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Comprado y vendido: Los juegos más vistos en segunda mano

La venta de videojuegos en España mueve con cada año que pasa más millones, pero la segunda mano se ha convertido en un pilar fundamental.

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El pasado mes de marzo supimos a través de AEVI, la Asociación Española de Videojuegos, que la venta de videojuegos en España había aumentado en un 8.7% durante el año 2015 con respecto al curso anterior, facturando 1.083 millones de euros frente a los 996 millones de 2014. Tomando estas cifras como base, podemos contextualizar la situación dentro de un marco positivo, en el que la presente generación de consolas está gozando de una salud de hierro. Y aquí, irremediablemente, ganamos todos.

No obstante, la industria no está cimentada por un camino de rosas exento de baches y puntos controvertidos, pues dentro de esa espectacular venta de videojuegos en formato físico capaz de facturar 791 millones de euros -fuente: GKF-, tenemos un ferviente mercado de venta de segunda mano en la que terceras personas logran un beneficio en el que no participan ni las compañías creadoras del producto ni las editoras del mismo; al contrario, el provecho es explotado por el comercio o particular que decide que ahora el dueño de ese título será otra persona.

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Hoy no vamos a hablar del mercado de la segunda mano en España, sobre si beneficia o no a la industria o si simplemente es algo que se merezca el respeto que muchos claman; hoy vamos a tratar y analizar la situación de aquellos videojuegos que, por una circunstancia u otra, caen como peones en las cestas de las tiendas apilados con esa etiqueta que todos conocemos donde se puede leer eso de “seminiuevo garantizado”.

¿Por qué cada mes de septiembre tenemos decenas de PES en los portales de compraventa? ¿Qué llevó a Bloodborne ser vendido en masa tras su lanzamiento? Vamos a tratar de darle una respuesta a los casos más destacables de nuestro continente.

Call of Duty

Según los datos aportados por AEVI en su reporte anual con fecha de este mismo año, solamente FIFA 16 fue capaz de pasar por las cajas registradoras más veces que Call of Duty: Black Ops III, el enésimo título de la saga de Activision. La situación de la franquicia a nivel de facturación ya no es ni sombra de lo que era, pero su ritmo fue tan holgado que incluso ahora que camina con menos firmeza en nuestro país mantiene un espectacular estado de forma, siendo la segunda franquicia más vendida en España. Pero también es la segunda que más puebla en el mercado de la segunda mano.

Hay una concepción popular de que cuando sale un nuevo Call of Duty a la venta -generalmente por estas fechas- aparece la necesidad de deshacerse con el del año anterior; como si la fecha de caducidad empezase a centellear en nuestras estanterías. Pero es públicamente sabido que en Activision se trabaja con tres estudios diferentes que van rotando para la publicación de cada una de las entregas.

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Esto da como resultado un tiempo de desarrollo de al menos 30 meses entre cada título. Dicho de otro modo, que en realidad la semejanza viene más en el nombre de la propiedad intelectual que hay detrás que en los creadores del título en cuestión. Sin embargo, cuando Call of Duty: Infinite Warfare llegue a las tiendas, Black Ops III volverá a tienda donde fue adquirido por esos acérrimos jugadores.

Pero en el caso de Call of Duty tenemos que tratar un tema más profundamente como es el del precio: ¿por qué no bajan de precio los CoD de segunda mano? Títulos de hace incluso dos años se mantienen cerca de los cincuenta euros en cadenas conocidas por todos, y esto se debe principalmente a que las ventas de estos títulos son, en algunos casos, superiores a los de los nuevos de franquicias de la competencia.

No obstante, si un Advance Warfare sigue vendiendo a día de hoy más que el shooter de turno que trata de rivalizar con éste, la necesidad de la tienda para bajar su precio desaparece: si vende bien por lo que marca la etiqueta, ¿por qué bajarlo de precio?

FIFA

El fútbol. La palabra mágica. En España es el deporte por antonomasia, y en la mayor parte de países de Europa, también. Electronic Arts sabe que todo cuenta con cada nueva entrega: portada, mínimas pero suficientes novedades cada año; diferentes eslóganes y estrategias comerciales… Son títulos que venden solos.

De acuerdo con las ventas del Reino Unido, la saga no ha dejado de crecer en ventas desde el año 2008 a nivel continental con la única excepción de FIFA 14, donde la llegada de las consolas de nueva generación provocó un cierto replanteamiento entre los jugadores a la hora de comprar nuevas entregas posiblemente por el coste del hardware, limitando el presupuesto de muchos bolsillos.

