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10 juegos que te harán perder la paciencia

Contente, no tires el mando contra el suelo, reprime tu ira, respira hondo... Son difíciles pero puedes aguantar las ganas de mandarlos a tomar viento y cagarte en sus creadores. Estos son 10 juegazos tan difíciles como adictivos, pura droga desafiante.

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Desesperante carnicería ochentera

Hotline Miami

La década de los 80 nos dejó un montón de influencias y estilos culturales. Entre todo lo que evoca a aquel paraíso inconfundible, también tenemos juegos directamente inspirados en la idílica Miami de entonces, aquella plagada de luces de neón, música con nuevos sonidos, cochazos, sexo fácil y mafiosos, sobre todo mafiosos. Hotline Miami dispara la parte más irascible y sanguinaria de la era de la violencia, con un par de juegos a cargo de Dennaton Games que desesperan a cualquiera mientras absorben con su misteriosa capacidad de enganchar. Más arduo aún el segundo, Hotline Miami 2: Wrong Number. Entrar a balazos en distintas estancias plagadas de matones rusos que se mueven y apuntan a toda velocidad no es tarea fácil ni para cualquiera. La vista cenital no ayuda, y el cabreo del jugador a medida que pierde una vida y otra teniendo que empezar cada planta desde el principio nos hace calificarlo como una experiencia tan divertida como irritante. Prepárate para tirar el mando por la ventana o querer apuntarte con el arma a ti mismo, porque a este par de juegazos debes darle una oportunidad, y cuando te des cuenta estarás enmarañado en sus psicodélicas redes.

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El mayor cabreo rolero

Dark Souls

Los Action RPG a menudo se conforman con que tengamos un personaje bien equipado para dejarnos avanzar, en otros basta con levear. From Software ya inventó algo distinto y más exigente en Demon's Souls, y lo llevó todavía más lejos en su serie Dark Souls, verdadero infierno del rol medieval que obliga al jugador, tanto en el primer juego como en el segundo, no solo a ir bien armado y protegido por este mundo abierto, sino también a saberse mover con total destreza en los esquivos, tener paciencia para volver a repetir zonas enteras porque el punto de respawn (hogueras) está demasiado lejos, o a verse ante frecuentes adversarios que de un solo golpe matan. Jefes que parecen directamente imposibles, esbirros ridículos que nos amargan la existencia, trampas de entorno de todo tipo que juegan con lo inesperado o poco visible de su colocación... Una verdadera prueba de fuego para paciencias de hierro y espíritus zen, que en esta aventura oscura y sádica para el usuario no dejará ningún alma en reposo y paz. Cabrea como pocos, y por eso nos encanta en una época donde parece que el rol no puede ser difícil. Pruébalo y arde de furia.

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Espacio plagado de fuego

Ikaruga

Los shoot 'em up espaciales tienen juegos difíciles, juegos casi imposibles, y luego está Ikaruga, uno de los iconos del género por abarrotar la pantalla como ningún otro de fuegos en todas direcciones. Es tal la cantidad de partículas que esquivar o absorber (según color y polaridad) con nuestra pequeña nave que llega a ser desbordante desde los primeros minutos y niveles.  Morir es demasiado fácil y no abundan los intentos, lo que convierte a una campaña a priori relativamente corta en un verdadero e interminable quebradero de cabeza en cuanto se avanza en ella. El espectáculo de fuegos artificiales abruma, y esquivar o recoger absolutamente todas las chispas blancas o negras que pululan por el campo de juego ha hecho apretar los dientes a millones de jugadores que siguen encontrando en él un reto sin igual. Salió en 2001, poco después en Dreamcast y GameCube. Y hoy se puede encontrar en el bazar Xbox Live Arcade. Locura.

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La maldad de los clásicos

I Wanna Be the Guy

Salto, doble salto y disparo. Con esto basta para sufrir y sufrir con uno de los plataformas 2D más desafiantes que recordamos. Partiendo de clásicos ya de dificultad angustiosa como Contra, Adventure Island o Mega Man, I Wanna Be the Guy es la típica aventura por niveles donde todo está colocado ahí a mala leche. Ese bicho que está para que te comas tras caer de un salto largo o esos pinchos en el techo para limitarte el brinco. Eso, todo en su sitio para morir una y otra vez hasta la saciedad pero al mismo tiempo regalar al cuerpo las mismas sensaciones de los juegos del género en la época de los 8 bits. Su creador no quiere enfadar a nadie, pero desde luego lo consigue. Al mismo tiempo que logra enganchar a cualquier con su prueba y error constantes, dentro de un diseño de niveles sin ayudas ni miramientos, diseño endiabladamente arduo de superar.

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Músculos, para romper el mando

Battletoads

Las ranas de Rare daban mamporros como ninguna otra criatura en su época. Pero lo que de verdad inspiraban estos viscosos bicharracos qye se tacharon de plagio de las Tortugas Ninja eran ganas de golpearlas a ellas, a los creadores del dichoso a la par que maravilloso Battletoads y a sus retorcidos diseñadores de niveles. Muchos recordarán aquel tercer nivel infernal donde nuestro grupo de anfibios musculados se deslizaban en motos, justo donde un buen puñado de jugadores tuvieron que abandonar la partida astiados de perder vidas una y otra vez. Y poco después se inventó aquel nivel de la serpiente, los saltos imposibles a toda velocidad, los enemigos puñeteros que no praban de salir... Un infierno. Nada es sencillo en Battletoads, y colar las animaciones finales de muertes de bichos rivales es tan satisfactorio como peligroso, pues nos hará bajar la guardia de un juego que puede traducirse como una constante amenaza a la salud del jugador y el nerviosismo de cualquiera aunque solo lo contemple. Frenético y no apto para cardíacos.

