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7 Sagas quemadas

Franquicias que se han ido desgastando por la excesiva proliferación de juegos y la escasa evolución de los mismos.

Actualizado a

Las compañías acostumbran a aprovechar el éxito de sus franquicias para sacar nuevas entregas y conseguir con ello más rédito comercial. Es algo hasta cierto punto lógico, pero también peligroso. En un momento en el que los costes de producción son tan elevados, tener una IP que funciona es un tesoro para explotar en el futuro por encima de arriesgarse con una nueva propuesta. Pero sobreexponer ciertas sagas no siempre es recomendable. Algunas acaban quemadas de tal manera que desaparecen del mapa por hastío general. Es lo que sucedió con Rockband y Guitar Hero, un género musical que tuvo que hacer un alto en el camino para poder volver ahora con energías renovadas. 

Quemar sagas también puede acabar afectando al nivel general del título. Si se aprovecha en exceso una marca o licencia, se corre el riesgo que no se consiga avanzar lo suficiente para ofrecer algo de gran calidad como pasó antaño. A casos de descanso obligado como los juegos musicales y otras sagas que se detuvieron en la pasada generación se unen los que no consiguen evolucionar lo suficiente. Un buen ejemplo que veremos en el reportaje es LEGO. No son para nada malos juegos y de hecho, algunos son muy recomendables, pero el ritmo de producción impide que realmente afrontemos novedades imponentes.

Otra cosa, vaya por delante, es hablar de personajes. Está claro que Super Mario o Sonic son personajes sobreexpuestos en la industria de los videojuegos. Pero seguramente no es del todo justo considerarlos una saga quemada. En el caso de Mario, por ejemplo, tiene cinco juegos plataformas 3D considerados “primera espada” desde 1996, y Super Mario Kart lleva ocho entregas desde los años noventa cuando actualmente las sagas se plantan con siete-ocho entregas en siete-ocho años. Pero si sumas la presencia de Mario, su exposición es más que evidente de eso no hay duda.

En todo caso, la intención de este reportaje es repasar algunas franquicias que se han quemado hasta el punto de tener que detenerse durante algún tiempo u otras que poco a poco van frenando la velocidad de crucero que un día tuvieron por su excesiva presencia en el mercado o la poca evolución entre una y otra entrega que ha acabado afectando, también, a sus ventas.

Assassin’s Creed

Seguramente es el gran ejemplo actual de saga que se está quemando por su sobreexplotación año tras año, sin descanso, desde que se estrenara en su momento en el año 2007. Ubisoft planteó un modelo anual para un tipo de juego de aventuras que seguramente no se presta tanto a este ritmo como puede ser un juego deportivo o un juego centrado en el multijugador online, y eso le ha ido pasando factura. Después del cenit de la saga con la segunda entrega y Brotherhood, se empezaron a ver síntomas de fatiga con Revelations. El cambio de ubicación con la tercera entrega y los añadidos de Black Flag aguantaron el tirón, pero es cierto que Unity supuso un salto decepcionante en la nueva generación de consolas. Todo esto acompañado de versiones portátiles y para móviles, entre otras entregas extras como Rogue. Syndicate es el nuevo juego de este año, un título que intenta cambiar varias mecánicas e innova con elementos a tener en cuenta, pero que no consigue desquitarse de la sensación de Deja Vú que deja la propuesta tras más de diez juegos en menos de una década.

Medal of Honor

Uno de los ejemplos de sagas que han tenido que hacer un alto en el camino porque no estaban funcionando como se podía esperar, algo que tiene que ver seguramente el hecho de publicar más de quince juegos en doce años desde que se estrenara en 1999. Medal of Honor tuvo un ritmo de publicación elevado, donde de un año para otro podíamos ver dos y tres juegos (Frontline, Infiltrator y Rising Sun de 2002 a 2003) publicados. Aunque cambiaban emplazamientos y ciertos detalles jugables, lo cierto es que la saga iba a un ritmo que lo más probable es que no aguantara el tirón. Se vio con las entregas a mediado de los 2000. Posteriormente, se intentó hacer un reboot con Medal of Honor para la pasada generación de consolas que intentaba competir con Call of Duty, pero eso acabó siendo el punto y final a una licencia muy prolífica de la que no se sabe nada desde hace ya tres años.