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Pero la segunda mano come aparte. Solo hace falta pasarse en un día como hoy por los diferentes comercios que ofertan títulos seminuevos para comprobar que los FIFA empiezan a ocupar cada vez más sitio. El precio, sin embargo, se mantiene. ¿En qué se diferencia Call of Duty de FIFA en este sentido? Tal como hemos podido comprobar en la base de datos de GAME España con los títulos lanzados de ambas entregas desde el año 2014 hasta hoy (respetando siempre que perteneciesen a PS4 o Xbox One), los FIFA de segunda mano son más baratos que los de la franquicia bélica en primera persona, y esto se debe a que aquí entra en jeugo la práctica del “cambiazo”.

En el caso que nos concierne ahora mismo sí hay un evidente mensaje implícito en el título: compras el juego de éste año en concreto; en doce meses será antiguo. Un FIFA 17 será añejo en once meses y cuatro semanas porque en los medios no se dejará de hablar de FIFA 18. Mejoras, comparativas, novedades, cambios… Anglicismos y palabras exóticas que nos invitan a cambiar de banda sonora de fondo.

Ese “Cambiazo” permite acceder al juego actual a un precio menor del marcado por el PVP, de modo que el de segunda mano, automáticamente, debe abaratarse para poder ser competitivo.

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Pro Evolution Soccer

El rey caído en combate al que muchos dieron por muerto y que, sin embargo, nunca dejó de estar ahí. Dejando a un lado consideraciones personales sobre si desde los últimos tres años las mejoras en la franquicia de Konami son suficientes como para “volver a casa”, es evidente que el trabajo de los nipones va por buen camino.

Tal como relata Salva Fernández en su análisis de PES 2017 publicado en MeriStation, “Es sin duda el título de la saga más fluido y dinámico de la última década”. Pero sabemos que eso no es suficiente como para ser protagonista en nuestras consolas por más de doce meses.

El contexto en el que se enmarca PES es similar al de FIFA, pero no el mismo: aquí hay dependencia. Pro Evolution Soccer lleva unos años por detrás en  en ventas, y eso hace que tenga que verse obligado a salir antes -ejemplos empíricos en nuestro país- y por menos dinero.

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El precio de los Pro Evolution Soccer es menor siempre, y en la segunda mano pasa exactamente lo mismo, solo que la diferencia de precio no es tanta. Consultando los precios que se manejan en portales de compraventa como el Mercadillo de Zonaforo, GAME o “El Rastro” de Madrid, los precios de la segunda mano se equiparan entre PES y FIFA cuando en los precintados siempre es más alto el precio de la obra de Electronic Arts.

La explicación es sencilla: la segunda mano es un mercado tan enorme, independiente y sólido como para manejarse a sí mismo con total autonomía. ¿Por qué hay juegos de segunda mano en esas tiendas citadas más caros en ocasiones que los de primera mano? Aunque cueste de creer, porque la gente los compra. Puede que todo nazca de un problema inicial de etiquetado, pero funciona.

Y con los juegos de fútbol merece la pena en las tiendas que exista esa igualdad de precios para no perjudicar ni lo más mínimo a uno u otro. Recordemos algo: la segunda mano, en su totalidad, no cuenta con la intervención de las editoras, así que son las tiendas las que deciden cuánto, cómo y por qué.

No Man’s Sky

Hello Games ha sido la comidilla en los foros de medio mundo por su gran proyecto: No Man’s Sky. Ese falso título independiente donde Sony se ha encargado de poder vender como auténtico Triple A y que, finalmente, las expectativas, ambiciosas declaraciones o promesas incumplidas han terminado paradójicamente engullendo a este enorme universo procedural donde la inmensidad y magnificencia física se abren ante nosotros con un mundo inexplorado.

No Man’s Sky fue el juego más vendido en España durante el mes de agosto… pero también uno de los más devueltos. Los medios de prensa especializada tenemos la responsabilidad de poder explicar correctamente qué es lo que nos vamos a encontrar con un producto en concreto. Como buen medio cultural, el videojuego cuenta con un fuerte componente subjetivo; pero el marketing se consigue superponer a más de mil palabras y más de mil imágenes.

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Una buena portada, un correcto eslogan o un acertado tráiler pueden echar por la borda decenas de párrafos diciendo todo lo contrario. Con No Man’s Sky, a juzgar por cómo han ido las cosas en la venta y devolución o re-venta de los discos en su versión para PS4, se entiende que la gente esperaba otra cosa.

