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Metro Last Light, Impresiones Pre-E3

La luz al final del túnel del metro de Moscú deslumbra. Survival horror y FPS evolucionando completamente las ideas de 2033. Metro Last Light saca a Artyom de las oscuras vías hasta las calles de la capital rusa, llevándolo a través de sus peores recuerdos, en esta arrebatadora conjunción audiovisual y jugable que ya ha enseñado generosamente sus mejoradas armas.

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Aportó ideas, y logró ser un shooter radicalmente distinto a la tónica dominante de hoy. Los ucranianos 4A Games hicieron de Metro 2033 un título de culto para muchos usuarios de PC y Xbox 360, que aún lo tienen marcado como uno de los favoritos de la generación. Sin embargo -por motivos de presupuestos, confianza, tamaño de plantilla y tiempos de producción- en el joven estudio fundado por miembros encargados de S. T. A. L. K. E. R. Shadow of Chernobyl se vieron obligados a no limar la calidad final del juego de 2009 tanto como les hubiera gustado, lo que les reportó algunas críticas no tan favorables que echaron abajo una media de notas en Metacritic que iba camino del sobresaliente, dejándola en un 81/100 definitivo. Algunos errores de IA, tropiezos gráficos o una duración no tan pronunciada al ser un absoluto singleplayer lineal fueron taras no perdonadas por los más críticos. Sin embargo, THQ vio el potencial de la desarrolladora y la nueva marca, y decidió volcarse con la secuela, aumentando el personal, los tiempos, la tecnología y la manga ancha creativa. Metro Last Light va a ser una secuela crucialmente arregladora, de una primera parte que ya rompió muchos esquemas en el género y supo atrapar a cientos de miles de jugadores.

Si Metro 2033 siguió el hilo narrativo del libro homónimo de Dmitry Glukhovsky, Last Light no responderá al tomo Metro 2034, ya que en esta ocasión 4A Games ha preferido separarse de la novela y centrarse en el personaje de Artyom una vez que logra salir a la superficie de la ciudad durante estancias más prolongadas que los leves asomos que veíamos en el primer juego. La superficie moscovita toma protagonismo en esta segunda aventura de acción y sobresaltos en la oscuridad, aventura que no abandona para nada los túneles, las estancias agobiantes, la munición escasa y la atmósfera angustiosa. Las calles de Moscú siguen siendo un mar de muerte, radiación y gas, donde la máscara pasa a ser una parte del cuerpo más y donde los peligros están tras cada esquina. Con inmersiones intermitentes, el nuevo periplo del protagonista no sólo será a través de los infestados escenarios, sino también a través de su psique y su memoria, en un argumento que promete desvelar muchos tirabuzones que quedaron enredados en la primera parte. "No hemos seguido Metro 2034 en esta ocasión porque creíamos que quedaba mucho por contar sobre 2033, cosas que no esperas y no viste en el primer juego", explicaba uno de sus principales responsables, Huw Beynon.

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El factor RPG realista, donde casi todo se puede recoger y usar, donde el jugador se siente parte del caos post-apocalíptico en un universo con sistema monetario basado en balas o trueques, y donde el personaje va evolucionando personal y físicamente, se ha reforzado radicalmente en Last Light. Fue uno de los aspectos que más gustaron del primer Metro y sus desarrolladores tenían claro que querían seguir indagando en esta línea, logrando la mejor experiencia jugable posible tanto en el terreno del rol como el del survival y la acción armada. Este segundo capítulo es una mezcla mejor removida y con ingredientes de mayor calidad, en gran parte también gracias a la experiencia de sus creadores y el feedback recogido. "Fueron importantes para nosotros las críticas más duras, que las comprendemos, y nos sirvieron para hacer ahora un videojuego que arreglase todo esto y además ampliara lo suficiente el gameplay como para hacerse totalmente apetecible", señalaba Beynon. Realmente lo es.

