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Guerra de formatos. Último asalto.

El último mes ha sido quizá definitivo en la dura pugna que mantienen Blu-Ray y HD-DVD por convertirse en el sucesor del DVD. Muchos piensan que la suerte ya está echada... ¿habremos acertado?

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Hace un año publicábamos en estas páginas la previa de lo que se ha venido llamando 'Format War' o 'la guerra de los formatos'. En aquellos días, la llegada casi simultánea de los formatos Blu-ray y HD-DVD nos llenaban de incertidumbres. Todos los medios aventurábamos una larga y complicada pugna entre dos grupos bien definidos de fabricantes de hardware y electrónica y de productores de contenidos. Millones de dólares y el soporte del futuro en juego. Un año después las cosas han cambiado poco... o mucho, según el punto de vista.

Desde el nuestro, españolitos acomodados en la cola de todo lo que suponga tecnología y en el "Que inventen otros", los cambios han sido bien pocos. El 95% de los usuarios desconoce qué es un BD o HD-DVD. Las pocas películas que se venden lo hacen desde los más oscuros rincones de los grandes almacenes como un artículo de lujo para frikis dispuestos a pagar sus 'redondos' 30€. Los mismos frikis que han tenido que aguantar una tras otra cara de poker de los dependientes de la sección de electrónica hasta dar por fin con un reproductor HD en el que 'invertir'  700 ó 1000€.

Gracias a Dios (mejor dicho, a Sony y a Microsoft) las consolas de última generación (que por cierto no es la tercera, como se empeñan en decir) han creado un parque de reproductores HD que de otro modo hubiese tardado años en alcanzar las cifras actuales. Principalmente es Sony quien, arriesgando con un precio muy alto en su intención de introducir el Blu-ray en nuestras casas, ha conseguido que no seamos pocos los que ya dispongamos de láser azul.

Y los pocos que lo tenemos… ¿para qué? En los videoclubs apenas alquilan Blu-ray. No porque no quieran (una película HD cuesta 30€ frente a los 40 ó 50€ que cuesta el mismo título en DVD para alquiler) sino porque no les dejan. Todos los BD incluyen el mensaje de "prohibido el alquiler" y "denuncie si ha alquilado". Aún no existen BDs de alquiler y los clubes que están apostando por la HD se están arriesgando a ser demandados. Así que la única alternativa para aprovechar los nuevos formatos es comprar y ahí se nos queda cara de tonto cuando nos piden 30€ por una película cuya producción cuesta prácticamente lo mismo que su DVD de venta directa y 18€.

La única ventaja de de ser cola de ratón (que ni de león) es que todos los demás van por delante. En este último año en los lejanos Estados Unidos, o en Corea del Sur, que tecnológicamente es como si hablásemos de Marte, los reproductores HD-DVD se han llegado a vender por 79€ y las películas tanto en BD como HD-DVD se han estabilizado en los 12€. A eso hay que sumarle que cualquier producto les llega unos ocho meses antes y a un precio muy inferior al que luego pagaremos nosotros. Tampoco vamos a meter mucho más el dedo en la llaga hablando de Alta Definición y de las decenas de canales en este formato de los que pueden disfrutar tanto en abierto como bajo pago, mientras aquí seguimos combinando canales en analógico con "nuevos" canales de reposiciones y contenidos pésimos. Vergonzante resulta el ejemplo del gobierno de Japón, que ha garantizado a sus súbditos que en 2015 van a disfrutar de emisiones en abierto en 'Ultra Alta Definición', es decir, 7680x430 puntos, 33 megapíxeles, y con sonido de 22 canales. Para ello se han comprometido a invertir (sí, el gobierno) tres millones de dólares al año. ¿Alguien se imagina a su presidente del gobierno hablando en estos términos?

Después de evidenciar nuestro retraso y lamentarnos del mismo (por si sirve de algo y poco a poco vamos cambiando nuestra conciencia social ante el mercado global, la tecnología y los contenidos), pasamos a lo que realmente nos interesa; en qué situación está la guerra de formatos.