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¡Me cago en ti, Itagaki!

Ninja Gaiden Black

Tecmo nos ha desafiado muchas veces y con muchas sagas, pero nunca al nivel que lo ha hecho Ninja Gaiden, ya súper difícil en sus primeros pasos de acción lateral, y con el paso a la tridimensionalidad no quiso perder su imbatible estilo ultra desafiante donde casi no había cabida para recibir daños y todo el combate se desarrollaba súper rápido. Reflejos de ninja es lo que se necesita para superarlo sin caer. Además de los clásicos, nos quedamos con Ninja Gaiden Black, uno de los favoritos de la comunidad por la desaparición de algunas ayudas del original, como la Intercepción, o el añadido de dos modos extra de dificultad. Tomonobu Itagaki, su creador, quería hacernos hervir la sangre y desde luego que lo consiguió. Negro es como pone a cualquiera este Ninja Gaiden Black, un desafío solo para masocas pero que te tiene probando una y otra vez en cuanto te quieres dar cuenta.

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Sin código Konami eres fiambre...

Contra

Desde luego la prolífera época de NES estuvo plagada de juegos difíciles. Desde los antes comentados hasta el loquísimo Super Mario Bros 2: The Lost Levels, ninguna compañía importante quiso quedarse sin sacar de sus casillas al jugador, de hacerle temblar enrabietado proponiéndole mecánicas de toda la vida solo que con una complejidad y reto sin precedentes. Otro en sumarse a esta hilera de entretenimiento para enfermos mentales capaces de superar su arduo planteamiento fue Contra, uno de los primeros en usar el famoso Código Konami que desbloqueaba 30 vidas en vez de las 3 convencionales. El plataformas con toques militares y alienígenas repleto de acción armada era tan difícil avanzados los niveles que no fuimos pocos los que conseguimos completarlo solo con esta mítica combinación de direcciones que al menos nos dejaba pasar un poco más allá del tercer nivel. Contra es divertidísimo aún hoy, aunque sobrevivir a sus primeras fases con 3 vidas ya nos deja claro cómo se pensaban los juegos antaño, nada que ver con los paseitos de hoy en día.

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El peor infierno medieval

Ghosts 'n Goblins

La batalla de Sir Arthur en busca de la eterna princesa en apuros ha sacado de quicio a todo el que le ha dado un par de oportunidades. Con una no basta, no durarás mucho. El diseño intrincado de este plataformas lateral que nos lleva hasta la Edad Media más peligrosa que nunca hayamos recorrido en título de Capcom alguno es para quitarse la armadura y arrojarla junto a la consola por la ventana. Cada golpe que recibimos nos deja pronto al personaje súper vulnerable y en calzoncillos. Y todas las cosas que arrojamos como hachas, dagas, antorchas, etc. no sirven de mucho cuando la pantalla se nos llena de bichitos letales que encima nos obligan a no parar de movernos rápido en escenarios con tantas trampas mortales como puedan ocurrírsenos. Sus sucesores no se quedaron atrás, manteniendo una dificultad característica que lo ha colocado en muchos TOP como uno de los arcades más difíciles de todos los tiempos.

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Tu vida por no estrellarte

F-Zero GX

La principal característica de todo F-Zero es la velocidad de vértigo y los circuitos de infarto. En la versión GX, que llegó a GameCube, estos patrones se llevaban a un nuevo límite con circuitos realmente desafiantes y donde un solo fallo, por pequeño que fuera nos arruinaba toda una carrera que había sido perfecta hasta ahí. ¿Qué supone esto? Frustración y cabreo por doquier, pero al mismo tiempo una necesidad imperiosa de completar cada carrera, deseo que crece poco a poco en el jugador. El modo de dificultad Maestro ya es algo de otro mundo, solo para pilotos con capacidades sobrenaturales ya que solo disponemos de una vida en cada competición. Ritmo desenfrenado en pistas que son verdaderas montañas rusas llenas de curvas, loopings, tirabuzones, obstáculos y contrincantes que estorban. Una prueba para tus dedos, pero también para tu mente y tu resistencia a destrozar el mando contra el suelo al perder, algo que harás habitualmente en este espectacular título futurista que ni siquiera el peor de los Wipeout igualó en dificultad.

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Maldito pajarraco

Flappy Bird

Alguien con muy mala uva diseñó hace casi dos años un juego de móvil tan simple y poco inspirado como difícil y adictivo. Se trata de Flappy Bird, mundialmente conocido, de manejo con un único toque a la pantalla, y uno de los más difíciles de dominar si se quieren alcanzar puntuaciones realmente importantes. Mantener al bichito en vuelo sin que caiga ni choque contra las tuberías estilo Super Mario es tan adictivo como odioso. Sencillo y cabreante como él solo cuando llevamos una puntuación de récord y empotramos al ave de repente y sin verlo venir. Se ha dicho de todo, que si es injusto, que si es patético, que si está mal programado, que si no están bien delimitados los contornos... Pero sigue siendo de lo más jugado en Android, pues de la App Store desapareció y sigue sin volver. Le salieron tantísimos clones que asusta y hasta cuesta encontrar el original.

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¿Y para ti, cuál ha sido un juego realmente difícil y que te ha hecho lanzar el mando o aporrear el teclado?