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Jak and Daxter: The Lost Frontier

Jak and Daxter: The Lost Frontier

Esperado regreso

Jak y Daxter regresan en una aventura que conjuga varios estilos de juego, con un buen resultado. Una entrega muy esperada por los aficionados de la franquicia, que si bien no logra innovar, tiene suficientes detalles de calidad como para dejar con un buen sabor de boca.

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Pese a que Naughty Dog hace ya tiempo que abandonó la franquicia (cuatro años), Jak y Daxter siguen dando mucho que hablar, resistiéndose a caer en el ostracismo de las antiguas mascotas de videojuegos. En realidad, no se trata de nada nuevo, dado que es algo que ya vivimos con su primera gran franquicia de éxito, Crash Bandicoot; en la primera PlayStation, crearon una trilogía de plataformas para cerrar con un último juego de carreras, pero la franquicia siguió adelante, vendiéndose la licencia y ofreciéndonos infinidad de secuelas a lo largo de los años posteriores. Con Jak and Daxter ha pasado casi lo mismo: Naughty Dog creó una trilogía completa de plataformas y acción, esta vez en PlayStation 2, cerrando su creación con un nuevo juego de carreras, y dando el salto a PlayStation 3 con Uncharted.

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Lejos de especular cómo será un juego de carreras basado en las aventuras de Nathan Drake, queremos quedarnos en lo que ocurrió con la franquicia Jak a partir de ese punto. Primero, nos llegaría el capítulo adicional de Daxter para PSP, que complementaba la historia de Jak II, y sin duda supo explotar el potencial de la portátil de Sony, realizando un gran trabajo técnico y jugable. Pasados varios años, nos llega ahora Jak and Daxter: The Lost Frontier, que aunque no goza del privilegio de haber sido desarrollado por Naughty Dog, sus responsables son High Impact Games, compuesto por varios miembros que abandonaron el equipo anterior. No obstante, da la impresión de que se han quedado un poco lejos de lo que nos tiene acostumbrados la franquicia.

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Ante todo, destacar que Jak and Daxter es un buen juego, con detalles realmente satisfactorios y que deja un buen sabor de boca en prácticamente todos sus apartados; pero esto no es suficiente para ocultar su falta de inspiración. Con este capítulo, se ha intentado mantener todo el espíritu de la franquicia, pero tal vez haya sido mucho para PSP, porque se antoja, por momentos, algo alocado e incoherente entre sus secciones. Tampoco es que argumentalmente aporte prácticamente nada, y hay secciones que se antojan demasiado precarias, principalmente, por problemas de cámara o por lo excesivamente vacías que se encuentran. Veamos con calma todas las ventajas y aspectos a mejorar que nos ha dejado este nuevo capítulo.

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Argumento
Como ya hemos dicho, se antoja poco menos que una excusa para hilar las distintas secciones, dado que no consigue enganchar y mantenernos pegados a la pantalla por la emoción y la tensión. Cierto es que el primer capítulo tampoco contaba con una gran historia, y que en Jak II se forzó tanto este aspecto que resultaba hasta caótico, pero nos quedamos con la sensación de que con Jak 3 se había logrado alcanzar el equilibrio perfecto. Tal vez por eso mismo, esperábamos que un potencial cuarto capítulo de las aventuras de Jak y Daxter iba a seguir esas directrices, y lo cierto es que hay que reconocerle que lo intenta, pero se queda lejos de conseguir su objetivo.

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Se nota que lo intenta, principalmente, por la gran cantidad de secuencias de vídeo con las que cuenta el juego, gracias a las cuales se nos van presentando los personajes y las distintas situaciones, pero toda la espectacularidad visual que son capaces de desplegar se pierde en la incapacidad para profundizar en la psique de los protagonistas, en sus motivaciones o en conseguir que su aventura ofrezca ese plus de intensidad que consigue hacer más atractivo a un juego. Básicamente, se nos presenta a los tres protagonistas heredados de títulos anteriores, Jak, Daxter y Keira, que están inmersos en un viaje para descubrir por qué está desapareciendo el Eco de su mundo. Para tal fin, acabarán aliándose con unos piratas y con un viejo loco que habitaba en solitario en la isla que es el eje central del juego.

