Las mejores sagas de nueva creación

Ampliar

Una nueva generación de consolas siempre trae consigo novedades de software importantes. Hay franquicias que acompañan a la industria desde hace décadas. Sin ir más lejos,  propuestas de Nintendo como Super Mario, Metroid o The Legend of Zelda se crearon durante los años ochenta. Son el ejemplo de sagas consagradas que se mantienen inalterables ante el paso del tiempo. La calidad del producto, a fin de cuentas, acaba siendo clave para mantenerse en lo alto de la industria durante tanto tiempo. Street Fighter, Sonic, Tekken, Metal Gear, Final Fantasy, Grand Theft Auto, Dead or Alive, Wipeout, Castlevania, Rayman, Halo, Prince of Persia… podríamos seguir hasta el infinito repasando nombres que hace años, algunos más y otros menos, que nos acompañan. Pero no son estas franquicias las protagonistas de este reportaje. Lo son las nuevas.

Durante los últimos días hemos preguntado a la comunidad cuáles son las mejores sagas de nueva creación de la presente generación de consolas.  Naturalmente, abierto también a compatibles, donde hemos acotado el concepto de “nueva generación” en estos últimos años desde la salida de Xbox 360. Durante este tiempo   multitud de compañías han apostado por nuevas IP’s, algunas de las cuáles han perdurado y están en mejor forma que nunca y otras han quedado en el olvido después de no cumplir con las expectativas generadas. A pesar de que hay muchos nombres que perduran, hay tantos otros que han llegado para quedarse. La elección ha tenido una votación masiva entre los usuarios, que solo debían dar tres, dos y un punto respectivamente a sus tres elecciones. La condición, que no fueran juegos únicos sino que tuvieran continuidad.

Ampliar

Y con los resultados ya contabilizados, nos disponemos a presentaros las diez mejores sagas de nueva creación de esta generación según nuestros lectores. Mencionar algunas ausencias en el TOP-10 debido a la pugna que ha habido, sobre todo con cuatro franquicias que han acaparado la mayoría de los votos de los lectores. Por el camino veréis que han caído nombres importantes, mencionados por muchos de vosotros pero sin el apoyo suficiente para entrar entre las diez más reconocidas. The Witcher es una de ellas, saga para PC que tendrá salida en Xbox 360 el próximo mes; otras como Darksiders, con una secuela a punto de salir del horno, Infamous y el sandbox exclusivo de Playstation 3 también se ha quedado a las puertas como ha pasado con Motorstorm. Stalker o Dragon Age son otros que no han conseguido, por poco, entrar en la pugna final. Sirven de ejemplo del nivel que hay entre las mejores, dicho sea de paso. Sin más, nos disponemos a descubrir cuáles han sido las franquicias de nueva creación que más han calado entre los lectores y usuarios de la revista. En la redacción de Meristation también se ha hecho una votación interna para descubrir cuál es para los redactores la mejor nueva IP de esta generación. ¿Coincidirá esta vez con la elección de los usuarios? Veremos, la cosa está más que reñida…

LittleBigPlanet ha sido una de las grandes sorpresas de la presente generación. La obra de Media Molecule se dio a conocer a principios de 2008, año en el que salió en exclusiva para Playstation 3. Se convirtió en uno de los juegos más queridos por la base de usuarios de la consola de Sony y en un ejemplo interesante para la industria de los videojuegos. Presentado como plataformas, la obra de Media Molecule acabó siendo mucho más que eso. Un juego para generar, crear y compartir. Ya fueran niveles de plataformas, carreras o simplemente experiencias. LitteBigPlanet fue sinónimo de comunidad, y su propuesta una fórmula de infinitas posibilidades. Los usuarios crearon y compartieron millones de mundos que traspasaban la oferta del juego en su modo aventura.

Dos años después llegó LittleBigPlanet 2, que potenciaba todavía más las herramientas disponibles para crear y compartir mundos. La secuela, también aparecida en Playstation 3, tenía dentro de sí un potencial que a día de hoy se sigue explotando. Sus grandes herramientas de creación (todo tipo de géneros son una realidad en esta entrega) su divertido y rejugable plataformas con cooperativo hilarante de por medio, el carisma de los Sackboys y los entrañables mundos en los que se encuentran y el tremendo cuidado de todos los detalles que acompañan al juego, como la banda sonora, son motivos de sobra para que se considere una de las mejores nuevas franquicias de la presente generación. Que ha tenido, de momento, una versión para PSP y que espera nuevas salidas en un futuro no muy lejano, como en PS Vita.

