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Blu-ray; Crónica de una victoria.

Con este último artículo damos por zanjada la conocida como Guerra de Formatos. Una vez conocemos el resultado, analizamos las causas del éxito/fracaso del sucesor de DVD.

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La guerra de los formatos es historia. Historia, nunca mejor dicho, porque estos últimos años han sembrado innumerables precedentes que habrán de ser analizados ante toda aquella decisión encuadrada entre la concepción y puesta en el mercado de un producto. Dicho de otra manera, marcará toda actividad comercial de cierta entidad durante décadas.

Nunca una rivalidad comercial había supuesto tanto. No sólo por los cientos de millones de euros que había en juego, tanto en gastos asumidos como en beneficios futuros, también por la cantidad de actores que han participado en ella: Multinacionales de la electrónica, productoras de contenidos, desarrolladores de software, grandes superficies comerciales… Todo el sector del ocio, el que más cantidades de dinero mueve hoy día, ha estado pendiente de esta pugna. Pero si algo hay que destacar de esta guerra es la presencia del usuario, no como objetivo final (que eso no deja de serlo nuestro impersonal dinero) sino como observadores y jueces. Desde el primer momento toda esta pugna de carácter global se ha desarrollado delante de nosotros de una forma totalmente transparente. Una de las ventajas de la globalización y de los nuevos medios de comunicación. Hemos visto movimientos de todo tipo por parte de ambos contendientes y al final nos hemos dejado convencer y hemos elegido.

La guerra ha terminado y es hora de reflexionar sobre lo ocurrido. Eso es lo que estarán haciendo cientos de ejecutivos y técnicos de ambos bandos, echando la vista atrás para valorar, desde la certeza del resultado, los aciertos y errores de su gestión. Desde mi humilde posición de usuario, intentaré hacer algo similar opinando sobre las razones del triunfo/derrota del sucesor del DVD.

Han sido muchos los movimientos por ambas partes pero si debiéramos extraer de todos ellos una conclusión, la mía sería que HD DVD ha perdido la batalla por un planteamiento excesivamente conservador o, mejor dicho, Blu-ray la ha vencido con una serie de decisiones muy audaces, haciendo varias apuestas a todo o nada que, como ha quedado claro, siempre les han salido bien.

La primera de las apuestas de Sony es desmarcarse del DVD Forum. En noviembre de 2003 el DVD Forum acepta por una escasa diferencia (ocho votos frente a seis) las especificaciones definitivas del que venía denominándose AOD (Advanced Optical Disc) y lo bautiza como HD DVD. Sony es una de las voces discordantes y decide abandonar el DVD Forum y crear la Blu-ray Disc Association, llevándose consigo a otros grandes nombres del DVD Forum que no estaban demasiado convencidos del éxito del formato a desarrollar por Toshiba y NEC. Con ello apuestan por un salto en su negocio no sólo gracias a la producción de material electrónico, también gracias al cobro de cánones y otros derechos por la explotación de 'su' formato. Inmediatamente presentan Blu-ray, un formato sobre el que aún no tienen prácticamente nada, pero para el que Sony no tarda en ganarse los primeros apoyos. Sin duda la fallida experiencia en solitario al frente del formato Beta ha sido una gran lección. Ante este movimiento el DVD-Forum tarda en reaccionar. Ellos sí que tienen la tecnología para fabricar desde ya su nuevo formato, sin apenas inversión en infraestructuras y maquinaria y con la capacidad para llegar al mercado de inmediato. Sin embargo las especificaciones del BD de Sony superan las acordadas para HD DVD, por lo que deciden variarlas. Las especificaciones definitivas de HD DVD, las que ahora conocemos, llegan casi un año más tarde de que Sony anunciara las de su nuevo disco. El mercado recibe el anuncio como si se tratara de una competencia para un formato del que Sony llevaba hablando más de un año. Sony le ha dado la vuelta a la tortilla, ha ganado la iniciativa al DVD Forum cuando ellos tenían toda la ventaja en el desarrollo del nuevo formato. El primer asalto es suyo. Sin embargo la 'Format War' sólo acaba de empezar.

Previamente al lanzamiento, los medios especializados llenamos páginas describiendo las especificaciones de ambos formatos. A nivel de usuario las diferencias son mínimas, prácticamente inexistentes. Sin embargo existen ciertas diferencias que son muy bien aprovechadas por los hábiles representantes de Sony y que no dejarán de repetir y echar en cara a sus adversarios. Es en este momento cuando yo personalmente me posiciono a favor de uno de los dos formatos. Lo hago a raíz de unas declaraciones del DVD-Forum en las que apostaban por los contenidos en 720p, llegando a 1080i (entrelazados) aduciendo que los 1080p (progresivos) no sólo son 'caros' de obtener, sino que son también innecesarios. Era la forma de decir que la mayor capacidad de los BD no era igual de innecesario que esos 1080p. Sony cogió la oportunidad al vuelo y no dejo de repetir que su formato 'sí' soportaría la 'máxima' calidad HD, 1080p, y no se quedaría 'a medias', como su rival. DVD Forum tarda poco en rectificar y aceptar los 1080p como formato estándar, pero el daño ya está hecho. Sony gana la primera batalla  publicitaria, centrada aún en los medios especializados; segundo asalto a su favor.

