Dark Souls II: Muerte y sufrimiento

Lo que sabemos
Una de las sorpresas del desarrollo de esta secuela de Dark Souls es que el director de las dos entregas anteriores, Hidetaka Miyazaki, no formará parte del equipo de desarrollo actual. Algo que no debería preocupar a los fans ya que tal y como él mismo recordó en declaraciones recientes todo el mundo sabe cuál es el núcleo de Dark Souls. De hecho, el nuevo director Tomohiro Shibuya ya dijo que a pesar de contar con un héroe nuevo, una trama también nueva y un mundo distinto al visto en Dark Souls se mantendría el legado de su antecesor incluyendo nuevos elementos, como por ejemplo un sistema de juego multijugador que dé un giro a lo visto hasta el momento y evolucionar el título de manera que todo el mundo tenga interés en él, no solo los usuarios veteranos de anteriores entregas.

Lo que debe mantenerse
Dark Souls se presentó como un videojuego  exigente y difícil que quería hacer morir al jugador cada dos por tres. Que este se frustrara y no encontrara el camino a seguir. Una propuesta de Action RPG basada en el ensayo-error, en la prudencia y en una exigencia en la que cualquier enemigo, desde el esqueleto más básico al jefe final más terrible, puede acabar con nosotros. Además, con una gran penalización a la hora de morir, haciendo el reto todavía más atractivo. Con estas premisas, repasamos algunos de los elementos que consideramos deben mantenerse intactos en esta nueva entrega de Dark Souls.

1.- Diseño de niveles complejo e interconectado
Uno de los mayores avances que demostró Dark Souls respecto Demon Souls fue la capacidad del título por mostrar un universo que estaba todo interconectado entre sí. Nos explicamos: en la primera entrega había un escenario que servía de nexo para ir a distintos niveles y mundos. Esto desapareció en Dark Souls, donde todo el mundo era visitable desde un primer momento. Otra cosa es que llegáramos a ese castillo que veíamos al fondo. La gracia es que sin tiempos de carga podíamos recorrer todo el universo Dark Souls, y no solo eso. También destacaba por un diseño de niveles excelso, brillante, que conectaba zonas y tramos de manera impensable. Encontrarnos muy lejos de nuestro punto de partida pero ver que a través de un nuevo camino estábamos ahí al lado. Un diseño de esos que gustaría ver plasmado en un mapa para gozar con el gran trabajo de interconexión de zonas. Esta fórmula, compleja e interesante y un gran mérito de diseño, debería mantenerse en Dark Souls 2.

2.- La dificultad del juego no se toca
Demon Souls y Dark Souls son dos títulos exigentes, muy difíciles al inicio pero más accesible y lógico una vez nos hemos hecho con los controles y los conocimientos del juego. El principal problema que tiene el título es que deja al jugador completamente a merced del juego desde un primer momento. Y este solo puede aprender a base de palos. Muertes principalmente. Cuando se coge el truco a la mecánica de juego, se sube el nivel y se comprende el mundo que nos rodea el título sigue siendo difícil pero ya no genera esa frustración inicial. Un escenario ideal en el que el jugador crece dentro del juego hasta dominarlo. Por la falta de títulos de este calibre y desafíos como el explicado, lo mejor para Dark Souls 2 si quiere mantener la identidad de la franquicia es que siga siendo un título exigente, difícil y castigador con los errores del jugador.

3.- Personalización y crecimiento del personaje
El primer gran paso que debemos dar en Dark Souls es escoger la clase y el tipo de personaje que queremos usar como héroe o mártir, según se vea. Tener una gran cantidad de opciones según nuestra manera de afrontar el juego, apuntar a las habilidades y especializaciones que más nos convengan y trabajar para potenciar esos elementos de manera personalizada. Además de ofrecer versatilidad y variedad al título, la creación de personajes y clases debe mantenerse como hasta ahora, con una gran cantidad de variables y posibilidades mixtas a medida que vamos creciendo dentro del universo de Dark Souls 2. Algo que debe estar presente para adaptarse a cada tipo de jugador y ofrecer variedad según cada partida que queramos hacer con el título.

4.- El sistema de combate
Una de las grandes virtudes de Dark Souls es precisamente el sistema de combate que ofrece: sencillo de controlar, directo y muy efectivo. Se ha hablado mucho de poder instaurar un sistema de combate que sea más ágil y similar a lo que se puede ver a juegos de acción clásicos, pero la realidad es que Dark Souls 2 debería mantener el sistema de combate de las entregas anteriores. Primero porque cumple con todo lo que podemos hacer de manera sencilla, sin alardes, y segundo porque es transparente: lo que tenemos enfrente se acaba con lo que tenemos a mano. Ataques flojos, fuertes, habilidades especiales, movimientos evasivos, guardas, contras y habilidad del jugador para no caer en las trampas de los enemigos que nos vamos encontrando. La presencia de elementos como la barra de energía, los límites de peso o el movimiento de salir rodando le dan realismo y dificultad al título para no convertirlo en un juego de acción más, y nos gustaría que siguiera presente en esta nueva edición.

5.- Los jefes finales
Las grandes batallas con los jefes finales de Dark Souls son sus momentos álgidos. No es necesario que sean los más grandes para que nos den momentos para el recuerdo, simplemente estar bien trabajados. Son parte de la esencia de la franquicia Souls y deben tener un especial cuidado en esta nueva entrega. Jefes finales que cuenten con patrones de combate igual y si puede ser un poco más complejos para complicar todavía más las batallas, y que haya muchos más. No es necesario infectar todo el mundo de jefes, pero sí que estén cuidados y ofrezcan momentos épicos. Además, se puede complementar los jefes de zonas principales en la historia con otros jefes que tengan tesoros y extras interesantes en un mundo que esperemos sea todavía más grande que el visto en los dos títulos anteriores.