Silent Hill, Resident Evil, Alone in the Dark. Nombres asociados al género del Survival Horror que habían dado grandes momentos en las dos anteriores generaciones. El giro que dio Resident Evil 4 no fue baladí, y demostraba un cambio de tendencia. El género se esfumó en las consolas actuales. Pero se encontró un clavo al que agarrarse con un proyecto de Visceral Games para EA: Dead Space. Una de las grandes sorpresas de 2008 que convenció al público gracias a su oferta. No era un survival horror como se esperaba, pero sí tenía tintes suficientes de terror y de tensión, sobre todo por situaciones y por el entorno en el que nos movíamos, para convencer a aquellos nostálgicos de un género que parece estar, por lo menos, en stand by hasta nueva orden. Relativo éxito comercial, EA pidió más para darle continuidad, pero calando muy hondo.

Tanto que tuvo una secuela aparecida a principios del año pasado que fue un tremendo éxito. Lo que quería la publicadora. Un juego que potenciaba lo visto anteriormente y que vendió en pocas semanas lo que había vendido la primera parte en todo su ciclo. Dead Space 2 ofrecía más acción, cierto, pero mantenía la esencia que había hecho relucir una nueva franquicia como esta, salida de la nada. De nuevo, los puntos fuertes fueron tanto la historia como la narrativa y esa ambientación recreada por el espectacular apartado técnico. También ha habido una versión para sistemas iOS que ha ayudado a ampliar la experiencia de una de las franquicias más sorprendentes de esta generación de consolas.

Cuando From Software se encargó de un Action RPG de corte oscuro y con muchos elementos heredados de la vieja escuela, pocos se pensarían que esa obra, Demon’s Souls, acabaría siendo uno de los juegos más especiales de los últimos tiempos. Su salida tuvo un gran impacto en otros territorios, lo que provocó que se pidiera desde el viejo continente, con insistencia, la llegada de ese juego a nuestro territorio. Por suerte se escucharon las plegarias y el que es seguramente el juego más difícil de la presente generación llegó a las Playstation 3 europeas. La dificultad, el reto y la frustración eran algunas de sus virtudes y reclamos, cierto. Pero había mucho más. Un mundo enorme en el que estábamos perdidos, sin ayudas ni tutoriales de ningún tipo. Ni guías. Horas y horas para descubrir, explorar, avanzar y algún día terminarlo. Y un sistema online original de asaltos a otros jugadores, de mensajes y muestras de muertes en el suelo para ayudar… o engañar. 

La continuidad de este título la protagonizó Dark Souls, secuela multiplataforma para Playstation 3 y Xbox 360. Con esta obra se repetía la fórmula vista en la primera entrega, además de mejorar diversos elementos como el apartado técnico. Este acompañaba un mundo de fantasía medieval igual o mejor que la primera parte. El universo Dark Souls, además de ofrecer un desafío igual de duro, tenía un mundo totalmente abierto y de exploración libre. Nada de capítulos en los que separar los mundos. Libertad para seguir el camino que creamos, hasta que algo nos frene y nos de un baño de realidad. La subida de personaje, la cooperación con otros jugadores, las decenas de objetos y herramientas que encontrar, las facciones con las que nos podemos unir y esos enigmáticos NPC perdidos por Dark Souls completan un juego tan especial como el que sucedió espiritualmente. Se especula ya con una secuela directa de Dark Souls.

Rocksteady tenía entre manos encargarse de relanzar un superhéroe como Batman en las nuevas consolas de la presente generación y en PC. Se trataba de un trabajo ambicioso y lleno de ideas perfectas para integrar el universo del murciélago en un videojuego. Pero pasó desapercibido. No se esperaba demasiado de ese juego, Batman Arkham Asylum, y tampoco se habían puesto muchos focos encima de él a nivel de medios de comunicación. Fue el sleeper del año 2009 y seguramente el de toda la generación. Una aventura que nos mostraba un Batman oscuro, similar al de las películas de Nolan, con un sistema de exploración y de combate muy acertados por su sencillez y variedad y la presencia de muchos elementos y personajes del universo Batman. Se consideró por muchos uno de los mejores juegos de superhéroes de la historia. Hasta, seguramente, la secuela Arkham City.