Y aquí, ya en este momento, más de un año antes de que saliera a la calle el primer reproductor HD, Toshiba pierde la guerra de los formatos. Lo hace al adoptar una posición que no abandonará hasta el mismo día de su 'defunción' y que se basa casi en exclusiva en la diferencia de precio. Llega a reconocer que sí, que Blu-ray es superior tecnológicamente, pero que su formato es más barato. Acaban de firmar su sentencia.

Efectivamente la producción de un reproductor HD DVD cuesta casi la mitad que la de un Blu-ray. El proceso de estampación de sus discos también cuesta la mitad de tiempo y de dinero que la de los BD. Su formato aprovecha tecnología y software totalmente libre de cánones, en contra de los caros 'peajes' que Sony y Sun (propietarios de Java) van a cobrar a todo aquel que estampe la 'b azul' en sus productos. Sin embargo no lo saben aprovechar.

Cuando Toshiba pone en el mercado su primer reproductor HD DVD, en abril de 2006, lo hace de una forma incompleta. Su producto no ofrece toda la funcionalidad exigible al nuevo formato y encima es más caro de lo esperado. No tiene sentido comprarlo. Mientras Sony, que aún está lejos de tener nada sólido, lo critica por sus carencias y anuncia sus futuros reproductores más completos y 'no tan caros'. Los primeros reproductores Blu-ray sin embargo se retrasan (Samsung) y no llegan hasta junio de ese año. Tanto los reproductores HD DVD como los Blu-ray son caros y están llenos de problemas, por lo que las ventas son meramente anecdóticas. La verdadera lucha en el mercado no llegaría hasta noviembre de 2006, con la aparición en escena de PlayStation 3 y el reproductor HD-DVD para la X-Box 360. La Blu-ray Disc Association ha conseguido anular otra ventaja de HD DVD; le ha recortado su ventaja en el tiempo dado que la tan tratada ventaja en la fabricación de HD DVD y los problemas con el diodo de láser azul de Sony han acabado en nada, al no haber en el mercado presencia de interés de ninguno de los dos formatos. Tercer asalto con empate técnico, cuando la ventaja era claramente favorable a HD DVD.

Lejos de contentarse, Sony hace otra gran apuesta. Otro salto sin red. Su nueva consola PlayStation, su producto rey, integrará inexcusablemente un lector Blu-ray, con toda la funcionalidad de los mejores reproductores BD y a un precio inferior a los 600$. Mientras Microsoft ha anunciado que X-Box 360 contará con un lector HD DVD, pero como accesorio. Ni unos ni otros cuentan con un soporte que haga interesante su compra, pero en el caso de Sony ésta es obligada. De este modo son las consolas las que permiten la primera penetración realmente apreciable en los hogares. Sin embargo este apoyo que prestan las consolas a los nuevos formatos es bastante desigual. Según las últimas cifras, la PS3 ha vendido cerca de once millones de consolas mientras que la X-Box 360 ha vendido más de diecisiete millones. La diferencia es que mientras PS3 ha aportado al formato de Sony ese total de once millones de reproductores Blu-ray, no han llegado a venderse 300.000 reproductores HD DVD para la X-Box 360. Cuarto asalto (y definitivo) para Sony.

Y por fin llegan los productos al mercado y los resultados económicos, las cifras, toman el timón. Estas cifras son aún pírricas, dado que el producto existente en el mercado está muy lejos de estar al alcance del gran público. Los reproductores son pocos, limitados y caros y en cuanto a los contenidos están más limitados aún. Las únicas cifras relevantes son las que llegan desde EEUU y desde Japón, dos mercados que no se caracterizan demasiado en mirar el dólar (o el Yen) a la hora de optar por uno u otro producto.

A esto se suma que el tipo de usuario que se decide a comprar estos reproductores en un momento tan precoz no es precisamente aquel que se guía por el descuento. Es un usuario bien informado que sabe lo que busca y que, en definitiva, no va a posicionarse a favor de uno u otro formato atendiendo a una diferencia de 200$. Es un usuario consciente de que su compra tiene una vida útil limitada dado que no pasaran muchos meses antes de que sienta la necesidad de cambiar ese reproductor por otro con más funciones, menor tamaño y mucho menor precio. Por esa razón no tiene un gran temor a equivocarse de formato. Pero además sabe, porque Toshiba lo ha reconocido, que el formato de Sony es mejor, así que no tiene dudas de qué elegir. A medida que pasan los meses y los precios de los reproductores bajan, acercándose así al gran público, las diferencias entre ambos formatos se reducen, hasta primeros de 2.008, cuando se mejora la producción del láser azul de Blu-ray, reduciendo su precio a la mitad y dando inicio a una nueva gama de reproductores mucho más baratos. Ha comenzado el descalabro para Toshiba. Además de su ventaja en el tiempo, han perdido su ventaja en el precio. Al HD DVD ya no le queda nada a su favor. Quinto asalto para Sony.

