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Wildstar, Análisis en progreso

Exiliados buscando un nuevo hogar o imperiales reclamando un planeta como propio, la lucha se recrudece en el planeta Nexus. Carbine Studios y NCSoft traen su nueva apuesta del género MMO con tanto contenido y tan bien puesto sobre la mesa que nos está costando soltar el juego ni tan siquiera para escribir estas impresiones sobre nuestras primeras horas en Wildstar.

Actualizado a

Desde que Blizzard sacudiera el mercado del juego online con su popular World of Warcraft, hemos vivido una miríada de productos que se anunciaban como los auténticos “WoW-killers”. Pero la realidad es que desde las apuestas más ingenuas hasta las franquicias más potentes se han estrellado al intentar desbancar al rey de los MMOs de suscripción mensual. Afortunadamente hemos vivido grandes momentos en estos pasados años y parece que la tendencia a pensar que tiempos pasados siempre fueron mejores ya se está disipando. Llegan, y es aventurado decirlo pero lo diremos de todos modos, buenos tiempos al género del rol multijugador masivo online. Y mientras TERA, The Elder Scrolls, Path of Exile, Rift, Aion, Final Fantasy, Star Wars, Guild Wars y otros luchan por hacerse un hueco en nuestra apretada agenda jugona, un potente contendiente ha llegado a escena: Wildstar.

Hemos podido jugar unas pocas horas desde el lanzamiento del juego y nuestras impresiones no pueden ser más positivas. Estamos (y pluralizo aquí no por cortesía periodística sino porque somos unos cuantos redactores los que jugamos en este momento) encantados con lo que hemos visto hasta el momento y todos tenemos la sensación de que lo mejor está por venir. ¿Y qué es Wildstar? Pues básicamente World of Warcraft 2.0 con la mecánica de combate parecida a la de Guild Wars 2 y algunos añadidos de otros competidores. ¿Y es eso suficiente, tras 10 años de WoW, para cautivar al jugador medio y que pague todos los meses? Pues es pronto para decirlo pero si Wildstar escala de la misma forma que durante las 20 primeras horas de juego, decididamente sí.

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Y es que a menudo Nexus, el mundo donde se desarrolla el juego, desprende tanto olor al título de Blizzard que los que lo jugamos desde sus inicios tenemos un poco de vergüenza ajena, como si miraras con deseo al exuberante hermano/a menor de tu ex, lejos ahora de su mejor momento. Los quest-hubs, las misiones diarias, la reputación de las facciones, el inventario, el lote, los waypoints y la mecánica general es muy de la vieja escuela. Pero el sistema de combate basado en habilidades, posicionamiento y táctica que huye del simple click y aporrea teclas recuerda mucho al que utiliza NCSoft para su GW2, y eso es una buena noticia. Es muy frecuente fallar habilidades – el enemigo se mueve o esquiva – si no apuntamos bien y nosotros deberemos hacer lo mismo si queremos sobrevivir. Es relativamente fácil morir mientras subes niveles si no prestas atención a lo que ocurre en pantalla, algo que parece obvio pero que en otros juegos no ocurre porque uno puede limitarse a cerrar los ojos (o surfear la web, mirar Youtube, etc.) y el resultado de los combates, si apretamos las teclas en el orden establecido, va a ser el mismo.

La cantidad de información inicial de Wildstar puede ser abrumadora. Hay dos facciones enfrentadas (no olvidemos que el PVP es fundamental aquí, si se quiere), 4 razas por facción, 6 clases que escoger y 4 caminos (paths) a elegir. Para la gente que guste del PVE hay misiones de zona, locales, de clase, de camino, eventos dinámicos, retos instantáneos, mazmorras, raids… hay de todo. Y por supuesto la personalización del personaje con habilidades, talentos, objetos, amplificadores, modificadores… digamos que Wildstar quiere que aprendas a dominar no solamente una faceta del juego sino el juego en general. Y eso, como en cualquier MMO pero especialmente en éste, no va a ocurrir el primer día. Es denso, sí, y no siempre te lleva de la mano, pero eso también es un punto positivo del juego.

