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Xbox One y PlayStation 4: Primer año

Xbox One y Playstation 4 han cumplido su primer año de vida en España. 12 meses en la que hemos visto juegos, exclusivos de peso, polémicas y decisiones controvertidas. Así ha sido el primer año de las dos plataformas de Microsoft y Sony.

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Xbox One salió a la venta el 22 de noviembre en España. Una semana más tarde, el 29, lo hizo Playstation 4. Microsoft y Sony daban el pistoletazo de salida a la nueva generación de consolas. Dos plataformas que tenían la difícil papeleta de recoger el testigo de consolas como Xbox 360 y Playstation 3, longevas en el tiempo y todavía con juegos potentes pendientes de salir. Un año en el que han pasado muchísimas cosas en ambos lados. De buenas y de malas. Doce meses desde que saliera una generación que parece ser, ahora sí, ya está arrancando. Así han sido los 365 días de vida de Xbox One y Playstation 4.

Xbox One
22 de noviembre de 2013

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Xbox One salió una semana antes que su competidor y lo hizo con varios elementos a tener en cuenta que ayudaron a disfrutar de un lanzamiento positivo en muchos sentidos. Dos cosas a tener en cuenta: la primera, el pack de consolas con FIFA 14 que sin duda fue un buen gancho para los usuarios que querían adquirir la nueva plataforma de Microsoft. La segunda, una gran línea de títulos exclusivos que acompañaba desde el primer momento a One. Entre ellos, un Forza 5 Motorsport que mostró las bondades técnicas de la plataforma y un Killer Instinct que recuperaba la esencia de la saga de Rare.

Junto a estos títulos y la variada línea de juegos, también se supo promocionar el tema del Day One con motivos exclusivos para los jugadores que decidieran adquirir la consola el día de lanzamiento. Detalles en forma de contenidos descargables, motivos en el mando y demás. Un toque exclusivo que intentó llamar la atención de los indecisos, de aquellos que tal vez querían esperar algunos días.  Desde ese momento también se pudo probar el nuevo mando de la consola, para muchos con un diseño y ergonomía inigualable a día de hoy.

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Pero el lanzamiento de Xbox One no estuvo exento de polémicas. A pesar de ofrecer juegos exclusivos por doquier, lo cierto es que varios de los nombres que se esperaban no llegaron a las expectativas generadas. Dead Rising 3, seguramente más querido por el público que por la prensa internacional, quedó por debajo de sus dos predecesores y estaba lejos de ser un título Next Gen en lo visual. A Ryse le pasó al revés: gráficamente llamaba y mucho la atención pero el juego de Crytek hizo aguas en términos de jugabilidad. Tampoco ayudaron las decisiones controvertidas en tema de microtransacciones de Forza 5 ni el fracaso evidente de un nombre que como Crimson Dragon, que intentó recuperar la esencia Panzer Dragon Orta sin acierto.

El Precio. 500 euros es un precio elevado, sobre todo porque se sabía que Playstation 4 salía a un precio de cien euros menos. La justificación de este diferencial se encontraba en Kinect, por lo que los argumentos de Microsoft tampoco ayudaban a calmar los ánimos en este sentido. Se había dicho que la consola no sería tan potente como Playstation 4 y, encima más cara, no parecía la mejor de las estrategias para el lanzamiento de Xbox One.  La decisión de obligar a comprar Kinect se ha acabado demostrando que no era la más acertada.

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Resolution-Gate. Xbox One ha sufrido varios problemas en términos de resolución tanto en juegos propios como en juegos multiplataforma que han ido evidenciando de cara al público su potencia inferior respecto a Playstation 4. Juegos third party que van a 900p en la consola de Microsoft y 1080p en Playstation 4, títulos importantes dentro de la batalla de consolas como Titanfall que salía a una resolución de 792p o nuevas resoluciones imaginativas para juegos como Halo 2 Anniversary o Call of Duty: Advanced Warfare que en estos casos no es tan grave por la diferencia con los 1080p de toda la vida pero que no dejan de ser elementos significativos. Sobre todo porque justo acabamos de empezar la generación de consolas.

