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SOMA, Impresiones

Frictional Games vuelve a la carga con un nuevo juego de terror que volverá a intentar erizar nuestros cabellos esta vez jugando con los terrores de lo más profundo del océano en una tétrica historia de ciencia ficción.

Actualizado a

Frictional Games, el conocido estudio de terror que hace erizar los cabellos de los aficionados al género solo con recordar algunos momentos de Amnesia: A Machine of Pigs o de Penumbra, su primera obra, vuelve a la carga ahora con SOMA, un nuevo título de terror con un corte parecido a los anteriores que hemos podido probar en MeriStation durante unas cuantas horas. Con su tradición en el panorama de los sustos y de la “gallina de piel”, no son pocos los que esperan que con SOMA el estudio vuelva al gran camino que pareció abandonar con la segunda parte de Amnesia, algo para lo que Frictional trabaja duro, decidiendo dar un giro completo al escenario y a la temática.

Nos encontramos ahora pues en un mundo submarino de ciencia ficción en el que las máquinas empiezan a adquirir rasgos humanos y a incluso mezclarse de extrañas maneras con el hombre y en el que extraños organismos desconocidos se extienden sobre las instalaciones creadas por los humanos, o lo que queda de ellos, tomándolas bajo su control e infectándolas como si de un cáncer se tratase. No queremos revelar demasiado de la historia para no estropear la experiencia de los jugadores cuando el juego salga a la venta pero, desde luego, el título a nivel narrativo, en el tiempo que hemos podido disfrutar de SOMA, parece prometedora y que va a cumplir con los cánones de calidad que hoy en día se esperan de un juego de este tipo, una carga argumental que, por otro lado, a muchos de los fans del cine de terror les recordará a la película Virus, aunque en esta ocasión la trama parece estar mejor desarrollada que en el film.

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Pasemos pues a lo verdaderamente importante en uno de los juegos de esta clase, que no es otra cosa que las mecánicas jugables y los puntos fuertes que tiene el título de Frictional para hacernos levantar de la silla o acelerar nuestro corazón para ponernos al borde del infarto. Nos encontramos como decimos, en un mundo submarino, con unas tétricas instalaciones que, en muchos casos, nos han hecho recordar a los escenarios iniciales de Doom 3, con mucho metal, una oscuridad casi total y un juego de destellos de extrañas luces, ruidos y sonido ambiente combinados con una música de lo más tétrica que aparecerá justo en los momentos menos indicados para la salud de nuestro músculo vital. Estos escenarios metálicos en el interior de estas grandes construcciones submarinas se complementarán con épicos momentos en los que estaremos rodeados de agua, sumergidos en el medio del mar jugando con nuestros miedos ante la magnitud y la profundidad del océano, rodeados de multitud de objetos y partículas que, en muchas ocasiones, dificultarán nuestra visión e incrementarán nuestra sensación de agobio y de soledad, intentando provocar que estemos en constante tensión.

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La exploración por estos escenarios se hace más dura para el jugador al no contar con ningún tipo de armas para defendernos, algo ya común en los juegos de Frictional Games, aunque, para nuestra suerte, podremos interactuar con un buen puñado de objetos que nos iremos encontrando por nuestro camino, aunque muchos de ellos no tienen una utilidad real, y deberemos de ir resolviendo enigmas y diferentes puzles para ir avanzando en nuestra aventura. Algo que si le podemos achacar al juego, por lo menos en estas primeras horas, es lo que hemos tardado en tener el primer subidón de adrenalina provocado por unos extraños enemigos que parecen una especie de robots poseídos por esa extraña tercera fuerza de la que os hemos hablado anteriormente. La espera ha sido un tanto larga para un título de estas características, cuyo primer susto ha conseguido alterarnos, pero no a los niveles del primer Amnesia o de alguno de los numerosos rivales en la misma línea que ahora mismo tiene el género como puede ser Outlast, entre otros.

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Y es que, SOMA, pese a que a priori va sumando poco a poco todos los ingredientes para conseguir una atmósfera realmente tétrica y sobrecogedora, no ha conseguido provocarnos tanto terror como otros títulos del estudio en ninguna de las situaciones a las que nos hemos enfrentado en esta fase de prueba, algo que comenzaba a cambiar justo en la parte final de la misma, con unos últimos minutos que comenzaban a ser realmente espeluznantes, activando nuestra parte sadomasoquista que nos hace adictos al terror, los sustos y las emociones fuertes, colgando el cartel de fin de la prueba justo en el momento en el que comenzábamos a paladear el verdadero miedo y dejándonos con ganas de ver si, el resto del juego, por fin arrancará del todo y llegará a un nivel similar al que ya hemos podido ver en el estudio, torturándonos con un terror continuo que hará que el sudor empiece a gotear de nuestra frente.

SOMA, en sus primeras horas, nos ha introducido en su tétrico mundo submarino y, pese a que ha tardado en arrancar con los sustos más de lo que nos gustaría, la fase final de la demo a la que hemos podido jugar nos ha dejado aún con el terror latente en cada una de nuestra células, haciendo que nuestro interés aumente por ver si, las dos últimas partes del juego consiguen igualar y superar el nivel que Frictional consiguió con Amnesia, el que a buen seguro será el mayor rival del título, a pesar de todos los juegos que hay ahora mismo en el mercado que le hacen competencia. Si es capaz de mantener el nivel de esos últimos minutos y de convertirse en un gran juego para los amantes del terror lo descubriremos el próximo 22 de septiembre cuando salga a la venta para PC y PS4.

SOMA

  • PC
  • PS4
  • XBO
  • Aventura

SOMA es la nueva aventura de terror y ciencia ficción en primera persona de los creadores de las sagas Amnesia y Penumbra, Frictional Games, un thriller psicológico para PCPlayStation 4 y Xbox One que nos sumergirá en un mundo oscuro a través del cual experimentaremos con la propia conciencia humana.

Carátula de SOMA
8.2