Gran Turismo 5 Prologue, Impresiones
Nuestro corresponsal en Japón prueba el aperitivo de Gran Turismo 5 y lo pone a prueba. Un prólogo cuya intención es saciar las ganas de jugar en PS3 a su juego favorito. ¿Ha valido la pena la espera?
Nuestro corresponsal en Japón prueba el aperitivo de Gran Turismo 5 y lo pone a prueba. Un prólogo cuya intención es saciar las ganas de jugar en PS3 a su juego favorito. ¿Ha valido la pena la espera?
'Honmono' (pronunciado con h aspirada) es la palabra que utilizan los japoneses para calificar a algo como de real. Algo que no es una mera copia. La traducción al español sería algo como 'es real'. Y es una palabra que le viene como anillo al dedo a Gran Turismo 5 Prologue. ¿Por qué lo decimos? Simple y llanamente porque lo que vemos en la pantalla es lo más parecido a la realidad que cualquier otro producto de similares características pueda ofrecer.
El juego puede ser adquirido en dos versiones: una tradicional, en su caja y su pertinente manual, y otra sin soporte físico, que tiene que ser bajada desde la PlayStation Store al disco duro de PlayStation 3. La primera cuesta unos 5.000 yenes, mientras que la segunda nos hará desembolsar 4.500. Las diferencias entre las dos, aparte de las mencionadas, son mínimas. De hecho, la versión en disco nos hace instalar casi 5 gigas de información en disco duro antes de jugar. En estos 5 gigas están incluidos unos cuantos vídeos de Gran Turismo TV, el canal de vídeos del juego donde podremos estar al día de los últimos desarrollos en el mundo del motor. En la versión online tendremos que bajarnos estos vídeos por nuestra cuenta. De momento todos son en alta definición y ocupan bastante espacio. Suerte que las conexiones aquí en Japón son rápidas y eficientes. Lo que no sabemos es si esta opción tendrá tanta repercusión en zonas donde Internet no goce de tanto ancho de banda como aquí, dado el tiempo que requerirá el bajarse cada vídeo. El tiempo dirá.
Pero dejémonos de diferencias entre versiones y vayamos al grano. Una vez iniciado el juego, se nos da la bienvenida con un absolutamente espectacular vídeo muy al estilo de la saga. Ante nuestros ojos desfilan infinidad de modelos de coches en plena acción competitiva a ritmo de una potente banda sonora. Los paisajes por donde discurre la acción son verdaderamente unas obras de arte digitales.
Pasada esta introducción (que nos deja con ganas de más), accedemos al menú principal. Y es aquí donde empezamos a ver el salto cualitativo que ha dado el juego en PlayStation 3. En vez del típico circuito de opciones se nos ofrece una pantalla de nombre 'My Page', dividida en varias secciones. Por una parte tenemos el calendario en el que podremos ver resaltado el día actual. En la parte superior hay un mapa del mundo que muestra mediante puntos todas las ciudades con circuitos importantes. Además, un icono nos hace saber qué tiempo hace en cada uno de estos lugares. También nos muestra la temperatura. Todos estos datos son en tiempo real. Eso sí, hay que tener la consola conectada a Internet. En la parte inferior están las opciones propiamente dichas. Como no hay espacio para visualizarlas todas, éstas se van desplazando horizontalmente según nos vayamos desplazamos por ellas.
Pero el punto fuerte viene dado por el fondo de la pantalla. Un fondo que, lejos de ser estático, es una pura maravilla visual. En él, nuestro actual coche está aparcado en una calle cualquiera de una ciudad europea y una cámara hace un recorrido lento alrededor de él que nos permite verlo en todo su esplendor. Tanto el modelado del coche como especialmente el del entorno es una absoluta delicia para los ojos. Uno parece estar viendo algo real. Un vídeo publicitario del vehículo en cuestión.
Comenzamos el juego con 3 millones y medio de créditos. Parece que estos créditos, a juzgar por los precios de los coches, tienen el valor aproximado de los yenes. Este hecho nos dará una idea de dónde comenzamos. Hay que hacerse con un automóvil barato, porque el bolsillo no da para más. Para ello nos vamos a la opción del concesionario ('dealer') y seleccionamos unos. Tenemos varios donde elegir y la selección parece bastante equilibrada (Nissan, Ferrari. Audi, Suzuki, Honda...) pero echamos en falta alguno de los grandes, como Toyota. Hay auténticas joyas inalcanzables como los Ferrari, con un precio de varias decenas de millones, e incluso algunos prototipos a los que no se les han especificado el precio. Intuimos que los desbloquearemos una vez hayamos alcanzado cierto nivel en el juego.
