Resident Evil Revelations 2, Episodio 4

Iniciamos el episodio con Claire y Moira. Ambas están en el mismo complejo en el que fueron atacadas en "Juicio", por lo que su objetivo es básicamente llegar hasta la "Autoridad" -que a estas alturas del juego ya tiene nombre y apellidos, aunque lo sabemos por la trama de Barry únicamente- y descubrir el plan por el cual fueron raptadas y enviadas a la prisión de máxima seguridad. Tras una contundente secuencia narrativa, nos ponemos por fin a los mandos de los personajes en un momento de huída y plataformeo. No es particularmente complejo pero rompe con el estándar de pegar tiros y fuerza la interacción entre los personajes, que en un juego de estas características no viene mal. Y cuando queremos darnos cuenta, llega otra secuencia de vídeo... y final del capítulo. Cuando el marcador de tiempo -que excluye cinemáticas- apunta a 15 minutos, las cosas se ponen tensas. Básicamente, pasamos de casi hora y media en "Juicio" a 15 minutos en "Metamorfosis".

Esta decisión viene justificada por un cierre abrupto en la trama, del cual no hablaremos, pero que deja con el miedo de que todo el episodio se vaya a limitar a cerrar la historia sin permitir apenas jugar. Cuando controlamos a Barry y Natalia, la cosa cambia. En "Juicio" nos quejamos de que su segmento era muy largo pero de forma artificial, obligando a dar vueltas por un escenario poco interesante con la excusa de dilatar el tiempo real de diversión. Aquí la cosa es similar aunque al menos a nivel narrativo es muy, muy superior, y hay algo más de variedad en los entornos, con un segmento muy interesante en el último tramo en el cual se pone en liza la exploración (relativamente) y los valores para contar la historia. Con Barry comenzamos, pues, donde lo dejamos en el anterior y el objetivo inicial es llegar a unas instalaciones situadas en la zona superior de una montaña. Si recordáis como acabó "Juicio", sabréis el porqué.


 

El objetivo de Barry es poner fin, definitivamente, al monstruo que hipotéticamente arrebató la vida a su hija. Y descubrir qué lugar ocupa Natalia en todo este fregado, al tiempo que la defiende, tras ver cómo la relación entre ambos se volvía más fraternal en la última entrega de Revelations 2. El primer segmento parte de la resolución de un puzle particularmente sencillo y la derrota eventual de algunos enemigos. Es, hasta el tramo final, el episodio con menos acción de los cuatro segmentos protagonizados con Barry en esta serie, pero se compensa de alguna forma con ideas curiosas que no podemos desvelar para que vuestro disfrute no se vea minado al jugar al título. Para cuando contamos con casi dos horas de duración en su capítulo, todo termina y Revelations 2 pone punto y final a una apuesta interesante sobre el papel, ejecutada con fuerza en sus primeros episodios pero que no ha sabido remontar el vuelo, cayendo hacia el final en algo tan ridículo como el 'relleno'. Durando menos de ocho horas. Habrá quien disfrute más o menos del final, eso es algo que va por gustos, pero como 'season finale' funciona, sí, como narrativa: porque contiene las claves que darían pie a un Revelations 3 de idéntica estructura. Pero no en lo jugable.