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PlanetSide 2

PlanetSide 2

Planetside 2

Cuando el concepto de gratuitidad y calidad parecen ir menos de la mano que nunca, Sony Online Entertainment nos trae Planetside 2, un FPS multijugador masivo dispuesto a desafiar nuevamente esas arcaicas barreras de concepto y establecerse como un shooter de referencia en el mundo del PC, que no es poco, y como máximo exponente del modelo free to play.

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Que vivimos en una época en la que parece que se quiere imponer un nuevo modelo de negocio, especialmente en el mundo del PC, no es nada nuevo. Donde antes lo gratis estaba limitado a lo menos trabajado, hoy vemos como proyectos titánicos como Star Wars: The Old Republic abrazan este formato como último recurso, pero otros nacieron precisamente bajo esa premisa y quieren sacar tajada de lo que se viene conociendo como “free to play”. Fue el caso de la primera entrega de Planetside y ocurre ahora con Planetside 2, desarrollado bajo el cobijo de Sony Online Entertainment y que viene para dar un golpe en la mesa en el terreno de los juegos masivos online (MMO) dentro del género de los disparos en primera persona (FPS). Hay que verlo para creerlo, porque en verdad cumple con la propuesta “masiva” que lleva implícita en el nombre y porque a pesar de toda nuestra experiencia todavía nos cuesta entender como un proyecto de esta magnitud puede estar a nuestro alcance completamente libre de costes para el usuario desde hoy y para siempre.

Planetside 2 es herencia directa de su predecesor, que vio la luz hace ahora casi diez años. El desarrollo se ha visto interrumpido en numerosas ocasiones; la frecuencia de actualizaciones del primero se alargó de forma considerable a partir de que SOE cogió el testigo del proyecto y el número de voluntarios suscriptores de pago – que también los hay – se contrajo considerablemente conforme esta segunda parte se resistía a llegar, cambiaba de nombre, retrasaba las fechas de sus betas y demás excusas que siempre eran eufemísticamente “para el bien del proyecto”. Tanto es así que muchos incluso llegaron a dudar de que al final los Vanu, los Terran y los rebeldes del Nuevo Conglomerado finalmente llegaran a nuestros compatibles. Pero por mucho que se hicieran de rogar, ya están entre nosotros y el resultado ha superado las expectativas que teníamos en la redacción hasta el punto que, si todo sigue como hasta ahora, es posible que Planetside 2 se convierta en un referente dentro de los MMOFPS. El tiempo nos dará o quitará la razón, pero no tardará mucho en hacerlo.

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El pasado día 20 de Noviembre, martes, el juego se ofrecía gratuitamente a través de la plataforma Steam para ir calibrando progresivamente la carga de usuarios en los distintos servidores a lo largo de la semana. Desafortunadamente un error en el cliente (que se hacía notorio tras ya tener en nuestro poder los diez gigas que requiere la instalación) impedía a los jugadores europeos poder disfrutar del título en las primeras horas y durante el día siguiente había un notorio lag que hacía imposible la partida competitiva, pudiendo dedicarlo solamente al conocimiento del entorno y la interfaz, que no es poca cosa. Por fortuna y al contrario de los lanzamientos que recientemente invaden el mundo del PC, la solución se arregló en poco tiempo y pronto pudimos crear nuestro personaje y lanzarnos a conquistar y defender territorios contra las otras dos facciones enemigas.

Hay unas pocas claves que distinguen este título de su competencia ya que, aunque shooters hay muchos, de esta magnitud no tantos. La primera de ellas es el entorno en el que se desarrolla el juego, dividido en tres continentes por servidor en los que caben, de manera literal, miles de jugadores simultáneamente. Estos entornos se dividen en distintos paisajes para todos los gustos: desiertos, frondosas selvas, enclaves urbanos de claro toque futurista, páramos helados, carreteras, caminos, plataformas a distintas alturas, bases menores, bases mayores… todo ello distribuido en la totalidad de las tres dimensiones del mapeado, porque en Planetside 2 la muerte puede venir tranquilamente desde delante, atrás, arriba o debajo de manera indistinta. Eso quiere decir que a menudo debemos considerar el espacio de juego no tanto en metros cuadrados sino en volumen total, porque a pesar de que el escenario es muy amplio se pueden aprovechar todos los rincones desde todas las alturas.

