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Assassin's Creed: Unity, Oportunidades y Amenazas

La franquicia más exitosa de los últimos años de Ubisoft debutará de pleno en la nueva generación de consolas con el primer título exclusivo de PS4, One y PC. Fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de esta nueva entrega.

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"Liberté! Égalité! Fraternité!"

Assassin’s Creed Unity es el nombre bajo el que se presenta la nueva entrega de la saga de Ubisoft. Un título que apunta directamente a la Next Gen, Playstation 4 y Xbox One además de PC, y que pretende dar un salto de calidad en una franquicia que se estrenó en 2007 y ha dejado ya por el camino seis entregas principales y diversos spin-off. La saga es un modelo de éxito incuestionable, con millones de copias vendidas a sus espaldas y una fórmula a caballo de la aventura y del sandbox que se ha convertido en uno de los grandes referentes de los últimos tiempos a nivel de masa. Ubisoft quiere darle continuidad, y por eso en esta ocasión nos mandarán a París en plena Revolución Francesa mientras esperamos saber más sobre Comet, la otra entrega prevista para este año que saldrá en Xbox 360 y Playstation 3 y que se despedirá de las plataformas en las que nació la serie.

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Hace algo más de un año, Ubisoft presentaba al mundo la cuarta entrega de la saga Assassin’s Creed IV: Black Flag y daba a conocer los datos de ventas totales: más de 55 millones de unidades vendidas. Si a eso le sumamos los 10 millones de copias que ha colocado la última entrega de la franquicia, queda clara la importancia de esta serie a nivel mundial. Y para la propia Ubisoft, que había sido criticada en alguna ocasión por su afán de sacar un juego de este tipo cada año, como si se tratara de una saga deportiva o del shooter bélico multijugador de turno. Pero salvo algunos casos evidentes –Revelations- y una sensación generalizada de poca evolución, la franquicia está consolidada.

Unity y Comet, lo que sabemos y lo que se dice
La nueva entrega de Assassin’s Creed saldrá a la venta este año, se habla de a muy tardar el mes de diciembre, para Playstation 4, Xbox One y PC. Es la primera entrega íntegramente de nueva generación (Black Flag ha salido en ambas) y de momento se ha podido ver algún tráiler e imágenes que apuntan a diversos frentes. El primero y más relevante es el contexto histórico. Después de dos entregas, Assassin’s Creed vuelve a Europa. Tras la trilogía de Ezio Auditore, Estados Unidos y los piratas caribeños fueron los protagonistas de la saga. Otra de las novedades que se esperan son ciertos cambios en el sistema de parkour. Según el HUD que se ha podido ver, se señalan diversos tipos de parkour, por lo que no sería nada descartable que se ampliaran los horizontes de una mecánica totalmente asentada en la serie. El protagonista se llamará Arno.

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Hay varios rumores que circulan por la red sobre el juego. Se habla de una de las nuevas armas, unos guantes metalizados para destrozar enemigos en la lucha cuerpo a cuerpo. Pero el más destacado de los rumores filtrados hasta el momento es el cambio del multijugador. Se quiere pasar, afirman las filtraciones, de un multijugador competitivo a una apuesta cooperativa dentro de la propia campaña, una petición que no es nueva entre la base de fans de la saga. Hasta que Ubisoft no suelte prenda y los medios puedan ver y/o probar la primera alpha del juego no podremos salir de dudas. Otra de las posibilidades es ampliar el parkour pudiendo correr por las paredes, algo que sugirió un profesional de esta disciplina atlética hace algún tiempo en unos comentarios en Youtube.

¿Y sobre Comet? Así se conoce al juego que saldrá este año y que cerrará el periplo de Assassin’s Creed en las consolas Playstation 3 y Xbox 360. Según recogió el portal francés GameBlog del que posteriormente se hizo eco Kotaku, dicho título se ambientará en el año 1758, el protagonista será Shay, capitán de su navío, y la acción se situará en el océano Atlántico. Según explica ese portal, el juego seguiría la temática naval de la cuarta entrega de la saga. Uno de los detalles más interesantes sería la posibilidad de que este tal Shay sea miembro de los templarios, la orden enemiga de los asesinos. Otro de los detalles no confirmados que cuenta Kotaku es que el juego nos permitiría visitar New York y que la acción se ubicaría entre Assassin’s Creed III y el DLC Freedom Cry de la cuarta entrega numerada. La presencia de personajes como Haytham Kenway y Adewalé también se espera de estos datos, repetimos, no confirmados.

