorprendente apartado técnico donde a día de hoy destacan unas texturas impresionantes y el toque Goldeneye/Perfect Dark de Nintendo 64 hacen que sea un juego de lanzamiento de los que enganchan y dejan buen sabor de boca con el paso del tiempo.
A Oblivion le pasa un poco como a GTA IV, que ambos juegos fueron títulos de enorme envergadura pero que el tiempo los ha dejado un poco atrás no por deméritos propios sino por cómo han evolucionado sus sucesores (Skyrim en este caso). Pero Oblivion fue una de las primeras grandes obras que daban el salto a Xbox 360 y presentaban una nueva manera de jugar a los Morrowind. Un juego de rol en primera persona con un fantástico universo medieval vasto en extensión y contenido que nos permitía viajar entre el mundo real y el inframundo. Centenares de horas se puede uno tirar con un juego de este calibre, que a pesar de algunos problemas evidentes en el sistema de combate o el tema de la gestión de la dificultad del título, sigue siendo de los más recordados de los primeros años.
The Witcher 2: Assassin of Kings
The Witcher 2 es uno de esos juegos que sorprenden porque dan un tratamiento maduro y complejo de cosas que a veces parece que en videojuegos no se pueden enfocar así. Estamos ante un Action RPG interesante por la historia, el desarrollo y los personajes que la protagonizan. Pero que además es un juego de rol occidental de lo más exigente en la gestión de muchas de las mecánicas –árbol de habilidades, alquimia- aunque se pueda disfrazar a veces de aventura de acción. Nada, aquí sin la parte RPG bien desarrollada es imposible avanzar. Los caminos que podemos tomar y las consecuencias de nuestras decisiones son claves e importantes en un juego lleno de contenido para rejugarse más de una vez. Y que aguanta perfectamente a nivel técnico en Xbox 360 a pesar de que se diseñó inicialmente para la potencia de los PC.
Uno de los primeros grandes lanzamientos de la etapa inicial de Xbox 360. Dead Rising era la nueva apuesta de Capcom en el mundo de los zombis, y se convirtió en uno de los mejores exclusivos que se recuerdan de la consola –si intentamos omitir el port a Wii recortado por todos lados, claro- gracias a una mezcla de acción en tercera persona con supervivencia, libertad semi sandbox y un humor de primera línea. La aventura de Frank West en un centro comercial es divertida, variada, rejugable e hilarante. Misiones principales, secundarias por doquier, originalidad con todo tipo de armas hechas con cualquier objeto que encontremos, un argumento que engancha y personajes brutales, con mención especial a los psicópatas. El sistema de guardado le daba dificultad, y el sistema de progresión de personaje y rejugabilidad –teníamos tiempo limitado a 72 horas de juego para hacerlo todo- crearon controversia, pero para muchos fue una manera de hacer una experiencia única y distinta.
Condemned es de esos juegos que acaban permaneciendo en la memoria de los jugadores a pesar de que los años los pueden dejar algo desactualizados. Así es uno de los survival horror más brutales y tensos que recordamos en esta generación de consolas. Un videojuego duro tanto en contenido como en ambientación y desarrollo. La tensión se palpa en el ambiente a cada paso que damos, y el miedo a ser muertos en cualquier esquina está presente debido a la escasez de recursos con la que vamos y a la virulencia de nuestros enemigos. Un juego de locos que se ha convertido en casi juego de culto para los usuarios de Xbox 360 que cuentan con esta pequeña maravilla del terror en su catálogo de juegos. Experiencia tan dura como recomendable.
From Software se ha coronado como una compañía imprescindible para narrar la historia de esta generación de consolas. Uno de los motivos es Dark Souls, un proyecto multiplaforma heredero de Demon’s Souls que ofrece a los jugadores de 360 el título más desafiante de todo su catálogo. Un Action RPG donde la muerte es constante y se paga con creces. El desconocimiento por donde ir, la posibilidad que cualquier enemigo nos mate por simple que sea y la gran cantidad de secretos son señas de identidad de la saga Soul. Pero Dark Souls destaca también por un mundo que está totalmente abierto y conectado entre sí como nunca antes habíamos visto. Un diseño simplemente brillante, obra de ingeniería si lo viéramos sobre el papel. La dificultad de los jefes, las posibilidades de los pactos o el retorno de un sistema online original de cooperación e invasión completan la experiencia del que es seguramente el juego más difícil de la generación.
Después de la decepción de Far Cry 2, un juego que simplemente se hacía aburrido, llegaba la tercera entrega de la saga de Ubisoft con aires de renovación. El juego fue un auténtico soplo de aire fresco para el género de los FPS, con una propuesta que mezclaba la acción en primera persona con el sandbox. El resultado final es un título tremendamente extenso en contenido y variedad, donde además de misiones clásicas de asaltos, acabar con enemigos, sabotear algunos elementos, se han añadido mecánicas extras tipo Assassin’s Creed que amplían nuestras posibilidades de exploración, cazando enemigos, acabando con bases rivales, explorando secretos por mar y por montaña, recogiendo hierbas, mejorando nuestras habilidades… un título muy completo al que se añade un modo cooperativo con misiones atractivas y un sistema multijugador que no aporta grandes novedades pero amplía la experiencia.
El retorno de un personaje tan mítico como Agente 47 no ha estado ausente de polémica, pero Hitman Absolution es un juego que nos cautivó desde su primer momento por apostar por el sigilo desde un punto de vista más cinematográfico que libre como anteriores entregas, pero igualmente convincente. Más lineal en ciertos tramos, pero con una gran variedad de posibilidades de afrontar cada reto que tenemos delante. Técnicamente impecable, con un argumento que se escapa de los contratos de un asesino a sueldo sin más y con algunos añadidos que lo hacen todo un desafío: el modo purista y la falta de ayudas nos hacen sentir en un juego de sigilo brillante y en la piel de un auténtico agente como este elegante protagonista.
Halo Wars fue el primer intento de Microsoft de ampliar los horizontes de su saga estrella, y lo consiguieron con éxito gracias a un título de estrategia en tiempo real que nos permite disfrutar en consola de este género con controles adaptados a la perfección. Un juego que además sabe trasladar perfectamente el universo de Halo tanto en lo visual, con recreaciones perfectas de la UNSC y el Covenant frente a frente, como también en la esencia con las batallas y variedad de misiones que se nos presentan. Además, la posibilidad de cooperativo le da otra vida al título en cuestión, que se convirtió en una más que notable apuesta muy recomendada tanto para fans de la saga como fans de los RTS.
Uno de los grandes exclusivos de Xbox 360, para muchos el mejor juego que tiene la consola. Estamos ante la explosión definitiva de lo que Bungie siempre tenía en mente con la franquicia Halo. La instauración definitiva del Live en todo el mundo ayudó a crear un juego que a día de hoy sigue siendo jugado como el primer día que salió, en 2007. Aventura épica que cerraba la trilogía del Jefe Maestro con batallas abiertas inigualables (esos Scrabs), una IA enemiga que sigue siendo referente en el sector y el cooperativo a cuatro, simplemente la mejor decisión tomada para la campaña. Tiroteos, vehículos de todo tipo, enemigos duros. Lo tiene todo, como tiene también un multijugador brillante por diseño de niveles y la sencillez de la propuesta, su mayor adicción.
Reach se convirtió en un sucesor a la altura de Halo 3 gracias a mantener las señas de identidad que hicieron grande a la entrega anterior: IA enemiga de primer nivel, gran variedad de situaciones a base de batallas abiertas con vehículos y un arsenal amplísimo y el cooperativo a cuatro jugadores. Pero tenía más, ya que la campaña principal cuenta con menos altibajos que Halo 3, algunos enemigos muy duros como ciertos Élites y un final simplemente apoteósico. Además de querer dar un toque más intenso a las cinemáticas y a la trama principal. A esto se le añadió un multijugador donde Forge ganaba en posibilidades y la instauración del modo tiroteo, un tipo modo horda que los jugadores disfrutaban y mucho. Los desafíos periódicos, la personalización del personaje online y un apartado técnico renovado eran otras de sus credenciales.
Se fue Bungie con Reach, y llegó 343 Industries, una compañía creada para dar continuidad a la saga Halo. Halo 4 tenía como gran gancho recuperar el protagonismo del Jefe Maestro y de Cortana, y era todo un reto para Microsoft ya que la creadora de la saga ya no estaba. El resultado fue claro: la serie está en buenas manos. Aunque quede trabajo por realizar, como es lógico. El título se convirtió en el referente absoluto a nivel técnico, supo mantener el nivel en la banda sonora aunque no tuviera algunas melodías top como las anteriores y se añadieron nuevas armas, vehículos y enemigos como los Prometeos: IA y desafío de altura. Pero no todo ha sido mejoras, perdiendo escala en grandes batallas, dificultad con Elites más vulnerables y sin calaveras o el adiós del modo tiroteo por unas Spartan Ops que no ofrecen el reto esperado, aunque en contenido es un extra que va sobrado. Una buena base para ir a más en el futuro, y un juego divertido e intenso que si pierde comparaciones, solo es contra su propio pasado.
Otro de esos títulos considerado Sleeper para muchos y que sin hacer demasiado ruido se convirtió en imprescindible. The Darkness es un producto tremendamente competitivo por el alto nivel de todos sus apartados. Un guión y diálogos sublimes, el humor negro de los Oscuros, el buen trabajo en el doblaje o la ambientación son su carta de presentación para un shooter en primera persona capaz de enganchar al jugador gracias a la extrema sencillez, pero perfecta ejecución, de su mecánica. Intenso como pocos, y con añadidos interesantes propiios como son los poderes de la oscuridad que podemos dominar, The Darkness debía estar entre los cien mejores títulos de Xbox 360.
