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Toy Story 3: El Videojuego

Toy Story 3: El Videojuego

Hay un amigo en mi

Buzz, Woody y compañía llegan de la mano de Avalanche para acompañar a la tercera entrega cinematográfica de la saga Toy Story. Acción, humor y mucha diversión en un título que da mucho más de lo que puede llegar a parecer en un principio. No hay que subestimar el poder de los juguetes...

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El tiempo pasa para todo y para todos. Aquellos jugadores que comenzaron en Mega Drive ahora son veteranos en el mundillo, las videoconsolas pasan de moda hasta ser almacenadas en algún sótano oscuro e incluso los juguetes quedan en desuso tras varios años de juegos initerrumpidos. Pero, ¿Y si todos estos objetos caídos en el olvido tuvieran vida y sentimientos? ¿Cómo se llegarían a plantear su futuro en este caso? Estas son las preguntas que Toy Story 3 llega a responder, en una versión jugable de una obra maestra del séptimo arte.

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La historia es simple y a la vez profunda, presentándonos a los grandes protagonistas de las dos anteriores entregas ante una situación hasta ahora inédita: Andy se ha hecho mayor y 'abandona' a sus viejos juguetes en una guardería. La situación se torna infernal y a partir de ese momento las aventuras del vaquero Woody, Buzz el astronauta y la alocada Jessie (los tres personajes controlables en este título de Avalanche Software) quedan en manos de los jugadores, tengan la edad que tengan.

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Y es que una de las características que ha distinguido a Toy Story 3 en su estreno al otro lado del atlántico (el pasado 18 de junio) ha sido que por primera vez el público talludito ha superado en número a la audiencia más joven, típica de este tipo de estrenos. Para ver si en nuestro país tendremos este mismo efecto deberemos esperar hasta finales de julio, sin embargo, los más ansiosos podrán vivir parte de la aventura gracias a Disney desde el próximo viernes, 9 de julio.

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Esta dicotomía de audiencia ha sido clave para la desarrolladora a la hora de planificar este proyecto. Por un lado tienen que satisfacer a aquellos chavales que tras ver la película, quieren jugar al juego. Por tanto necesitan un título accesible, sencillo y directo. Sin embargo por otro lado, aquellos que ya disfrutaron de las primeras dos películas también tendrán oportunidad de vivir un reto a la altura de sus elevadas exigencias, con el modo Toy Box, mucho más profundo duradero y complejo que la otra mitad de esta peculiar producción jugable.

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En la parte más infantil encontraremos ocho misiones que se basan en lo visto en la película, con preponderancia de secciones de plataformas. Deberemos combinar las habilidades de los tres protagonistas para seguir avanzando, a la vez que encontramos todos los objetos secretos diseminados por cada nivel. Hay espacio para minijuegos, persecuciones, momentos de acción... Todo ello manteniendo un tono desenfadado que se convierte casi en delirio en las misiones que representan los momentos que representan las fantasías de los humanos con sus muñecos en las manos.


Es aquí donde Buzz utilizará su Láser, Woody luchará contra el maléfico Doctor Hamm, etc... Un momento divertido que contrasta con la seriedad de los niveles en que los protagonistas exploran el mundo real, donde son poco más que simples juguetes en un universo que les supera en tamaño. La dificultad de esta parte de Toy Story 3 es adaptable, reduciéndose poco a poco con cada fracaso, hasta conseguir que incluso los menos versados consigan superar los obstáculos. Estos además no serán muchos, ya que encontraremos únicamente 8 niveles, algunos de ellos de una duración más que justa. Esto hace que el modo historia acabe demasiado rápido, incluso menos de tres horas para los más hábiles. De esta manera el modo Toy Box acaba siendo casi la piedra angular de este juego.

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Esta otra vertiente de Toy Story 3 se abre tras acabar el primer nivel de la historia, a partir del momento en que tenemos acceso al tablero que representa cada uno de los niveles y lugares a visitar. Se trata de una pequeña aldea en el oeste en la que tendremos que interactuar con personajes y objetos para avanzar en la historia. Se trata además de una narrativa completamente separada de la que veremos en la película, por lo que no está limitada por los cerca de 100 minutos de duración de la versión fílmica.

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Tomando de nuevo el papel de cualquiera de los tres héroes del modo historia, llegaremos a un mapeado en el que la libertad de acción es la máxima a seguir, permitiéndonos incluso la personalización de gran parte de los elementos en pantalla. Y es que en este Toy Box encontraremos detalles que satisfarán a la mayor parte de jugadores (a pesar de que su dificultad sigue sin ser precisamente elevada). Los jugadores clásicos podrán seguir el hilo argumental sin distraerse. Por otra parte los completistas tendrán cientos de objetos escondidos por las 7 zonas diferentes incluidas. Como no podía ser de otra manera, los minijuegos también serán una constante que contribuye a añadir variedad. Por si fuera poco la variedad de situaciones es infinita, habiendo sitio incluso para secciones de conducción. Finalmente, habrá otros jugadores que prefieran pasar horas diferenciando a su ciudad, con las opciones de 'tuneo' de escenarios, construcción de casas, modificación de vestimentas para los habitantes...

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Pero lo mejor es que en este modo de juego se permite que dos jugadores participen de este mundo único a pantalla partida. No hay opciones de jugar a través de internet, o de compartir nuestra aldea con el resto de jugadores a través de la red de redes, pero se trata de un gran intento por conseguir que todo tipo de jugadores consigan coexistir en la misma partida. Y es que mientras un usuario avanza en las misiones, el otro puede estar en el otro extremo del mapa haciendo fotos, explorando o personalizando la aldea. Nada de lo que hagamos es definitivo para el otro jugador, lo que contribuye a aumentar la flexibilidad de este modo de juego.

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Por tanto todos aquellos jugadores sin vergüenza ni complejos tendrán ante si un reto a la altura de sus expectativas, con un buen puñado de horas (de 4 a 15 puede llegar a durar)extra de juego. Se trata sin lugar a dudas de la clave de este título para destacarse entre las frecuentes y mediocres traslaciones del mundo del cine al formato videojuego. El complemento perfecto para tener una excusa para jugar con los más pequeños de la casa sin tener que sufrir su falta de habilidad. Sin embargo podría pedírsele algo más de profundidad y variedad en las misiones principales, pero es no hay que perder que estamos hablando de un título eminentemente infantil.


Apartado Técnico
En las consolas de nueva generación estamos ante un espectáculo más que decente, con buenos modelados para todos los personajes y un detalle en escenarios casi a la altura de la película. La animación de los protagonistas destaca sobre el resto de detalles, contribuyendo a dar vida a este gran elenco de personajes. Sin embargo encontramos pequeños fallos en la cámara, texturas en baja resolución y algunos detalle que empaña un tanto el espectáculo visual (los efectos de luces, por ejemplo, no están a la altura). Donde no fallan en Avalanche es en representar toda la magia de Pixar, dejando a Toy Story 3 en un nivel más que aceptable.
El apartado sonoro por su parte también tiene sus zonas de claroscuros. Por un lado hay que destacar el doblaje a nuestro idioma, realizado por la mayor parte de actores de doblaje que aportan su trabajo a la versión en castellano de la película. Sin embargo echamos de menos voces como la de Woody o Buzz, diferentes a las que oiremos en los cines. Aún con esas raya a buen nivel, dejando el listón muy por encima del resto de detalles sonoros. Decimos esto porque las partituras son en su mayor parte olvidables, sólo destacando aquellas extraídas directamente del film. Los efectos sonoros, simplemente cumplen con su trabajo, sin estridencias, pero sin sorpresas.

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7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.