Kinect. De ser un elemento imprescindible que marca la manera de jugar en One a caer en el más profundo de los olvidos. La defensa férrea de Microsoft a Kinect quedó en saco roto cuando anunció un pack de la consola sin el artilugio por 100 euros menos y se explicó que sin él se ganaba potencia extra para los desarrolladores. El resultado final es que se ha cortado de raíz las posibilidades de este controvertido add-on, y para las desarrolladoras ya no es una prioridad. Los que pagaron 500 euros en el primer día y primeras semanas de salida de la consola se han quedado con un Kinect que salvo ocasiones contadas (D4) no tiene demasiada utilidad.

Los Incentivos de Xbox Live. El servicio de Internet de pago para disfrutar del sistema online de la consola ha intentado adaptarse a la realidad instaurada por PS Plus en Playstation 3, pero todavía está lejos de conseguir ser suficientemente atractivo con sus incentivos, insuficientes hasta el momento a nivel de juego que se ofrecen para conseguir de manera gratuita. El servicio, además, ha sufrido algunos problemas de conectividad más de la cuenta, sobre todo comparado con la solidez que mostró a lo largo de los años en Xbox 360.

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Xbox One ha destacado en estos 365 días por ir recibiendo varios títulos importantes que están conformando un catálogo de juegos más que interesante. Sobre todo en lo que exclusivos se refiere. Forza Horizon 2 se ha convertido en el gran referente después de estos 365 días, y Titanfall es uno de los nombres con los que la plataforma saca pecho respecto a sus competidoras en el mercado de consolas (está también en PC). Dos juegos excelentes y sólidos que convencen a los usuarios de One y a los que se suman proyectos interesantes como Sunset Overdrive, que a nivel de diversión quiere recuperar la herencia que supuso el primer Dead Rising en Xbox 360, y alguna propuesta indie exclusiva como D4.

Junto a ello no faltan los títulos third party que han ido apareciendo sin descanso como en Playstation 4. Nombres importantes que van desde los deportivos de siempre (FIFA, NBA, Madden, PES), los nombres anuales de toda la vida con Battlefield 4 y sobre todo Call of Duty: Advanced Warfare, que vuelve a tener un convenio con plataformas Microsoft para recibir los contenidos descargables antes. Sombras de Mordor, remasters como GTA V o Dragon Age: Inquisition son otros de los nombres destacados.

Decepción First Party: Halo The Master Chief Collection . Un juego que tenía que estar en la cima de los títulos exclusivos de Xbox One por ser una compilación abrumadora en contenido y que ha acabado lejos del resultado final esperado. Los problemas online en el multijugador competitivo han hecho que uno de sus atractivos, más de cien mapas disponibles, se convierta en uno de sus principales problemas. Sumado a otros detalles (lag en algunas partidas cooperativas, algunos bugs y la gestión del idioma de Halo 2 en nuestro país) que lo alejan del producto excelente que tenía que ser.

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La plataforma ha ido añadiendo mejoras y nuevos elementos en su interfaz –mejorable a nivel de distribución y funcionamiento- y se ha asentado como una propuesta interesante sobre todo por los juegos que han ido apareciendo en ella. Un año después, la consola tiene varios atractivos para los que no se han decidido: packs interesantes como Sunset Overdrive y la consola blanca o el de Advanced Warfare y la consola personalizada; la rebaja de precio a 400 euros sin Kinect acaba siendo un movimiento acertado para los potenciales nuevos compradores y las ventas están acompañando. 10 millones de unidades distribuidas. Unas cifras buenas, pero que no consiguen serlo tanto en comparación con su principal competidor.

Lo mejor para Xbox One es que ahora sí parece que el camino a seguir está claro, sin tumbos ni cambios de política según sopla el viento. Y la cosa solo puede ir a más con varios títulos previstos para el futuro: Halo 5 Guardians, Quantum Break,  o Scalebound entre muchos otros. Y es que se han anunciado muchos nuevos proyectos para desarrollar en el futuro, a lo que se suman varios títulos que se han retrasado al año que viene, el último de ellos el indie Ori and the Blind Forest. En definitiva, Microsoft, después de todo, quiere que su auténtico caballo de batalla sea este: los juegos. Desempolvando franquicias del pasado y generando otras de nuevas. Y la realidad es que apostando el futuro de la consola a los juegos, al software, dicho futuro está asegurado.