Un título que en apenas semanas estaremos revisitando con su relanzamiento y la versión en HD de su secuela portátil, la trágica odisea de Gabriel Belmont, miembro de la Hermandad de la Luz que parte a combatir el Mal que asola la Tierra tras la brutal muerte de su esposa, guía a una de las producciones patrias más espectaculares hechas en España. Situado en 1047, Lords of Shadow es un constante Tour de Force de enorme escala visual y sonora lleno de sorpresas y revelaciones que culminan en un final que dividió a la comunidad de seguidores. Producto con sello Konami/Kojima y firmado por los españoles MercurySteam sin que les tiemble el pulso en ningún momento (estamos hablando de rehacer una de las franquicias por excelencia de la historia de los videojuegos), LoS es una reformulación de la saga a sus más puros cimientos, un gran juego cuya mayor crítica fue el excesivo parecido con otras sagas Hack 'n Slash y de aventura del momento como la citada God of War, amén de un estilo jugable menos profundo con respecto a la habitual mezcla de plataformas y exploración con elementos RPG propia de los últimos capítulos. Una aventura tan épica como triste es la odisea de un protagonista marcado por el destino. Y con una de las mejores bandas sonoras que se ha escuchado en un videojuego.
Braid, traducido como Trenza o Trenzar, o sea, una sucesión de patrones entrelazados o el acto de unir elementos para dar lugar a algo. Desde el propio título del juego, Jonathan Blow ya nos quería dar la primera de muchas pistas de su Opus Magno indie. Un juego que hacía suyas las mecánicas y fondos de la era 16 Bit Mega Drive y Super Nintendo, fue el toque de modernidad pudiendo hacer avanzar y retroceder el tiempo lo que lo convirtió en una sucesión de plataformas-puzles nivel tras nivel. Convertido en una piedra filosofal que ha marcado para siempre un antes y después en los juegos independientes, Blow dotó a su criatura con una historia críptica, fascinante y sujeta a infinidad de interpretaciones, sobre todo por su portentoso nivel final y la impresión que nos dejaba a los jugadores. Tan sencillo como preciosista a nivel visual, hermoso hasta decir basta a nivel musical, ¿Qué se puede decir más de Braid que no se haya dicho nada? Simplemente, y reduciéndolo a su esencia, que es uno de los mejores y desafiantes plataformas 2D de la generación cuya complejidad aumenta salto tras salto.
Cuando un videojuego es capaz en sus primeros diez minutos no ya de captar nuestra atención, sino de que aquello que nos muestra se cincele a fuego en nuestro recuerdo, nos invade la sensación de que estamos ante un título de esos que no va a tener una fama efímera. Desde su prólogo, Ken Levine y su cohorte de artistas rapturianos nos llevan en uno de los viajes más inmersivos no ya de la generación, sino de la historia del sector a través de un escenario que ya forma parte del imaginario colectivo: La ciudad única de Rapture. Desde su descubrimiento asomando tras la ventana del batiscafo, hasta sus aterradores primeros pasos, Bioshock es un juego de esos que hay que jugar sí o sí, una de las experiencias que tenemos que vivir por nosotros mismos, ya seamos fans de los FPSs o no. Cuidado hasta el mínimo detalle en cuanto a personajes –la doctora Brigid Tenembaum- y elementos, con un reparto único como Andrew Ryan, la demencia ‘extravagante’ de Sander Cohen, la delicadeza que une a los Big Daddies y las Little Sisters, o la propia Rapture, Xbox 360 fue la primera consola en disfrutar en exclusiva de uno de los hitos jugables que ninguna de sus entregas posteriores ha podido superar. Una obra maestra que no ha envejecido, ni lo hará, gracias al ADAM que Irrational suplo implementar en su código base.
“¿Cuál es la mejor forma de superar algo que parece insuperable?” Esta pregunta es la que sin duda se hizo un millón de veces Ken Levine cuando acometía Bioshock Infinite, una entrega que seguía bebiendo de la fórmula FPS de armas + poderes de la IP, pero con un tratamiento visual radicalmente distinto. De fondo del mar y de una ciudad antaño grande pero ahora muerta, a los cielos de la América colonialista despejados e iluminados por el sol en un entorno urbano vivo, brillante y en su mayor apogeo de esplendor. Sin duda, lo mejor a la hora de afrontar Infinite es intentar dejar de lado el establecer fútiles comparaciones con Bioshock, y dejarnos llevar desde ese prólogo mesiánico que nos asciende literalmente a los cielos por su historia, sus personajes, y todo lo que Columbia tiene que ofrecernos, como la maravillosa Elizabeth y su inocencia, en otra obra de arte visual y sonora de escenarios y enemigos. Uno de los candidatos sin duda del año, y con un final de esos genial por lo que provoca: Largos debates con los amigos cada uno dando su opinión ante los hechos –como nos pasó a nosotros durante su análisis-, Bioshock Infinite hay que reconocer que no llegará a alcanzar el estatus del original Bioshock –una sombra demasiado alargada y reverenciada-, pero ello no es óbice para considerarlo lo que es: uno de los imprescindibles de la generación que al menos hay que probar una vez, ni que sea por recorrer un prólogo en el que no sabemos dónde mirar de la cantidad de detalles made in Irrational que hay por las calles aún pacíficas de Columbia.
Desde el Spider-Man 2 de la pasada generación, que abrió nuevas vías con el concepto sandbox estilo GTA, el sub-género de superhéroes no había vivido otro adelanto hasta que los novatos Rocksteady nos regalaron el mejor juego basado en comics de la historia. Usando la desquiciante novela gráfica Arkham Asylum de fondo, el estudio pergeñó una especie de Jungla de Cristal en viñetas, encerrando al icono Batman en un manicomio de locura y pesadilla. Mezclando sabiamente varios géneros, el primer Batman Arkham fue la más agradable de las sorpresas para los fans del personaje y de los buenos juegos, pues aunque desconocieras a Batman, podías sumergirte sin problemas en la experiencia. Cuidado hasta el más mínimo detalle, con un sistema de combate de combos y contraataques que ya ha sido adoptado por otras producciones, y un uso ejemplar del exprimido Unreal Engine 3, Arkham Asylum es un viaje que no solo se atreve a adentrarse en la oscuridad de un personaje único, sino que lo trata con el respeto y la seriedad que el personaje merecía. Una experiencia que aunque su secuela superó, muchos nos seguimos quedando con ella por el aura malsana y macabra que algunas instalaciones y pasajes –el Espantapájaros- exhibían. Y además conteniendo uno de los mayores huevos de pascua que hemos visto en esta generación, la famosa habitación secreta que fue descubierta ante la sorpresa del estudio.
Demostrando un tesón al estilo Naughty Dog, Rocksteady quiso retarse a sí misma y probar que lo suyo no había sido flor de un día. Con Arkham City lograron revalidar el título de “Mejor juego de superhéroes” que Asylum ostentaba, ofreciendo una aventura que ya abraza el sandbox por completo. Incluyendo a enemigos más habituales y conocidos por el gran público –Dos Caras, Catwoman, Mister Frío, el regreso de un Joker más desatado que nunca-, el segundo Batman: Arkham expande todo lo visto en el original y nos sumerge de nuevo en la capa del murciélago a través de una historia que culmina en uno de los finales más atrevidos en la temática de superhéroes al estilo Frank Miller. Enorme, abierto, profundo, espectacular y lleno de más secretos que el manicomio, Arkham City se convierte en otro regalo para los fans y los jugadores que busquen una experiencia de calidad, además de demostrar por segunda vez el potencial de tratar a un superhéroe con el respeto que se ha ganado en sus comics.
Con los primeros títulos de una consola siempre se intenta dejar constancia de lo que es capaz de hacer un nuevo sistema. Pero Kameo, uno de los juegos de lanzamiento para el debut de Xbox 360, fue algo más. Programado por Rare, propiedad de Microsoft después de su compra en 2002, Kameo era en origen un proyecto para Game Cube que terminó en la rampa de salida para el nuevo sistema de Microsoft. Aventura de acción en tercera persona en la que controlamos a un hada capaz de conjurar/convertirse en criaturas que modifican el gameplay, como una planta luchadora o una bestia acorazada que se transforma en bola al más puro estilo Samus Aran, Kameo es indiscutiblemente junto con Perfect Dark Zero y el inclasificable Viva Piñata la muestra final del talento de un estudio tan único como Rare, que subsiguientemente cambió de tercio con Kinect y dejó de lanzar esas joyas que conforman un catálogo histórico a recordar –Donkey Kong Country, Perfect Dark, GoldenEye. Aún a día de hoy todo un espectáculo visual –una paleta de colores amplísima y escenarios llenos de detalles- y sonoro –Steve Burke logró una de las mejores BSOs que se ha escuchado en Xbox 360-, Kameo sigue siendo más que recomendable para los que quieran una aventura con pinceladas de estrategia en cuanto al uso de varias criaturas para el avance y el combate. Aún uno de los juegos visualmente más atractivos de la máquina, a pesar de ser de primera hornada.
Ahora que el futuro de Atlus –Dragon’s Crown- está asegurado gracias a SEGA, recordamos uno de sus títulos más únicos que por un tiempo pensábamos que no disfrutaríamos en Occidente: Catherine. En esencia una mezcla entre plataformas, puzles y aventura, nos encontramos con un gameplay dividido en dos partes. La primera es en un entorno de bar en el que conversar, beber, jugar a recreativas y decidir si contestar o no los mensajes de nuestra novia, pues encarnamos a uno de esos treintañeros que sigue quedando con los amigos de la infancia pero se da cuenta de que tiene que plantearse un futuro más seguro y adulto, algo que la llegada de la explosiva y sensual rubia Catherine del título trastoca por completo. La segunda, durante los sueños/pesadillas de Vincent, es una especie de puzle en el que avanzamos con mecánicas de plataformas por una serie de escaleras formadas por cubos llenos de trampas y en las que encima nos persiguen criaturas como un bizarro bebé llorón. Único, verdaderamente único en su especie, Catherine es el típico juego que como otros estilo Killer7 no se puede definir exactamente, ni tampoco comparar puesto que no tiene precedentes similares, conformando una experiencia sin igual, y una de esas curiosidades de catálogo que a muchos nos encanta por el hecho de apartarse radicalmente de lo usual. Original hasta en su edición de coleccionista, en forma de caja de pizza, Catherine merece la pena por lo distinto que es en su conjunto. Una obra de culto sin duda.
