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20 Juegos para Enterrar

Aprovechando el encuentro con los cartuchos perdidos de E.T. comentamos 20 juegos que estarían mejor enterrados bajo tierra, 10 desde la redacción de Meristation y otros 10 sugeridos por los lectores.

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Obviamente ya nadie se pondría a enterrar cartuchos o discos de videojuegos en el desierto -que se sepa-, pero E.T. no es el único juego en el que se tenían grandes expectativas y acabó siendo un gran fracaso crítico y/o comercial. No son pocos los estudios de renombre que desearían poder “enterrar” algún juego en concreto, en un desierto, en el fondo del mar o en cualquier lugar alejado del recuerdo de los aficionados. A raíz de la noticia del hallazgo de los cartuchos del célebre fracaso de Atari, hemos querido recoger por un lado diez títulos que fracasaron en cumplir expectativas de calidad y/o financieras, resultando en un punto negro para sus responsables, mientras que otro lado también hemos escogido otros diez títulos propuestos por vosotros a través de las redes sociales.Duke Nukem Forever Quizás sea junto a E.T y otro nombre que mencionaremos en esta lista el nombre que más suene a la hora de hablar de grandes fracasos. De hecho, es prácticamente un milagro que Duke Nukem Forever llegara a aparecer en las tiendas, convertido primero en uno de los juegos más retrasados de la historia del videojuego y después en una broma recurrente. La sorpresa fue mayúscula cuando se anunció que 3D Realms vendía el nombre y el desarrollo a Gearbox, que se encargaría de convertir el naufragio en un producto listo para su comercialización, dispuesto a cabalgar en la popularidad de ser “el legendario desarrollo de 15 años”, además de la secuela de un auténtico superventas como Duke Nukem 3D. No se sabía exactamente qué esperar, pero había cierta esperanza de que todos esos años de desarrollo hubieran servido para crear un título repleto de detalles, con ese toque gamberro pero detallista de su antecesor, con niveles de “vieja escuela” y una mentalidad en las antípodas de los Call of Duty y demás FPS que se toman demasiado en serio a sí mismos. En lugar de eso nos encontramos una amalgama de conceptos, influenciado por ideas pasadas y presentes, un aspecto técnico cuestionable y un tono de humor caduco, que había sobrepasado la línea que separa la fina línea entre lo “gamberro” y el simple mal gusto. Definitivamente un juego para enterrar y cuyo desastre todavía colea -el último episodio es un juicio entre 3D Realms y Gearbox por la propiedad intelectual de Duke Nukem-. Haze Las exclusivas siempre arrastran una fe especial entre los aficionados, lo que muchas veces hace que ciertos proyectos tengan un gran peso sobre sus espaldas. Si a eso añadimos que la consola a la que se dirigía la exclusiva era PS3, con su desastroso lanzamiento y una gran urgencia de demostrar sus cualidades (así como su precio), es comprensible que las esperanzas fueran muy altas. Tampoco parecía una mala apuesta, un juego de nueva generación producido por Ubisoft, con el apoyo de Sony y el desarrollo de Free Radical, que había destacado precisamente por sus FPS en consola. Además contaba con un concepto original, con una historia de engaños, traiciones y manipulaciones que prometía ser interesante. La triste realidad es que el considerable retraso del proyecto no ayudó demasiado a un juego que acabó siendo mediocre, con importantes problemas técnicos, unos efectos de risa en algunas ocasiones, o un motor físico de pena, por decir algunas de sus “cualidades”. Haze no enterró a Ubisoft, pero sí a Free Radical, que nunca se recuperó del golpe.  Lair Un caso parecido al de Haze, pero todavía más grave pues Lair era un proyecto con el doble aval de ser un juego publicado por la propia Sony y desarrollado por Factor 5, un estudio de enorme calidad que además siempre había destacado en el apartado técnico -entre otros muchos logros encontramos el inolvidable Rogue Leader, un juego que impresionó sobremanera en el lanzamiento de Gamecube-. Como comentábamos en el caso de Haze, había mucha ansiedad por demostrar que la carísima PS3 valía lo que costaba, por demostrar que la tecnología Cell o el Blu-Ray eran capaces de hacer realidad las hinchadas promesas de años anteriores. Desgraciadamente, Lair se quedó muy lejos de las grandes expectativas depositadas en él. Estaba destinado a convertirse en un referente de la consola y a capitanear las ventas como uno de los pesos pesados de la primera etapa de la plataforma, pero fue vapuleado por la crítica por sus problemas, particularmente por su control (cuenta con un 53 en