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The Order: 1886, Impresiones

Fuego cruzado en la bruma londinesa y expectativas que no paran de dispararse y explotar. The Order: 1886 era la mejor arma de PlayStation 4 para este otoño, Ready at Dawn lo acaba de retrasar. Recarga de hype en el Pre-E3 de Sony en Los Ángeles con un tiro certero que acerca el espectáculo gráfico y gameplay a Uncharted.

Actualizado a

 Actualización E3 2014: Los licántropos

Ha sido en la conferencia de Sony, mediante un nuevo gameplay jugado en directo por un desarrollador de Ready at Dawn donde hemos conocido a otro de los enemigos a los que tendrá que hacer frente La Orden además de a los rebeldes de Whitechapel contra los que habíamos tenido ocasión de enfrentarnos hasta ahora. El nuevo rival es sobrenatural, un humano infectado o mutado -aún no se ha detallado- que supondrá la parte más fantástica del impresionante The Order: 1886 junto a las pociones, armas y artilugios de estética steampunk que usarán los protagonistas. Sir Galahad, el que parece personaje principal según los segmentos del juego que ya se han visto, mantiene a Issy (Isabeau D'Argyll) en el comunicador mientras investiga en solitario las oficinas de lo que parece una abandonada estación del metro londinense. Esta especie de walkie-talkie de época funciona gracias a tecnología secreta de esta era victoriana reinventada por los creadores del esperado título de PS4. Aquí podéis ver el In-Game:

En su cauteloso avance farol en mano, Galahad da con un pasillo lleno de sangre, en cuya parte central se encuentra lo que parece un hombre tendido siendo devorado a colmillo por otro. Este ser putrefacto eleva la vista -en una clara referencia a la aparición del primer zombi del primer Resident Evil- y su cuerpo empieza a aumentar irascible, hasta convertirse en un sobrecogedor y gigantesco cuadrúpedo de unos tres metros de altura, muy ágil y que recuera a criaturas de la mitología nórdica como los troles o los orcos, solo que con bastante forma humana aún, algo de vello en su cuerpo y cabeza y una inteligencia bastante coherente que lo hace no entorpecer en sus movimientos y moverse a toda velocidad por paredes y techo hacia el personaje controlado por el jugador. Un licántropo, un hombre-lobo evolucionado y que junto a sus semejantes sembrará el caso en la capital británica de época.

En esta nueva demo hemos podido comprobar cómo The Order: 1886 vuelve a intercalar secuencias cinemáticas movidas por el propio motor del juego con gameplay directo, sin transiciones como ya hicieron títulos first party de Sony como la trilogía Uncharted, lo que logra un aspecto elegante y muy trabajado. Pistola en mano, Galahad debe huir corriendo mientras dispara, en una secuencia con un plano inverso y hacia atrás muy cinematográfica que recuerda a las persecuciones de la saga fílmica Indiana Jones y de nuevo los juegos de Naughty Dog. Se quedan evidentes las relaciones con grandes desarrolladoras y aprendizajes que ha considerado el estudio Ready at Dawn, tal y como ellos mismos declaraban en entrevistas. La criatura acorrala a Galahad en una sala y justo aquí se corta la demo, aunque no sin antes enseñarnos que los quick time events (al beber la pócima Blackwater con el botón triángulo para reanimarse) o los movimientos de cobertura típico de los third person shooters (botón círculo) serán una constante.

     

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No se han visto nuevas armas ni entornos algo más abiertos, pero lo que sí empieza a quedar claro es que The Order: 1886 tiene un tono tan oscuro, agobiante y con fuerte punto terrorífico que quizá la decisión polémica de sus responsables de no incluirle multijugador cooperativo en la campaña empiece a poder comprenderse. Audiovisualmente es una delicia y con este nuevo segmento, aunque demasiado oscuro, se nos ha vuelto a demostrar. También el mimo con el detalle y las animaciones hiperrealistas de protagonistas y enemigos. Deja con ganas de más y sus valores productivos parecen ser más que notables. El E3 2014 ha servido al menos para congelar a los que todavía no terminaban de pasar por su apetecible aro.