Reboot es una de las palabras más de moda en esta generación que termina. Coger sagas clásicas y replantearlas, actualizarlas como Castlevania Lords of Shadows, o DmC, porque hay que moverse con el tren de los tiempos actuales. Tras Tomb Raider Underworld, Square Enix, Eidos y Crystal Dynamics decidieron coger a Lara Croft y sumergirla en un juego más como se lleva ahora, o sea, más al estilo Uncharted. La nueva Lara es una novata recién salida de la Universidad que no es ni por asomo todavía la aventurera que llevamos conociendo desde 1996. Es joven, ingenua y frágil. Y su odisea en una isla tras naufragar será una experiencia que marcará su carácter a sangre y fuego. La brutalidad del juego, con un personaje magullado, sangrando y maltratado en algunas cinemáticas, se lleva a cabo con la idea de cimentar una de las personalidades más fuertes de los videojuegos como es la de lady Croft. Con cambios considerables que a los más puristas no ha gustado –es la primera vez en 3 generaciones que Lara no puede nadar ni bucear, y también tenemos el ya imprescindible multijugador-, el Tomb Raider para la generación de jugadores de ahora es una aventura con mucha acción, eventos scriptados y violentos tiroteos, pero también de buenos momentos plataformeros como no podía faltar y, para el que desee perderse un poco por los escenarios y evitar la linealidad, de exploración a la antigua usanza en el que encontrar tumbas perdidas, tesoros, y resolver puzles. Con una secuela en marcha y la comunidad de fans y/o usuarios con el corazón dividido, en esencia la nueva Lara es un juego intenso, visceral y que logra colarse entre los mejores de su género, que ha sabido aprovechar los elementos más demandados y devolver al primer plano a uno de los iconos por excelencia y pionera de las aventuras de exploración y saltos en 3D.
El auge del juego indie esta generación trajo consigo un revival sin precedentes de las mecánicas clásicas 2D que muchos veíamos ya perdidas o condenadas a recopilatorios sin alma. Trine, uno de esos títulos pequeñito en presupuesto pero ambicioso en intenciones, nos regaló una joya visual que mezclaba las plataformas y el combate con puzles y pruebas al estilo de incunables como The Lost Vikings. Y todo ello envuelto en un halo artístico y visual de magia, espada y brujería que mezclaba estilos como Dragones y Mazmorras, Willow, Legend y tantos ejemplos más. No se lo puso fácil a su secuela, pero Trine 2 logró entregarnos una experiencia de mezcla de habilidades –mover cajas con los hechizos del mago por ejemplo- aún más redonda con un multijugador que alargaba la breve vida del juego. Y a nivel visual conformó algunos de los escenarios y fondos más bellos vistos en un juego 2D esta generación, con su ambientación de fantasía insuperable. Como reseñábamos en el análisis, Trine 2 es una opción perfecta para recuperar la magia de los plataformas, con una ambientación inmersiva, colorista y lograda que nos invita a soñar en los mundos de las historias infantiles. Un juego entretenido, que pondrá a prueba nuestra habilidad e ingenio, pero nunca lo suficiente como para obligarnos a rendirnos.
Darksiders se convirtió en uno de los grandes sleepers de la generación de videojuegos al ofrecer un tipo de juego que no se estaba estilando demasiado: el de la aventura de corte clásico. Estamos ante un título que no inventaba la rueda y que adoptaba muchas fórmulas ya vistas, pero el puzle encajaba perfectamente en esta mezcla de Zelda, God of War y otros. Guerra es el protagonista de un título donde la acción está muy presente, los puzles son una constante y la mecánica de mazmorras y objetos tipo Zelda también funciona bien. Un juego divertido, variado y con suficientes secretos para entretener además de la campaña principal, sus giros y sus jefes finales. Se agradeció que algo así todavía tuviera cabida en una generación llena de disparos (que también los hay en Darksiders).
Deus EX es un juego de culto para muchos. Y cuando se habló de recuperar la franquicia no fueron pocos los que miraron con cierto miedo a lo que se podía hacer al respecto. Pero Human Revolution se ha convertido en uno de los mejores juegos de la actualidad gracias a que ha sabido mantener al esencia de la saga y apostar por mecánicas totalmente nuevas. Estamos ante un título que nos permite jugar a disparo limpio, pero que se disfruta realmente haciendo sigilo, buscando no despertar la alarma de nadie y si se puede no matar tampoco. Enorme en posibilidades para solucionar situaciones, técnicamente potente y con un argumento que gusta de principio a fin, Deus EX: Human Revolution es un título imprescindible para los amantes del sigilo. A pesar de que algunas mecánicas son algo abusivas y que los jefes finales sobran completamente.
No hace demasiado llegó a Xbox Live Arcade un videojuego con contenido para dar y aburrir como es Dust: An Elysian Tale. Se trataba de una propuesta que intentaba recuperar la esencia de los juegos de acción y rol en un plano bidimensional. Con toques, como no puede ser de otra manera, tipo Metroid. El resultado final es un ARPG de lo más interesante porque es largo, difícil de superar, tiene muchos secretos que buscar, zonas que explorar y un apartado audiovisual espectacular. El estilo de dibujos animados le queda a las mil maravillas. La gran cantidad de misiones secundarias le da una vida enorme a un juego descargable que ofrece más contenido que muchos físicos a día de hoy. Y contenido de calidad.
Una de las sagas más importantes de Xbox es Fable, creado por Peter Molyneux. Un tipo de juego de aventura que quería dotar al jugador del poder de poder decidir el transcurso de la historia y el desarrollo de su personaje según sus actos. Fable 2 llevaba un paso más allá todo esto respecto a la entrega original, con un título divertido y variado lleno de cosas por hacer. Más que terminar la aventura principal, lo bonito en Fable era construirnos una reputación y poder crecer como personaje tanto a nivel individual como colectivo, en relación a otros NPC, comprando viviendas, etc. Un juego con un encanto especial, hecho con todo lujo de detalles. Aunque su escasa dificultad y que algunas mecánicas no pasaran de anécdotas jugaran en su contra.
Bad Company 2 es una vuelta de tuerca a la mecánica clásica de la saga. En este caso se estrenó un modo para un jugador muy intenso, sin la libertad del primer Bad Company para aumenta rla tensión y emociones de cada misión. Aunque sea de duración limitada y el tono no tenga la épica de la entrega original, lo cierto es que el nivel general era alto. Además el título contaba como no podía ser de otra manera con un modo multijugador que mantiene la esencia de esta subsaga, con el añadido de modos de juego nuevos para equipos más pequeños. Simplemente excelente en un entorno destruible más que interesante, un apartado técnico a la altura de las circunstancias y una gran variedad de situaciones de diversa índole.
Forza 2 se convirtió en el mejor juego de simulación de conducción hasta la fecha cuando salió. Y no era para menos, ya que estábamos ante una propuesta Next Gen muy poderosa en la que los usuarios podían disfrutar de la pasión por competir. Una IA de CPU agresiva en las carreras, el peso de los daños de vehículos y lo que podía suponer, la variedad de pruebas disponibles y la personalización de nuestro coche tocando la telemetría hasta puntos insospechados, ideal para expertos, hacían de Forza 2 la experiencia definitiva. Además, con una gran cantidad de vehículos para disfrutar. Si le añadimos el modo online y la personalización para tunear coches que nos permitía hacer auténticas barbaridades y obras de arte, el resultado fue un bombazo exclusivo de primer nivel.
La evolución en la simulación de la saga llegó con Forza 4, un juego que mejoraba ampliamente lo visto en Forza 3 sin evolucionar ni ampliar sus miras. Estamos ante un título tremendamente completo por un motor físico que ha mejorado tanto en adherencia de los neumáticos como en desgaste de los mismos y suspensión más realista. Un juego en el que de nuevo lo importante es competir con mejoras visuales que se ven desde un primer momento. Mejoras en circuitos tanto en detalle como iluminación hacen de Forza 4 un juego nuevo con el atractivo de la franquicia. La edición de vehículos mejorada, nueva línea de desarrollo de vehículos y pilotos, el mercado de usuarios, el modo club o la comunidad le dieron una vida casi absoluta a esta entrega.
Spin-off de la saga exclusiva de conducción que ha servido a muchos usuarios para poder disfrutar de carreras algo más arcade y ocupar el espacio que ha dejado vacío la no presencia de Project Gotham Racing en la consola desde hace años. Con Horizon la idea fue apostar por algo muy variado, divertido e intenso que mezclara simulación y Arcade. Y el resultado final es un juego de carreras muy divertido en el que realmente se marcan diferencias con la saga principal. No está reñido con Forza 4 ni es un juego que lo pueda suplir, en todo caso algo complementario que funciona perfectamente y que es un buen camino a explorar para futuras entregas.
Volvemos a visitar los indies con The Dishwasher, un título descargable impresionante que se ha convertido en uno de los mejores juegos del Arcade de la mano de Ska Games. Un título frenético y desenfadado que no tiene la profundidad de Castle Crashers pero que cuenta con grandes virtudes como el desarrollo y personalización de personaje, el modo historia con un gran sentido de la narración por encima de la media, un sistema de combate accesible y profundo y un apartado técnico que es puro espectáculo con escenarios diseñados de manera brillante. Un juego de acción, en definitiva, que tiene alguna sombra de machacabotones y no explota al máximo el multijugador, pero que ofrece diversión para rato. Tanto esta como la otra entrega Dishwasher son altamente interesantes.