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Jugabilidad
A partir de este planteamiento básico, se van sucediendo las distintas fases (o misiones) del juego. Hasta cuatro tipos de jugabilidad distinta nos encontramos en este título, y curiosamente al principio del juego, durante los tradicionales tutoriales en los que se pretende que nos acostumbremos al sistema de control, se nos suceden todos los tipos de forma continuada, pero sin darles una clara coherencia al salto entre ellos. Además, da la sensación de que hay sucesos que se nos presentan y deberían ser de importancia argumental, pero luego parecen caer en el olvido sin mayores preocupaciones. Tampoco faltan algunas misiones que se alargan innecesariamente, clara muestra de que, en global, se han querido hacer tantas cosas que no se ha sabido coger y definir el ritmo general del juego para que estuviese al nivel de los mejores.

La primera dinámica de juego es la que gira en torno al propio Jak; estamos hablando de lo que mejor se le da a nuestros protagonistas: plataformas y disparos. Saltos complicados que nos obligarán a maximizar nuestra precisión, con la posibilidad clásica de realizar saltos dobles e incluso permanecer un poco más en el aire dando una patada giratoria en vuelo. No faltan, claro está, los puzzles que requerirán que estemos constantemente dando vueltas, utilizando todos los recursos a nuestro alcance. Obviamente, tampoco faltarán los enemigos que nos asaltarán durante nuestros saltos, ante los cuales deberemos recurrir a nuestras habilidades cuerpo a cuerpo, o bien a las armas (con cuadrado golpeamos y con triángulo usamos nuestras armas).

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Pese a que el número de ataques y armas disponibles no es demasiado extenso, es suficiente para dejarnos satisfechos a lo largo de la aventura. No obstante, en este punto hay que reconocer que las armas de fuego son bastante más complicadas de utilizar de lo que sería ideal, dado que su precisión al apuntar se resiente bastante. Tal vez un sistema de marcar al enemigo, o un mayor rango de acción, serían de agradecer, dado que es muy habitual errar nuestros disparos y, por lo general, compensa más ir a por los enemigos haciendo uso del cuerpo a cuerpo, más fiable y eficaz. Al eliminar enemigos iremos recogiendo eco, que podremos utilizar para comprar mejoras dándoselo a Keira.

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En esta ocasión no habrá versión oscura de Jak, y por tanto no nos transformaremos en él con el Eco; en cambio, habrá varias estatuas de los precursores que darán al protagonista de distintas habilidades muy interesantes. Por ejemplo, el poder lanzar orbes que, al dispararles, explotan, o utilizar los cristales del escenario para hacernos una pasarela temporal; también podremos ralentizar el tiempo o crear un escudo protector temporal a nuestro alrededor. Estas habilidades son mucho más satisfactorias que la transformación en Jak oscuro, pero incomprensiblemente se ha decidido que era el momento de dejar descansar a ese monstruo para dar vida a otro: Daxter oscuro.

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Nuestro pequeño y alocado compañero, en momentos concretos, se transforma en una especie de Hulk descerebrado que va dejándonos perlas inconexas por frases, y que arrasa con todo a su paso. Sus niveles son un poco extraños y caóticos, con puzzles un tanto peculiares (como tirar arañas a unos pistones para que con la tela de araña se detengan), pero están pensados acorde a los poderes particulares de esta criatura: golpear el suelo, pegar a los enemigos, agarrar a los enemigos y lanzarlos, o bien convertirse en un imparable tornado capaz de romper puertas metálicas cerradas; una habilidad que dura tanto como poder de eco oscuro tengamos, pudiendo recuperarlo sin dejar de girar sobre nosotros mismos. Un buen intento de ofrecer algo distinto, que ayuda en cierta medida a suplir lo vacías y carentes de interés que son las áreas de exploración en forma de ciudades y embarcaciones de los piratas.