La pugna se ha mantenido más o menos equilibrada a nivel global. Ha habido países en los que HD-DVD ha sido la opción preferida, principalmente en el norte de Europa y Reino Unido, otros muchos donde el Blu-ray ha hecho mejores números, y donde hemos de incluir a España y, por último, el gran mercado de EEUU que se ha convertido en el reflejo de lo que está ocurriendo en el resto del planeta. Éste país no sólo es un mercado enorme, también es el que genera la mayor parte de los contenidos de los que disfrutamos el resto. Además es el país donde Microsoft, su X-Box 360 y, por extensión, su reproductor HD-DVD más acogida ha tenido. También es un país donde las consolas no son tan determinantes, dado que su cultura de compra y sus precios, no les convierten en usuarios tan temerosos de elegir una tecnología equivocada como lo somos nosotros. Los norteamericanos apoyaron sin demasiadas dudas el HD-DVD en su lanzamiento, seguramente porque llegó primero, para que con el tiempo el Blu-ray fuese igualando sus números.

A finales del 2007 el HD-DVD dio un nuevo golpe de mano al reducir drásticamente el precio de sus reproductores. Por fin se vieron en las tiendas reproductores por 99$ (en algunos casos incluyendo películas HD-DVD de regalo) y el formato de Toshiba aumentó repentinamente su penetración en los hogares. Esa era la situación hasta este Enero, coincidiendo con CES 2008, un mes que podría calificarse como negro para el calendario de HD-DVD y que puede ser el principio del fin de esta guerra de formatos.

Los contenidos mandan
Partimos de que la presencia de los nuevos formatos en el mercado informático es aún testimonial. Los PCs son una baza para HD-DVD dado lo sensibles que son a los precios y a los cánones y derechos de cobro de los que está plagado el formato de Sony. Sin embargo el apoyo de este mercado puede llegar demasiado tarde. La necesidad de tales capacidades de almacenamiento son todavía innecesarias y prácticamente nadie demanda un nuevo formato para su PC. En otras palabras, el mercado informático es aún irrelevante para la adopción de un nuevo formato. Aunque no pueda ser considerado un punto para BD, sí que supone la pérdida de una de las pocas ventajas claras de HD-DVD.

La segunda ventaja previa de HD-DVD también se va desvaneciendo; el precio. En el momento del lanzamiento un reproductor HD-DVD podía ser adquirido (por supuesto no en España) a unos 700$, mientras que los primeros reproductores Blu-ray rondaban los 1.000. A día de hoy hay reproductores HD-DVD por 100$ mientras que los Blu-ray están por debajo de los 300$. Nadie va a decidirse por un formato en base a ahorrarse 150$ y, de tener dudas, poco a poco irán desapareciendo a la vez que lo hace la ya escasa diferencia de precio. Técnicamente el hardware también ha evolucionado normalizándose la reproducción del denominado "sonido HD" y de las conexiones a la altura (HDMI 1.3 y 1.4). Además los fabricantes chinos ya cuentan con la suficiente producción de diodos de láser azul como para empezar a inundar los mercados.

Por tanto, no encontraremos una ventaja clara de ninguno de los dos formatos ni en el mercado informático, ni en el electrónico, ni en los precios. Entonces ¿dónde se va a decidir la guerra? Donde ya ha empezado a hacerlo; en los contenidos.

Desde el inicio las grandes productoras de contenidos norteamericanas han sido las principales interesadas en la creación de un nuevo formato de vídeo; aunque sería más acertado decir que están interesadas en un "nuevo formato de vídeo impirateable". Las descargas desde la Red se han traducido en un importante recorte de beneficios y la idea era crear un nuevo formato que ofreciese una calidad lo más lejana posible de la ofrecida por las "versiones ripeadas" y que además plantease las mayores dificultades posibles a la hora de pasar del original a los canales ilegales. Ambos formatos parecían los adecuados y las productoras se repartieron (ellas y sus millones de dólares) entre ambos, pasando a ser uno de los factores más desestabilizadores de la ecuación. No sólo por sus aportaciones económicas, sino por sus exclusividades. Mientras algunas productoras lanzaban sus títulos en los dos formatos o incluso Warner creaba un (fallido) formato híbrido, el Total HiDef, compatible con ambos reproductores, otras productoras lanzaban grandes estrenos exclusivamente para un formato. Uno de los casos más llamativos es el de la producción de Spielberg y Bay "Transformers", lanzada en exclusiva para HD-DVD. Si debiéramos poner una fecha, ese lanzamiento podría ser que marcase el principio del fin de la guerra.