Rockstar se atrevió con probar cosas nuevas con LA Noire, un juego que intentaba acercarnos al mundo noir de mediados del siglo pasado descubriendo casos de diversas maneras. A pesar de la controversia y de que muchos jugadores no casaron con la propuesta, el juego es algo muy potente como aventura de corte distinto a lo habitual. Estudiar la zona del crimen, interrogar a los posibles sospechosos con nuestras técnicas y sobre todo hacer un gran uso de la nueva técnica de reconocimiento facial, que permitiría a través de los gestos de los personajes descubrir si están o no mintiendo. La recreación de Los Ángeles también es digna de mención para un título que sabía intercalar bien los momentos de acción, aunque con gunplay mejorable.
Rockstar North tenía el reto y la obligación de llevar aún más lejos el género del que son especialistas, el sandbox, a finales de generación y con las nuevas consolas asomando la cabeza. GTA V no sólo ha sido una superporducción a la altura sino que ha superado todas las expectativas y ha conseguido ser uno de los más destacados de todos los tiempos en las fórmulas que conjuga, con un nuevo formato de triángulo de protagonistas que ha sentado verdaderamente bien a la marca, ya con algunos síntomas de agotamiento tras la aventura de Niko Bellic que abría la generación. Este imprescindible es enorme, variado e intenso en todo lo que propone, enfatizado en los golpes que actúan como eje central de una trama que se va presentando al jugador al mismo tiempo que se le ofrece desde el primer momento un enorme mapeado repleto de entorno urbano con Los Santos como centro pero también una vasta San Andreas rural con lagos, desiertos, el gran monte Chilliad o kilómetros y kilómetros de carreteras secundarias, playas y hasta las profundidades marinas, novedad en la saga gracias a la aparición de los submarinos. Cientos de misiones secundarias y coleccionables engloban un singleplayer donde el hilo principal está muy bien atado a mecánicas y detalles de todo tipo, en una ambientación única atractiva desde que se conduce por sus calles o se sintonizan las primeras emisoras y sus temazos. Y a todo esto se suma GTA Online, ya prácticamente operativo y que abre todavía más las opciones de libertad esta vez en un escenario compartido con otros 15 jugadores. Una obra maestra que no puede faltar en ninguna colección, te guste o no el género. Uno de los títulos que se quedarán como iconos de esta generación y de Xbox 360.
Darksiders II
THQ desapareció la pasada primavera pero uno de sus últimos pelotazos fue Darksiders II, una propuesta que mejora en todo al ya potente Darksiders original y que pone al jugador en la piel de Muerte, el segundo Jinete del Apocalipsis que se ve envuelto en un precioso mundo de magia, templos y demonios con estructura de juego al estilo Zelda. Vigil Games dio forma con este imprescindible para los amantes de las aventuras a un conjunto de mecánicas, mezcla de géneros más volcado con el plataformeo, la acción y los puzzles pero con un tono épico inusitado en estos años y que forma parte ya de muchas colecciones de Xbox 360 como obra de culto. El combate ganaba dificultad y profundidad al mismo tiempo que la agilidad de Muerte para moverse con total soltura recordaba a los Prince of Persia de 128 bits o a Assassin's Creed. Puzzles completamente ingeniosos y un mundo de caos y belleza que no se ha vuelto a visitar en otros de su estilo y que mira de tú a tú a la saga de referencia en esto de las mazmorras, The Legend of Zelda. Crucial.
Portal 2
Nadie creía que Valve iba a ser capaz de mejorar un desarrollo donde la lógica se unía. A los reflejos y la astucia en total armonía como lograron los creadores de aquel experimento que fue Portal. La pistola de Portales de Half Life 2 cobraba total protagonismo en un nuevo paseo por los laboratorios dominados por GlaDos y ahora en fase de descomposición, tomados por la naturaleza y espacios más irregulares u orgánicos que daban forma a nuevos rompecabezas y situaciones de las más interesantes que se puedan vivir en un first person shooter. Plataformeo, disparos precisos y llamada a la inteligencia del jugador, en un viaje por escapar del experimento mucho más largó y dificultoso de lo que cabría esperar, también con un elenco de personajes tan memorable como carismático. EA prestó el dinero necesario a su desarrolladora para que diera forma a esta superproducción, muy sólida gráficamente en Xbox 360 y que es otro de sus imprescindibles, sobre todo al precio que está hoy. No dejes de asomarte a su portal, absorbe como muy pocos han conseguido.
XCOM Enemy Unknown
Firaxis retomaba la aclamada serie XCOM en un nuevo enforque de estrategia por turnos donde humanos y alienígenas se verían las caras en diversos entornos de la Norteamérica de los 50. Con buen acabado técnico de Unreal Engine 3, este título de estrategia por turnos conseguía un dinamismo y fluidez poco habituales en el género, también con una interesante mirada al jugador experto dándole la opción de hacer que cualquier bajá de su ejército tuviera automáticas consecuencias y nunca se recuperará esa unidad. El magnífico diseño de niveles, la IA potente de los agresivos extraterrestres, las opciones de configuración previas a la batalla desde el subterráneo cuartel militar y todo el arsenal terrestre y alienígena disponible hacen a cada enfrentamiento único y poderoso. Además, es un juego comodísimo desde un pad de Xbox 360, a pesar del género del que se trata. Y una perfecta puerta de entrada a éste para quienes no conozcan la serie o algunos de los combates por turnos más satisfactorios y astutos que tiene la consola.
Call of Duty: Modern Warfare
Han sido muchos los CoD esta generación, pero quedarse con el que supuso el salto definitivo para la marca era una obligación. Infinity Ward cambiaba de tercio por completo con Modern Warfare, uno de los títulos que casi sin pretenderlo más a marcado el formato shooter hoy y la manera en que se plantean los modos multijugador en los enfrentamientos de disparos. La Segunda Guerra Mundial quedaba atrás en 2007 y ahora el escenario de Call of Duty pasaba a ser el conflicto de Afganistán, contemporáneo y con una célula terrorista islámica como principal objetivo del escuadrón estadounidense al que encarnábamos. El gusto por la espectacularidad y el script siempre habían sido selló de la serie, pero en esta entrega pionera se llevó aún un poco más lejos hasta el punto de caracterizar toda la campaña singleplayer y la de los juegos que le sucederían. El online fortalecía el ya implantado sistema de progresión por subida de niveles y mejoras para armas y ayudas de jugador, en unos mapas muy cerrados centrados en el disparo directo y la experiencia de juego con diversión sin cortapisas ni demasiado realismo, pleno Deathmatch por equipos, el modo que rápidamente más seguidores acumuló como es habitual en los FPS. Gráficamente tambiën fue un paso adelante tal que hasta el año pasado su motor ha sido mantenido. El iniciador de lo que conocemos hoy por CoD.
Call of Duty: Black Ops II
Treyarch empezó a despuntar y a demostrar que no tenían nada que envidiar a Infinity Ward en el primer Black Ops, pero fue con el segundo juego, uno de los más caros de la historia de Activision, cuando está desarrolladora sentó la cabeza como estudio élite. La trama del singleplayer se llevaba más allá y se introdujeron por fin mecánicas nuevas en la serie, muy demandadas ya hasta por la comunidad fan. Así nacieron las Misiones Fuerza de Asalto o el muy ampliado modo Zombis, la parte preferida de muchos jugadores de Black Ops. El multijugador se llevaba a un nuevo terreno también gracias a su ambientación entre los 80 y un hipotético futuro próximo con el mundo en guerra, desplegando así un montón de gadgets, armas, mirillas y explosivos de última tecnología y dando forma a un nuevo sistema de equipo basado en 10 casillas libres que llenar, algo que en seguida encantó a millones de fans y supuso un mejor equilibrio para que todas las clases fueran algo más competentes. Black Ops II es continuos ta y no excesivamente vistoso debido al reciclaje otra vez del IW Engine, pero quizá es el Call of Duty más esmerado de todos en la inservión de un argumento interesante e intenso, la búsqueda de nuevos estilos de juego como el RTS o la expansión del aclamado Zombis.
Borderlands 2
2K y Gearbox parieron el año pasado uno de los mejores FPS-RPG que se recuerden, una experiencia amplia y adictiva como pocas que llevaba al jugador, en solitario o acompañado de otros tres, hasta las tierras más hostiles de Pandora, en una aventura de disparos larguísima y única que no ha parado de expandirse y que todavía hoy está siempre abarrotada de jugadores. Con estética de marcado cel-shading y una enormidad de entornos impresionante, en Borderlands 2 la progresión lo es todo así como las decisiones que hagamos al mejorar a nuestro personaje con unas habilidades u otras y destreza con determinado tipo de armas y poderes mágicos. Sentido del humor muy ácido e inteligente, buen acabado técnico, una experiencia cooperativa sin fisuras y muchísima exploración y diversión sin límites son férreas cartas de presentación para una recomendable obra que ya es favorita en muchas consolas, muy potente en Xbox 360 y respaldada de bastantes DLCs que alargan la duración hasta las cientos de horas.
