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Tour de France

Tour de France

Táctica y esfuerzo

El Tour de Francia está que arde justo cuando nos llega el juego oficial de la competición ciclista por etapas más importante del año. Métete en la piel de campeones de la talla de Alberto Contador y pedalea durante 21 jornadas, mientras luchas por objetivos individuales y de equipo.

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La competición del mundo del ciclismo por excelencia, el Tour de Francia, llega por primera vez a Xbox 360 y PlayStation 3. Los desarrolladores de la conocida franquicia Pro Cycling Manager han decidido trasladarla a consolas coincidiendo con la celebración de la edición 2011 de la vuelta gala. Tal trasvase se ha hecho pensando en dotar al juego de una mecánica más centrada en la carrera y menos en la gestión de un equipo. Por ello el título se desprende del 'Pro Cycling Manager' para quedarse en un escueto 'Tour de Francia 2011', muy significativo de lo que se pretende conseguir.

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El juego recrea las mismas 21 etapas que ahora mismo se están disputando en el país vecino, con todo lo que ello implica: recorrido a seguir, perfil del mismo, tipo de etapa, etc. Dado que la longitud de éstas haría cada partida eterna, han optado por limitar la parte en la que nos ponemos a los mandos a algunas secciones concretas y teóricamente destacadas, como el principio y el final, la subida a los puertos más significativos o los pasos puntuables para el mayor de 'sprinter'. El resto del transcurso de la etapa es simulado, aunque el proceso se hace pesado y se debería haber animado con una visión de lo que supuestamente está sucediendo en carrera, en lugar de mostrar sólo texto. Una excepción son las contrarrelojes, que se viven íntegramente aunque con el tiempo acelerado. De esta forma, cada etapa dura entre 15 y 20 minutos, en lugar de horas como ocurre en la competición real.

Todos los equipos y sus corredores están presentes, aunque falta alguna licencia oficial, siendo destacada la de los hermanos Schleck que han quedado como Schlick y Schlock. Ambos tienen como compañero a un tal Cuncellara y su equipo ha cambiado de felino, del leopardo al guepardo. Es una pena que por un par de equipos este apartado quede empañado, pero al menos la mayoría están ahí, o al menos su nombre y sus estadísticas como corredores. Otra cuestión es cómo han modelado a los ciclistas, que parecen los clones de La Guerra de las Galaxias reconvertidos en una nueva profesión. Ya no es que pidamos que cada corredor virtual sea idéntico al de carne y hueso, que tampoco estaría mal viendo lo que se logra en juegos de fútbol o baloncesto, pero al menos alguna semejanza y más variedad no estarían de más.

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El motor del juego tampoco brilla precisamente en lo que concierne a la representación del entorno. Los escenarios no son tantos ni tan grandes como para no haber puesto más empeño y cuidado en las secciones que sí son jugables. Visualmente no es lo que se dice una fiel recreación del entorno por el que pasan los ciclistas, a un nivel fotorrealista. De hecho se repiten elementos como edificios o tipos de vegetación sin ninguna variedad de un arbusto a otro, lo que hace algo monótono algunos paisajes. Lo que al menos sí han conseguido es capturar la ambientación o los elementos que pueblan la geografía francesa que van variando conforme vamos por llanuras, los Pirineos, la costa o los Alpes, hasta alcanzar el gran final en los Campos Elíseos de París. Todo ello desde la comodidad de tu sofá y sin tener que dar ni una sola pedalada.

El único modo de juego que existe, junto al de partida rápida, es el Tour en sí al completo. Lo primero que hemos de hacer es elegir un equipo y escoger los seis corredores que nos llevaremos a Francia. Hemos de combinar distintas habilidades como ciclista de grandes vueltas, 'sprinter', escalador o 'combativo', que viene a ser un deportista completo que suele meterse en escapadas. Este paso es decisivo pues condicionará qué podremos hacer en cada etapa y en la estrategia global. De este modo, podemos optar por luchar por la general y reservar al equipo para proteger al líder. O quizá decidimos ir por triunfos de etapa y optamos por 'sprinter' y 'combativos', junto a algún escalador. Variantes hay tantas que seguir enumerándolas sería en vano, lo que es parte de la gracia de este deporte. Lo que está claro es que intentar ir por todo es no ya absurdo, sino prácticamente imposible, más aún teniendo en cuenta que el número de efectivos disponibles es menor con la limitación a seis.