Para ir consiguiendo créditos, tendremos que ganárnoslos en los eventos en los que iremos participando. Éstos están distribuidos en tres categorías, según su nivel de dificultad y requerimientos: C, el inicial, B, el medio, y A, el avanzado. Algunos de los eventos son carreras de varias vueltas en algunos de los circuitos incluidos, mientras que otros son pruebas en las que deberemos de demostrar nuestra pericia al volante midiéndonos contra el cronómetro. Por ejemplo, hay una prueba en la que tendremos que, partiendo de la última posición, remontar 15 hasta el primer lugar en tan sólo una vuelta al circuito oval de Daytona. Algo realmente difícil con los coches que nos podemos permitir al principio. En otra, deberemos marcar un mejor crono por vuelta, contando para ello con 10 minutos de límite de tiempo. También hay pruebas en las que sólo podremos acceder si poseemos cierto vehículo, por lo que deberemos hacernos con uno si queremos participar en ellas.
En cada prueba, y según hayamos quedado en tercer, segundo, o primer lugar, se nos otorgará un copa de bronce, plata u oro. Aparte, por supuesto, se nos darán los créditos correspondientes a nuestra posición. Cualquiera de los tres primeros puestos hace que hayamos pasado la prueba satisfactoriamente. Sin embargo, las ganas de mejorar nuestras marcas y obtener más créditos para nuestros coches harán que queramos seguir intentándolo.
¿Y gráficamente, qué tal es el juego? Como decíamos al principio, 'honmono'. Realmente nos parece estar viendo algo real. El modelado de los coches es espectacular, sin defectos. Los brillos y sombras son incluso mejores que en la demo que probamos anteriormente. El interior de los vehículos está representado hasta el último detalle. Cuando miramos hacia atrás podremos ver la parte trasera del interior del coche. Los brazos del conductor de la vista interior están mejor animados que en la demo. Reaccionan mejor al cambio de marchas y, en caso de colisión o frenadas bruscas, incluso demuestran el estrés de la situación con algunos ademanes y gestos.
Y qué decir de los circuitos. En el juego podemos acceder a cinco (Suzuka, Londres, Fuji Speedway, Eiger Nordwand y Daytona. Cada uno de ellos tiene dos recorridos. Unos permiten hacerlo del derecho y del revés, mientras que en otros se nos ofrece un trazado alternativo al normal. Suzuka ya lo pudimos admirar en la demo. Pero es que los demás son podríamos decir, incluso más espectaculares. Desde las montañas y los aficionados en los lados del circuito Eiger Nordwand, pasando por la majestuosa figura del monte Fuji en el Fuji Speedway, hasta el más increíble de todos, Londres. Las calles estrechas de la capital Británica son un marco incomparable para las carreras. Ni una sola bajada en la tasa de cuadros por segundo ('framerate') empaña el espectáculo a unos increíbles 1080p. En general podemos decir que el sistema de luces, las sombras, las texturas, los reflejos y el modelado hacen de este juego lo mejor que ha pasado por PlayStation 3 hasta el momento. Además, no sólo el aspecto, sino todo el ambiente de cada circuito es de lo más real. Los sonidos, por ejemplo, han sido grabados in-situ en cada uno de ellos para aumentar la sensación de realidad. El trabajo dentro de los boxes, los vítores de la gente, etc. Todo está ahí.
La banda sonora del juego está muy en la línea Gran Turismo, aunque se nota una inclinación hacia los temas jazz, sobre todo en los menús. Las otras composiciones, más rítmicas están a la altura del conjunto y le dotan del dramatismo necesario, principalmente en las repeticiones.
Una opción que nos ha encantado es un recorrido en vídeo por el circuito que hemos elegido para correr. Una manera muy gráfica de familiarizarnos con él. Aparte se nos dan datos sobre el mismo y los eventos asociados. Un detalle muy de agradecer. El único pero que le encontramos es la imposibilidad de bajar estos vídeos en segundo plano. La misma queja la podemos aplicar a todos los vídeos dentro del juego.
Todo esto es muy bonito, pero ¿tiene defectos? Sí. El primero es el chirriar continuo de las ruedas del coche, especialmente en las curvas. Parece que es marca de la casa, pero no nos acaba de convencer. Tampoco lo hacen los saltos de los vehículos en desniveles que encontramos en el circuito alpino. Son algo artificiales. El coche parece que flota unos segundos antes de descender suavemente a la pista otra vez. El tercer defecto es polémico: la ausencia de daños. Ni un rasguño en la carrocería al finalizar la carrera, por muchos golpes que hayamos dado contra otros coches o contra las protecciones del circuito.
Puestos a hacer una crítica lo más objetiva posible, decir que aunque el juego sacia en cierta medida nuestra sed de Gran Turismo, éste no deja de ser una especie de 'demo' del producto final. Y a muchos potenciales compradores no les hará mucha gracia gastarse el dinero en un producto que puede considerarse a todas luces incompleto, aun con las ampliaciones que dará el modo online. Esperemos que mediante próximas actualizaciones este problema pueda solucionarse mínimamente.
De todas formas, y a pesar de estos 'peros', nos encontramos ante el juego de conducción más impresionante gráficamente hablando para cualquier consola. Y ante el mejor despliegue gráfico que ha pasado por PlayStation 3. Pura delicia visual. 'Honmono'.
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