El cielo de Moscú

La nueva demo que hemos podido presenciar en este cuidadísimo pase de prensa europea arranca en uno de los enclaves del primer juego, en un punto concreto de los túneles que ahora vuelve a ser atacado por los demonios y otras criaturas mutadas del subsuelo, los Oscuros con quienes Artyom tiene un vínculo especial. La ausencia de HUD es la primera evidencia de que Metro Last Light volverá a apostar por señalar al jugador la información de manera natural, la vida restante o la resistencia de la máscara antigás con detalles como la sangre en la pantalla o la rotura del cristal protector respectivamente. Cada bala cuenta y aunque el género central del juego sea el FPS, aquí disparar a lo loco asegura una muerte inevitable a posteriori, en cuanto nos quedemos sin munición. El sistema de compra con trueques de objetos por balística parece ser que se mantiene, lo que obliga a medir si emplear esta curiosa moneda de cambio en disparos o empeñarla en los diversos vendedores con que nos encontraremos, ayudando a esta claustrofóbica ambientación donde todo el mundo quiere poder defenderse para salvar la vida.

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Tras los primeros pasos, huidas y disparos a la luz de la débil linterna, el protagonista -acompañado- sale de la guarida subterránea a través de una de las estaciones del centro de la ciudad, por las semi-tapiadas y derruidas escaleras mecánicas, lo que nos pone ante una imponente tormenta con truenos y mucha lluvia sobre un desolador parque moscovita. Un avión se ha estrellado en la parte alta del parque y puede haber supervivientes. La total compañía en este nivel de otros NPCs nos hizo pensar en un modo cooperativo, algo que Huw rápidamente nos desmintió. Nosotros no lo descartamos aún, teniendo en cuenta la trayectoria promocional que todavía le queda al juego, fechado para comienzos de 2013. El aspecto de esta misión es lineal, algo que va a mantenerse en gran parte de la aventura para que la trama pueda irse exponiendo de forma limpia. "Para nosotros es muy importante la historia, como lo era en Metro 2033. Si dejáramos que el jugador se disperse demasiado, no lograríamos el ritmo e intensidad que estamos alcanzando". No obstante, hay partes con la suficiente apertura como para que la sensación de pasillismo scriptado desaparezca. "Te sentirás en una Moscú vasta y asolada, hay momentos más sandbox", nos explicaba Beynon.

El aire libre de muchos de los fragmentos de esta prometedora campaña ha servido a 4A Games para proponer duros enfrentamientos contra criaturas aún más amenazantes que el resto de deformidades y peligros. En mitad del nivel, por ejemplo, hemos presenciado el ataque del que parece ser que será uno de los jefes o rivales exigentes, un enorme murciélago que llega a coger con sus garras a Artyom elevándolo por los aires, presenciando totalmente ingame el jugador y desde perspectiva en primera persona cómo es vapuleado el personaje. Justo tras este momentazo, y en muchos otros en estos 20 aproximados minutos de demo, se producen algunos de los flashbacks que tendrá en Last Light el protagonista, recordando secuencias vitales de su niñez o adolescencia, muy reveladoras de los incidentes que supusieron este azote para esta infernal Moscú. El juego no genera cinemáticas que interrumpan el gameplay para exponer los flashbacks y recuerdos, simplemente se intercalan con el presente, limitando en gran medida la visibilidad o distrayendo la atención. Un peligro más, inevitable, interesante y bien expuesto.

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Para toda esta odisea, las armas de fuego son el principal aliado de Artyom. algunas devastadoras como el recientemente presentado disparador de proyectiles incendiarios, capaz de afectar sobre los escenarios además de sobre los enemigos. Pero también habrá arsenal típico, recogido además en gran medida del primer juego y que podremos ir manejando cada vez mejor, a nuestra elección, como escopetas, ametralladoras, granadas o cuchillos que arrojar. Se busca variedad y diversión a partes iguales, en una Campaña que promete una duración considerable ya que será el modo de juego central de Metro Last Light. Multijugador y DLCs posteriores ya confirmados pero sin detallar son las dos otras grandes bazas para alargar la vida útil de un FPS que está llamado a interpretar una vez más el survival horror.

