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NBA Live 16

NBA Live 16

  • PlataformaPS45XBO5
  • GéneroDeportes
  • DesarrolladorEA Tiburon
  • Lanzamiento01/10/2015
  • TextoEspañol
  • VocesEspañol

NBA Live 16

NBA Live 16 vuelve a intentar un asalto que se antoja imposible no ya por las condiciones del rival, sino porque todavía no le da para competir al máximo nivel a pesar de ciertas mejoras y algunas modalidades muy interesantes.

Actualizado a

La NBA tiene en la franquicia de 2K un seguro de vida en el mundo de los videojuegos. Una saga casi sin fisuras que aunque siempre tiene elementos para mejorar, es tan abrumador lo que ofrece a sus jugadores que casi nadie discute quién es el rey del deporte virtual. En esta tesitura se encuentra NBA Live 16, una saga que estuvo desaparecida y con la nueva generación de consolas quiso volver al ruedo. El retorno de la saga de EA no fue el esperado, ya no solo por la comparación directa con un rival de envergadura, sino como juego de básquet en sí. NBA Live 16 intenta dar pasos al frente, pero el resultado final está alejado de lo que podemos exigir a un título de este tipo en pleno 2015.

De hecho, la introducción del propio NBA Live 16 ya deja claro el tipo de juego que pretende ser. Nos invitan a jugar los últimos tres segundos de un partido entre los Cavs y los Thunders de Westbrook, el jugador que da forma a la portada del título. Sacamos de banda y el juego nos pide que lancemos de tres. Triple que entra, victoria por la mínima con buzzbeater incluido y bienvenidos a NBA Live. Decimos que deja claras las intenciones del juego porque estamos ante una propuesta excesivamente Arcade que no transmite realismo ni sensaciones verosímiles al poco de empezar.

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En esto tiene que ver también otra declaración de intenciones: la disposición de los botones principales. Además de pase y disparo, se asignan a los otros dos botones del mando dos acciones que deberían ser menos importantes: una Y/triángulo para pedir penetraciones a canasta y una B/redonda que sirve para hacer alley-oops. La combinación de estos dos elementos, por cierto, es letal. Pulsas Y para que alguno de los jugadores corten a canasta; luego pulsas redonda y tienes un machaque de aro espectacular. El problema es que esto funciona con un altísimo porcentaje de acierto, aunque estemos jugando ante una defensa posicional con los pivots bajo el aro. El que corta ya saltará llevándose por delante al defensa de turno si hace falta.

A ello se le añade un sistema de pases demasiado automatizado en el que podremos lanzar balones de una esquina a otra de la cancha sin que haya demasiadas pérdidas por el camino. Seguramente este es uno de los grandes contratiempos de NBA Live 16: todo es demasiado previsible. Cuando vemos un balón que rebota en el aro, por los movimientos ya sabemos quién se va a llevar el rebote de turno. La sensación es que hay demasiados elementos excesivamente scriptados, y si un pase tiene que llegar a nuestro compañero lo hará aunque de por medio haya dos jugadores rivales. Esto hace perder gracia porque la sensación de ver que lo que sucede no tiene suficiente aleatoriedad de situaciones es poco satisfactoria. De hecho hemos sufrido algunos lanzamientos inverosímiles que daban la sensación que “tenían que entrar sí o sí” aunque el jugador estuviera en una posición imposible.

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El sistema de lanzamientos es similar al que hemos visto en otros juegos: tenemos una barra y hay puntos concretos en los que tendremos más porcentaje de acierto. Entran en juego factores como si estamos defendidos, lanzamos forzados y demás, aunque el % de acierto también es elevado en estas situaciones. La sensación general es que es fácil pasar, es fácil lanzar y esto da un toque arcade y veloz a los partidos poco realista.  A todo esto se le suman dificultades evidentes en defensa: el jugador con el balón puede ir corriendo bajo la pintura donde hay tres defensas que aunque choque con ellos no pierde el balón. Si se hace un dos contra uno con los botones correspondientes sí que se generan situaciones realistas, pero es triste ver como podemos correr dentro de la zona como si el balón estuviera pegado a nuestra mano.

A todo esto no ayuda un balón que tiene una física poco convincente, como si no pesara. Eso se nota en los pases largos, en tiros exteriores que cogen una trayectoria extraña y en rebotes que siguiendo con lo comentado anteriormente, parece que se vayan directamente a las manos de los jugadores sin tener vida propia. En pases normales, bandejas y otras jugadas dentro de la zona sí que responde de manera correcta.

