The Mark of Kri, Impresiones (PlayStation 2)

'Para cada demonio, hay un Dios mejor; para cada inocente, hay un protector; para cada leyenda, hay un héroe…'

       Libro de Dundao, 2:27

La historia se remonta a la primera era: durante esa época, se había creado un puente entre dos mundos, el nuestro y el mundo de la oscuridad. Sin embargo, y como es preceptivo, los habitantes del mundo oscuro quieren invadir y llenar de destrucción nuestro planeta. Entonces se llega a crear un conjuro con seis embrujos que llega a cerrar el puente de unión entre los dos mundos. Sin embargo, la pieza que sirve de nexo de unión entre los seis embrujos no es destruída, si no dividida y dispersada entre varios territorios.

Lo que no sabe nadie es que los habitantes del lado oscuro quieren volver a reunir las seis piezas del embrujo para poder entrar de nuevo en nuestro mundo. Aquí entra en escena Rau, enviado para lograr evitar esa nueva unión y mantener la paz en el planeta…

Rau se enfrentará en varios escenarios realmente bien diseñados a diferentes tribus, con un diseño entre azteca, maya, neozelandés e hinca. Con un nivel de diseño muy alto, los escenarios se asemejan a los del título de Naughty Dog 'Jak&Daxter', pero incluso con más variedad, pero salvando las distancias técnicas a favor de los creadores de Crash ya que en su título no había tiempos de carga y en éste sí, y aunque son pocos, son algo largos -más o menos 20 segundos-.

El juego es una unión de beat'em up, aventura de acción, sigilo y plataformas. Pero esto, que parece ya muy visto, tiene varios puntos novedosos en su interior. Vayamos a por ellos.

Supongo que al leer hasta aquí estaréis interesados en él, pero otro apartado realmente novedoso es el control del personaje en las peleas. Este sistema se basa en un proceso de 'lock on' para 'marcar' a un enemigo y que éste quede registrado. El proceso se efectúa con el stick analógico derecho, el cual efectuará un giro alrededor de Rau mostrando una llama, y si algún enemigo se encuentra en el radio de acción de esa llama, quedará marcado con un botón frontal del pad, ya sea equis, círculo o cuadrado. Después, con pulsar el botón correspondiente a cada enemigo se atacará a ese en particular. Fácil, no?

Sin embargo, las peleas no son nada fáciles, teóricamente, al ser tres contra uno, así que una serie de combos y movimientos nos ayudarán a realizar salvajes movimientos que acabarán con ese enemigo en un plis plas. Realizarlos no es sencillo, ya que se requiere tener por lo menos dos botones libres de los tres que he nombrado antes. Si la acción se ciñe a un solo enemigo, podremos utilizar los tres botones para realizar auténticas salvajadas con el cuerpo del próximo difunto. Realmente espectacular, original, divertido y… sí, lo sé: sangriento.

Como hemos dicho hasta ahora, el juego consta de acciones de lucha, sigilo y espionaje. Pero la variedad para afrontar las situaciones es muy abierta, lo que favorece la rejugabilidad del título. En cada fase, realmente GIGANTES (he llegado a estar en una fase más de 40 minutos y no quieto precisamente), podremos encontrar diversos ítems que nos ayudarán a realizarlas. Items de vida, flechas, papiros para grabar la partida y los más importantes: los Tukus.

Los Tukus son partes importantes del juego, ya que al conseguir los de todos los niveles, podremos conseguir ítems valiosísimos para los otros modos de juego, como tener todas las armas desde el principio o en el modo Time Attack. Estos detalles están recogidos en el 'Baumusus's Challenge', un subjuego dentro del nudo principal que nos obliga a realizar ciertas tareas en cada área (matar a 6 enemigos de forma sigilosa, realizar 3 combos específicos…) para lograr más ítems, con lo que el juego te está incentivando en cada momento.

Como decíamos antes, el aspecto visual del juego es realmente impresionante: escenarios 3D con una gran profundidad de visión, muy coloristas y variados, de gran tamaño y con una resolución más que aceptable -algunos jaggies son visibles, pero son casi inapreciables la mayoría de las veces-. Las animaciones de los personajes han sido realizados 'a mano' directamente por los mismos diseñadores de los personajes, lo que aumenta aún más su calidad y le da más personalidad a cada movimiento.

Si hablamos del apartado sonoro, hay que mencionar la voz del narrador de la historia, realmente lograda y muy metida en el papel. Además, Rau sólo se permitirá soltar algún grito al lograr los salvajes combos, pero cuando grita, lo hace de verdad…

La música tiene ese aire tribal, con ritmos étnicos, africanos y todo realizado con instrumentos de percusión y viento que le quedan al juego que ni pintados. Además, su protagonismo está claro, ya que variará su tono según el momento de la acción, con ritmo pausado en los momentos de sigilo y con mucho tambor y velocidad en las peleas. El conjunto de la ambientación está realmente conseguido, y su nivel queda muy por encima de la media de los juegos que vemos hoy en día.

'The Mark of Kri' está llamado a seducir a mucho fans de los beat'em ups, pero también a los que nos gustan los juegos de acción y sigilo. Su estilo es realmente increíble, mezclando humor, misticismo, violencia extrema y espiritualidad. Rau ya me ha robado el corazón, espero que el vuestro se mantenga en vilo hasta principios del año que viene, cuando su versión PAL -esperemos que bien traducida, doblada y con su exigible a estas alturas selector de Hz- llegue a España…