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De esta manera, los fans de la saga tendrán que pasar dos veces por caja si quieren seguir toda la trama de Assassin’s Creed. En esta ocasión, Ubisoft apuesta fuerte por dos proyectos que en principio se entienden como “primeras espadas” y, en el caso de Comet, no se trata de un spin-off como los que se han podido ver en diversas plataformas portátiles e incluso algún que otro juego para móviles. Faltará ver si la estrategia funciona, sobre todo porque se pasa de un juego anual a sacar dos, obligando además a tener que contar con dos plataformas ya que la Next Gen no es retrocompatible.

Fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas
Con estos escasos datos confirmados y varias especulaciones, hay muchos frentes abiertos para el nuevo Assassin’s Creed: Unity. Un juego clave porque es el primero que salta a la Next Gen y servirá para probar si la franquicia está preparada para alargarse varios años más en una estrategia similar a la vista desde 2007. Por ello nos hemos decidido a identificar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que tiene la saga  y el juego en el contexto en el que va a salir. La clásica metodología DAFO usada en empresas, y que nosotros queremos aplicar de manera libre en la propuesta de Ubisoft para finales de este año. Una propuesta clave, esperada por muchos, y con ciertas dudas en el horizonte.

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Fortalezas

Saga consolidada
Assassin’s Creed es una franquicia totalmente consolidada, y salvo algunos casos, se mantiene plenamente vigente a día de hoy. De momento la  franquicia convence al gran público como lo demuestran los diez millones de unidades, y es un nombre que tiene un tirón importante cada vez que se descubren nuevas cosas. Por ello, el nombre Assassin’s Creed capta la atención rápidamente, hay ganas de más. Ellos lo saben y trabajan con una gran base de usuarios establecida que está satisfecha con la propuesta y premisas de la saga. La base es clara y eso marca una línea de trabajo que admite evoluciones pero no sorpresas. Es lo que se ha visto durante estos seis años y es lo que ha funcionado.

Mecánica de juego accesible
Una de las grandes virtudes de la serie Assassin’s Creed es conseguir que todo el mundo pueda disfrutar de un sistema de juego tipo sandbox sin que se sienta agobiado por la multitud de posibilidades que tiene un sandbox. Eso se consigue, en parte, gracias a las mecánicas accesibles y controles sencillos. Para todo el mundo. Escalar grandes edificios, correr a través de ventanas, tejados y cuerdas es tremendamente sencillo. Lo mismo sucede con un sistema de combate que tiene varias acciones sencillas que responden a la perfección cuando las combinamos. Todo en Assassin’s Creed es fácil de hacer y también divertido. Combatir, esconderse, asesinar, escapar, sorprender. Tardas muy poco en adaptarte al juego.

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Rico en contenido
En un momento en el que las campañas para un jugador acaban siendo algo cortas en pos de una mayor intensidad y espectacularidad, Assassin’s Creed siempre ha destacado por ofrecer contenido de sobras para sus jugadores. Terminar la campaña principal nos puede suponer unos quince horas de juego, pero hay mucho más. La propuesta de la saga se ha basado siempre en tener misiones secundarias en forma de “pruebas”. Tenemos centenares de objetos extras que buscar, atalayas que descubrir, asesinatos por encargo, carreras en busca de partituras de música, eventos dinámicos para acabar con enemigos concretos, maneras secundarias de terminar las misiones con el máximo de sincronización, reclutar asesinos (y piratas)… hay mucho que hacer y eso alarga la vida de cada una de las entregas que recibimos.

