Metal Slug

Este mismo verano llegaba a la AppStore y Google Play la tercera entrega de la saga Metal Slug, en un port táctil que resultaba más que atractivo para los fans de la querida franquicia de SNK pero que presentaba algunos problemas a nivel de control, unos filtros mal adaptados a nuestras pantallas HD y un precio exagerado. Ahora, y tras una desconcertante política de lanzamientos por parte de SNK Playmore, llega el primer Metal Slug con la intención de rectificar los errores del anterior Metal Slug 3 táctil. Una aventura de acción 2D mítica, personajes y gráficos entrañables y una jugabilidad desafiante y adictiva eran las cartas de presentación de uno de los juegos de Neo-Geo más recordados; ¿mantendrá las virtudes intactas en este enésimo port? La respuesta en nuestro análisis.

Tras el fiasco en 2009 de Metal Slug Touch, ahora podemos disfrutar del verdadero Metal Slug tal y como fue concebido en su momento, sin extraños experimentos que traten de adaptar sin éxito su propuesta de juego. Así, este nuevo port sigue el camino marcado por la tercera entrega aparecida este mismo año, es decir, una versión táctil 1:1 que se muestra totalmente fiel al clásico de Neo-Geo, adaptando su frenética jugabilidad a un interfaz táctil algo desequilibrado. Y es que todo un run and gun como el que nos ocupa ‒que necesita de un control preciso y cómodo‒ no ofrece su mejor cara a nivel de jugabilidad, mostrando las mismas limitaciones que la anterior adaptación a iOS y Android. Así, la configuración es exactamente la misma, con un joystick virtual en la esquina inferior izquierda de la pantalla y tres botones de acción en la esquina opuesta que nos permitirán saltar, disparar y lanzar granadas.

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Se ha añadido la opción de “Disparo Automático”, aunque en ningún caso supone una gran mejora en este sentido. Por lo demás, estamos ante el mismo juego de siempre, con todos sus niveles, personajes, armas y enemigos, con su particular sentido del humor como gran abanderado de uno de los juegos más queridos y recordados de Neo-Geo y los salones recreativos. Gracias a la conexión por Bluetooth podemos jugar junto a un amigo a su entretenido modo cooperativo, resultando todo mucho más divertido y alocado al lado de un compañero mientras toma el rol del bueno de Tarma Roving. Junto al modo Arcade ‒con sus 6 misiones intactas‒ podemos jugar los diferentes capítulos de manera individual una vez desbloqueados con uno de los cuatro niveles de dificultad a nuestra disposición: Fácil, Normal, Difícil y Muy Difícil, los dos últimos sólo recomendables para los jugadores más valientes e insensatos.

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Comparado con la tercera parte, el primer Metal Slug es algo más limitado a nivel de variedad; si en Metal Slug 3 podíamos elegir entre cuatro personajes y ocho vehículos, en este caso sólo podemos controlar a Marco y Tarma, además del único vehículo disponible, el mítico Metal Slug, un pequeño tanque realmente ágil con un gran poder destructivo. Por lo demás disfrutaremos del mismo juego de siempre y de todas sus características intactas: varios tipos de armas en forma de “POWs”, escenarios muy detallados, prisioneros que liberar, poderosos jefes finales y un sinfín de enemigos por derrotar. A nivel gráfico es calcado al original, perjudicando su aspecto en las pantallas de nuestras tabletas, gracias a su baja resolución y sus enormes píxeles, a pesar de que también tiene su parte de encanto; los más veteranos no se preocuparán lo más mínimo por este detalle. Además podemos cambiar su aspect ratio ‒de 4:3 a 16:9‒, activar o desactivar varios filtros que ayudan a un ligero suavizado u optar por el modo “Ventana” donde los botones quedan fuera de la pantalla para no tapar la acción con nuestros dedos. Gracias a Game Center podemos hacernos con sus logros y escalar hasta las primeras posiciones de las tablas de clasificación online.