Impresiones Pre-E3

La humedad, desorden urbanístico y aspecto lúgubre de un barrio pobre del esplendor victoriano londinense como era Whitechapel han servido a Sony América y Ready at Dawn para esbozar la nueva demo del cada vez más protagonista The Order: 1886. Era la mayor baza de PlayStation 4 de cara a este otoño, aunque se confirma un retraso hasta 2015, y un third person shooter absolutamente entregado al singleplayer cuyos creadores no se piensan ni un segundo en reconocer que Uncharted -especialmente el 2-, Gears of War o Tomb Raider han sido sus guías y referencias a la hora de dotarlo de mecánicas jugables y búsqueda constante de espectacularidad técnica. Lo vimos en movimiento en febrero por primera vez y ahora su equipo responsable nos pone a los mandos de la segunda parte de aquel segmento, dejando claro que este título gráficamente es lo mejor que se haya visto jamás en consolas y una total apuesta nextgen que hace empalidecer a todo lo existente hasta la fecha en las máquinas recién llegadas, aunque se venga debatiendo un downgrade.

Hablamos de una superproducción del calibre al que suelen rendir Naighty Dog, Quantic Dream y Sony Samta Mónica, con esta tercera precisamente como productora y muy encima de todo el aspecto de vanguardia visual del juego, favoreciendo una constante relación de sus programadores, acostumbrados a proyectos más pequeños para PSP, con gente de otros estudios first party de PlayStation. The Order: 1886 se aprecia como absoluto Triple A en cuanto se ve en movimiento, tiene mucho de Uncharted y The Last of Us pero también de Mass Effect y otros referentes del género de perspectiva desde el hombro del armado protagonista. Va a ser de lo más premiado y comentado del E3 2014, no nos cabe duda. Su concepción extremadamente cinematográfica lo hace asombroso para cualquiera, amantes de las experiencias monojugador y para cualquier apasionado de los videojuegos en general.

Ha sido en el evento Pre-E3 de la casa PlayStation en Los Angeles donde hemos podido coger el DualShock 4 para abalanzarnos de nuevo ante su potente propuesta. Cambios de gameplay y detalles visuales sobre la demo de hace tres meses reflejan que en Ready at Dawn no hay descanso. Lo cierto es que PS4 no tenía un exclusivo mayor está Navidad, iba a competir con nombres de la talla de Quantum Break o Súper Smash Bros para demostrar que la última máquina de Sony debe ser la favorita del posible comprador. Se va a febrero de 2015. Su director, Dana Jan, se muestra consciente del peso diferencial y empresarial que tiene con este título, un juego que responda a los deseos de los jugadores y que sea capaz de competir contra los otros sistemas domésticos como ningún otro del catálogo de PS4 este 2014. Poca broma. "Estamos trabajando por hacer de The Order el gran juego único de PS4 y súper puntero y divertido que el jugón espera y va a desear", presumía -y con fundamento- Jan en nuestra entrevista.

Digo que con fundamento porque The Order ha vuelto a cautivar a todos los asistentes a esta nueva presentación y preview hands-on. Tenemos aquí una historia de personajes y giros dramáticos en una ambientación absorbente que, con su despliegue totalmente lineal, factores punteros en realismo gráfico y clara ambición de lograr ser una experiencia jugable digna de los mejores del género, quiere lograr una popularidad tal que lo permita convertirse en nueva franquicia para sistemas PlayStation. Una IP seriada al nivel de God of War, Little Big Planet o el plenamente recurrente en este caso Uncharted. Sí, las aventuras de Drake y Sully han dejado su huella sobre el trabajo de Ready at Dawn de tal forma que hasta el mapeado de botones en el mando funciona de la misma forma que en los shooters de Naughty Dog, también The Last of Us, con características decisiones aquí calcadas de estos grandes de PS3, como el círculo como botón de cobertura o el triángulo para recoger balas e interacción.

  

El legado de los grandes Triple A

Un esquema de botones que ha demostrado funcionar de maravilla sobre DualShocks y aquí repite fórmula haciéndolo igual de cómodo e intuitivo en jugabilidad, señal también de cómo sus responsables han bebido de las grandes marcas PlayStation para darle forma y sistema de control. Como estos dos, Gears of War, Tomb Raider, Resident Evil 4, 5 y 6, o Dead Space, The Order es un TPS donde los disparos y puestas a cubierto con opción sigilosa marcan el gameplay central, éste aderezado de algunas decisiones con consecuencias argumentales, partes de pausa con puzles de entornos para seguir avanzando y exploración constante dentro de entornos pasilleros. Unas diez o doce horas tendremos por delante para acabar esta historia que promete ser inolvidable y mostrar una Londres fantástica y oscura como nunca antes habíamos visto en un videojuego, ni siquiera en obras steampunk victorianas como Dishonored, Thief o Bioshock.