Historia y ficción
Assassin’s Creed tiene muchas cosas que enganchan, y una de ellas es la mezcla que hacen con momentos y personajes históricos en medio de una trama de ficción. La lucha que han llevado supuestamente durante siglos los asesinos y los templarios sabe encajarse perfectamente bien en cada contexto histórico real que ha vivido la humanidad. Saber ambientarse perfectamente en cada una de las épocas que se recrean, encontrar los personajes ilustres que pueden ayudarnos o torpedear nuestros planes y como acabamos formando parte de un momento concreto de la historia le da un toque más interesante al ya de por sí bien trabajado argumento que acostumbra a tener la saga. Siempre que no queramos entrar en incongruencias y ciertas licencias que se toman, naturalmente.

Las consolas de nueva generación
Playstation 4 y Xbox One son consolas superiores a sus predecesoras, y viendo el trabajo que se ha hecho con Black Flag, juego que luce muy bien en la nueva generación a pesar de ser un simple port optimizado, queda claro que Ubisoft tiene por delante un nuevo camino tecnológico interesante para explotar. El gran trabajo a nivel de diseño artístico tiene pinta de dar un salto cualitativo importante con esta nueva entrega, sobre todo porque Ubisoft siempre ha conseguido realizar trabajos más que destacados en lo visual con su franquicia estrella de los últimos años.

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Arquitectura europea

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Coincidimos en que las entregas celebradas en Europa –junto tal vez la última, Black Flag- son las mejores de la saga. Las que mejor sabor de boca nos dejaron. Las aventuras por Roma y otras partes de Italia mientras controlábamos a Ezio Auditore nos dieron la sensación de que Assassin’s Creed estaba en su plenitud. La arquitectura del viejo continente permite en casi todas sus épocas gozar de ciudades enormes con estructuras de gran envergadura, algo que se echaba ciertamente en falta en la revolución norteamericana y también en parte en el más reciente Black Flag.


La arquitectura neo-clásica que inunda Francia antes de la Revolución Francesa nos permitirá visitar enormes estructuras históricas y relevantes, como la iglesia de la Madeleine a medio construir en el sí de la Plaza de la Concordia –detenida por la revolución francesa-, la iglesia de Saint-Sulpice que se salvó de la quema, El panteón de París terminado en plena Revolución Francesa la enormidad de Versalles, palacio tomado por el pueblo. Junto a ello, lugares imprescindibles como el distrito de Montmatre con Saint Pierre de Montmatre en lo alto, el más que posible salto de fe más espectacular que recordemos desde Notre Dame y, sobre todo, una recreación fiel de la París de los contrastes. Limpia, bonita y espectacular en algunos barrios y totalmente demacrada en otros. La riqueza del momento es una de las fortalezas con las que cuenta la saga, viendo el trabajo hecho en la Italia renacentista.

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Debilidades

Síntomas de agotamiento
La fórmula es la que es, ha funcionado durante mucho tiempo pero a pesar de haberse refinado durante todo este tiempo, es cierto también que si comparamos Assassin’s Creed II con Black Flag, encontramos muchos elementos similares en desarrollo de misiones, ejecución de objetivos y demás. Seguramente el hecho de que las entregas sean anuales, aunque según Ubisoft los desarrollos sean de hasta tres años como Unity, hace que la sensación de novedad se vaya perdiendo en pequeños detalles que muchas veces no acaban siendo suficientes. Mientras la intención sea la de salir cada doce meses, será complicado notar que hay mecánicas y propuestas que se agotan dentro de la propia fórmula.

Repetición
Uno de los grandes problemas que se achacaron en su momento a Assassin’s Creed, más allá de las claras virtudes de ofrecer algo que nos sorprendía por puesta en escena y propuesta, es la repetición de situaciones. La cosa mejoró mucho con la segunda entrega y poco a poco se ha ido brindando más variedad a las misiones que realizamos. Pero la obra de Ubisoft sigue teniendo, a la larga, ciertos problemas de repeticiones con misiones que acaban saldándose de la misma manera, persecuciones muy similares que haremos una y otra vez dentro de una misma partida y objetivos que siguen unos patrones muy similares. La integración de nuevas mecánicas se presenta como clave para intentar renovar la fórmula.