Metacritic, algo desastroso para un juego tan esperado). Lair tiene sus defensores como juego y ciertamente tiene virtudes -momentos visuales impactantes aunque algo imperfectos por temas de framerate, o una banda sonora de auténtico lujo por ejemplo-, además de que fue bastante mejorado con un parche muy posterior que introducía un nuevo estilo de control. Pero en términos generales fue un fracaso que dejó herida de muerte a Factor 5, que años más tarde cerraría sus puertas. Daikatana Con permiso de E.T. Daikatana es el ejemplo que más resalta de la historia del videojuego sobre un videojuego por debajo de sus gigantescas expectativas. Eran finales de los 90, una época distinta, el videojuego en general crecía de forma meteórica e inversores de todo el mundo estaban llevando carretillas de dinero al sector, buscando montarse en la ola. La productora británica Eidos, borracha con el enorme éxito de Tomb Raider, creía haber encontrado un nuevo El Dorado en la figura de John Romero, uno de los padres de Doom, una megaestrella de una industria que no suele presentar figuras mediáticas en el desarrollo. Alrededor de él se formó un “super estudio”, Ion Storm, en el que se invirtieron decenas de millones de dólares y que fue presentado ante la prensa generalista como si fuera un grupo de rock. El proyecto estrella del grupo era Daikatana, el juego que iba a demostrar que la visión de Romero de hacer que el FPS fuera algo más que tiros era la adecuada, fusionando elementos narrativos con RPG, compañeros controlados por la IA y otros avances desconocidos en el género. Estaba llamado a ser uno de los más grandes, pero empezó a retrasarse y, lo que es peor, empezó a hacer el ridículo en sus apariciones públicas, especialmente en el E3 del 99, donde la esperada demo jugable se convirtió en un fiasco con un framerate de risa. El juego final resultó un desastre sin paliativos, un auténtico agujero negro económico que engulló el “super estudio” y uno de los desastres más sonados y nombrados del sector. Alone in The Dark El “reboot” de Alone in the Dark, el gran clásico de Infogrames, llegó con muchas expectativas e ínfulas de “juego grande”. Tenía el nombre de una serie de tronío y se vendía como un título llamado a ser grande, con una fuerte campaña de publicidad por parte de la “nueva” Atari, que era la vieja Infogrames. Estaba destinado a ser un juego bandera para la productora francesa, pero el resultado fue muy decepcionante a todas luces. El desaparecido estudio francés Eden Games trató de crear algo en la tradición del juego original, un título adelantado a su época, por lo que intentaron todo tipo de trucos técnicos y de diseño para conseguir que el juego fuera original, diferente e innovador. Pero lo que el usuario se encontró fue un juego a medio cocinar, con algunas ideas pasadas de rosca -como el “realista” inventario-, bugs muy visibles y molestos, algunas secuencias realmente terribles, torpe en sus mecánicas y, encima, corto. Sus virtudes, como la historia, no valieron para que el juego funcionase, lo que a la postre supuso la tumba para una saga decana como esta, que no ha vuelto a dar señales de vida -en buena parte porque la compañía es ahora una sombra que se dedica a hacer “juegos de casino social”-. Es apropiado que en un artículo escrito a raíz de E.T. haya lugar para hablar del triste destino de un nombre que lo fue todo en el videojuego. Sonic 2006 No hay mucho que decir de uno de los juegos más ridiculizados del videojuego, un auténtico borrón en la trayectoria de la mascota de Sega, que si bien ha demostrado altibajos en su trayectoria, nunca había caído tan bajo como aquí. El principal problema del juego es el que tuvieron muchas compañías japonesas al comienzo de la pasada generación: una falta de preparación evidente ante los nuevos retos en el desarrollo de videojuegos de alto nivel. Sonic: The Hedgehog era un despropósito técnico con unas interminables cargas y un diseño desastroso que hacía que el puercoespín se despeñara a la mínima de cambio. Lo divertido del asunto es que el equipo no sólo no reconocía su propia incapacidad de hacer lo más básico, sino que además se había lanzado a la aventura de crear a personajes jugables como Silver, cuyas mecánicas de movimiento y combate se basaban en la telekinesis -con el consiguiente motor físico que, por descontado, añadía nuevos desastres-. A todo esto hay que sumar algunas de las escenas más ridiculizadas de la historia de la saga como el beso entre Sonic y la Princesa Elise. Definitivamente un juego a enterrar para impedir que baje el nivel medio de la serie. Aliens: Colonial Marines Aunque Aliens: Colonial Marines haya vendido sorprendentemente