Lo que nos gustaría ver
Dark Souls 2 es un título que ya no viene de sorpresa. El simple hecho de llevar un “dos” en el nombre significa también que en su momento se cumplió con las expectativas lo suficiente como para que ahora se planee una nueva entrega. Toda novedad tiene que traer además de las virtudes de los títulos que lo preceden elementos innovadores y mejoras que permitan ver una evolución positiva de la saga en cuestión. Bajo esta premisa, tenemos algunos elementos que nos gustaría ver y mejoras que se podrían implementar para mejorar la experiencia de Dark Souls 2.

1.- Sistema online ampliado y mejorado
El online de la franquicia Souls es mucho más importante de lo que puede parecer en un primer momento. De hecho, disfrutar de Demon Souls y de Dark Souls sin las bondades en línea es dejarse buena parte del pastel por comer. Uno de los elementos que se podría mejorar es la comunicación entre los usuarios del universo Souls. Actualmente hay una serie de notas que podemos dejar –pueden ser verdad o una trampa- y la visualización de las muertes de alguien que ha pasado por allí. Poder advertir con mayores elementos, como por ejemplo tipos de enemigos que hay delante, nivel recomendado de personaje o consejos entre miembros de pactos sería una buena solución y una mejora a tener en cuenta.

2.-  Más NPC y unos Pactos con mayor incidencia
El sistema de pactos de Dark Souls tiene cosas realmente interesantes. Nos permite ir encontrando personajes o grupos concretos con el que establecer alianzas. Aunque es un elemento bastante interesante, es cierto que tanto los beneficios de entrar en un pacto concreto como las penalizaciones por romperlo e irse a otro deberían ser mucho más acusadas. Además, el sistema a nivel online se podría explotar bastante más de lo que se hizo en Dark Souls, ofreciendo facciones a nivel global realmente enfrentadas y potenciar más las invasiones entre pactos enfrentados. Además, tener carreras particulares dentro de la historia principal según el pacto que tengamos –con sus propias misiones por ejemplo, zonas accesibles en pactos concretos- es un elemento que debería estar presente para dar más exploración y rejugabilidad al título.

3.- Mundo en evolución
Un elemento que podría dar un giro al universo de Dark Souls 2 sería el de ofrecer un mundo que evolucione según nuestros actos y también según el momento del día en el que estamos jugando. De esta manera, incluyendo un tipo de cambio día-noche podríamos acceder a contenidos, enemigos y elementos totalmente distintos, ofreciendo una mayor rejugabilidad y posibilidades del universo. No solo eso, sino que la presencia de elementos arquitectónicos destruibles nos podría servir también para buscar nuevas estrategias de batalla, como por ejemplo arrastrar grandes jefes a zonas donde jugando con el entorno podríamos acabar con ellos. Seguramente un sistema de tendencias como el de Demon Souls no es necesario, pero sí la sensación que nuestros actos tienen una incidencia clara en el mundo en el que nos movemos. Para bien o para mal.

4.- Mayor información básica para el jugador
Dejar perdido al jugador de Dark Souls o Demon Souls en medio de la nada sin comprender como puede ser que un dragón que te encuentras a la media hora de juego te mata sin cesar puede llegar a ser frustrante. Con paciencia es verdad que aprendes a que esa zona ya la visitarás más adelante, pero una mayor información para el usuario de cara a comprender las mecánicas de juego no estaría de más. No pedimos una historia contada como si fuera un cuento para niños ni una guía por donde movernos y qué enemigos evitar. Esto está bien como está. Pero un tutorial, aunque sea opcional, que te pueda explicar exactamente el funcionamiento de pactos, de las hogueras, de lo que significa la muerte, el tema de la humanidad, etc. Facilitaría las cosas sin afectar al desarrollo jugable del título ni a la experiencia en sí. Simplemente tendríamos más comprensión de los elementos de los que disponemos.

5.- Menor importancia del farmeo
El jugador de Dark Souls experto sabe que debe subir de niveles matando enemigos una y otra vez para ir preparado en las zonas que aparecerán posteriormente. Esto lo sabemos en segundas y terceras partidas y nos obliga a matar decenas de veces enemigos que se van regenerando en zonas concretas. El farmeo para mejorar el nivel del personaje siempre ha estado presente en los juegos de rol, y en la saga Souls no es ninguna excepción. Lo que sí que nos gustaría es que hubiera un mayor equilibrio en este sentido, permitiendo que haciendo los caminos correctos cualquier enemigo puede ser tumbado por nosotros sin la necesidad de tener que repetir matanzas concretas. Que el progreso de nuestro personaje sea verosímil con lo que nos encontraremos. Difícil y desafiante como pedimos, pero sin tener que pasar por el farmeo y grindeo clásico para ir “sobrados” a según qué batallas.

Vuestros deseos
Todo esto son pequeñas ideas con las que los jugadores pueden estar de acuerdo o no a la hora de imaginarse un nuevo Dark Souls. No se trata de verdades absolutas ni mejoras que puedan parecerle bien a todos los usuarios, simplemente son nuestras propuestas para mejorar la experiencia de un título realmente único en la presente generación de consolas. Al igual que en la redacción de Meristation, seguramente hay muchos usuarios y expertos en la franquicia de From Software que esperan y desean todo tipo de cosas. ¿Cuáles son vuestros deseos? ¿Qué queréis que cambien, mantengan o mejoren? ¿De qué tenéis miedo? Somos todo oídos mientras esperamos la salida de un título que nos traerá sufrimiento y diversión a partes igulaes.