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Falta de cohesión en las misiones secundarias
Hablábamos como una de las fortalezas del juego el hecho de que viene siempre con una gran cantidad de contenido debajo del brazo. Pero la integración de todos estos extras en el propio juego no acaba de ser la esperada. Muchas veces nos encontramos en medio de un banco de pruebas y desafíos que tienen poca o ninguna incidencia en la ciudad en la que estamos o en el desarrollo de la trama. Sí, por eso son secundarias, pero apenas interactuamos con esos objetivos que deben ser eliminados –vamos, lo hacemos y salimos- de la misma manera que sucede eso en las otras grandes tareas que tenemos por delante. Una relación más importante entre lo que hacemos y lo que implica a nuestro alrededor las haría más interesantes.

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La IA enemiga
Es uno de los grandes lastres de la saga, y aunque ha ido mejorando con el tiempo, la sensación de estar luchando constantemente con tipos de enemigos tremendamente similares y patrones que se repiten una y otra vez acaba por quitarle diversión a la larga. La disposición de nuestros enemigos cuando se enfrentan ante nosotros, como nos rodean, su reacción o la torpeza que tienen cuando nos persiguen algunas veces es algo que necesita mejorar. Un mayor desafío y cambios en las propuestas de los enemigos se puede traducir rápidamente en mayores posibilidades de afrontar las batallas y nuestras escapadas. Ya que si no, a la larga, acabamos haciendo lo mismo para ir avanzando, y eso es un síntoma claro de que no se ha diseñado bien la dificultad de los soldados enemigos. Ni el reto que suponen.

Sin Desmond Miles
La figura de Desmond Miles no es solo un personaje que haya gustado más o menos (seguramente ha ido de menos a más en el paso de los juegos), sino también un nexo para el presente que hilvanaba nuestros avances en los momentos históricos con las necesidades de los asesinos en la época contemporánea. El giro definitivo que da la saga en Black Flag, donde accedemos al pasado mediante un sistema de entretenimiento, quita parte de la gracia argumental de la saga que tuvo momentos álgidos importantes, entre ellos los vividos en Assassin’s Creed III. La franquicia pierde enteros sin esta trama paralela, sobre todo porque consigue que las interrupciones del presente en ACIV sean, precisamente,  eso. Interrupciones que no nos ofrece nada de interés y que quedan lejos de una trama que se desarrollaba en dos planos.

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Oportunidades

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La Revolución Francesa y sus personajes
La Revolución Francesa es una época fascinante ideal para recrear un juego ambientado en medio de una era convulsa en lo político y social en el que se luchó para acabar con el absolutismo. Desde la petición del Comité de los Treinta para tener más representación como tercer estado, su conversión a Asamblea Nacional, las decisiones del rey Luis XVI y la Toma de la Bastilla, pasando por todo el proceso que llevaría a la construcción de la constitución o  la guerra que sufría Francia contra Austria y Prusia. Es una época muy rica y cambiante, que puede permitir recrear también otros asaltos como el que se hizo al Palacio de las Tullerías, el reinado del terror con los más pobres dando revueltas para reclamar también sus derechos y el posterior derecho que reconocía el sufragio universal, así como el ascenso de Napoleón Bonaparte. Todo ello, mostrando una París cambiante según cada momento.

La trama que se consiguió realizar en la trilogía de Assassin’s Creed protagonizada por Ezio Auditore es el camino que debe seguir Unity, teniendo en cuenta los ilustres personajes que podremos ver y, por lo tanto, interactuar con ellos. Luis XVI y su hermano Conde d’Artois, el ministro Necker despedido; las conspiraciones que se pueden hacer alrededor del alcalde Jacques de Flesseles, el papel del marqués y militar La Fayette, el papel de la iglesia con la separación entre los juramentados y los refractarios, así como el rol de Maximiliano Robespierre  , gran líder de los jacobinos que contaba en su lucha ideológica con Billaud-Varenne, uno de los importantes oradores jacobinos. O con Camile Desmoulins, amigo de infancia de Robespierre, y una de las figuras importantes en la revolución del pueblo de París. Son muchos y Ubisoft no dudará en encajarlos a todos si hace falta para dar un toque político y conspirador a la trama que preparan para este juego.  Otros representantes ideológicos de la época como Marat (club de los Cordeliers, más radicales que los jacobinos) y Brissot (girondinos) también pueden tener cabida, Por no hablar de María Antonieta, otra de las figuras que cayó debido a la revolución francesa. 