Aquí hablamos de la Londres decimonónica real, de época, tomada por la era de los zepelines y una lectura histórica alternativa y más retorcida con un toque fantástico donde mitos y tecnología conviven como telón de fondo. Sumerge al jugador en otro mundo, aunque visitando calles, plazas y efificios emblemáticos de la capital británica. El lujoso barrio de Mayfair o uno de los hospitales más antiguos de la urbe serán otros espacios que recorreremos haciendo frente a los problemas que encuentra esta Orden artúrica en su día a día para destapar un entramado político como jamás había vivido la historia occidental. Licántropos y asombrosas armas de fuego retorcidas de por medio, las leyendas inglesas y la sofisticada estética steampunk cobran vida en esta obra con mucho de literatura clásica, personajes-arquetipo enterrados y conspiraciones que sorprenden al espectador perfectamente integradas con sus niveles jugables y cinemáticas interactivas. No hay que olvidar que partimos de un producto plenamente cinematográfico de los que tanto gustan a Sony Computer Entertainment para sus más prestigiosas marcas. The Order: 1886 quiere ser una más de ellas.

   

Pero para qué posponerlo, sobre todo esto quizá su aspecto más férreo recae en la abrumadora atmósfera envolvente y amortizadora del hardware de PS4 que se consigue en un título que desde el primer momento, hace más de tres años, fue concebido para la nueva plataforma. El último In-Game público mostrado por Ready at Dawn ha hecho a muchos hablar de recorte gráfico respecto a lo visto en la toma de contacto previa. Aún es pronto para confirmarlo o desmentirlo, pero por encima de esto lo cierto es que estamos ante uno de los juegos más avanzados técnicamente de todos los tiempos en el ámbito de las consolas. La iluminación y los efectos climatológicos, que aprovechan el ambiente húmedo y recargado de la Londres del s. XIX, se llevan a un nuevo nivel técnico. El engine perfectamente exprimido por sus programadores les ha dejado dibujar constantes estampas con tanto de arte pictórico clásico en composición y gama tonal como de proeza gráfica, de físicas o partículas meramente informáticas.

Texturas, acabados completamente redondeados, materiales interactivosy un nivel de detalle inusitado dan forma a los entornos repletos deelementos para cobertura y laberínticas secciones por donde se moveránlos magistralmente animados cuatro personajes centrales, dejando aljugador tomar el rol de unos y otra según corresponda a cada sección ycambiando de forma tangible el gameplay con armas, destrezas y movimiento, el llamado gunplay. Han sido cientos de horas de motion capture para dar vida a Lafayette, Sir Galahad, Malory e Isabeau d'Agrill,los cuatro rostros protagonistas. Sesiones con reuniones previas paraaprendier de los mejores y más familiarizados con esta técnica degrabación de actores reales para su posteriortraslación a la acción poligonal del videojuego. Su director explicabaque el contacto con otros estudios les ha dejado llegar más lejos enmateria técnica y narrativa de lo que a priori se esbozaba. The Order: 1886 ha sido un juego que desde su nacimiento ha ampliado sus objetivos más y más a medida que se veían sus posibilidades.

Caballeros de la Mesa Redonda

La nueva demo continúa directamente la sección en el agitado distrito de Whitechapel que sirvió como reveal jugable en febrero, es el segmento de unos 10 minutos directamente posterior y donde el M88 Thermite Rifle recién encontrado en un sótano supone el arma protagonista que manejamos encarnando a Sir Galahad. Esta ametralladora de fogueo térmico circular, súper rápido, y efectiva mina lanzable que crea una espectacular lluvia de chispas incendiarias tiene este doble disparo (con R1 y L1 respectivamente) que ayuda a despejar coberturas y hacer frente con contundencia a grupos grandes de rebeldes, los enemigos de este tramo del juego. Se trata de entregados soldados espontáneos, ciudadanos de a pie pero con experiencia en armas de fuego, opuestos al nuevo órden que empieza a imperar en una cada vez más prolífera Inglaterra y que lanza al grupo protagonista a poner paz en este suburbio de callejones, casuchas en ruinas y piedra mojada.

La efectividad del arma es tan apoteósica como su puesta en escena, manejando una lluvia de partículas de fuego que se adaptan con física hiperrealista a la arquitectura y llegan a resbalar por cornisas y salientes, incluso derribando estructuras enteras que dejan al descubierto a los agresivos tiradores rivales. La llamada "cobertura suave" no obliga al personaje jugable a anclarse a las paredes, sino que le permite utilizarlas de resguardo pero dejándonos una mayor movilidad y ángulo de tiro. No obstante, la puesta a cubierto con el botón círculo es la que realmente nos protege de hirientes disparos, y ayuda al juego escondido-descubierto que va a imperar sobre todas las mecánicas introducidas en el título. El escuadrón avanza junto en este tramo, con la caída al suelo en un momento determinado de un alguacil aliado, lo que nos obliga a disparar con pistola en una mano mientras lo arrastramos junto a Lafayette. Isabeau y Malory se quedan atrás protegiendo el arrastre como fuego de cobertura. Se ha podido ver en el In-Game.