¿Decepción? Puede, pero lo que es seguro es que muchos de aquellos que se dejaron sus ahorros en el título no recibieron lo que llevaban tantos meses esperando. No es baladí el retraso de última hora del juego, que generó todavía más necesidad y ganas por comprarlo porque era el lanzamiento del que todo el mundo hablaba. Finalmente, decir que en la actualidad el precio del juego es bastante alto en el mercado de segunda mano al no haber apenas diferencias con la versión nueva -ausencia de modo online, por ejemplo-. En definitiva: No Man’s Sky bajará de precio en seminuevo cuando Sony decida que el juego lo necesita. Y por ahora es evidente que esa decisión será tomada dentro de muchos meses.

Bloodborne

Para muchos Bloodborne sigue siendo el mejor videojuego de PlayStation 4, el primer gran motivo de compra de la consola de Sony. En MeriStation se llevó un 9,3, pero le cayeron unos cuantos dieces. La obra de From Software llegaba a las tiendas enmarcada en un momento dulce para la compañía.

El prestigio de Dark Souls jugó en favor de esta nueva licencia allá por marzo de 2015, un exclusivo que nadie podía jugar más que los poseedores de aquella consola que no dejaba de crear titulares en los medios especializados.

Los récords, las buenas palabras de¡l sector “hardcore” o las nuevas ideas plasmadas en el título por parte de Miyazaki encandilaron a miles de jugadores; pero a diferencia de absolutamente todos los juegos mencionados en el reportaje, Bloodborne no es para todos los públicos. Y no nos referimos precisamente al código PEGI.

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No es la primera vez que pasa y tampoco será la última, pero Bloodborne no es el juego que le podemos recomendar al vecino que pide consejo al acabar de comprarse su nueva consola de la actual generación. Esta nueva y personal forma de interpretar los juegos de rol y acción con un corte que mezcla la esencia oriental y occidental requiere dedicación, esfuerzo, concentración… Es también más gratificante, pero para llegar a esa sensación de plenitud hace falta leer el rótulo de “Game Over” durante varios centenares de veces.

¿Cuántas personas están dispuestas a eso? Un enorme porcentaje de aquellos compradores arrepentidos que en tan solo unos días acudieron masivamente a venderlo no cuentan con más de dos horas a la semana para jugar… y es normal que no quieran estar toda la partida muriendo. “Quiero mi dinero de vuelta”.

El motivo por el que Bloodborne es mucho más barato en la segunda mano que los anteriores se debe, por un lado, a la existencia de una versión más completa del mismo, que a su vez también nace por la caída brusca de ventas del juego original. Estamos ante un producto sobresaliente como tal, pero que por un problema de comunicación se entendió como lo que no era.

En este caso, por desgracia para Miyazaki, tenemos decenas de Bloodborne en las cestas de segunda mano por aquellos que se arrepintieron, los que ya no saben qué hacer con él y los que compraron la versión definitiva. Curiosamente, una situación reprimida para el que es posiblemente uno de los cinco mejores juegos exclusivos de lo que llevamos de generación.

Pokémon

El próximo mes de noviembre Pokémon tiene una prueba de fuego. No solamente se inicia una nueva generación, la séptima; no solamente llegarán los más ambiciosos y profundos de la serie en el mejor momento posible de la consola -Nintendo 3DS ha alcanzado su clímax en cuando a base de usuarios se refiere con 60 millones de jugadores según el reporte financiero de Nintendo del pasado mes de julio-, sino que cuentan con el aliciente de tener el fenómeno de Pokémon GO detrás. Y eso beneficiará a Sol y Luna.

Con Nintendo, en general, es un clásico que los juegos de segunda mano sean caros por dos motivos: en primer lugar, porque la venta de primera mano no baja prácticamente nunca a cambio de ser de salida más baratos que la competencia; y en segundo lugar, debido a lo bien que venden con la etiqueta de seminuevos.

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Pongamos un caso concreto: Mario Kart DS. En una conocida cadena de la Comunidad de Madrid pudimos ver este pasado fin de semana este título -con más de diez años a sus espaldas- por 30.99 euros nuevo, precintado. En el mismo comercio, la cesta de juegos de segunda mano ofrecía el título por 24.99 euros, una diferencia que no solamente es mínima sino destacable en sí misma: son diez años en el mercado.