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La recreación de la sociedad, inconformista y luchadora, también es otra de las grandes oportunidades de las que goza Ubisoft para recrear con acierto una época como esta. La mujer revolucionaria es una de las grandes protagonistas, actuando delante de todos para luchar por su igualdad con los hombres y poder adentrarse dentro de la vida pública que hasta el momento estaba en manos de los hombres. Es este punto el que nos hace pensar, también, que sería un buen momento para añadir un coprotagonista femenino que pueda dar el do de pecho como lo hizo Aveline en el spin-off Liberation, aparecido inicialmente en PS Vita. El contexto está pensado para que esto pueda suceder. Y puestos a pensar en posibilidades, no sería nada extraño ver o cruzarnos en el camino del personaje literario de la Pimpinela Escarlata, un lord inglés maestro del disfraz que se dedicaba a cruzar la frontera Inglaterra-Francia para rescatar nobles franceses de las garras de madame Guillotina, y cuyas aventuras fueron escritas por la Baronesa Emma Orczy en un claro antecendente a otros personajes con doble vida como The Shadow, Batman, el Zorro o Superman en sus alter egos.

El potencial del parkour
El sistema de parkour es uno de los grandes elementos diferenciales de la saga respecto a otras aventuras y juegos tipo sandbox. A pesar del paso entre entregas, ha sido un sistema que tampoco ha evolucionado demasiado salvo ciertos matices y detalles según cada contexto de cada entrega. En las imágenes filtradas se ha podido ver que habrá diversos tipos de parkour, y los rumores apuntan a novedades como los de poder correr por las paredes. El sistema puede y debe ampliar miras respecto a lo que ya se tiene, permitiendo correr y saltar por muchos más puntos del escenario, y tener una interacción mayor. Elementos vistos en otros juegos con parkour, como por ejemplo disparar o atacar mientras estamos corriendo por las paredes, o quedarnos colgado en medio de una estructura para poder asaltar desde ahí, son cosas que pueden explotar mucho más las posibilidades de la franquicia en esta nueva entrega.

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Un modo cooperativo
Se ha reclamado muchas veces de parte de la comunidad, y por desarrollo de las aventuras se podrían ofrecer ciertas mecánicas cooperativas que parece ser se integraran por primera vez en esta nueva entrega.  Proponer un cooperativo para Unity significaría no solo poder disfrutar de las aventuras del protagonista de turno con un amigo, ayudándonos y colaborando, sino ampliar también horizontes. Se podrían trazar misiones con un sinfín de nuevas posibilidades, pudiendo repartir tareas para que lo que haga uno permita al segundo conseguir el objetivo. Además, se amplía la escala de las misiones haciendo acciones complementarias, conjuntas. Bien integrado, puede mejorar precisamente uno de los problemas que se han identificado anteriormente, la repetición de situaciones. Buscar nuevos elementos que no sea duplicar las acciones, sino integrar mecánicas diversas, será clave para tener un cooperativo bien integrado.

¿Multijugador integrado?
Ubisoft trabaja en desarrollos que quieren ofrecer mundos persistentes y conectados constantemente. Es además una de las novedades que estamos viendo en muchas propuestas próximas para la nueva generación de consolas. Precisamente esto puede convertirse en un elemento diferencial a nivel de contenido que permita, de paso, generar nuevos contenidos gracias a la comunidad de jugadores. Poder tener un mundo que se integre con aliados y enemigos –de manera opcional- es uno de los rumores que se comentan sobre Unity. Intentar integrar el multijugador en la campaña principal. Una idea que nos permitiría hacer más misiones según las necesidades de otros jugadores y que daría una vida mucho más longeva a la primera entrega Next Gen de la franquicia Assassin’s Creed.

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Mayor interacción con nuestro entorno
El potencial de las nuevas consolas debe permitir a Ubisoft dar un paso adelante en lo que interacción con nuestro entorno se refiere. Hablamos de los NPC y los habitantes que habrá en París. Actualmente la práctica mayoría de personajes que habitan en las ciudades de la franquicia son meros elementos decorativos salvo algunos casos que nos permiten, por ejemplo, camuflarnos o que hagan de distracción. Las misiones secundarias deben acabar integrándose mejor en el desarrollo, en la vida, de los NPC. Y es algo que se puede conseguir gracias a la potencia de las nuevas plataformas. Lo hemos visto en otros juegos de otras compañías y el salto generacional debe ser una buena oportunidad para hacer un salto cualitativo en este aspecto.