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Bien en la pizarra
Naturalmente hay cosas buenas y acertadas en la mecánica de juego. Live 16 cuenta con un sistema de juego de pies avanzado que nos permite una movilidad y generar ciertas jugadas que son de agradecer. Giros, pasos atrás antes de lanzar, dos pasos para colocarnos bien o el conocido como Euro Paso para sortear rivales en posiciones estáticas. A ello se añade un sistema de estrategias que funciona con garantías: cuando tenemos el balón el juego nos recomienda una jugada y si la escogemos, se marca con claridad los pasos a seguir para consumarla. Además, podemos acceder a una gran cantidad de jugadas y marcarlas rápidamente según nuestras necesidades. Otra cosa es que sea necesario complicarse con jugadas teniendo en cuenta la base del juego y la facilidad con la que se puede abusar del Run and Gun. Por el acierto ofensivo y las pocas opciones defensivas.

A favor de NBA Live 16 vale la pena decir que es un juego que tiene momentos muy espectaculares. Todo el sistema de penetraciones y mates o los regates con stick derecho son ágiles y funcionan bien. Un título pensado para quienes no quieran estrujarse demasiado la cabeza a la hora de jugar y quieran ir a lo fácil… con matices. Porque si tu opción es hacer algo Arcade, con ritmo, divertido sin más, una base puede ser lo que tenemos en frente, pero necesitan pulirse muchas más mecánicas para que no acabe cayendo en la previsión de situaciones ni en el abuso de ciertas acciones que son demasiado letales.

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La apuesta por los modos
Donde sí se han añadido modalidades interesantes es en la experiencia online del juego. La personalización inicial de nuestro jugador (con gameface HD a través de nuestro móvil) para elegir entre una gran cantidad de elementos estéticos y de habilidades y estilo de juego sirve no solo para el clásico modo Pro con un jugador que quiere crecer desde la base, sino también para el online. Live Run es un modo que permite jugar cinco contra cinco en línea en pistas callejeras donde el toque arcade del juego le sienta a las mil maravillas y, para que engañarnos, en compañía siempre se disfruta más de un juego deportivo. A ello se añade un modo cooperativo llamado Circuito de Verano donde podemos jugar contra equipos de grandes estrellas en pabellones míticos y pistas donde crecieron las leyendas del básquet.

A ello se le añade el Live Ultimate Team, que es la versión NBA del FUT de FIFA y que permite ir creando nuestro equipo de ensueño teniendo en cuenta varios elementos a la hora de fichar, el rol de los especialistas que potencian atributos de jugadores franquicia, desafíos de fantasía con recompensas importantes y otras variaciones, como el hecho de que los jugadores de mayor nivel los tendremos solo durante un período corto de partidos, algo que según EA es para dar más rotación pero que la verdad, no nos ha acabado de convencer. Naturalmente no falta la posibilidad de jugar amistosos con equipos de la NBA (lástima que se haya perdido la costumbre de las selecciones que vimos en entregas pasadas), el modo Dinastía que es una carrera de toda la vida o tutoriales y entrenamientos varios, además del citado modo Pro para hacer crecer a la fama nuestro juador.

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Apartado técnico
Gráficamente el juego convence. Tanto los modelados de los jugadores como la recreación de los campos norteamericano están bien tratados y tienen un acabado notable, aunque es cierto que no llega al nivel de detalle y de calidad global que puede tener NBA 2K16 en este sentido. Además, hay varios jugadores de la liga que no están recreados facialmente con todo el acierto del mundo, por así decirlo. Seguramente lo menos convincente del apartado visual tiene que ver con las físicas: los choques y luchas ente jugadores son demasiado simples y no se siente como una interacción realista, aunque hay ciertas situaciones, como los mencionados dos contra uno donde sí vemos movimientos más acorde con lo esperado.

A nivel sonoro el título cuenta con una variada lista de canciones para los menús que amenizan perfectamente nuestra estancia por la interfaz, mientras que en los partidos el griterío del público y sus reacciones en ciertas jugadas cumplen su cometido, como pasa con los narradores norteamericanos, aunque en su caso repiten más de la cuenta ciertas frases y comentarios. 

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5

Mejorable

Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.