Lo primero que empezó a hacerse público fueron las cifras. Se comparó los beneficios generados por las versiones en HD de otros grandes títulos como "300" o "Spiderman 3" y los conseguidos por Warner limitando "Transformers" y Shrek a HD-DVD. Sin duda era una pérdida de dinero, pero forma parte de la apuesta de la victoria de HD-DVD y que ya se había demostrado eficaz en otro mercado complejo; el de los juegos de consola. Las cosas se pusieron aún más interesantes cuando el propio director de la película, Michael Bay, afirmó en distintos medios que se sentía disgustado porque su título no estuviera disponible en BD y que debería estarlo próximamente. Eso comprometía directamente la posición de exclusividad de Warner. Unas semanas más tarde el propio Bay haría pública otra de sus 'perlas' asegurando que HD-DVD estaba condenado a una muerte lenta…

Finalmente, durante el reciente CES de Las Vegas, Warner anuncia que abandona su producción de HD-DVD y pasa a apoyar en exclusiva al formato de Sony. La conferencia HD-DVD programada para el CES ese mismo día queda inmediatamente anulada, un detalle que les hace perder muchos puntos en imagen corporativa ante la nula capacidad de improvisación y de defensa de su producto. El movimiento de una de las más grandes, Warner, pone en alerta al resto de productoras. De las 'tres grandes' que apoyan el formato de Toshiba, Paramount, Universal y Warner, Warner les abandona de la forma más traumática y con la sensación de querer dejar en el peor lugar a su hasta entonces aliado en vista de que ahora será su rival. Pero las malas noticias para este formato no han hecho más que empezar. Tan sólo unos días después se filtra la noticia (lo hace el Financial Times, no un blog cualquiera) de que otra de las grandes, Paramount, va a seguir el mismo camino. Aunque Paramount lo desmiente y se escuda en tener un contrato de exclusividad con HD-DVD, distintos movimientos (futuros títulos Paramount BD filtrados desde Amazon, declaraciones ambiguas de los CEOs...) habrían de prevenir a los socios del HD-DVD de este posible abandono. Para colmo la última gran productora, Universal, anuncia que cuando acabe su contrato de exclusividad con HD-DVD en mayo, no lo renovará. Habrá, por tanto BDs de Universal a partir de ese mes. Al contrario de lo ocurrido con Warner, Universal sí que seguirá lanzando HD-DVD y Paramount no va a confirmar nada hasta terminar también su contrato. Además de estas "grandes", pequeñas productoras europeas y americanas se van posicionando a favor de Blu-ray. Hasta las famosas productoras indias de Bollywood han lanzado sus primeros títulos para este formato.

Por último, Digital Playground acaba de anunciar su apoyo exclusivo a Blu-ray. La mayor productora de cine para adultos no cuenta con títulos tan comerciales como el resto, pero su facturación sí que es similar. El cine X ha venido siendo el que más ingresos por venta directa ha generado y en la era de la Alta Definición parece que será igual. Según afirman en su nota de prensa, la demanda de sus títulos en BD supera de una forma más que notable a los HD-DVD y hace alusión, no entendemos el porqué, al mayor parque de consolas PS3 existente.