Lo que no se ha enseñado públicamente en este In-Game es cómo continúa la misión una vez recuperada mágicamente la herida de bala de Sir Percival (Malory) con una especie de poción brillante y blanquecina, Blackwater, que parece no poder compartir. El siguiente segmento nos sitúa en un interior, con un reducido espacio que explorar en busca de pistas sobre lo que está pasando en Whitechapel, y cómo abrirnos paso sin peligros entre las ruinosas casas y sótanos de esta periférica y brumosa zona industrial. El botón triángulo sirve para las interacciones (Uncharted, TLoU...) y con él revisamos una nota y su reverso, además de colocar una de las minas de nuestro Thermite Rifle en un calentador pesado que obstruye el paso. El avance por la casa acaba en un repentino enfrentamiento cuerpo a cuerpo con un rebelde, además de un sucesivo segmento de sigilo planificado y otro de fuego cruzado mucho más denso y masivo, con rebeldes que salen de todos lados intentando darnos caza. Prácticamente, con esto se confirma que habrá variedad de situaciones y formas de abordar los peligros.

   

Es aquí donde pudimos probar el nuevo comando aún no presentado de concentración, un tiempo-bala llamado Blacksight que nos ayuda a limpiar la calle y los balcones con una coreografiada sucesión de disparos con armas en ambas manos, espectacular en pantalla por la total interacción y destrucción del escenario, y plenamente eficaz para situaciones límite. Con probabilidad, cada personaje tendrá una destreza sobrenatural de este tipo, al igual que diferencias entre el arsenal con el que mejor se manejan. Destaca en este aspecto el lanzarrayos de Isabeau, capaz de electrocutar a todo tipo de rivales a grandes distancias. El acorazado rebelde del final de la demo, armado también con un ahora peligrosísimo Thermite Rifle, es otra de las sorpresas que perfila un transcurso lleno de puntos álgidos y aparentes remansos dramáticos, una disposición acertada.

El cambio de armas, cómo no, se aloja en la cruceta, aunque esta vez no hemos visto interfaz de gestión ni ruleta alguna. No se ha detallado si será cosa de esta versión previa o se perfila así para el juego final. Sí ha quedado constancia, en cambio, que todas las sofisticadas armas y artilugios tendrán bocetos y medidores de uso o munición en la parte inferior de la pantalla. Tenemos grandes expectativas sobre lo que sus creadores han ideado como herramientas letales de esta era victoriana alternativa, retorcidos aparatos y fusiles repletos de mecanismos y diseños pre-industriales que además favorecerán un gameplay de TPS bastante original y atractivo mando en mano. Las bifurcaciones y caminos alternativos son otra constante, ya hemos visto alguna sala secreta en esta demo repleta de documentos que amplían la atmósfera cruda y belicosa que dibuja el juego.

Al servicio del espectáculo y el documento

Si algo debe quedar claro ya tras dos tomas de contacto con gameplay de The Order: 1886, ésa es su incansable búsqueda de la espectacularidad. Las secuencias scriptadas y las posibilidades que brinda a su equipo un avance totalmente lineal, solo bifurcado en algunos caminos y tomas de decisiones importantes, hacen de este TPS un portento gráfico que aspira a ser un nuevo referente en videojuegos para las miradas cinematográficas, con capas propias del cine en su fisionomía visual. Se viene hablando de downgrade respecto a otras demos anteriores, pero, aún en caso de existir, las explosiones están cuidadísimas, también las secuencias en tiempo real y diálogos, los gestos de recarga del arma o agache, los movimientos de las capas y el detalle de la ropa en general, el acabado de los entornos, la expresividad de protagonistas y enemigos, el tratamiento de la luz, las sombras y la bruma, la distancia de dibujado ante largos horizontes del skyline londinense desde las alturas, las físicas y pesos de los cuerpos y objetos, las partículas de polvo... Y todo, eso sí y de momento, a resolución 1080p y 30 frames por segundo que por lo visto hasta ahora son absolutamente estables y sin bajadas. Será un título puntero, un benchmark en consolas.