Antes de cada carrera y tras visualizar las características del circuito, hemos de seleccionar al ciclista que controlaremos directamente. Ése se convertirá a su vez en capitán por un día y podrá dar órdenes a sus compañeros. Los controles son bastante sencillos y no tendremos que preocuparnos demasiado por manejar nuestra montura, pues casi todo el movimiento es automático. Sólo hemos de tener cuidado con reducir la velocidad en las bajadas y dirigir los desplazamientos laterales para buscar los huecos dentro del pelotón. Lo que está a nuestro alcance principalmente es variar el esfuerzo del corredor en cada momento. Podemos simplemente aumentar el ritmo o disminuirlo, o ser más agresivos indicando que queremos lanzar un ataque o disputar un sprint.

Algo más sofisticado es el tema de los relevos, cuando optamos por hacerlos en la cabeza del pelotón o una escapada. Hemos de colocarnos en posición y llegado el momento pulsar el botón adecuado para aumentar la velocidad y dirigir el grupo por tanto tiempo como queramos y podamos, para después ceder el testigo hasta que nos vuelva a tocar el turno. Adoptar una buena formación con viento lateral es fundamental para evitar los torturantes abanicos que llegan a ser decisivos. El funcionamiento es similar en la contrarreloj por equipos, sólo que en este caso todos los componentes del grupo son manejados por nosotros así que tenemos la potestad para ir variando de uno a otro, dejando al frente durante más tiempo a los especialistas y tratando de distribuir la carga entre todos los compañeros.

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Todas estas acciones tienen repercusión en una serie de indicadores en la parte inferior derecha de la pantalla. Los que debemos mirar con más frecuencia son los relativos a la energía que somos capaces de desarrollar cuando decidimos aumentar el ritmo. El esfuerzo de una jornada repercute a su vez en el estado al día siguiente, aunque no disponemos de esa información al inicio de la etapa en la pantalla de elección de corredor, lo cual es una importante laguna. Eso se refleja sobre todo en la vitalidad, relevante más a largo plazo. Ésta va bajando conforme avanza el Tour hasta quedarnos desfondados. Lo último que debemos tener en cuenta es el indicador de riesgos, que aglutina factores como la velocidad, lo cerradas que son las curvas, la presencia de espectadores o si nos encontramos al borde de la carretera. No será extraño ver caídas, aunque sin superar a la vida real visto lo que está sucediendo este año, así que intenta no ser tú el protagonista.

En cualquier caso, ejercer de director de equipo es tan o más importante que preocuparnos por el ciclista al que manejamos de forma directa. Aquí encontramos el punto fuerte de este título y donde se atisba su origen situado en los Pro Cycling Manager. En todo momento nuestros compañeros estarán a nuestras órdenes y tratarán de satisfacer nuestras peticiones por medio de mensajes predefinidos, tanto individuales como al grupo. De esta forma podremos indicar a alguno que ataque en un momento determinado o que nos proteja poniéndonos a su rueda. Puede que hayamos lanzado a alguien delante y decidamos pedirle que nos espere como parte de nuestra táctica. Seguramente previamente le diríamos que guardara energía y se limitara a ir a rueda. En definitiva, el ciclismo en estado puro, con todo su abanico de posibilidades.

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Si queremos echar abajo una escapada tenemos la opción de ordenar que den relevos en el pelotón, o quizá optemos por ponernos delante para ralentizar el ritmo y permitir que un compañero adelantado llegue sin problemas a la meta. Las comunicaciones van más allá de dar órdenes, permitiéndonos establecer alianzas puntuales con otros equipos para tirar del pelotón, aunque debemos ser honestos y realizar el mismo esfuerzo que les pedimos a los otros o desconfiarán de nosotros. Igualmente tenemos la opción de ceder la victoria de etapa en una escapada a cambio de que nuestros acompañantes tiren de nosotros y sacar jugosos segundos para la general. No obstante vemos algo limitado este aspecto, pues podría dar mucho más de sí.

No siempre tenemos que ser nosotros los que salgamos en la foto y el oficio de gregario, tan poco valorado, es igual de importante a la hora de jugar. Igual preferimos ser esa pieza invisible pero fundamental que dispone el escenario para que la estrella se luzca, echándose a un lado en los momentos finales, pero dando mientras tanto el todo por el todo. Echamos de menos, eso sí, una opción de 'sígueme' en la que le digamos al compañero que se ponga a nuestra rueda, para así desarrollar con más ahínco la labor de secundario que cede la gloria a su jefe de filas. De hecho, el control de los miembros de nuestro equipo no ofrece demasiadas alternativas y nos fuerza a "trucarlo" para conseguir el efecto deseado. Baste como ejemplo algo tan simple como que queremos que vayan a la parte delantera del pelotón para estar atentos a las escapadas y apuntarse a alguna de ellas. Si ordenamos atacar y se encuentran en medio o detrás de un grupo grande de corredores, se quedan sencillamente atascados y no progresan.

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Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.