La alargada sombra de SSX

A los que siempre han querido conducir una moto de nieve pero no han tenido la oportunidad,o símplemente no se han atrevido, ahora tienen la oportunidad de hacerlo grácias a Electronic Arts. Id calentando motores, porque en estas carreras nadie espera a nadie.

¿Y cómo conseguirlo? Pues ni más ni menos que cogiendo un título de nieve 'tradicional' como es SSX y cambiando los protagonistas, es decir, poner motos de nieve dónde antes había tablas de surf. Lo demás se ha dejado exactamente igual, es decir, escenarios situados en idílicos parajes montañenses en los que las carreras tendrán lugar.

Los niveles, aunque de recorridos bastante estudiados para que el dinamismo y la emoción sean las tónicas generales durante las carreras que en ellos transcurran, son enormemente parecidos a los ya vistos en la serie de surf de nieve, por lo que si ya habéis jugado a alguno de los títulos de snowboarding de los canadienses responsables de la saga FIFA, os sonarán mucho. Eso no es que sea estrictamente algo negativo, pero sí recriminable de todas todas que los creadores de Sled Storm no hayan dedicado una mayor cantidad de tiempo a intentar ofrecer pantallas más originales.

En el control tampoco encontramos ninguna novedad sustancial, e incluso hemos comprobado atónitos que los botones tienen asignadas las mismas funciones que en SSX. Bueno, ciertamente, hay un cambio, y es que ahora los trucos pasan a ser algo totalmente secundario que tan sólo nos servirá para rellenar la barra de turbo con la que conseguir una ventaja adicional en determinados momentos.

A este respecto está relacionado uno de los mayores puntos negros de este Sled Storm: la Inteligencia Artificial de los vehículos controlados por la máquina. Y es que, de forma inexplicable, las otras motos de nieve serán capaces de adelantarnos incluso en aquellos momentos en los que estemos usando el turbo.

Por lo que parece que los de EA Sports han intentado ajustar tanto la dificultad teniendo en cuenta nuestro comportamiento en las pistas. Eso sí, el tiro les ha salido por la culata, porque imponerse a los pilotos controlados por la CPU será una tarea harto difícil que hará que más de uno no tarde demasiado en delegar este juego al baúl de los experimentos fallidos.

Los modos de juego no son especialmente novedosos, es más, son los típicos que ya hemos podido disfrutar en infinidad de títulos del género, pero la falta de originalidad no reduce en cualquier caso el atractivo de los citados modos. Aparte de la experiencia single player, los orientados al juego multiplayer son especialmente destacables por lo divertidos que resultan.