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Black Knight Sword

Black Knight Sword

  • PlataformaPS37.63607.6
  • GéneroAcción
  • DesarrolladorGrasshopper Manufacture
  • Lanzamiento01/04/2012 (PS3)12/12/2012 (360)

Black Knight Sword

Grasshopper Manufacture y Digital Reality nos devuelven con Black Knight Sword a la raíz del género de la acción de las 16 bits, con un título descargable para Xbox 360 y PlayStation 3 que pese a ser algo corto merece la pena.

Actualizado a

Guste más o menos, lo que es indudable es que Goichi Suda, más conocido como Suda51, tiene una personalidad propia. O varias, pero todas ellas enfocadas hacia las propuestas más raras imaginables: de asumir el control de un cámara en un survival horror (Michigan: Report from Hell) a introducirnos en la mente de asesino en Killer7, sin olvidar por supuesto su saga estrella: No More Heroes. El creativo es uno de los nombres propios de los últimos años por algo muy a tener en cuenta y es que se la juega, no va sobre seguro, parece que coge cualquier idea de una sesión de brainstorming y antes de que termine de darse cuenta de su potencial ya la ha desarrollado. Sólo así puede explicarse la existencia de ideas como Diabolical Pitch o Lollipop Chainsaw. Y con Black Knight Sword la cosa no se aleja demasiado de esos derroteros porque desde que vemos la pantalla de título sabemos que estamos, decididamente, ante otro "juego de Suda51". Y eso que sólo lo produce, más allá de que el título esté co-desarrollado por su Grasshopper Manufacture.

Lanzado este martes en PlayStation Network y ayer miércoles en Xbox Live, Black Knight Sword es (evidentemente) un título descargable desarrollado a medias entre Grasshopper Manufacture (que no necesita presentación) y Digital Reality, compañía húngara responsable de juegos como War Front: Turning Point o, el también llevado a cabo con Grasshopper, Sine Mora. El concepto es muy sencillo: recuperar el feeling de los arcades de acción de 16bits devolviendo la acción al plano lateral, imprimiéndole la dificultad de antaño y un diseño de niveles imaginativo. Bien: reto conseguido. La descripción que da del propio juego su desarrolladora es bastante acertada: "Los Monty Python mezclados con la animación checa y el teatro de papel japonés". En síntesis, esto es así, una sensación a la que contribuye -y de qué manera- la partitura creada por Akira Yamaoka (exacto, el responsable de Silent Hill) para el título. Es un delirio.

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Un oscuro cuento de hadas
Señoras y señores, esta es la historia del Caballero Negro y su espada. Un extraño relato transmitido de boca en boca.
Hace mucho, mucho tiempo. Aunque, ¿quién sabe cuanto? Digamos mejor...
Había una vez un reino, y en el reino una princesa. La princesa era, por fuera, una flor bella y delicada pero su corazón albergaba una crueldad sin límites.
Allí vivía también el Espíritu de la Espada. un poderoso ser que deseaba acabar con la princesa e invocó para ello al Caballero Negro.
Una espada, un caballero, una princesa. ¿Qué les deparará el destino?
Que comience entonces el relato, y que nadie se pierda el final.

Las líneas superiores aparecen antes de iniciar la partida, tras ser recibidos por una voz en off que nos habla en español latino con un tono que no se sabe si va en serio o en broma. Pronto descubriremos que más bien es lo segundo y que ayuda a enrarecer un ambiente que ya de por si es suficientemente malsano. Y dadas las aficiones de Suda51 no sorprendería que hubiera elegido él al actor de doblaje, algo así como la (¿broma?) que perpetró Stanley Kubrick al seleccionar cuidadosamente a los responsables del doblaje original de El Resplandor. Bien, asumimos el control de nuestro personaje mientas está colgado de una soga. Debemos movernos a los lados para caer al suelo, momento en el que una especie de hada creará una espada sobre una armadura que yace en el suelo. Al recogerla... nace nuestro Caballero Negro. Y comenzamos a jugar la aventura. A lo largo de cinco niveles que nos llevará superar no más de cuatro horas a una dificultad media (existen tres opciones a elegir) iremos adentrándonos en diferentes escenarios que mutan como un cuento en el que la narración funciona de forma aleatoria.



Así, mientras caminamos por lo que parece un teatro podemos ver cómo de fondo las piezas que lo forman giran para convertirse en una ciudad, y así continuamente. Con nuestro Caballero Negro sortearemos abismos, acabaremos con enemigos y nos adentraremos en tantas puertas como sea posible. La mecánica de juego ya la conocéis, incluso sin haberlo probado, y parte de la gracia del título reside pues en cómo consigue emular a los títulos de antaño: un sistema bastante simple de ataque, uso de magia/poder y la posibilidad de invocar a quien nos dio la vida con uno de los gatillos conforman las pocas opciones a nivel de control del personaje. No hacen falta más, pues a estas se le añaden otras de movilidad como los dobles saltos o las evasiones hacia cualquiera de los dos lados. En síntesis, es un juego de antaño adaptado a una ambientación totalmente delirante.

Nuestro personaje no está tan chapado a la antigua como podría parecer, por lo que además de atacar con su espada podrá mejorarla haciendo uso de las tiendas que encontraremos en momentos puntuales de los niveles. La moneda de cambio son corazones que recibiremos al acabar con los enemigos que encontraremos por el escenario y desde aquí podremos, por ejemplo, desde curar a nuestro Caballero hasta comprarle una armadura especial (temporal), aumentar permanentemente su barra de vitalidad o su fuerza, o comprar vidas extra, algo que nos será especialmente útil en niveles de dificultad altos. Ahí acaba la parte de personalización no-obligatoria, porque como en la saga Megaman (por citar una) al vencer a los jefes de final de nivel (cinco, a razón de uno por fase) recibiremos nuevas habilidades que irán desde lanzar conjuros hasta pegar patadas, o incluso lanzar una bola de poder desde la distancia, al más puro estilo... sí, Megaman.



Además de vencer enemigos, que por cierto tienen unos diseños demenciales (caballos del ajedrez con muelles, cabezas de todas las formas y colores, babosas, arpías lanzadora de fuego... y los jefes son un mundo aparte) superando las fases tendremos opción de recoger plantas cabeza de gato. Como suenan: son plantas con cabezas de gato. Podremos ver las que hemos conseguido desde el menú, sección en la que estos curiosos extras harán bizarros números musicales para nosotros. Por suerte hay más extras al margen de la aventura principal, que como hemos explicado no es particularmente larga aunque invita a ser rejugada (una vez superada podemos empezar de nuevo con el personaje ya potenciado), encontramos opciones de juego alternativas. Desde "Practicar", podemos volver a revivir los niveles ya completados, siendo más interesantes los modos "Arcade" y "Desafío". En el primero tenemos de inicio todas las habilidades del personaje y tendremos que enfrentarnos a multitud de enemigos en un nivel diseñado específicamente para este modo; en Desafío, podremos encarar hasta 25 pruebas de diferente índole: desde pasar de un lado a otro de la pantalla con saltos hasta evitar caer en camas de pinchos.

7.6

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.