Dead Space
Electrónic Arts tuvo un 2008 recordado por sus apuestas arriesgadas y nacimiento de nuevas marcas fuertes. Junto a Mirror's Edge de EA DICE, Visceral Games se arriesgó a regresar en cierto modo al survival horror como shooter en tercera persona con Dead Space, un peliagudo viaje espacial muy terrorífico y contra los xenomorfos, criaturas alienígenas desmembrables con un aspecto francamente acongojante. Violencia, oscuridad, silencio con ruidos de sobresalto y pocas balas. Isaac Clarke se enfrentabaa su peor pesadilla en el espacio exterior teniendo que recorrer decenas de pasillos y angustiosas salas cerradas. La Cortadora de Plasma y otras armas muy recordadas por todo el que vicó aquella horripilante aventura de disparos y carreras son hoy parte de los iconos de Xbox 360 y sus TPS más allá de Gears of War. A priori no tuvo unas ventas destacables pero con el tiempo ha sido puesto en su sitio de prestigio y es un perfecto recomendado del catálogo de la máquina de Microsoft.
Dishonored
Bebiendo de Thief, Bioshock y otras obras ambientadas en universos steampunk, Bethesda concedía el desarrollo de una interesante idea a unos todavía no demasiado conocidos Arkane Studios. Sigilo y superpoderes del más allá se daban la mano en la odisea en primera persona de Corvo Attano, un traicionado protector de la emperatriz de este mundo de arquitectura neo victoriana y maquinaria espeluznante llamado Dunwall, inspirado en Venecia, Londres, Edimburgo y otras capitales de época pero gobernado por el miedo y la tiranía del Lord Regente y sus secuaces. Así el jugador tenía siempre la opción de enfrentarse a las situaciones como prefiriera, con total sigilo o abusando de sus poderes para acabar con todos los guardianes que se le pusieran por delante. Aquí se dio protagonismo a Guiño o Visión Teneborsa, dos ideas sencillamente geniales que ya se habían visto en otros juegos del género pero que en Dishonored iban aún más allá. Su estética inconfundible, el tono macabro de todo el viaje, la verticalidad de escenarios y variedad de situaciones o armas hacen de esta joya otro imprescindible de Xbox 360, título de culto instantáneo desde que se lanzó.
Max Payne 3
Uno de los personajes más queridos por los jugadores de PC regresaba bajo el sello de Rockstar a la melancolía y pesadumbre que lo suele atormentar, en un third person shooter muy ágil y perfeccionado que llevaba al jugador hasta las calles de Nueva York o la colorida a la vez que desigual Sao Paulo. Max Payne volvió con fuerza al género que él mismo casi había inventado, el disparo en tercera persona "con estilo". Así, las puestas a descubierto y saltos laterales a cámara lenta mientras se destrozaba a todos los enemigos a balazos acaparaban total protagonismo como a principios del 2000. Todo ello bajo una trama muy adulta y oscura que llevaba al personaje a su peor cara y momento. A todo esto se sumaba su nuevo modo multijugador, con el tiempo bala también presente en algunas de las habilidades a activar de nuestro personaje y marcando por completo el gameplay online. Es vistoso y férreo en todo lo que se propone, una experiencia muy directa, súper espectacular y que ha dejado huella como la más letal de las balas, centro del título en esta ocasión con hasta motor de físicas y trayectorias propio.
Cuando se anunció que Ninja Theory se encargaba de recuperar la saga Devil May Cry, hubo cierto escepticismo. Cuando se vieron las primeras imágenes y el reboot con el nuevo personaje y universo, estalló totalmente la polémica y las críticas no cesaron en ningún momento. Pero el tiempo da y quita razones, y a pesar de ser un juego que puede generar rechazo a nivel artístico debido al cambio sufrido, como hack and slash es tremendamente divertido y variado. No tendrá la profundidad de combos de otros juegos, pero es muy versátil gracias a las combinaciones de armas que tenemos disponibles. Si en Playstation 3 elegimos Devil May Cry 4 para recordar un juego que gustó a muchos, aquí hemos querido destacar DMC por su acabado final, superando las duras críticas del desarrollo.
El rey del fútbol virtual en esta generación de consolas ha sido FIFA, que se alzó con el trono allá por el 2009 o 2010. Nos quedamos entre todas las entregas con la del año pasado, que había conseguido implementar de manera ideal el motor de impactos que se estrenó en FIFA 12, ampliar la modalidad temporadas a casi todos los modos online del juego y tenía una cantidad de licencias, modalidades y contenido sin rival alguno. Además, también se había consolidado el sistema de defensa táctica y a nivel de animaciones y posibilidades el juego estaba en la cumbre. Una franquicia que ha ido creciendo con el tiempo y que ha sabido sumar sus potencialidades tipo licencias con una mecánica de juego que en esta generación de consolas es superior a la competenciaMuchas de estas cosas se han ampliado en FIFA 14, aunque en términos generales no es un título tan sólido como el anterior.
Bethesda decidió recuperar y actualizar la saga Fallout a los tiempos que corren actualmente, y el juego de rol en primera persona ambientado en un mundo post apocalíptico es una de las mejores experiencias que recordamos en años. Estamos ante una propuesta vasta en contenido y extensión, con un mundo enorme y lleno de peligros, secretos, misiones secundarias, extras. Jugar a Fallout 3 es como entrar en un enorme mundo paralelo en el que además tenemos un buen sistema de tiroteos. A quien no le guste se creó el sistema VATS que funciona como algo similar a los turnos y da mucha más estrategia a la aventura. La toma de decisiones constante, el desarrollo de la trama y sus consecuencias y el buen acabado a nivel de desarrollo y argumento hacen que Fallout 3 sea un referente en esto de los juegos de rol occidentales.
Grand Theft Auto IV y sus capítulos
Parece extraño recordar a GTA IV ahora que la quinta entrega está dando más que fuerte desde que saliera hace algunas semanas. Pero GTA IV fue un gran golpe de Rockstar en su momento, manteniendo un esquema similar al que se había visto en entregas anteriores pero cambiando el tono de la aventura: es un juego mucho más serio y maduro que los de antes, y aunque perdía algunas posibilidades vistas en San Andreas, ganaba en desarrollo. Algunos personajes míticos que van desde el protagonista Nico a su amigo Brucie, ciertas misiones para el recuerdo como el asalto al banco y la cantidad de contenido y cosas para hacer en Liberty City hicieron de este juego una obra maestra para muchos, entre los que nos incluimos aquí en Meristation.
Limbo es de esas experiencias tan maravillosas en formato indie que todo el mundo tiene que probar alguna vez en la vida. Es un juego que destaca en primer momento por el entorno en el que se mueve y como se presenta a nivel artístico: ese juego de negro con blanco es una joya que no puede pasar por alto para nadie. A nivel jugable, un videojuego de plataformas y puzle en el que el ensayo-error es básico para poder superar la aventura y conocer la tristeza de un argumento y un trasfondo que impacta en el jugador a medida que se va descubriendo. Un título simplemente imprescindible allá donde esté disponible, y en Xbox 360 está presente.
Left 4 Dead es la esencia de juego de acción en primera persona hecha de parte de Valve, que decidió lanzar esta nueva propiedad intelectual en Xbox 360. Estamos ante un videojuego que ofrece acción sin descanso ante oleadas de zombis que vienen a buscarnos a toda velocidad. Variados además en formas, ya que hay diversos enemigos que son duros de roer. Nuestra misión es intentar sobrevivir, si puede ser en compañía ya que este juego en cooperativo pasa de notable a ser excelente. La velocidad a la que sucede todo, la necesidad de buscar armas, de llegar a un refugio y de rejugarse una y otra vez es en esencia lo que ofrece Left 4 Dead, uno de los mejores títulos cooperativos que existen.
Además de todas las virtudes explicadas de Left 4 Dead, tanto jugables como la narrativa visual de detalles que nos explican qué pasó allí donde estamos, esta segunda parte se convirtió en una obra imprescindible por ofrecer un diseño de niveles más complejo y variado, manteniendo el frenetismo y la rejugabilidad intactas. Los nuevos enemigos y nuevas armas dotan al juego de más posibilidades, y hay novedades en modalidades como la Realista o Búsqueda que permite ampliar la experiencia más allá de las campañas principales. Pocos juegos tienen el concepto de cooperación tan explotado como es el caso de este título de Valve. Faltará ver si una tercera entrega es capaz de mantener el ritmo y la frescura de estas dos entregas ya publicadas.
La saga de básquet de 2K se ha convertido en el mejor ejemplo de como recrear un deporte. Y después de muchos años en la cumbre con entregas que se superaban a ellas mismas, incluso han acabado con la competencia en estos últimos tiempos en el sentido más literal, esta última entrega para la generación es otro golpe de autoridad encima de la mesa. Se han pulido los controles todavía más, seguimos con posibilidades extensas para hacer todo lo que se puede hacer en un partido de la NBA, y se han puesto algunos añadidos interesantes para el futuro como la presencia de 14 equipos de la Euroliga. Segundo año con comentarios en castellano, el protagonismo de LeBron James con un modo dedicado a él y mejoras físicas de los jugadores evidentes. El mejor básquet está entre nosotros.
Uno de los mejores juegos de lanzamiento de Xbox 360 que continuaba el legado de una franquicia de éxito en la primera Xbox. La mejor manera de conducir un Ferrari era esta tercera entrega, un juego que llegó con algo de prisas por las fechas de lanzamiento pero que justificaba por sí solo la compra de la nueva consola de Microsoft. Un trabajo interesante de Bizarre Creations que brillaba con luz propia por el hecho de mostrar Ferraris y Lamborginis a alta resolución. Escenarios vivos y profundos, llenos de detalles y carreras frenéticas y variadas de principio a fin. Era una evolución de lo visto hasta el momento, pero lucía de manera espectacular. Aunque no tanto como lo que vendría después.
La auténtica generación de consolas nueva para los juegos de conducción llegaría con esta cuarta entrega, que ya no estaba de transición como la tercera y mejoraba todos y cada uno de los apartados de la saga hasta la fecha. Jugabilidad reescrita por completo con una gran cantidad de vehículos, motos destacando entre ellos, diez ciudades recreadas con todo lujo de detalles, elementos climáticos espectaculares (correr de noche entre neones y diluviando sigue siendo una experiencia que pocos títulos nos ofrecen), variedad de circuitos, mucha y buena cantidad de modalidades de juegos. Un rey de la conducción que ha provocado que años después, la gente pregunte porque no ha llegado una quinta entrega de esta franquicia.