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El motor Forgelight de Sony es el encargado de que lo que veamos en pantalla se muestre adecuadamente; dado que usa algunas librerías pensadas casi exclusivamente para las tarjetas Nvidia, los poseedores de una Geforce (nuevos drivers beta disponibles para este juego, por cierto) estarán de enhorabuena porque con toda seguridad se les ha sacado mejor partido que a sus homólogas de ATI. El juego no es un portento en cuanto a la definición gráfica que los personajes poseen, pero hace un ejercicio ejemplar con la cantidad total de polígonos que es capaz de poner a la vez ante nosotros. Y eso implica que puede haber docenas de enemigos luchando entre sí, con torretas disparando, aviones sobrevolando la zona, vehículos rondando el lugar… sin ningún bajón notable en la tasa de cuadros por segundo, lo cual es de una importancia capital dentro de un juego de acción en primera persona.

Más allá del número de polígonos, el entorno gráfico brilla por su espectacular iluminación; cierto que la paleta de colores escogida ayuda a que el juego parezca más vivo, pero es especialmente la iluminación directa, los reflejos, las sombras y el degradado de las mismas lo que confiere credibilidad al conjunto. Las texturas son lo más pobre técnicamente hablando y lo que, y que no se malinterprete este comentario, mayor aspecto free-to-play otorgan a Planetside 2; pero dada la inmensidad de elementos que hay a la vez en pantalla, con una distancia de visionado impensable para cualquier otro FPS hoy en día y sin espacios de carga en ningún lugar de cada continente, es lógico pensar que se haya querido ahorrar a las GPUs un mucho de trabajo de procesado en pos de ganar una más necesaria fluidez en el juego. Como anotaciones adicionales, decir que el juego utiliza un sistema de físicas bastante más coherente que en su predecesor y que se nota especialmente en la conducción de vehículos aéreos y terrestres, así como también en la balística de los disparos de ciertas armas. Sumado todo ello a un apartado de sonido austero aunque bien elaborado y – atención - doblado al castellano, se concluye que la faceta técnica de Planetside es más que aceptable.

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El punto fuerte del título es sin duda el combate frenético sin compromisos, aunque con un gran “pero”; apenas tomemos la decisión de a qué facción pertenecer y creemos nuestro personaje, somos depositados en un mapa en el que seguramente moriremos bastantes veces antes de ni tan siquiera saber lo que ocurre, quienes son los buenos, quienes son los malos y qué diablos hay que hacer. Y es que es terrible la sensación de orfandad cruda que Planetside 2 deposita sobre nuestros hombros al no haber tutorial de ninguna clase, más que unas breves pantallas superpuestas a las opciones y unos vídeos de la página oficial, y la imposibilidad de encontrar un único momento de calma en el que alguien – amigo o enemigo - pueda guiarnos en nuestros primeros pasos. Es un proceso, unas pocas horas, en el que es fácil que la frustración se apodere de nosotros, especialmente si se proviene de algún otro juego en el que sí dominemos su mecánica. No estaría mal que desde desarrollo se hubiese apostado por la creación de un tutorial dinámico de 15 minutos para que el jugador novato aprendiese como va y de esta forma pudiera saltar este muro que el propio juego sitúa ante él.

Pero una vez superado el miedo escénico, es fácil perderse entre las bondades de Planetside 2. El título de Sony es un auténtico devora-tiempos, uno de esos juegos con el que se te pasan las horas sin darte cuenta porque se adapta perfectamente a lo que queramos hacer en cada momento; para empezar, uno puede escoger entre ser soldado de asalto ligero o pesado, médico, infiltrado, ingeniero o MAX (unidad de infantería con exoesqueleto). Estas clases no son excluyentes y pueden cambiarse tras cada muerte, lo que puede significar cuestión de segundos. A medida que acumulamos bajas o cumplimos objetivos, nuestro nivel de personaje aumenta pero es compartido con todas las clases. Es decir, no es necesario subir un infiltrado a 10 para obtener el bonus de un médico a 10. Si somos de un rango, lo somos con todos los roles posibles.