Amenazas

La sombra de Ezio Auditore
Assassin’s Creed necesita de un héroe de primer nivel que consiga comulgar con todos los jugadores y nos haga sentir esa necesidad de controlar a nuestro protagonista. Ezio Auditore es uno de los personajes más carismáticos que recordamos de la pasada generación de consolas, tanto por su personalidad y carácter como por su evolución a lo largo de las entregas. Su sombra era alargada y ni Connor ni Edward Kenway han conseguido ofrecer lo mismo que su predecesor. Buscar un personaje que encaje y tenga la suficiente personalidad como para conseguir tener relevancia en la historia –la sensación con los dos últimos elegidos es que eran ellos, pero podrían haber sido otros, no transmiten el halo de ser “únicos” como Ezio- será vital para que el juego no pierda ni un ápice de interés.

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Diluirse entre dos juegos
Este año es complicado de definir. Además de Unity llegará también Comet, dos juegos para plataformas distintas pero que compartirán época de salida a la venta –último trimestre- y la ambición de conseguir grandes ventas en sus respectivas consolas. El efecto de Unity puede acabar diluyéndose por la sensación de que no solo sale un juego cada año, sino que además en 2014 llegan dos a la vez. Si las novedades no son suficientes no solo para diferenciarse respecto Comet sino también de lo que habíamos visto en la anterior generación de consolas, la saga puede sufrir un revés que obligaría a replantearse la estrategia comercial de cara al futuro. La sensación de hastío, de “otra vez”, está presente. Se ha conseguido salvar primero con Assassin’s Creed III, que renació tras Revelations, y por las variedades que brinda Black Flag y su ambientación marítima. Pero no queda claro qué necesita Unity para no caer en la trampa.

Asesinos y templarios
Más allá del hecho de perder una trama argumental en el presente como pasó con el adiós de Desmond Miles, la saga Assassin’s Creed tiene el peligro de convertirse en un patrón de juego que se va adaptando a nuevas épocas históricas con más o mejor acierto y que se puede mostrar más bonito a medida que pasan los años. Y ya. Lo que empezó con una magistral batalla entre los asesinos y los templarios se ha ido desvaneciendo poco a poco, y sería bueno recuperar este hilo argumental para las próximas entregas. No solo ver como se enfrentaban en un siglo concreto, sino avanzar en la victoria o derrota de uno de los dos y recuperar el interés respecto este aspecto.

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El sustituto de las batallas navales
Las batallas navales han supuesto un soplo de aire fresco en una fórmula que tiene algunos elementos de desgaste claro en sus premisas más clásicas. Black Flag supo explotar lo que parecía ser un minijuego en la tercera entrega y consiguió un gran protagonismo. Seguramente sin demasiado recorrido más allá de este juego (de hecho, la sensación de “está bien pero no quiero ver más estas batallas” se ha extendido entre varios usuarios), pero con un vacío que tendrá que llenarse de alguna manera. En la Francia revolucionaria no encajan las batallas navales, así que sería bueno encontrar algún elemento diferencial. Organizar  revueltas, trazar estrategias en alguno de los acontecimientos históricos, algo. Por qué si no, el juego dará un paso atrás en propuesta.

¿Y vuestros deseos?
Y hasta aquí llega todo lo que sabemos, lo que esperamos, lo que tememos y lo que deseamos de Assassin’s Creed: Unity. Ubisoft se juega mucho con esta nueva entrega. Está en juego un modelo de negocio que ha funcionado hasta el momento –juego por año, spin-off a un lado- y que quieren alargar hasta, por lo menos, el soñado Assassin’s Creed 10 según declararon. Y vosotros, ahora que empezarán a llegar informaciones oficiales, qué esperáis de esta nueva entrega de la saga? ¿Qué os gustaría que se mantuviera o se quitará para el estreno en la nueva generación de consolas? Os leemos.