Nueva luz

Last Light hace parpadear a los objetos que se pueden recoger, destacándolos del escenario, algo completamente imprescindible dado el altísimo nivel de detalle que muestra el juego, uno de los más vistosos nunca antes contemplado en consolas. El motor del anterior Metro ha sido pulido hasta un nuevo tope gráfico, haciendo del sistema de iluminación, climatología y poligonado de los escenarios sus mejores y más espectaculares virtudes visuales. Tanto las estancias interiores como las partes al aire libre consiguen una ambientación sin igual gracias al poderío técnico del revisado 4A Engine, que ahora quiere volver a poner a las consolas -incluida Wii U- al límite y en PC promete marcar un nuevo benchmark. Por lo que hemos presenciado hasta el momento, pocas dudas caben de ello. A ver cómo se comporta en la nueva máquina de Nintendo. Los cambios de iluminación, claroscuros y deslumbres son una auténtica gozada natural y orgánica, con un esforzado sistema de proyección de sombras que incluso afectará al gameplay ya que sirve para detectar posiciones enemigas. También se han trabajado bastante más las físicas, con pesos y formas de caer muy adecuados y realistas. Las animaciones y los scripts, otro par de factores ya brillantes en el primero, ahora están un escalón por encima.

Esperemos que la Inteligencia Artificial, un asunto técnico claramente a mejorar de Metro 2033, también haya recibido un refuerzo como el que dejan ver todos estos comentados aspectos gráficos. Y esto afectaría directamente sobre la dificultad, muy adecuada y bien curvada en la primera entrega pero que ahora quiere ser incluso una seña de identidad del nuevo juego, "que la gente hable de él por su exigencia y diversión desafiante", decía Beynon. La pesadilla terrorífica que consigue recrear, con todos los túneles y las callejuelas de Moscú inundadas de monstruos, mutantes, traidores y pocos supervivientes no puede ser un paseo insustancial. Hacer un título verdaderamente desafiante era una exigencia para 4A Games, y por lo contemplado en esta demo no habrá sitio seguro ni esquina que no pueda acabar de un zarpazo con nuestra vida, lo que genera una tensión constante típica de los survival horror más recordados, como los primeros Resident Evil o Silent Hill. El sonido aterrador ayudará también a generar este incómodo clima.

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Sin descarrilar

Si Metro 2033 supo ganarse a multitud de fans con su particular y oscura propuesta, Last Light es justo la secuela que la marca de THQ necesitaba. En 4A Games están volcándose por conseguir -esta vez sí- el FPS terrorífico definitivo de los últimos tiempos. Potencia técnica, propuestas jugables y buena base argumental no les faltan, y por lo que vamos viendo del proyecto, habilidad para aprovecharlas al máximo tampoco. Se incluirá modalidad multijugador y una nueva forma de entender los escenarios y el exclusivo gameplay, con más apertura pero igual de intensos para no dejar de lado a la trama.  El componente rolero que tanto gustó del primer título y la atmósfera angustiosa que un escenario como éste puede recrear son otras dos garantías en el que puede acabar siendo uno de los shooters más prometedores del 2013. Sus responsables no van a dejar que ningún vagón de este gran metropolitano descarrile, quieren un viaje subterráneo -y exterior- pavorosamente inolvidable.

Metro: Last Light

  • 360
  • PS3
  • PC
  • Acción

El héroe de Metro 2033, Artyom, regresa en esta secuela del first person shooter de 4A Games y Deep Silver. Metro: Last Light está disponible para PlayStation 3, Xbox 360 y PC.

Carátula de Metro: Last Light
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