Playstation 4
29 de noviembre de 2011

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Playstation 4 supo salir a la venta con un mensaje muy claro: para vosotros, jugadores. La consola de Sony aprovechó las decisiones titubeantes y controvertidas de Microsoft para erigirse como la opción para los jugadores de toda la vida, y eso caló porque en parte tenía razón. El competitivo precio de 400 euros intentaba ajustarse al máximo a una realidad de crisis económica global, y en el cara a cara con Xbox One era un motivo de peso. Junto a ello, varias otras decisiones que se han demostrado ser un acierto, como el rediseño del DualShock 4 –aunque no acabó exento de polémicas por esos sticks que se desintegraban con el paso del tiempo- y la accesibilidad algunas funciones como la posibilidad de grabar partidas y hacer capturas en cualquier momento.

A lo que añadir una interfaz minimalista que nos indica que está hecha para jugar: sin complicaciones y con una navegación sencilla. Naturalmente, la potencia de la consola es otro de los aciertos que llegaron el mismo día de su salida. La plataforma ya se había analizado meses atrás por sus especificaciones técnicas, y el hecho de salir a un precio más barato siendo la más potente siempre es un buen reclamo. Juegos como Killzone: Shadow Falls ya mostraban un poco por dónde irían los tiros, aunque posteriormente el juego en sí tal vez no estuviera a la altura de lo más esperado. La máquina, en sí, salió con ventaja por el conjunto de todos sus elementos.

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La línea de juegos exclusivos fue más que discutible en su lanzamiento. Solo tres nombres: Killzone, Resogun y Knack. De los cuáles acabó brillando con luz propia el shoot’em up descargable de Resogun, una pequeña maravilla indie. Ni Killzone: Shadow Falls acabó convenciendo al  público ni tampoco Knack acabó siendo ese juego para todos los públicos recomendado para comprar. Así las cosas, Playstation 4 era una consola tremendamente atractiva por su hardware pero que en sus primeros compases de vida se acabó usando para disfrutar de los más de veinte juegos third party que salieron el día del estreno.

En la línea de juegos exclusivos se echó en falta también Infamous: Second Son, que acabó retrasado y que fue un vacío que se notó en este sentido. Era uno de los juegos que más interés generó cuando se presentó y en ferias como el E3 previo a la salida de la consola se convirtió en uno de los más esperados. Al final el tiempo de desarrollo no llegó para el lanzamiento y nos quedamos sin el mayor atractivo exclusivo de Playstation 4 para principios de 2014.

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PS Plus. El servicio Plus, que era opcional en Playstation 3, se convirtió en obligatorio para Playstation 4 si queríamos disfrutar de las modalidades online. Se adoptaba el modelo de Xbox Live mientras se mantenían los incentivos en forma de juegos. Por otro lado, los incentivos en forma de juego han sufrido un bajón de calidad respecto Playstation 3. Han llegado indies interesantes, pero la sensación es que esos juegos retail de fondo de armario que tan atractivo hacían el servicio han quedado algo en el olvido.

Caídas, Mantenimientos y Firmware. En 12 meses el servicio online de la plataforma ha recibido caídas y mantenimientos demasiado constantes y molestos, más de lo que habíamos visto en su predecesora, a lo que se añadían firmwares que podían añadir errores nuevos y que provocaban que la compañía tuviera que sacar nuevos firmwares arreglando problemas anteriores. La sensación es que todavía no se ha sabido domar la enorme estructura online de una plataforma que tiene que crecer a pasos agigantados por el crecimiento en ventas constante.

Calidad de algunos Componentes. El rediseño del DualShock 4 ha sido aplaudido por muchos frentes, tanto por ergonomía como por las funciones que se han añadido de manera sencilla. Pero lo cierto es que las primeras remesas de mandos tenían algunos problemas: analógicos que se desintegraban con el paso de las horas es uno de ellos. Otro contratiempo que se ha dado con menor medida ha sido algunos problemas con el botón eject de la consola, que con el calor podía quedarse clavado.