Ahora sí: expectativas generadas por los usuarios de la primera parte encantados con esa aventura mayúscula, focos de los medios de comunicación encima de Rocksteady para ver como avanzarían ante lo que fue un producto muy redondo y ganas de saber qué se podría ver en la ciudad de Arkham. La respuesta de Rocksteady superó las expectativas (con una de las medias más altas en Metacritic de los últimos años) al ofrecer un mundo abierto en el que ir haciendo misiones. Sin perder la idea de aventura, pero ampliando el concepto de exploración y con pequeños toques sandbox siempre enfocados en acciones y misiones de toda índole. Muchos más personajes y enemigos de Batman, un mundo rico de detalles a cada esquina y nuevos cachivaches para ampliar nuestras posibilidades. Batman Arkham City se coronó como una de las grandes aventuras de la generación. Guste o no guste el caballero oscuro como personaje.

Bioshock fue una de las primeras grandes franquicias de Nuevo cuño en pisar la generación de consolas. Era el año 2007, uno de los mejores de la industria, y llegaba de la mano de 2K y un genio como Ken Levine. Bioshock nos presentaba un universo maduro, una trama y un desarrollo que se alejaba de los tópicos que se pueden ver normalmente en la industria de los videojuegos y venía con la vitola de ser sucesor espiritual de lo que se vio años atrás con System Shock. Se ganó prensa y público gracias a un mundo, Rapture, repleto de sorpresas en su interior. La narrativa visual del juego fue uno de los puntos más importantes. La trama principal y su desarrollo, poder descubrir mediante nuestra búsqueda de objetos como las grabaciones de los ciudadanos qué pasaba allí y como se torcía todo, ver en cada habitáculo situaciones, ilusiones y posterior degradación de todo Rapture o la personalidad de los personajes que nos encontrábamos, tan lunáticos como geniales, era y es una auténtica delicia.

Junto a ello, que no es poco la inmersión que propone Rapture –y nunca mejor dicho- tenemos un gunplay variado gracias a los poderes que podíamos ir consiguiendo y potenciando y que complementaban perfectamente el compendio de arsenal disponible. Eso y la trama de los Big Daddy y las Little Sister orquestaban una de las experiencias más especiales de la presente generación. 2K tuvo claro que quería ampliar la oferta con Bioshock 2, un juego que mantenía elementos interesantes como la ambientación, nuevos personajes carismáticos y geniales y un sistema de combate y evolución que se potenciava con las Big Sister, entre otros elementos. Juego continuista, más de lo que vimos, pero con una aureola igualmente especial. Y falta Bioshock Infinite, del que se van sabiendo cosas que hacen esperar un bombazo a la altura del primer Bioshock. Entre lo visto y lo que está por ver, queda claro por qué es una de las sagas más queridas de las creadas en esta generación.

Valve es una de las grandes compañías que se mantienen eternamente en la cresta de la ola. Creadores de obras maestras como la saga Half Life y nombres básicos en el mundo de los videojuegos como Team Fortress y Counter-strike, los desarrolladores liderados por Gabe Newell sorprendieron  con un extra que ha acabado teniendo entidad propia y que se ha colado entre las cinco mejores franquicias de nueva creación. Se trata de Portal, un juego de puzle en primera persona en el que el diseño de niveles destaca por dos elementos: sencillez y brillantez. En The Orange Box, recopilatorio de Team Fortress 2, Half Life 2, Episodio uno y episodio dos, destacaba Portal, una experiencia corta que a modo casi de demostración nos obligaba a superar escollos de toda índole. Para hacerlo, teníamos una arma capaz de abrir dos portales en superficies planas conectados entre sí. Con ingenio y estudiando la estructura de las salas debíamos descubrir donde poner el portal de entrada y donde el de salida. Suena simple, pero era simplemente brillante y desafiante.

La propuesta de 2007 cuajó de tal manera que Valve decidió darle protagonismo por sí solo con Portal 2, juego basado en ese sistema aunque con muchas variantes y novedades. A lo largo de diversas misiones debíamos ir usando todos los elementos que aprendíamos para superar niveles cada vez más complicados. Rayos lásers, torretas que eliminar, botones imposibles de tocar a los que debemos llegar, agua a presión, el uso de la gravedad… y mucha imaginación.  Una mezcla explosiva de posibilidades ante las que debemos estrujarnos el cerebro para salir con vida. Si a esto le añadimos la campaña cooperativa para disfrutar de puzles de colaboración con otros jugadores, el resultado final es una experiencia intensa e inolvidable. Normal que sea una de las nuevas franquicias más destacada de esta generación y que, a pesar de su género, los usuarios se hayan acordado de Portal como una de las cinco mejores. No es para menos.