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Dejamos para el final, posiblemente, lo mejor del juego: las fases aéreas. Empezaremos utilizando nuestro Hellcat, pero podremos llegar a tener hasta cinco aviones diferentes, que podremos personalizar con distintos tipos de armaduras, metralletas, misiles, etcétera. Las mejoras que compremos pueden llevarse de un avión a otro, por lo que ni siquiera es necesario potenciar al máximo todas las embarcaciones por separado. Las fases de aviación son muy satisfactorias, con un sistema de control sencillo y agradable, con distintos tipos de disparo (normal y con misiles), y variedad de acrobacias para esquivar a los enemigos y cambiar nuestra ruta. El sistema de apuntado sigue siendo un poco impreciso también en estas fases, pero al ser una batalla aérea se antoja más normal esa imprecisión. Además de las misiones principales, no faltarán las pruebas secundarias para nuestro avión.

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Apartado técnico
No se puede negar el potencial técnico de Jak and Daxter en su versión para PSP; en PlayStation 2 se antoja un poco débil, bastante por debajo de la media de la consola e incluso inferior al nivel de las entregas anteriores de la propia franquicia. Destaca especialmente la gran calidad de las numerosas secuencias de vídeo, las cuales están bien elaboradas y definidas. Del mismo modo, los personajes durante el juego están muy cuidados y animados con mucho acierto, completando un espectáculo visual muy satisfactorio, aún cuando los escenarios se antojan un poco repetitivos, con excesivos elementos reutilizados de unos niveles a otros. Eso sí, su construcción es férrea y consiguen resultar el entorno ideal que pide el juego, por lo que no dejan un mal sabor de boca pese a que podría ser interesante ver algo más de variedad en este aspecto.

Los diferentes tipos de nivel nos dejan una serie de estilos visuales diferentes, y así podemos variar entre los tonos verdes y rojizos de las fases de plataformas, la oscuridad de los escenarios de Daxter oscuro, el azul y los brillos de las fases aéreas, y el marrón grisáceo de las ciudades y lugares centrales del juego. El contraste de colores es satisfactorio, y aunque el juego no llega a permitirse grandes alardes, se siente cómodo con su estilo sencillo que se mantiene fiel a la franquicia, aunque posiblemente recuerde más al primer Jak & Daxter. En definitiva, un buen acabado técnico que en PSP luce mucho mejor que en la versión para PlayStation 2.

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En el apartado sonoro nos encontramos con una de cal y otra de arena. Para empezar, tenemos un excelente trabajo de doblaje, con unos personajes muy vivos y que no sólo nos asombran en las escenas de vídeo, sino que además se pasan todo el rato soltando frases ingeniosas apropiadas a cada situación. La música también es bastante buena, con temas interesantes que se adaptan perfectamente a la acción. No obstante, los escenarios carecen de vida propia, y parece increíble que una gran ciudad, llena de gente, edificios y objetos, no transmita nada desde el punto de vista sonoro, pareciendo casi una ciudad fantasma. En general, alcanza un nivel notable, pero se queda un poco rezagado en este aspecto, incapaz de explotar el potencial de sus entornos.

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A nivel jugable, el título responde muy bien a las indicaciones que le demos, con una fluida reacción por parte de los personajes. Eso sí, la jugabilidad se ve lastrada por los problemas de cámara, que casi siempre se sitúa en el peor ángulo posible, habitualmente tapándonos el camino que debemos seguir. En PSP, la ausencia de un segundo analógico, nos complica todavía más el colocarla bien, debiendo utilizar los gatillos. Tampoco convence demasiado el sistema de apuntado con las armas de Jak, dado que no siempre es fácil disparar a los enemigos. Salvando esos problemas, la variedad de estilos de juego se antoja un poco caótica, muchas veces dando el salto entre uno y otro sin motivo. En total, la historia dura en torno a las siete/ocho horas, más las misiones secundarias y algún modo extra que se desbloquea a posteriori; poco más se le puede pedir en este aspecto.

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7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.