La acción es frenética, aunque básicamente se divide en dos cosas fundamentales: matar enemigos y conquistar bases y zonas. Matar enemigos es elemental, pero se requiere una acción más coordinada para asaltar una fortificación porque requiere de la acción simultánea de varios aliados; por ejemplo, es preciso destruir una serie de generadores para abrir las barreras de energía que permitirán infiltrarse en territorio enemigo y adquirir posesión del terreno. Los defensores intentarán reparar dichos generadores, llenaran el terreno de torretas e incluso atacarán nuestras propias bases para intentar alejar al máximo el punto de resurrección de los aliados. Es un constante tira y afloja en el que la habilidad, la persistencia y la suerte confluyen de una forma poco común y deliciosamente histérica, puesto que no admite un solo segundo de respiro.

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Desde el primer momento se nos permite llevar vehículos, tanto aéreos como terrestres. Realmente no los poseemos, los “alquilamos” mediante un sistema de puntos que automáticamente generamos en combate; de esta forma cualquiera tiene acceso a un tanque, a un quad ligero, a un helicóptero o a un caza; pero además, mediante este sistema, se evita el abuso por parte de siempre los mismos jugadores que esperan el “respawn” de un avión o tanque para cogerlo: es una forma inteligente y elegante de solucionar el conflicto, la verdad. Lo mismo sucede con el equipamiento de infantería: si uno quiere granadas o la armadura MAX, tendrá que comprarlas con puntos de infantería porque no se suministran por defecto entre el equipo básico de cada soldado.

El modelo de negocio de Planetside 2 viene con las llamadas certificaciones. A medida que ganamos experiencia, bajas, conquistas y demás se nos añade moneda del juego que podremos utilizar para desbloquear armas y modificaciones; aquí viene la pregunta del millón: ¿es Planetside 2 un juego “pay to win”? No, en principio, no. En teoría, las armas que se pueden escoger por puntos o pagando simplemente proporcionan un cambio de balance entre sus habilidades, sacrificando por ejemplo cadencia de fuego por daño. Además, casi todo lo importante es conseguible mediante moneda interna; pero pagar proporciona un atajo interesante, también es verdad, porque podremos tener acceso a equipamiento que otros, jugando solamente gratis, tardarán docenas de horas en conseguir. Eso incluye no solamente camuflajes estéticos o mejoras de zoom en un arma, sino también potenciadores de habilidad, del traje, ranuras para equipar más cosas simultáneamente, etc etc. Y no puede considerarse hacer trampa, porque si no fuera por estas cosas difícilmente un juego de este calibre podría llegar a subsistir.

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El nivel de personalización del juego es prácticamente inagotable. Cada clase, cada rol, cada vehículo, cada arma… todo puede retocarse a nuestro antojo, si disponemos de la cantidad de moneda adecuada, claro. Honestamente, es incalculable el número de horas que se pueden llegar a necesitar para desbloquearlo todo; pero incluso con el equipamiento básico y un poco de pericia, fácilmente se puede llegar a hacer mucho daño. Al final sabremos que los Vanu usan rifles de energía que no se ven afectados por la balística (los proyectiles no caen por la gravedad, haciendo innecesario el cálculo de trayectoria) mientras que los soldados de asalto poseen un jet-pack que les puede colocar en cualquier rincón elevado desde donde te acecharán sin compasión. Y eso lo puedes hacer desde el primer minuto de juego.

De forma realmente sencilla podemos empezar a formar parte de un escuadrón, en el que el líder (solamente a partir de nivel 10) puede dar instrucciones y comunicarse con sus componentes; hay chat de grupo, de escuadra, de proximidad… tanto por texto como por voz, pero es una herramienta – por lo menos en el servidor Mallory – claramente infrautilizada en estos momentos. En realidad, el factor social es uno de los puntos en los que más cancha tiene el juego para avanzar y sería una forma muy inteligente de fidelizar a los usuarios. Eso y el hecho de que, a pesar de que se intentado añadir algo más de profundidad a las razones por las cuales cada una de las tres facciones lucha contra la otra, el “lore” no parece haber calado demasiado entre los jugadores.

8.5

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.