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Y por supuesto, el sistema de jugador contra jugador, basado al igual que el PVE pero con enemigos que van a hacer todo lo posible por esquivar tus habilidades. Wildstar utiliza un sistema de escalado de encuentros de forma que podemos hacer duelos uno contra uno, entrar en arenas para combatir por parejas, tríos o grupos de cinco, battlegrounds para competir con hasta diez jugadores simultáneamente y los llamados “warplots”, escenarios de batalla 40 vs 40 donde la defensa y construcción de estructuras es tan importante como el hecho de matar a los jugadores enemigos. No es fácil el PVP en Wildstar porque la movilidad es un factor tremendamente importante y que incide muchísimo en la cantidad de daño que puedan infligir clases como el spellslinger (tiradores a distancia), por poner un ejemplo. Habrá que ver cómo evoluciona la mecánica en combates a gran escala y a medida que los jugadores vayan cogiendo pericia en el dominio del juego.

Una de las grandes novedades con respecto a la mayoría de MMORPG's del mercado es el sistema de housing, tan solicitado por todos aquellos que dedicaban horas y horas decorando sus hogares y socializando con otros jugadores en títulos como Star Wars Galaxies o Ultima Online. Y, lejos de limitarse a la clásica decoración del entorno, el sistema de housing de Wildstar va mucho más allá. A nivel 14 cada jugador puede completar una misión que le otorga como recompensa un terreno particular en el que edificar una casa y 6 parcelas distintas de entre las decenas que hay disponibles.

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Así pues, además de colocar nuestra cama, preparar un escritorio y ordenar nuestra propia librería (con unos controles avanzados para determinar el tamaño y la rotación de cada objeto), podemos construir en nuestro jardín una mina de la que sacar los minerales necesario para craftear armas, una estación de crafteo en la que desarrollar esa actividad, una granja en la que plantar las semillas que vamos obteniendo a lo largo del mundo, una mazmorra de nivel adaptable para hasta 5 jugadores, o un sinfín de minijuegos con premios para las mejores marcas que nos ofrecen una gran variedad de objetivos simples pero adictivos, y muy divertidos si los intentamos completar con (o contra) nuestros amigos. La mayoría de estas parcelas son mejorables a medida que obtenemos nivel, dinero y objetos, por lo que estamos ante un sistema de housing mucho más profundo y extenso de la típica "habitación de alquiler" de otros MMORPGs.

En definitiva, Wildstar promete mucho. Pero no son palabras en el viento porque la inmensa mayoría de lo que promete está ya encima de la mesa para todo el mundo. Es, posiblemente, uno de los MMO más completos en su día de lanzamiento y aunque gráficamente no es TERA (aunque está muy conseguido, con mucha cantidad de detalles y una buena riqueza de interiores), no es gratis de salida y tiene además suscripción mensual (aunque se puede pagar con moneda que consigas dentro del propio juego), creemos que estamos ante lo que puede ser un rival a batir para los próximos lanzamientos que se sucedan en el género. Cuando llegue el momento del análisis y hayamos podido disfrutar del midgame y en endgame nos veremos con fuerzas para emitir un juicio adecuado. Por el momento seguiremos disfrutando a medida que intentamos descubrir el misterio del planeta Nexus!

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WildStar

  • PC
  • RPG

WildStar, desarrollado por Carbine Studios y distribuido por NCsoft para PC, es un MMO de corte futurista, pero con tintes de fantasía visibles. La trama del MMO gira en torno a la raza Eldan, la más poderosa de la galaxia, que ha desparecido dejando pistas sobre el terreno que tendremos que investigar. El juego tratará de renovar el sistema de clases habitual en el género apostando por tres caminos a seguir: constructor, explorador y recolector.

Carátula de WildStar
8.9