La gran obra de Bethesda de esta generación de consolas es Skyrim, un paso adelante enla fórmula que vimos en Oblivion. Un videojuego donde la épica forma parte constante de nuestros avances, tal y como pasa también con la libertad. Cantidad ingente de cosas por realizar en el mundo de Skyrim, la presencia de los dragones y toda la mística que hay a su alrededor, la trama principal con sus giros y sus grandes batallas y un apartado audiovisual de primer nivel, aunque un juego de este calibre queda claro que nunca puede estar exento de bugs que pueden aparecer en algunos momentos. Más allá de esto, es tan grande e impactante lo que ofrece Skyrim, que se le pueden perdonar los fallos en cuestión porque quiere abarcar mucho. Y lo hace con acierto en la mayoría de elementos, como el sistema de combate mejorado (que no perfecto). Una de las obras maestras de los últimos tiempos que se ha llevado un 10/10 en Meristation.
Arcade de conducción divertido, frenético y enorme. Las persecuciones policiales son uno de los grandes aciertos de este juego creado por Criterion con una franquicia que era competencia de sus Burnout tiempos atrás. Un juego donde la velocidad es constante y las decisiones a tomar, rápidas. El sistema de autolog para potenciar retos, desafíos entre jugadores, etc. Fue todo un acierto de EA en este arcade frenético donde hay pocas habilidades disponibles, pero son suficientes para disfrutar de la adrenalina que supone ser un depredador o una presa que intenta escapar. El enorme mapa y las variedades que ofrecen los circuitos hacen que haya juego para horas.
Atlus y Arc System Works unidos para crear un videojuego de lucha basado en un exitoso juego de rol japonés. Todos estos ítems bien mezclados dieron como resultado Persona 4 Arena, para nosotros uno de los mejores juegos de lucha que se han creado en esta generación de consola. Sistema de combate accesible, profundo y variado en mecánicas, tipo de juego marcadamente ofensivo y muy original: el uso de los Persona como parte de nuestros ataques va más allá de la clásica disposición de patadas y puñetazos. Además, cuenta con una recreación fiel del universo de Persona 4 tanto en lo visual como en temas tipo la banda sonora, los escenarios en los que competimos o el modo historia, más conversacional que de combate y que hará las delicias de los amantes del RPG de Atlus.
Rockstar aprovechó el tiempo posterior a GTA IV para probar fortuna con nuevas propuestas como es el caso de Red Dead Redemption, un sandbox que rompía con los esquemas de las grandes ciudades de GTA para ofrecernos una nueva experiencia en medio del lejano oeste. Un videojuego en el que se ampliaron las posibilidades del género con nuevos elementos como la caza y otras misiones secundarias y que contaba con momentos de gran calado, con misiones épicas típicas del Western o un final simplemente maravilloso. Y contundente. Aunque el título cuenta con algunas partes que parecen de demasiado relleno, lo cierto es que es para muchos de lo mejor de la generación por variedad, posibilidades y una ambientación memorable.
The Orange Box es la oportunidad de los jugadores de Xbox 360 de poder disfrutar de un pack de títulos imprescindibles para comprender la historia de los juegos de PC. Empezando por Half Life 2, que se mueve perfectamente y sin esos problemas que tenía en Xbox, pasando por los dos episodios que acompañan al título (Newell, queremos un tercero o directamente Half Life 3), el divertido Team Fortress o una propuesta distinta llamada Portal que se convirtió en una revolución en formato puzle en primera persona. Un pack imprescindible donde todo lo que ofrece roza la excelencia y que vale la pena jugar para ver cómo se pueden hacer juegos de acción en primera persona distintos. Y brillantes.
Los juegos musicales han tenido su parte de éxito importante en la presente generación de consolas. Y entre ellos hay uno que brilla con luz propia como es el caso de Rock Band 3, un título que da libertad al usuario para que elija cómo desea jugar y la mejor forma de hacerlo. Nueva interfaz que es clave para mejorar la experiencia del jugador, curva de aprendizaje medida al milímetro para tocar cualquier instrumento sea en plan arcade o sea en plan profesional. Las virtudes del modo carrera y su evolución, la presencia del teclado como novedad para formar un grupo de rock, los tres platos de la batería o la selección musical hacen que Rock Band 3 sea un imprescindible a poco que uno ame la música y le guste tocarla.
Capcom dio en el clavo recuperando la saga Street Fighter con una cuarta entrega que supuso el renacer del género. Desde ese momento han sido muchos los que han recuperado franquicias o han creado de nuevas basadas en combates 2D. Pero fue Super Street Fighter IV el que llegó a la cumbre con un sistema de combate más equilibrado y pulido, nuevos personajes y posibilidades. Si haces un juego con aroma a clásico de recreativas con las posibilidades actuales y un sistema online que funciona perfectamente, el éxito está asegurado. Se ha convertido en el referente competitivo del género y un triunfo que ningún otro juego de la competencia ha podido igualar. Más sencillo que Third Strike, pero también más accesible. Y ahí ha radicado parte de su éxito para un juego en el que se puede profundizar durante centenares de horas.
Los juegos indies han seguido proponiendo experiencias brillantes en Xbox 360 desde el primer día, y una de las mejores es Super Meat Boy, un plataformas simpático en lo visual pero tremendamente difícil y desafiante en lo jugable. Un juego que coge la esencia del género al que pertenece y le da una vuelta de tuerca para que el reto esté a la altura de los tiempos que corren actualmente. Si alguien quiere encontrarse con juegos difíciles que no sean el clásico paseo de lo que nos ha acostumbrado la presente generación de consolas, lo mejor es que pruebe una apuesta indie como esta, porque no va a quedar decepcionado.
Michel Ancel creó un título que sorprendió a propios y extraños. Rayman Origins era una nueva manera de afrontar los plataformas bidimensionales con una propuesta tremendamente divertida, diseñado de forma experta y muy impresionante a nivel audiovisual. Un juego tan entretenido como caótico en el cooperativo con un diseño de niveles interesante y una buena curva de dificultad. Generoso en contenido, el plataformas de Ubisoft se convirtió en un juego muy a tener en cuenta cuando salió. Y el éxito quedó reflejado cuando decidieron crear una segunda parte que superaría las expectativas que había a su alrededor. Origins, en todo caso, sigue siendo un título brillante muy a tener en cuenta aunque haya recibido una secuela superior.
Un paso al frente de Michel Ancel y su equipo con un plataformas 2D que es una simple obra maestra de su género. Videojuego de dibujos animados con un apartado audiovisual que deja sin palabras tanto por lo detallista de todo lo que vemos como por la variedad y contrastes de escenarios. La propuesta jugable es versátil, con recolecciones, misiones contrarreloj, jefes finales o fases musicales a lo que se añaden extras de todo tipo: más de la mitad de los niveles del Origins, desafíos diarios, secretos en las fases… pocos títulos están tan cuidados y son tan encantadores como Rayman Legends, un juego cautivador que pone a primera línea de actualidad las plataformas 2D. Y las eleva a un nuevo nivel de excelencia. Es la película Fantasía de Walt Disney hecha videojuego. Aunque la mecánica de Murfy sea menos interesante que la que ofrece enWii U, donde el juego se concebió inicialmente, lo cierto es que eljugador solitario encontrará retante el uso de un solo botón paraautomatizar esos movimientos, ya que eso obliga a duplicar los reflejosen ciertos momentos.
La comunidad de Meristation eligió hace algún tiempo a Mass Effect como la mejor franquicia de nueva creación de esta generación de consolas. Mass Effect fue uno de los grandes referentes de Xbox 360 y PC en el 2007, año en el que Bioware quiso dar un paso adelante y crear algo que se acercara al prototipo de juego “total”. La mezcla de un sistema de RPG occidental clásico, los tiroteos de moda de los juegos de acción en tercera persona y la gran cantidad, variedad y maduración de los diálogos y las consecuencias de nuestras decisiones convirtieron a este juego en un referente. El universo creado, la riqueza que había detrás de cada personaje, de cada raza, encumbraron el título protagonizado por Shepard, uno de los grandes héroes de la presente generación de consolas.
La secuela del exitoso proyecto de Bioware supo mantener las bases de la primera entrega, aunque se perdió un poco el factor de conocer el universo que nos rodeaba y que tan buenas sensaciones dejó la primera parte. Aquí, en cambio, se libraron algunas de las batallas más épicas de la generación y se conocieron novedades interesantes sobre la trama y algunos personajes. Además, el título destacaba para mejorar tanto en el apartado del gunplay, mucho más pulido que en anteriores entregas, como también en el apartado técnico en general, ambientación incluida. Un paso previo imprescindible antes de llegar a la culminación de la trilogía con la tercera y última entrega de Mass Effect.
El cierre de la trilogía más esperado. Mass Effect 3 tenía que acabar con la gran batalla final para salvar el universo de la mano de Shepard y su tripulación. Y el camino a buscar las alianzas para luchar contra el gran mal de los Segadores es la parte más importante de esta entrega, con ciertos momentos inolvidables tanto a nivel argumental como jugable, donde hay algunas batallas memorables. Un título que ofrece una intensidad y una épica de primer nivel, en el que el sistema de tiroteo está totalmente pulido y poco tiene que envidiar de juegos TPS basados solo en eso. Un cierre magnífico por el camino hacía el final, aunque es cierto que el epílogo no dejó satisfecho a la mayoría de gente (de ahí que viniera un final alternativo que intentaba ampliar las elecciones tomadas). Más allá de esto, se cerraba una trilogía imprescindible para esta generación de consolas.