La nueva generación de consolas no se podría entender sin Gears of War. Para muchos, la obra de Epic Games se consideró la “entrada real” de la industria, en este caso Xbox 360, a la nueva generación. Fue la explosión del renovado Unreal Engine, el primer techo técnico al que los otros juegos se querrían parecer. Gears of War, además, impuso de manera clara una nueva manera de entender los juegos de acción en tercera persona (TPS). A los mandos de Marcus Fénix y Dominic Santiago, nos enfrentábamos en una lucha futurista entre la humanidad y los Locust con la supervivencia de la humanidad como único objetivo. Simple y directo, lo destacado era la jugabilidad. El sistema de coberturas daba un nuevo nivel a la batalla, ya que todos los tiroteos se articulaban alrededor de esta mecánica de cubrirnos, asomar, disparar y cambiar de cobertura. No lo inventaron ellos, pero sí lo instauraron de manera eficiente consiguiendo que desde clones como Army of Two a obras consagradas como GTA adoptaran este sistema.

Gears of War se colocó como referente de los TPS gracias a su sistema de combate, acompañado de un diseño de niveles acorde con lo que pedía esta mecánica, a los toques personales del juego en forma de universo o de detalles como la sierra para destripar enemigos y a un online intenso. La segunda entrega pulía la fórmula añadiendo más variedad de situaciones de disparos, un apartado técnico mejorado y nuevos enemigos; además, claro, de un modo horda que enganchó a los jugadores. Un escenario cerrado, amigos para cooperar y oleadas de enemigos que matar. Esencia Gears of War. La trilogía se cerró con la tercera entrega aparecida el año pasado, donde se daba sentido a la trama argumental, se seguían añadiendo variaciones de mecánica y se pulía más todavía el sistema. Más épico, con más opciones online y de cooperación en horda o el nuevo modo Bestia y un final de trilogía a la altura. Junto con Halo ha sido uno de los estandartes de Xbox 360, y su influencia en la presente generación ha servido para alzarse como una de las cuatro mejores nuevas franquicias. 

Ampliar

El podio de las mejores franquicias de nuevo cuño ha tenido un invitado que puede ser una sorpresa para muchos que seguramente esperaban a Gears of War compitiendo con la gran bandera de Sony y con el multiplataforma de nuevo cuño por excelencia en todas las quinielas. Pero Ubisoft y su Assassin’s Creed le ha quitado el tercer puesto con cierta ventaja gracias a una saga consolidada que ha ido de menos a más y que ha conseguido reunir una base de usuarios encantados con su fórmula. Assassin’s Creed formó parte de la gran hornada de 2007 como uno de los juegos más esperados. Las expectativas eran muy elevadas después de las continuas informaciones de Ubisoft y su Jade Raymond. Y a pesar de que seguramente no se cumplió con todo lo prometido, se sentaron unas bases interesantes con un mundo abierto lleno de misiones y objetos que descubrir, una trama interesante que nos ubicaba en las cruzadas en una batalla que descubriríamos es eterna: los asesinos frente los templarios. El sistema de escalada, de sigilo y de combate era sencillo, eficaz y convincente.

La primera entrega, criticada por su excesiva repetitividad, sirvió para que Assassin’s Creed II fuera un juego mucho mejor y más pulido. Más variedad, otro contexto histórico recreado perfectamente a nivel artístico y técnico (Italia renacentista), y mejoras de todo tipo que dieron paso a La Hermandad. Tercera y, seguramente, mejor entrega hasta el momento. Por posibilidades cada vez mayores, por zonas de plataformas brillantes, nuevos secretos, poder tener nuestra escuela de asesinos con los que trabajar y un sistema de combate que se seguía puliendo. A pesar que Revelations ha gustado, la cuarta entrega aparecida el año pasado parecía mostrar algunos síntomas de fatiga en la fórmula. Pero con la revolución americana de fondo en el futuro Assassin’s Creed III los usuarios siguen creyendo en una saga sólida, llena de opciones y que se mantiene como una de las grandes a pesar de su formato de entrega anual. Hubieron otras entregas de menor calado en consolas portátiles y móviles que no llegaron a la calidad de las sobremesa. La tercera entrega numerada, eso sí, promete romper moldes y ofrecer más que nunca. Un motivo más para tener la franquicia como la tercera mejor de la generación.