bien -más que muchos títulos infinitamente mejores-, y aunque se defienda que el juego se ha ido depurando con parches (que menos). La realidad sigue siendo que Colonial Marines es algo indigno, especialmente cuando se vendía como un AAA a la altura de los grandes FPS del momento. Como ha pasado tantas otras veces cuando se ha tratado de llevar la saga al videojuego, uno de los problemas de Colonial Marines es que no impone ni genera miedo o inquietud. Si las películas originales eran densas y terroríficas obras de ciencia ficción en la que se exploraban una variedad de temas con personajes interesantes y complicados, aquí en cambio encarnamos a los soldados más genéricos y estereotipados del universo, luchando contra una horda de cucarachas sobrealimentadas -nada que ver con esa máquina perfecta de matar en las películas-. E incluso disculpando esto, el juego debe responder de los incontables errores, bugs y fallos ridículos que afectaban directamente a la experiencia y se convirtieron en el hazmereir de la industria durante su lanzamiento. Confiamos en que Alien: Isolation sea bastante mejor y más fiel. Tony Hawk: Ride Ride es la consecuencia natural y la llegada al absurdo de una industria que en los últimos años se ha obsesionado con los periféricos como método para conseguir mejores beneficios y experiencias distintas. No es un fenómeno nuevo ni mucho menos, pero en los últimos años se había acentuado con la irrupción de los juegos musicales, y esa fiebre hizo a las compañías perder un tanto los papeles. En el capítulo de desastres podríamos añadir a uDraw, que tuvo bastante que ver con la caída de THQ, pero al menos era un producto bastante más digno y trabajado que este Ride. Básicamente, alguien tuvo la genial idea de trasladar el elaborado y preciso control de la saga Tony Hawk a una tabla “de verdad”, permitiendo al jugador sentirse como un auténtico as del skate mientras hace equilibrios enfrente del televisor. Por supuesto, semejante despropósito da como resultado un título limitado en su planteamiento por la necesidad de acomodar los controles a las escasas posibilidades del periférico, lo que no estaría mal si  no fuera porque el periférico falla estrepitosamente en registrar lo que queremos hacer. Así que encima de sentirnos ridículos, Ride ni siquiera nos da el premio de consolación de ser divertido. Un desastre que “mató” a una saga tan prestigiosa como la de Tony Hawk -aunque hay rumores de regreso-. Too Human Otro de los grandes fiascos de los últimos años. El problema de Too Human no es que sea un juego desastroso -que tampoco es que sea nada muy especial- sino las grandes expectativas que levantó y lo lejos que se quedó de ellas. Se suponía que iba a ser una trilogía que iba a convertirse en uno de los grandes nombres de 360 -era exclusivo-, que iba a ser el cénit creativo de los creadores de Eternal Darkness, un juego sofisticado, adulto y profundo que sus anteriores socios, Nintendo, nunca hubieran apoyado. A pesar de la expectación, de los retrasos y de las promesas, Too Human acabó fracasando, especialmente en la parte técnica -con una gran polémica de por medio entre Silicon Knights y Epic a propósito del Unreal Engine, por lo que fueron a los juzgados-. El proyecto de trilogía murió ahí y desde entonces el estudio canadiense ya no levantó más la cabeza. Girl Fight No es que se esperase mucho de Girl Fight, pero tampoco se esperaba este compendio de “todo lo que no hay que hacer en un juego de lucha”. Una especie de Dead or Alive a lo pobre, con unas animaciones ridículas, los escenarios más tristes y vacíos que se puedan imaginar, la IA más lamentable que se haya visto en mucho tiempo, música de pesadilla, luchadoras sin personalidad, poca variedad… En fin, un completo desastre que además se vendía de la manera más descarada con el “atractivo” de sus personajes, que queda bastante disimulado por la pobreza de sus modelos. Otros juegos en la lista están aquí por decepcionantes en uno u otro sentido, Girl Fight lo está simplemente por lamentable. Los Lectores Opinan También preguntamos a los usuarios por redes sociales qué juegos les gustaría enterrar en el desierto. Estos siguientes diez títulos no siguen el criterio de los nombres anteriores, ya que responden a opiniones de usuarios sobre juegos especialmente malos que les han dejado marcados, incluyendo varios nombres clásicos en esto de los juegos olvidables. Barbie Cabalga y Salta Cuando un juego está diseñado para ser encantador, bonito y apto para las más pequeñas de las casas, presenta el aspecto gráfico de Cabalga y Salta, hay poco que decir, en particular si los caballos del juego parecen que van a morir en