Minecraft se ha convertido en un fenómeno de masas en PC, un tipo de juego que rompía con muchas reglas establecidas y que millones de jugadores juegan cada semana. Cuando se lanzó una versión descargable para Xbox 360 se dudaba de sí podía tener cabida un juego tan de compatibles –por controles, sobre todo- con una plataforma sobremesa. Y vaya si ha sido posible. Estamos ante un videojuego que ha sabido adaptarse al mando de la plataforma de Microsoft y mantener la esencia que lo ha hecho grande: construir desde la total libertad mundos y fortalezas para luego intentar sobrevivir. Es de los más jugados en Xbox Live desde que se creó, por lo que no cabe duda de la importancia de Minecraft en el catálogo de la consola.
Metro 2033 es un videojuego de Acción en primera persona que da un toque distinto a lo que hemos podido ver en el catálogo de Xbox 360 gracias a su mecánica de juego, en la que los tiroteos a mansalva no son precisamente el único camino para avanzar. Una propuesta que nos invita a buscar caminos alternativos, a usar el sigilo para no ser descubiertos y a contar cada una de las balas que gastamos, ya que estas sirven también como moneda para comprar cosas. Bajo estas premisas, Metro 2033 destaca por tener un apartado técnico imponente en lo que tratamiento de la luz se refiere. Los focos de iluminación, las sombras, etc. Son vitales para poder avanzar y son un acompañamiento jugable imprescindible para que la fórmula de este juego, basado en un best seller ruso de mismo título, funcione. Ambientación post apocalíptica en los túneles de Moscú, dicho sea de paso, muy lograda y fiel al libro.
Un año y medio después de su llegada a PC, Torchlight se estrenó en la consola de Microsoft combinando una gran jugabilidad con un notable apartado técnico. Los que estuvieran involucrados en el desarrollo de las primeras entregas de la saga Diablo fueron capaces de crear un videojuego del mismo corte muy divertido y adaptado perfectamente a los controles del mando, además de tener una traducción al castellano de textos que eso sí es algo precaria. La belleza de los personajes y escenarios y el sistema de juego tan directo que da una diversión inmediata son algunas de las virtudes de un título que puede parecer, eso sí, algo corto para lo que estamos acostumbrados en este género.
Tales of Vesperia es uno de los mejores videojuegos de rol japonés que hay en Xbox 360. Estamos ante una entrega que además se postula como de lo mejor que se ha hecho con la saga Tales of debido a su buen acabado técnico tanto en diseño como sonoro, un especáculo para la vista. No es un título demasiado innovador, ya que coge bases de las entregas anteriores y las potencia, pero tiene una buena historia y un divertido sistema de control que cumple con las expectativas de los fans. Largo e intenso y con personajes carismáticos, juego que los amantes de los JRPG no deben perderse.
Platinum Games se atrevió después de títulos como MadWorld o Bayonetta probar suerte en el mundo de los shooters, y la verdad es que ver un juego de disparos desde una perspectiva japonesa sirve para ampliar miras y, en este caso, disfrutar de un juego espectacular. De los más frenéticos que recordamos, ya que a mecánicas clásicas como esconderse en coberturas se le añaden movimientos constantes arriba y abajo del escenario a toda velocidad, muy de acción y muy japonés a la vez. Un título altamente rejugable, con misiones realmente desafiantes una vez terminamos la campaña principal y una variedad de situaciones digna de mención. No dispararemos dos veces de la misma manera, versátil e intenso como pocos títulos recordamos.
Virtua Fighter 5 Final Showdown
Ha habido grandes juegos de lucha en esta generación, también en el ámbito de los combates 3D. Si bien es cierto que en Playstation 3 destacamos con todo merecimiento Tekken Tag Tournament 2, un título tremendamente divertido y generoso en contenido, aquí hemos decidido darle espacio a Virtua Fighter 5 Final Showdown, uno de los juegos más técnicos y completos que existen en el género de la lucha en su versión definitiva, solamente descargable pero con grandes potencialidades, la primera de ellas mejorar un título que era soberbio. Una IA trabajada que es realmente desafiante para el jugador solitario, un online donde luchar contra los más duros del mundo y un precio competitivo para el tipo de juego que es.
Assassin’s Creed: La Hermandad
Assassin’s Creed es una de las sagas más exitosas de esta generación. Ubisoft apostó por una propuesta ambiciosa en 2007 con un juego que apuntaba muy alto a pesar de que tenía algunas limitaciones importantes. Cierto es que para muchos fue la secuela Assassin’s Creed 2 la que realmente dio el paso adelante en pulir y ampliar la experiencia original, pero nosotros consideramos a La Hermandad como la mejor entrega de todas. El título se alejaba del supuesto “2.5” que sería el juego, y más allá de continuar argumentalmente los acontecimientos de Ezio y compañía, era una obra tremendamente pulida, completa y con novedades interesantes que no lo convertían en una mera actualización poco convincente como puede ser Revelations. Aventura abierta llena de posibilidades, accesible y variada con una ambientación de primera.
Xbox 360 es la consola de los shooters. Hay muchísimos en la competencia, naturalmente, pero la apuesta por juegos de corte norteamericano en la consola se nota y por eso títulos como Bulletstorm son imprescindibles para entender el catálogo de la plataforma de Microsoft. Estamos ante un FPS muy original que intenta romper el esquema serio de los FPS actuales, elevando a la máxima potencia la esencia de juegos gamberros como Duke Nukem con un sistema de puntuación que nos invita a combatir de mil maneras distintas para a base de sadismo conseguir los mejores números posibles. Gran variedad de técnicas a usar, una historia, personajes y diálogos muy poco comunes y la sensación de estar ante una propuesta única capaz de dar una vuelta de tuerca a un género tan trillado como los juegos de acción en primera persona.
Bastion es otra de esas pequeñas maravillas que dan sentido a la creación de juegos indies, capaces de transmitir tanto o más que los grandes títulos de presupuestos enormes. Estamos ante una aventura que recuerda a los grandes RPG de finales de los 90, con su perspectiva isométrica, su apartado audiovisual encantador y una mecánica de juego sencilla pero capaz de evolucionar a medida que avanzamos. Bastion es un clásico diseñado en los tiempos actuales, con elementos simplemente encantadores como la presencia del narrador, que va explicando nuestros pasos, o ese mundo lleno de contraste y color que nos permite vivir una aventura única. Además de ser larga y tener algún que otro secreto escondido en su interior.
Microsoft quería abrir nuevos frentes con su consola, que no quedara tan encasillada como plataforma de juegos occidental, algo que había pasado con Xbox. Y para intentar penetrar en mercados como el japonés tenía que contar con títulos que llamaran la atención de ese sector. Aquí está Blue Dragon, uno de los primeros juegos de rol japonés de la generación que mmostraba mucho potencial de la mano de Mistwalker. Un título que a pesar de decaer en ciertos momentos, tiene un brillante tramo final y una fórmula clásica, con lo que esto supone para lo bueno y para lo malo. El apartado visual totalmente Toriyama, con diseños que son de los mejores que se le han visto, el trato con el que llegó totalmente doblado al español, la evolución del argumento o la cantidad de misiones secundarias y secretos hicieron, que a pesar de no ser perfecto, Blue Dragon mantenga a día de hoy un encanto especial.
EA apostó muy fuerte por su nuevo motor gráfico con Battlefield 3, una saga histórica de PC que también quería su parte del pastel en consolas (más allá de propuestas paralelas como Bad Company) y que quería luchar por el mercado que domina Call of Duty. Con esta intención llegó Battlefield 3, un videojuego que apostaba por la presencia de un modo campaña y misiones cooperativas, ambos intensos pero mejorables, y que seguía ofreciendo lo que mejor sabía hacer: un multijugador que intenta recrear lo que es la guerra como ningún juego. Las batallas del título de DICE y EA son espectaculares, con un gran número de jugadores en pantalla –menos que en PC- escenarios abiertos y grandes y la presencia de todo tipo de elementos bélicos: tanques, aviones, helicópteros, escuadrones de infantería… la guerra, como nunca en Xbox 360. Y con packs de mapas que amplían la experiencia en muchos frentes, acercándose también a batallas más cerradas y cercanas.
Platinum Games es para muchos una de las mejores compañías japonesas del momento. Y no es para menos si tenemos en cuenta su mayor obra en esta generación de consolas: Bayonetta. El título protagonizado por esta curiosa bruja, tan exuberante como paródica, es uno de los mejores hack and slash que recordamos. Un juego desafiante con una gran cantidad de combos y posibilidades de combate, enemigos variados y batallas en las que debemos usar toda nuestra habilidad para salir con vida. Intenso, rápido y frenético de principio a fin, Bayonetta tiene además un hilarante universo a su alrededor, personajes totalmente originales y un argumento lleno de humor. Con diversos niveles de dificultad para poner a prueba nuestra paciencia a manos de esta sensual protagonista.
Ace Combat 6: Fires of Liberation
Un exclusivo de los primeros compases de generación de lo más interesante para Xbox 360. Ace Combat es una saga instaurada ya que destaca en consolas dentro del género de combate aéreo, y aunque el hecho de no tener casi competencia –llegó más tarde Il-Sturmovik- ayuda, la calidad del título en cuestión también. Continuista respecto a sus predecesores pero juego en el que se nota el cambio generacional y la adición del modo online, dos aciertos para esta sexta entrega. Una inteligencia artificial solvente y realista, campaña principal bien estructurada y equilibrada, variedad de objetivos y localizaciones y un apartado audiovisual sorprendente son algunas de sus credenciales. Un juego muy destacado de la primera hornada de títulos de Xbox 360.