Videojuegos de LEGO

Los videojuegos de LEGO han cambiado desde la segunda entrega de Batman, un título que estableció el Open World en la saga y en los juegos licenciados y que cambió de manera positiva la experiencia jugable de dichos títulos. Pero a pesar de ser juegos que se basan sobre todo para hacer disfrutar a los más pequeños de la familia, la sensación es que se está quemando en exceso la fórmula a pesar del cambio de escenario que supone jugar en medio de El Señor de los Anillos o controlando a héroes de Marvel. Hay títulos potentes -como el citado de Marvel- pero ver como bajo un mismo patrón se publicaban el mismo años juegos como Batman e Indiana Jones (2008); Star Wars, Piratas del Caribe y Harry Potter en 2011 o este mismo año, con Jurassic World y Dimensions, la sensación es que no se da tiempo ni espacio para poder brindar experiencias realmente distintas y nuevas al usuario.

Dynasty Warriors

La saga musou de Omega Force es un ejemplo similar al que hemos descrito con LEGO, con una saga que ofrece buenas entregas y una mecánica de juego muy clara pero que muchas veces se le ve incapacidad para avanzar realmente debido a la gran cantidad de juegos que salen bajo su paraguas. Empezó en 1997 con la primera entrega, y en casi veinte años hemos acabado saliendo a una treintena de juegos. Varias revisiones de un mismo juego que salían el mismo año que el título en cuestión (como Empires y Xtreme Legends de Dynasty Warriors 4) y otras entregas cambiando de tercio -como Gundam- que tampoco acababan de marcar tanto perfil propio como para sentirse distintas. Una saga que tiene sus virtudes y su legión de fans, pero que muchas veces no acaba de avanzar como podría debido a este elevado ritmo de producción con una misma base.

Prince of Persia 

Una de las sagas más icónicas del mundo de los videojuegos -esas impresionantes animaciones de su primera entrega están todavía grabadas en las retinas de los jugadores más veteranos- pero  que durante su etapa moderna acabó quemándose hasta el punto que Ubisoft decidió apartarla del foco de actualidad hasta nuevo orden. Todo empezó con la trilogía de las Arenas del Tiempo, Warrior Within y Two Thrones. Seguramente las tres entregas de aventuras de acción de referencia de hace dos generaciones y con un cierre más que interesante aunque para muchos -esto es debatible- la última entrega ya no fue tan brillante como las anteriores. En tres años tres juegos de peso. Posteriormente la saga se amplío con portátiles, con una versión para Wii, con una especie de reboot que cambiaba el apartado visual cel-shading y algunas que otras entregas hasta llegar a Forgotten Sands, que no quería seguir la estela de la trilogía original pero con mucha menos inspiración. Después del Trilogy HD, la franquicia quedó totalmente enterrada y así estamos cinco años después.

Silent Hill

Silent Hill no ha sabido encontrar su hueco en la industria de los videojuegos en la segunda etapa de su vida. Después de la cuarta entrega numerada la saga dejó de estar en manos del equipo interno de Konami encargada de la saga, y esto se acabó notando. Palos de ciego en algunos casos que han acabado por dejar la licencia en punto muerto. En cinco años, desde 2007 a 2012, se publicaron hasta ocho entregas con diversa suerte. La mejor fue Origins de PSP, una manera de trasladar el terror a formato portátil como nunca antes. Pero no se supo dar continuidad con Escape para móviles, las versiones sobremesa Homecoming y Downpour que estaban netamente por debajo, el Arcade que no salió de Japón o el HD Collection repleto de problemas de rendimiento. Seguramente Shattered Memories se salvó de la quema, pero cuando parecía que podía darse un giro positivo en una saga quemada con Silent Hills de Kojima, pasó lo que todos ya sabemos.

Tony Hawk

Tony Hawk fue una de las sagas de referencia durante la época de Playstation 2, pero lo cierto es que la franquicia vivió una situación parecida a la del género musical y de ser muy bien considerada (alguna de las entregas Pro Skater está entre los mejores de la consola Playstation 2) a caer totalmente en el olvido. Se estrenó el primer Pro Skater en 1999 de la mano de Neversoft, y desde ese momento aparecieron nuevos juegos año tras año sin descanso hasta 2007. 9 juegos consecutivos entre los Pro Skater, Underground, American Wasteland, Project 8 y Proving Ground, a los que se sumaron spin-off en los años siguientes y algunos ports y remakes. Un merecido descanso de la saga principal de 8 años nos permitió ver este 2015 un retorno que, visto lo visto, lo mejor hubiera sido dejarlo donde estaba.

Y vosotros, ¿Qué saga consideráis quemada del pasado y la actualidad?