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Seguramente el tema de los exclusivos ha sido la asignatura pendiente de Playstation 4, aunque lo cierto es que eso no quita que hayan salido títulos de primer nivel. El remaster de The Last of Us, una versión mejorada de la obra maestra de Playstation 3, fue uno de los grandes reclamos junto con Infamous Second Son, un exclusivo que sigue la estela de la franquicia y que servía, también, como demostración técnica de lo que es capaz la consola de Sony. Junto a ellos han salido algunos nombres menores como LittleBigPlanet 3 y se esperan otros como Guilty Gear Xrd, que sale este mes solo en PS3 y PS4.

¿Mejores Multis? Los juegos de las third party han conseguido una sensación de mejor acabado en Playstation 4, sobre todo por el tema de la resolución que en la mayoría de casos ha acabado beneficiando a la consola de Sony. La compañía ha conseguido, así, que se sobreentienda que la plataforma es la ideal para los multiplataforma, algo que seguramente era al revés cuando hablábamos de la generación 360-Playstation 3. Además, se han afianzado alianzas interesantes como la de Destiny, con el morbo de ser un juego de Bungie, ex de Microsoft. El pack con la consola blanca fue un reclamo difícil de rechazar para los dudosos de comprar la consola.

Apoyo a los Indies. El apoyo al sector indie fue una de las obsesiones de Sony desde que anunció Playstation 4 y se ha convertido en un caballo de batalla importante dentro del día a día de la compañía. Empezaron fuerte con Resogun –ya citado anteriormente- y han conseguido tener nombres brillantes como pueden ser el de Transistor o Oddworld: New ‘N’ Tasty que de momento está en proyecto sin fecha concreta para las demás plataformas.  Outlast también salió antes en PS4, y así con varios nombres que han ampliado el catálogo de la consola mes tras mes.

Decepción First Party: Driveclub. Se esperaba como uno de los grandes exclusivos del año y ha acabado siendo uno de los mayores dolores de cabeza de Sony. Driveclub apostaba por el multijugador y los elementos sociales como dos pilares básicos de su jugabilidad, pero los servidores cayeron cuando salió a la venta. Esto ha provocado que durante dos meses la situación haya sido deficiente a la hora de poder disfrutar de esta parte del título, con problemas de conexión y errores que a día de hoy se mantienen en menor medida.  El problema de Driveclub arrastró consigo la versión gratuita de Driveclub anunciada a bombo y platillo desde antes de la salida de la consola y que está sine die. Un gancho para dar valor a PS Plus que ha tenido el efecto contrario.

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Playstation 4 se ha instaurado como la líder absoluta de consolas sobremesa. Los diez millones anunciados por Microsoft se superaron en el caso de PS4 en el mes de agosto, los últimos datos apuntaban a casi 14 millones de unidades vendidas, y la consola ha ido ganando en servicios y herramientas que la hacen más atractiva 365 días después. Poder extraer vía usb los contenidos, el novedoso Share Play que permite que otro jugador disfrute de nuestros juegos vía remota, la llegada de PS Now o la creación de competiciones de los eSports para sus propios jugadores con sus ligas oficiales y la combinación de la nueva PS TV con la consola. Sony quiere convertir Playstation 4 en el centro total de los juegos y la está armando con muchos añadidos que generan interés.

La mejor noticia para Playstation 4 es que se está asentando en el mercado sin haber sacado todavía la caballería más poderosa. Y eso significa hablar de nombres concretos como The Order: 1886, Bloodborne y Uncharted 4, pero también de compañías: Media Molecule, Sony Santa Monica y Naughty Dog. La compañía japonesa todavía tiene en el banquillo a sus mejores hombres, por lo que la cosa pinta bien para la plataforma en cuestión. Por no hablar de su apoyo a los indies que se mantendrá en los próximos meses con nombres que han llamado la atención de medio mundo, como Rime, o el apoyo incondicional al interesante proyecto No Man's Sky. Tal y como ha pasado con su contrincante, los retrasos y el hecho de que muchos títulos se hayan ido al año que viene hacen que el calendario próximo sea potente de principio a fin. Esto y la integración de los proyectos colindantes anteriormente citados hacen que las expectativas de 2015 para la consola de Sony sean elevadísimas.