Square Enix se desmarcó no hace mucho con un intento de entrar en el complicado mundo de los sandbox con una nueva historia: Sleeping Dogs. El escenario una Hong Kong semi imaginaria donde las batallas entre clanes es constante, y la lucha de la policía es intentar erradicarlos. Como agente infiltrado, el título nos ofrece una historia convincente y variada, buenos personajes y lo mejor de todo: un sistema de combate cuerpo a cuerpo muy superior al de cualquier otro título del género sandbox. El resultado es un juego que ofrece otro punto de vista en esta categoría, con una gran variedad de cosas por hacer una vez terminamos el juego y muchos secretos que explorar. Sleeping Dogs tiene una cosa que destaca encima de las demás: es muy divertido. Y la diversión es la base de todo. A pesar de que tenga algunos fallos, sobre todo a nivel de acabado técnico.
Seguimos con el periplo de grandes juegos indies que han nutrido, y de qué manera, el catálogo final de Xbox 360. Castle Crashers es una aventura tipo beat’em up de corte clásico que ha enamorado a los jugadores por su mecánica clásica y a la vez brillante, usando lo mejor que tiene el género. El multijugador a cuatro jugadores es terriblemente divertido, y los elementos de RPG que tiene dan mucha fuerza al avance en el jeugo por la subida de atributos y los distintos usos de armas o las mascotas. Además, estamos ante un juego que visualmente es una pequeña joya, como si fuera una película de animación. Una apuesta que hereda lo mejor de los clásicos y lo actualiza enormemente, aunque por el camino nos quedamos con ganas de un sistema online algo más cuidado y sobran algunos bugs, menores eso sí.
La segunda, y tal vez ya última después de Child of Eden, gran apuesta que funciona bien en Kinect. Dance Central es una saga de baile que ha encontrado un nuevo filón con el aparato anexo a la consola de Microsoft, y esta tercera entrega es seguramente la mejor de todas. Harmonix ha roto las pistas de baile virtuales con una saga que tiene una gran cantidad de canciones, variedad de modalidades y una buena navegación por menús. Lo que más destaca son dos cosas: los hits presentes en la tracklist final y sobre todo el gran reconocimiento sin frustraciones ni nada por el estilo. Un juego que seguramente no innova lo que se puede esperar de una tercera parte, pero tampoco lo necesita ya que tiene una base muy consolidada.
Una de las sagas que más llamaron la atención durante la primera etapa de Xbox 360 fue la de Lost Planet, creada por Capcom. Se trataba de un juego de acción en tercera persona que tenía una ambientación interesante, en medio de grandes nevadas, con enormes monstruos con los que terminar. La mezcla de disparos con vehículos tipo mecas y el buen ritmo de la campaña hicieron del juego un título notable, aunque posteriormente las entregas que han salido no hayan estado a la altura de esa primera parte, donde los acabados en todos los apartados eran más que notables y el juego entretenía de principio a fin.
Xbox 360 tuvo otro videojuego de rol japonés en su haber que intentaba marcar un perfil propio con este tipo de productos. No todo eran o debían ser disparos en primera o tercera persona, y Lost Odyssey se convirtió en una propuesta más que recomendada para los amantes del género. De corte clásico y tradicional, se consideró el juego de Sakaguchi el auténtico Final Fantasy XII si él hubiera seguido en Square Enix. Una propuesta con cierta libertad, detalles de contenido literario, mazmorras opcionales u otros detalles de juegos de otras disciplinas. Largo, emocionante y con un toque dramático, Lost Odyssey se ha convertido en un juego especial para muchos de los que lo disfrutaron por la historia, el desarrollo de la misma y su final. Épico y grande a la altura de los Final Fantasy de antaño.
Teniendo en cuenta la gran cantidad y calidad de juegos descargables que tiene Xbox Live Arcade, que un título como Mark of the Ninja esté considerado como uno de los mejores descargables del bazar de Xbox 360 no es poca cosa. Estamos ante un juego que apuesta por la infiltración y el sigilo como mecánicas principales, alejada de la acción sin descanso del anterior proyecto de la compañía: Shank. Además, es una oda a los juegos en 2D, ya que demuestra perfectamente como se pueden hacer cosas originales y novedosas desde esta perspectiva. Un gran diseño de niveles, un sistema de progresión perfecto a medida que avanzamos y la animaciones del protagonista son otros de los elementos a tener en cuenta en un título muy cuidado a nivel audiovisual.
En Meristation estamos cautivados con Revengeance, uno de los juegos de Platinum Games más intensos que han pasado por nuestras manos. Protagonizado por Raiden, personaje controvertido en Metal Gear Solid 2 y convertido en un gran héroe en la cuarta entrega de la saga de Konami, tenemos ante nosotros un hack and slash muy veloz, sencillo de controlar y espectacular en el que la espada del protagonista es la clave de todo. Un argumento simple donde destacan los personajes que van pasando ante nosotros y la mecánica de los juegos de antaño en los que rejugar y rejugar para mejorar nuestras puntuaciones al final de fase es el mayor de los retos.
Productos como State of Decay son los que dan valor a desarrollos independientes que podrían pasar perfectamente como juegos físicos. Estamos ante un videojuego que toca la temática de los zombis desde otro punto de vista, donde la supervivencia es mucho más dura y evidente que en otras propuestas similares. Un juego con un desarrollo interesante gracias a los toques RPG, decisiones que nos afectan a nuestro avance y dificultad para que no sea un simple paseo. State of Decay ofrece además una gran cantidad de contenido que bien vale el precio que cuesta, ya que por duración y posibilidades ofrece mucho más que otros juegos que salen a 60 euros en formato físico. Mientras salgan propuestas como esta, los zombis no dejarán de estar de moda.
Splosion Man es una propuesta rompedora en formato descargable que destaca por apuntar alto y llegar hasta donde tenían previsto. Un videojuego sencillo y accesible que se convierte en difícil y profundo según avanzamos mientras va mezclando géneros de manera brillante: plataformas, acción y puzle. No reinventa nada, pero tiene una propuesta tan sólida que todo el mundo debe disfrutar de este tipo de juegos. Un título con 100 niveles entre modo principal y cooperativo, en el que la complejidad de jugar con amigos es creciente y desafiante. A nivel visual, un título que sorprende y que se ve bonito desde un primer momento. Poco más se puede decir de una propuesta fresca y frenética con enigmas complejos y retorcidos solo apto para los mejores.
Spelunky es un videojuego de corte clásico que pretende poner a prueba los nervios de los jugadores. Sistema de plataformas 2D en el que tenemos que movernos con libertad por todo el escenario hasta llegar a la salida. Por el camino tenemos obstáculos, enemigos y diversos elementos que recoger a modo de extra. Hasta aquí todo bien, pero la dificultad y el diseño de niveles endiablado hacen de Spelunky un reto complicado desde la primera fase. Además, la muerte cuando se nos acaban las vidas significa empezar desde el principio. Old School total. Y nada de poder aprendernos los caminos, ya que las fases se generan de manera aleatoria cambiando cada vez.
Una propuesta de RedLynx sencilla de describir, ya que es un título accesible que va directo al grano y que quiere ofrecer diversión desde un primer momento. Así es esta pequeña joya del catálogo de descargables de Xbox 360, un producto que con la premisa de controlar a un motociclista en pantallas de avance lateral y llevarle del punto A al punto B ofrece horas y horas de diversión, atrapando al jugador dentro de su mecánica de juego hasta que se termina. De ir en línea recta al inicio a pruebas complejas donde los saltos y cálculos son constantes hay un trecho. El de la evolución dentro de Trials HD, desafío en estado puro para un juego de motos que no es de conducción, sino de cabeza.
Con la esencia de Trials HD, Evolution se convierte en un juego en el que desafiar las leyes de la gravedad y volar encima de dos ruedas es una gozada. Estamos ante una propuesta compleja y mucho más profunda, con diseño de niveles hechos por genios que nos invitan a calcular al milímetro todo lo que queremos hacer si no queremos fracasar en nuestro intento ya no solo de intentar llegar al punto final, sino hacer mejores puntuaciones para completar el 100% de las fases, tener todas las medallas y poder desbloquear más contenido. Pocos juegos son desafiantes, divertidos y complejos como Trials Evolution, que nos permite también ampliar la experiencia mediante el multijugador local y online y el editor, que abre nuevas posibilidades.
Telltale se desmarcó la temporada pasada con una aventura gráfica o interactiva que nos permitía vivir en la piel de Lee y Clementine, dos personajes que se conocen en medio de la hecatombe zombi y que intentan sobrevivir. Un título que tiene todo su poder en la narrativa, en los diálogos, en la complejidad de los personajes y en las decisiones que debemos tomar para el bien nuestro y el del grupo en el que estamos. Decisiones duras, algunas de ellas inolvidables, para un juego episódico que está disponible en formato descargable y también en formato físico. La tensión de ciertos momentos, diálogos espectaculares y los giros del argumento han hecho de esta temporada 1 de Walking Dead una de las mejores experiencias de los últimos años.
Swery 56 creó un videojuego con muy bajo presupuesto que acabó encandilando a gran parte de los jugadores que lo probaron. El boca-oreja fue tal que el título se fue extendiendo y tuvo un relativo éxito que permitió lanzar posteriormente una Director’s Cut en Playstation 3 y tener un libro sobre el juego para iPad de más de 350 páginas. Deadly Premonition es un Survival Horror con muchos defectos, empezando por los gráficos y siguiendo por la tosquedad del control, pero tiene un aura especial que engancha a los usuarios: brillantes personajes, gran argumento lleno de giros y los mejores NPC que recordamos en un pueblo simplemente de locos. Las misiones secundarias que se pueden realizar, esos diálogos históricos y ciertos momentos inolvidables hacen que Deadly Premonition no sea el más bonito del baile, pero sí el más –o uno de ellos- especial de todos.