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Until Dawn: Rush of Blood

Until Dawn: Rush of Blood

Análisis de Until Dawn: Rush of Blood para PS VR

Luces y sombras en un título que nos deja con sensaciones encontradas. Until Dawn: Rush of Blood no e sun mal juego, pero carece del atractivo necesario como para recomendarlo como compra segura con PlayStation VR. Cuenta con virtudes, así que no dejes de leer el análisis para ver si es o no para ti.

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Terror y disparos en un spinoff de Until Dawn

La llegada de la Realidad Virtual a las tiendas ya no es un intent sino una realidad, un hecho que se terminará consolidando como la nueva forma de experimentar los videojuegos de cara a los próximos lustros. Sin embargo, no todos los géneros se van a adaptar tan bien como otros a las características únicas de jugar en un entorno tridimensional como éste, donde absolutamente todo cambia.

El terror es uno de esos privilegiados, y ahora que hemos podido exprimir una de las apuestas de lanzamiento de PlayStation VR durante varias horas podemos confirmaros que el espíritu arcade de los noventa con un toque muy cinematográfico que ha tenido a bien ofrecernos Until Dawn: Rush of Blood ha sido un acierto, no mayúsculo, pero sí bastante convincente. Puede interpretarse como una declaración de intenciones, como una demo técnica de lo que puede llegar a ofrecernos el periférico de Sony; pero lo que por encima de todo hemos sentido al jugarlo es que la experiencia funciona, convence y… sorprende.

Cuando visitamos hace unos meses las oficinas de Sony para probar PlayStation VR, los representantes de prensa nos dijeron que su objetivo principal era que nos divirtiésemos cuando usásemos las gafas. Until Dawn: Rush of Blood lo consigue. La jugabilidad es tan simple como efectiva, apostando por una experiencia sobre raíles donde tenemos siempre una cobertura visual bastante amplia; como si de una feria se tratase. El equipo de desarrollo de la obra, Supermassive Games, no ha querido tomar riesgos en ningún sentido, y eso es un arma de doble filo.

Terror... más sustos que terror

Por un lado, Until Dawn: Rush of Blood tiene el valor implícito de ser accesible para todo tipo de publico; en cuestión de minutos vas a ver lo fácil que es hacerse a los controles bien usando PlayStation Move o bien usando el DualShock 4. Sin embargo, cuando llevas algo más de una hora jugando la sensación empieza a dejar cierto vacío en el cómputo global. No hay nada en especial que merezca ser destacado en ninguno de los siete niveles que componen la obra, y es una lástima teniendo en cuenta la oportunidad que suponía tener este título como uno de los grandes atractivos del line-up inicial de PlayStation VR.

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Así pues, es menester decir que llevar las gafas puestas no solamente permite sumergirse mucho más en la experiencia jugable sino también para controlar al cien por cien dónde queremos mirar. Literalmente. El entorno, con casi trescientos sesenta grados de visión, sumado a la precisión que proporciona poder ser nosotros mismos los que elijamos dónde y cómo apuntar con simples giros de cabeza, son el mayor punto a favor del juego.

Es así como poco a poco vamos acabando con los enemigos que van apareciendo en los escenarios. La vagoneta se comporta bien por lo general, sin comportamientos toscos ni glitches que nos dejen atascados en ninguna parte -algo que sí sucedió en la beta que probamos antes de verano-. Sí nos ha gustado el estilo general de recreación de los escenarios, centrándose en hacer entornos terroríficos con una gama cromática donde siempre priorizan los azules oscuros y colores fríos, de manera que los cálidos solamente quedarán expuestos en pantalla para representar la sangre enemiga, que dicho sea de paso deja mucho que desear.

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Tenemos también dianas para medir la puntería; en algunos casos son necesarias para poder avanzar, haciendo que se intuya un cierto intento de incluir puzles en el juego, pero nada memorable. Otro aspecto a tener en cuenta en el apartado jugable es la incorporación de las linterna en cada una de las dos armas, lo cual nos permite iluminar las zonas y crear una más que decente sensación de inmersión. Es evidente que el terror congenia a la perfección con la realidad virtual, así que esperamos que los equipos de desarrollo le puedan sacar mucho más partido en lo que resta de generación. No solo es un punto, la iluminación manual, que favorezca para sentirnos dentro de los niveles, sino también para mejorar la experiencia jugable. Ayuda y es útil.

Un problema que tiene el título es la falta de momentos memorables casi en cualquier nivel. Mientras que las tres primeras fases son utilizadas para que nos familiaricemos con la experiencia de la Realidad Virtual en sí misma, como un tutorial o demo técnica, los demás son más variados y profundos. El último nivel come aparte, y se agradece, aunque prácticamente lo único que destaca es la creciente curva de dificultad para completarlo. ¿Sustos? Los hay, pero queríamos haber tenido más.

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Una montaña rusa con más caídas de las necesarias

Es harto recomendable jugar Until Dawn: Rush of Blood con unos buenos auriculares si lo que queremos es meternos de lleno en la aventura y vaciar nuestros cargadores con brío, pero la pobre carga gráfica de las texturas juega muy en contra del resultado final, que evidencia una necesidad clara de trabajo en el apartado técnico para que este producto termine siendo notable, y es que se ha quedado cerca de ello sin lograrlo, desafortunadamente.

Asimismo, creemos que hay una carga excesiva de enemigos en cada fase. En ocasiones parece más un Time Crisis en recreativa, solo que en esta ocasión su inteligencia artificial es tan artificial y poco creíble que son más plenos muñecos a los que disparar afinando la puntería. Dentro de los tres niveles de dificultad que incluye el juego, recomendamos que obviéis el fácil a toda costa, que intentéis siempre el difícil una vez acabéis las fases en nivel normal: el reto que supone mejora mucho el resultado final del juego.

6.8

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.