Otra franquicia que tuvo lugar en la hornada de 2007 y que no solo se establece como una de las grandes novedades de la presente generación, sino que seguramente es la franquicia más importante de Playstation 3. Uncharted: El Tesoro de Drake era la nueva apuesta de Naughty Dog, uno de los múltiples y exitosos grupos de desarrollo de Sony.  La primera entrega nos presentaba un carismático cazador de tesoros, Nathan Drake, como protagonista de un juego de acción en tercera persona que recordaba en aspecto a Tomb Raider y que parecía tener influencias claras de otras artes como podía ser Indiana Jones. Bajo ese aspecto, muchos tiroteos al estilo de la presente generación, con sistema de coberturas incluido, y zonas de plataformas donde escalar para llegar a lugares imposibles. La ambientación y la temática, buscando elementos misteriosos y lugares históricos, ayudaron a realizar un juego excelente. El gran bombazo llegaría con Uncharted 2.

La segunda entrega mejoraba y explotaba al máximo lo visto en la primera parte. Una aventura épica, llena de momentos hollywodenses que nos hacían estar en un impacto continuado. El sistema de disparos se mejoró, se potenciaron las plataformas y se varió la fórmula, reduciendo el porcentaje de disparos para equilibrarse con más puzles, más exploración y más saltos. Uncharted 2 era más aventura que acción, y se convirtió en una de las mejores de la generación gracias a su elevado ritmo, a los personajes carismáticos y a lo mencionado anteriormente.  Un juego que significaba, además, un nuevo techo técnico en las consolas actuales con un apartado gráfico abrumador y sin comparación en las consolas sobremesa. El cierre de la trilogía con Uncharted 3, aparecido el año pasado, seguía una línea continuista respecto a la segunda entrega con elementos interesantes como el argumento y los enlaces al pasado y mucha variedad de localizaciones. En estas dos entregas se potenció un multijugador divertido y variado, además de misiones cooperativas. La trilogía, acompañada de Uncharted para Vita como juego de lanzamiento, se ha convertido por méritos propios en la segunda mejor nueva franquicia de la generación. Aventura y acción en mayúsculas. Y Drake, un personaje eterno desde su primera incursión.

Mass Effect se ha erigido como la major franquicia de Nuevo cuño de la presente generación de consolas según las votaciones de los lectores y usuarios de Meristation. Y lo hace con  una diferencia de más de 150 puntos respecto al segundo y más de 300 respecto al tercer clasificado. Bioware consiguió, también el año 2007, crear una auténtica ópera espacial en la que se unía de manera más que interesante RPG y acción. A las órdenes del capitán Shepard, más allá de la mecánica de disparos, la subida de personajes , de armas, las decisiones argumentales que tomábamos y el vasto universo que explorar, teníamos ante nosotros un juego complejo, maduro y rico en posibilidades. Algo que se desmarcaba de la competencia no solo por el híbrido de géneros, sino también por la historia y sus personajes, por el universo creado con sus razas y las relaciones entre ellos.

La segunda entrega decidió apostar por la acción, eliminando y simplificando algunos elementos roleros. El resultado era tener una mecánica de disparos muy mejorada y mejores diseños de niveles, pero sin perder la madurez de personajes y desarrollo argumental, así como el peso en nuestras decisiones y la gestión de nuestro pelotón y la subida de habilidades. Un juego que abarcaba menos elementos seguramente, pero más pulido y que fue mucho mejor acogido a nivel de crítica. La saga, además, daba el salto a Playstation 3 para que nadie se perdiera una de las mejores franquicias de la presente generación. La tercera entrega es reciente de este mes de marzo, y ha seguido el camino de la acción en tercera persona con una mejora todavía más acusada en diseño de niveles y posibilidades de gunplay. Además, Shepard y su universo se tiñen de más épica y drama que nunca para una batalla final que sirve como colofón a la mejor saga de nuevo cuño de la presente generación. Así lo habéis decidido vosotros.