Otra cuestión es discernir el porqué estas productoras han cambiado de "bando" tan alegremente después de haber invertido su dinero en el rival. Aquí entramos en el terreno de las especulaciones. La más extendida habla de cifras millonarias prometidas por los gestores de los derechos del Blu-ray y otras cantidades en efectivo ahora mismo tanto para olvidar las pérdidas de la anterior inversión y para ayudar a adaptarse al nuevo formato. Sin ánimo de llegar tan lejos, basta mantener la vigilancia para encontrar otras causas más evidentes. La principal de ellas habla de la seguridad. Ya hemos comentado la extrema importancia que dan las distribuidoras a la protección anticopia de sus contenidos. Si bien al principio todo eran buenas expectativas, sólo tuvieron que pasar unas semanas para que todas las protecciones quedasen rotas en lo que se nos antoja el más grande ridículo posible para unos desarrolladores que habían invertido millones en protecciones y que, lo que es peor, se habían llenado la boca hablando de su inquebrantabilidad y la total garantía para los contenidos.

El consorcio Blu-ray supo maniobrar con agilidad y puso sobre la mesa la protección BD+ que, a día de hoy, si bien ha mostrado debilidades, sigue sin ser "crackeada". El resultado a ojos de las productoras es bien claro. HD-DVD no es seguro y BD sí. No hay más discusión.

A nuestro entender este movimiento de las productoras puede ser definitivo. No lo será por el dinero que cambia de bandos, ni quizá tampoco por los títulos, pero es demasiado llamativo para que un mercado de usuarios que están esperando algo así para decidirse de una vez por uno de los dos formatos lo pase por alto. Basta mirar las cifras publicadas por Nielsen o NDP. Si en diciembre de 2007 las ventas de reproductores eran de un 60/40 % a favor de Blu-ray (aún siendo más caro), después de los últimos anuncios ha pasado a ser de 93/7 %. Mientras la diferencia en títulos de uno y otro formato sigue creciendo; 450 títulos en BD y 376 en HD-DVD, siendo los más vendidos en ambos formatos la serie documental Planet Hearth y la 'versión definitiva' de Blade Runner.

La respuesta de HD-DVD vuelve a ser la única que ha mantenido durante este año. Una nueva bajada de precios. Este movimiento se nos antoja insuficiente. Como ya hemos dicho el actual perfil del comprador es el del cinéfilo que invierte gran parte de su presupuesto para ocio en comprar y alquilar cine y ese usuario no se va a tomar partido por uno u otro en base a ahorrarse 100€ (que en definitiva son tres películas). Por otro lado, desde España, como usuarios vemos cómo se están haciendo las cosas. Sony no para de organizar eventos de promoción, pases de prensa, anuncios de televisión, ofertas de PS3 con películas... Mientras que es realmente difícil encontrar algo que nos invite a comprar un reproductor HD-DVD. Como ejemplo basta analizar la publicidad incluida en los DVD de alquiler. Mientras Sony mete un anuncio cargado de imágenes espectaculares de sus títulos más significativos grabados con una compresión menor que la propia película para la que se ha creado ese DVD, la publicidad en los títulos de las productoras que apoyan al HD-DVD se limita a dos pantallazos fijos de texto citando las bondades de su formato. Más detalles... cómo se preparan las demostraciones de uno y otro formato en grandes superficies como Fnac o Mediamarkt, la inexistencia de películas HD-DVD en las tiendas, el apoyo exclusivo a BD de los videoclubes. Y si salimos de nuestras fronteras, algunas grandes cadenas como Wall Mart o Best Buy empiezan a limitar su stock de HD-DVD y a ofrecer algunos títulos sólo bajo demanda.

Y volviendo por fin a nuestro ámbito, los videojuegos, basta comprobar el parque de consolas PS3 que hay en España comparado, no con el de Xbox 360, sino con el de los reproductores HD-DVD que a posteriori, y a un precio nada atractivo, se han asociado a ellas.

Un año después, España empieza a estar claramente posicionada a favor de Blu-ray. Por desgracia nuestro mercado no es significativo y habremos de esperar a que los que realmente mueven las cifras tomen partido. Quizá sea por el formato de Sony o quizá lo hagan por el de Toshiba. Lo que con este artículo hemos intentado reflejar es que en un año los movimientos han sido muchos, las cosas han cambiado bastante y que o acertaremos o nos pegaremos el batacazo con nuestra elección, pero ya no estaremos años con esa incertidumbre, quizá ni meses... La guerra de los formatos apunta a terminar este mismo 2008 y tiene un claro tono azul.