El apartado sonoro no se queda atrás, lo ensalza aún más como producto puntero y obsesivamente cuidado en lo técnico. La dramatización del doblaje -al menos el original anglosajón oído hasta la fecha- manifiesta que Ready at Dawn ha sido exigente con las interpretaciones de los actores, ha buscado voces contundentes y características como van a acabar siendo sus imprevisibles y probablemente carismáticos personajes. Esperemos que en castellano se repita el formidable trabajo en este sentido de las grandes marcas PlayStation como Uncharted, inFamous o God of War. Luego está la música, orquestada en su mayoría y ayudando a crear una atmósfera oscura y catastrofista que dibuja una Londres distópica y caótica, una Londres entendida como la capital del mundo occidental y donde se decidirá hacia dónde va la Historia.

Una enorme labor documental para enmarcar cada detalle se suma a todo esto. En Ready at Dawn han dedicado mucho tiempo a estudiar cada una de las adoquinadas callejuelas de una Londres de retratos, vidrieras y hasta broches y escudos de época que ha servido al equipo creativo de total influencia a la hora de vestir a los personajes y dibujar las tensas situaciones de una época de conflicto entre la clase obrera incipiente y la burguesía poderosa para la que trabaja La Órden. Presenciaremos algunos de los acontecimientos más conocidos de esta era pero también algunas de las historias legendarias y místicas se entrelazan en su transcurso. Se ha buscado un equilibrio perfecto entre realidad y ficción, logrando una atmósfera única y absorbente, el gran e indiscutiblemente eficaz gancho de todo el cuidadísimo producto.

Headshot a los monstruos del género

Crecen las expectativas y cada vez podemos declararnos más tranquilos del que será el primer trabajo en solitario de Ready at Dawn en un sistema de sobremesa y con una siempre delicada nueva IP que a buen seguro Sony quiere mantener con varias entregas. The Order: 1886 es todo lo que el fan de Uncharted o Gears of War querría jugar y todo lo que el acérrimo a Bioshock o Dishonored querría visitar. La toma de contacto jugable y a nuestro aire nos confirma su concepción bastante cerrada y lineal, su apuesta por el avance bien contado y espectacularizado frente a las posibilidades que lograrían una apertura de escenarios o una trama más desordenada. Es una decisión que puede gustar más o menos a quien busque algo realmente rompedor en cuestiones de gameplay, pero al verlo y jugarlo directamente parece que se ha tomado la decisión acertada.

Polémica parecida se da con su no existente cooperativo, imposible según su director si se quiere mantener un alto nivel de épica e inmersión del jugador en la historia y personalidad de los cuatro miembros de La Órden. Sinceramente, queda bastante claro al empezar a recorrerlo; hay situaciones que están pensadas para vivirlas en soledad o si acaso acompañados de IAs que hagan lo que está previsto y prgramado que hagan, que ayuden a hacer más intenso y emocionante el recorrido, IAs que no caigan malheridas cuando no deben y haya que reanimarlas, se carguen a todo bicho viviente porque juegan mejor, o se queden atascadas en una escalera por no saber qué hacer. Esta aventura mira más bien a las aventuras clásicas de los videojuegos. Y nos parece una admirable decisión en tiempos de shooters cooperativos, repletos de modos y más volcados con lo compartido que con la experiencia inolvidable en sí misma.

  

No obstante, sus creadores aseguran que habrá sorpresas y ampliaciones sobre lo conocido hasta ahora y previsible. Probablemente hablan de DLCs posteriores o expansiones, algo que vendrá bien para fomentar su rejugabilidad y lo mantendría vivo más tiempo para los inconformistas y seguidores que probablemente le saldrán. Prometedor y ambicioso como al principio nadie sospechaba, la gran apuesta de Sony para PS4 -dado el previsible retraso del nuevo Uncharted y éste también yéndose a 2015- se conforma como una experiencia de las que apasionan a los incondicionales de los third person shooters dominaos por la campaña. El postergación de fecha la miraremos con optimismo, como una oportunidad para limarse y mejorar todavía más. La mejor y más oscura Londres que se haya recreado jamás nos aguarda con una historia que promete ser de leyenda. Lo creemos y seguiremos esperando.

The Order: 1886

  • PS4
  • Aventura
  • Acción

The Order: 1886, desarrollado por Ready at Dawn y distribuido por Sony Computer Entertainment para PlayStation 4, es una aventura de acción y ambientación steampunk en el que deberemos enfrentarnos a criaturas monstruosas.

Carátula de The Order: 1886
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