Pokémon Perla y Diamante, que fechan el año 2007, siguen costando más de veinte euros en el mercado de segunda mano; y esto sucede también con los remakes de Johto (Heart Gold y Soul Silver, 2010), la quinta generación (Blanco y Negro, 2011) y las continuaciones de estos (Blanco 2 y Negro 2, finales de 2012). Tal como nos ha podido contar un dependiente de GAME en Madrid, Nintendo Ibérica mantiene durante un tiempo concreto la edición de los títulos de Pokémon, pero cuando salen nuevas entregas suelen priorizar aquellos, dejando de lado otros títulos.

Esto provoca que el stock de esas obras desaparezca… aunque no lo haga su demanda. Si continúa habiendo demanda para productos de tan largo recorrido como son las obras de Pokémon -que por su esencia no pasan de moda al ser diferentes regiones, criaturas y formas de experimentar la aventura-, la segunda mano se frota las manos.

Además, actualmente hay que considerar otro punto importante: la nostalgia. Cada vez gusta más tener las estanterías con colecciones completas, y ese coleccionismo aderezado por el veinte aniversario de la saga ha hecho que de los veinte euros que costaba hace tan solo un par de años encontrar Pokémon Cristal con su caja, manual y cartucho (GBC, 2001), ahora ni siquiera el cartucho cuesta eso. Mención aparte para Pokémon Amarillo y el efecto Pikachu.

La culpa, por tanto, de que los juegos de Pokémon sean tan polivalentes en el mercado del “seminuevo garantizado” se debe a una buena pero mejorable distribución de los títulos antiguos precintados, la enorme demanda y el interés general por encontrarlos completos. El problema final es que el precio es tan alto que no venden tanto como podrían en segunda mano. Pero a esa cuestión solo pueden responder los encargados de estrategia comercial de estos comercios especializados.

Steam y sus devoluciones

Steam sorprendía el pasado verano de 2015 con un replanteamiento en su política de compras y devoluciones. A través de este nuevo modus operandi, la firma de Gabe Newell hacía del servicio líder en venta digital de videojuegos un medio mucho más justo con el usuario, por el cual todo comprador podría solicitar el reembolso del dinero pagado por cualquier juego acogiéndose eso sí a unas condiciones prestablecidas: no haber jugado más de dos horas y que no hayan pasado más de catorce días.

Steam achacaba la justificación de esta medida a la inseguridad de algunos usuarios para saber si su equipo es o no apto para cumplir con los requisitos mínimos; que hayas comprado el juego accidentalmente o simplemente te haya dejado de gustar. En realidad, todo viene motivado por la regulación actual de la Unión Europea, que obliga a la permisión de catorce días naturales para la prueba y devolución de un bien digital.

Es entonces cuando llegamos al pasado mes de agosto, con de nuevo el caso No Man’s Sky. Antes comentamos lo que sucedió con la segunda mano en formato físico, pero en el caso de Steam, al ser digital, ¿dónde queda la segunda mano?

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Los usuarios de PC salieron beneficiados en este sentido, pudiendo ver de vuelta su dinero hasta el último céntimo a pesar de haberlo podido probar durante más de una hora, derecho que no existe en los juegos físicos convencionales -si abres el juego, ya no se devuelve-. Pero hay más, porque Steam devolvió el dinero a jugadores que habían superado las dos horas de juego (aunque no como algo especial, sólo siguiendo el protocolo habitual por el cual el servicio ofrece devoluciones: "mediante una solicitud a través de help.steampowered.com, aceptará el reembolso por la razón que sea, si la petición se realiza dentro de un periodo de catorce días desde que se efectuó la compra y si se ha jugado durante menos de dos horas. Puedes encontrar más detalles abajo, pero incluso si no se cumple con alguno de los requisitos, puedes solicitar un reembolso y nosotros examinaremos el caso")

Y no podíamos finalizar sin hacer mención a Batman Arkham Knight, el que se las prometía como una de las mejores producciones basadas en un superhéroe en el mundo del videojuego de toda la historia reciente. El final de la saga de Rocksteady recibió una versión para compatibles que dejó mucho que desear, y con el paso del tiempo los parches no fueron del todo efectivos.

Warner Bros. no tuvo más remedio que disculparse, lamentando la situación porque “los clientes sigan sin disfrutar con la versión PC de Batman Arkham Knight”. Y por méritos propios, nunca mejor dicho, se ganó el dudoso mérito de ser una de las peores conversiones del año pasado.

Fuentes consultadas