cualquier momento por cómo se mueven y la propia Barbie tiene unos andares que no resultan precisamente gráciles, femeninos (o humanos). Si quieres que tu hija/nieta/sobrina odie los caballos para toda su vida, este es tu juego.The Simpsons Wrestling Hay bastantes juegos malos o mediocres basados en Los Simpsons, pero Wrestling se lleva la palma. Unos gráficos para echarse a llorar, simple como el mecanismo de un chupete, personajes desequilibrados y poca variedad de movimientos. Todo lo que necesita un título de lucha libre para matarte de aburrimiento .Rise of the Robots Otro de los grandes fiascos del videojuego. Rise of the Robots llegó en una época de revolución gráfica en el videojuego y su llegada fue anunciada como el nuevo “rey de la lucha”. Iba a ser un título capaz de codearse con los mejores del momento, pero además con unos gráficos revolucionarios y nunca vistos. La realidad es que los gráficos parece que ocuparon todo el juego y los desarrolladores no tuvieron espacio para incluir cosas como una IA funcional, variedad de movimientos o cualquier elemento que hiciera sospechar que estábamos ante otra cosa que un bonito salvapantallas.Dragon Ball Evolution Lo peor entre lo peor, el videojuego de la película de Dragon Ball tiene el triste honor de ser todavía peor que el material original, que ya es decir. Uno de los títulos más lamentables que se pueda encontrar, no ya porque nos recuerde a la película, sino porque además es uno de los juegos de lucha más ridículo que hay, con una IA inexistente, unos gráficos lamentables y una campaña de media hora que podremos completar cerrando los ojos y aporreando botones -lo que no es mal plan para ahorrarse el sufrimiento de ver los personajes en pantalla-.¡Que pasa NENG! En fin, ¿qué vamos a decir? España tiene un talento natural para elevar y promocionar sus esperpentos. El personaje de Edu Soto se convirtió en un extraño y enorme fenómeno mediático, así que se aprovechó el tirón para crear una ridícula colección de minipuzles que hacen cualquier cosa menos divertir. Un producto cínico pensado para aprovechar el momento, sin pasión alguna ni ganas de hacerlo bien con unos gráficos terribles y la diversión de una piedra tirada a la cabeza.The Walking Dead Survival Instinct Otro de los mencionados en redes sociales es esta “joyita”, que además se presentó en escena a la sombra del magistral Walking Dead de Telltales. Mal acabado, repleto de fallos, técnicamente a un nivel muy pobre y pobre a todas luces, Survival Instinct fue el clavo que le faltaba al ataúd del estudio Terminal Reality, que finalizó su trayectoria de la peor forma posible.Rambo El título favorito de la redacción de Meristation también tiene sus “fans” entre los lectores. Rambo es la clase de producto cínico cuya existencia sólo está justificada por el nombre de su licencia. Ley del mínimo esfuerzo, falta acuciante de inversión o ganas para hacerlo mejor y muchos momentos de “diversión” a costa de un juego que parece mentira que haya llegado a las consolas modernas. Actualmente es el quinto peor juego de la historia de Metacritic, todo un logro difícil de conseguir.Capitán Planeta (NES) Un clásico de los juegos desastrosos. La versión de NES de la clásica serie ecologista de dibujos animados es el clásico título en el que los desarrolladores, Mindscape en este caso, sin saber muy bien que hacer con la licencia, hacen el juego más genérico posible, algo que no use para nada la identidad, valores o elementos fuertes del material original. Si además encima esto se hace mal, lo que tenemos es un juego para olvidar.   Pepsiman (PSX) Japón siempre es diferente. La “mascota” de Pepsi en el país del sol naciente tuvo su momento de gloria en los 90 y la compañía trató de acercarse a los videojuegos como una manera de promocionar su héroe. La idea es emular a los anuncios y manejar a nuestro “superhéroe” en sus carreras para saciar la sed de niños americanos necesitados de su ración de bebidas carbonatadas. El juego es simple hasta la saciedad, pero es lo suficientemente curioso como para echarse unas risas a su costa.Superman 64 Un clasíco, no podía faltar “el peor juego de la historia” entre los títulos sugeridos por los lectores. La fama de Super Man 64 es más que merecida. Los silenciosos paseos del superhéroe en un universo de niebla verde infinita conforman una de esas escenas inquitantes que sólo pueden existir en el videojuego. La idea de que lo más excitante que se puede hacer con un personaje así es ir volando por aros en el aire mientras el framerate se cae a pedazos justifica sobradamente la mala reputación que tiene este título.

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