En estos momentos el formato de Toshiba sólo puede sobrevivir apoyándose en sus socios, principalmente los productores de contenidos. Tan sólo la exclusividad de algunos títulos puede justificar la elección de su formato. Por suerte para ellos aún cuentan con los apoyos de Warner, Paramount, Universal y Buenavista, sujetos con contratos de fidelidad y con una cartera de títulos más que interesante. El malestar de estas productoras con su socio era ya evidente. HD DVD se ha mostrado muy poco eficaz frente a los ataques piratas, principal preocupación de las grandes productoras de contenidos. Blu-ray no es que lo haya hecho mucho mejor, pero sí se ha mostrado mucho más despierto a la hora de buscar soluciones, cosechando simpatías entre los socios de un formato HD DVD incapaz de reaccionar. Además la gran maquinaria publicitaria de Sony ha trabajado intensivamente creando una excelente imagen corporativa de su formato frente a una promoción casi inexistente de su rival. A esto hay que sumarle la gran diferencia en la penetración en los hogares de ambos formatos, marcada de forma notable por la PS3 ¿resultado? Las ventas en películas HD para el formato de Sony cuatriplican a las HD DVD. Y eso contando que tanto Paramount como Dreamworks en octubre de 2007 deciden que sus títulos sólo serán HD DVD. Así el formato de Toshiba puede enorgullecerse de su exclusivo Transformers que vende 190.000 discos en su primera semana, un éxito un tanto relativo si atienden a que el resto de los títulos más vendidos son BD, con el "techo" de las 260.000 copias de la película "300", lanzada en ambos formatos.

Warner, que ha venido lanzando sus títulos para ambos formatos y que incluso llega a lanzar un formato híbrido (Total HD) acaba por hacer caso a los números. Así, en el peor momento, el cuatro de enero Warner Bros da la puntilla al formato HD DVD al pasar a dar soporte en exclusiva a su competencia. Toshiba vuelve a dar muestras de su 'falta de cintura' y es incapaz de reaccionar, anulando su inmediata conferencia en el mismo CES en el que Warner les acaba de dejar ya agonizantes. La única respuesta al abandono llega pocos días después con el anuncio de una nueva rebaja en el precio de los reproductores, pero ya es demasiado tarde. Esta reducción suena más a amortización de stocks que a salvavidas. Tras Warner, comienza la cascada de abandonos. Poco a poco el resto de productoras anuncian el fin de la exclusividad. Sólo Buenavista se mantiene fiel a su promesa de no apoyar un formato que distribuya contenidos exclusivamente para adultos. A ellos se suman las grandes superficies y distribuidores norteamericanos como Best Buy y Wallmart, tras la cual también se adivina el abandono de Microsoft, uno de los principales accionistas de esta cadena.

Finalmente, la pasada semana el CEO de Toshiba anuncia lo que ya todos dábamos por sentado; dejaba de desarrollar, fabricar y comercializar reproductores HD DVD. El anuncio ha sonado como tantos otros que previamente otras compañías habían hecho anunciando lo mismo, pero no es igual. Toshiba es el padre y creador de este formato y su anuncio se asemeja al del capitán que abandona en último lugar su nave con la esperanza de que esta sobreviva por sí sola. Sin duda suena mejor que la dura realidad. Ya no queda absolutamente nada que justifique la existencia de este formato. La guerra ha terminado. HD DVD ha muerto.

En este momento es cuando se hacen públicas todas las cifras y cuando más evidente se hace el absoluto fracaso del formato rojo o la increíble superioridad que ha alcanzado el azul en sólo dos años y partiendo de un escenario que para todos los analistas era de empate técnico y que sólo se solucionaría tras largos años de competencia. Personalmente la cifra que más me ha sorprendido es la de reproductores HD DVD vendidos. Todo el grupo HD DVD no ha sido capaz de alcanzar el millón de reproductores colocados en todo el mundo y en casi dos años de producción. Sólo se han vendido 300.000 reproductores para la X-Box 360, el mejor producto para penetrar en los hogares gracias a su precio. En reproductores de sobremesa en toda Europa no se han llegado a las 100.000 unidades, llegando a las 600.00 en EEUU gracias al aumento de ventas conseguido reduciendo el precio de los reproductores a los 90$. Caso más llamativo es el de Japón, hogar de Toshiba y devorador compulsivo de tecnología, donde sólo se han vendido 10.000 reproductores. Analizando estas cifras, la pasada guerra se nos antoja hasta demasiado larga. Se resolvió mucho antes de que alguien comprase el primer reproductor HD.