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Tycoon City: New York

Tycoon City: New York

  • PlataformaPC7
  • GéneroEstrategia
  • DesarrolladorDeep Red Games
  • Lanzamiento24/02/2006
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorAtari

El negocio de la Gran Manzana

Nueva York, una jungla por construir. En cualquiera de los dos modos de juego disponibles, nuestra misión será encarnar a un magnate de las finanzas que se encargue de edificar viviendas, comercios y servicios...¿te atreves?

Actualizado a

El estudio Deep Red Games nos trae un nuevo videojuego, encuadrado en el mundo de los simuladores conocidos popularmente como Tycoon. Se trata de construir Nueva York distrito por distrito, centrándonos en la gestión empresarial. Un negocio que sale bastante rentable y al que puede apuntarse cualquier jugador. Sí, sí, hasta tú que nunca has jugado a un simulador de esta índole.

Nueva York, una jungla por construir. Este podría ser perfectamente el eslogan que publicitase el reto que nos proponen desde Deep Red Games. En cualquiera de los dos modos de juego disponibles, nuestra misión será encarnar a un magnate de las finanzas que se encargue de edificar viviendas, comercios y servicios logrando el suficiente beneficio para encaramarse a lo más alto del Top 10 de ricos de Nueva York.

Como es lógico, será conveniente tener la suficiente vista empresarial para colocar cada uno de los edificios en su lugar conveniente, de modo que arrojen dividendos para seguir invirtiendo y expandir nuestro propio imperio. Lo que más nos llamará la atención a priori, será el estupendo detalle con el que se ha representado todos y cada uno de los doce distritos que componen Manhattan. El motor gráfico es el más potente que recuerdo en un juego de tales características. Así da gusto construir.

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En el modo de juego principal, llamado 'Construye Nueva York' (muy original), partiremos del distrito de Greenwich Village, el más modesto de los que nos encontraremos en Tycoon City New York (TCNY a partir de ahora). En este distrito abundan los universitarios, así que edificaremos con miras al público joven.

Conforme vayamos construyendo pisos de estudiantes, cafeterías, videoclubs y discotecas, iremos ganando dólares y se nos plantearán los primeros objetivos. Tales metas nos permitirán mejorar y ‘tunear' cada vez más nuestros negocios, lo cual incrementará la clientela y por consiguiente su beneficio.

Desde construir una cadena de cafeterías que agoten las reservas de café del país, hasta mejorar el parque local contratando a malabaristas y violinistas a la vez que lo embellecemos. A medida que vayamos cumpliendo estos objetivos se desbloquearán, uno por uno, los distritos restantes. La dificultad de las metas irá progresando, así como la resistencia que opondrán los empresarios que tendremos por competidores. ¿O no es así?

Nueva York es muy grande. Y tiene cabida para muchos magnates de la construcción, los cuales irán edificando a la vez que nosotros, haciéndonos la competencia. Pero en la práctica apenas nos incomodarán… y si poseen un negocio que reporte mucho dinero, lo compramos y punto. No suelen influir todo lo que se espera, no entran en negociaciones ni son lo bastante listos como para quitarnos clientela de nuestros comercios estrella.

Así pues, nuestra mayor preocupación será tener contentos a la máxima cantidad posible de ciudadanos. Cada persona es importante, y lleva a cuestas un buen número de estadísticas, como los lugares que visita, su opinión y su mayor necesidad. Resulta divertido seguir a una persona para ver qué le gusta hacer.

En la práctica, la mecánica del juego resulta demasiado directa, derivando en una excesiva simplicidad para tratarse de un simulador. Construimos y tuneamos, dejamos pasar el tiempo mientras admiramos un bonito atardecer y recogemos el beneficio. Y seguimos construyendo. Todo es bonito: no tenemos que pagar impuestos ni se pueden variar los precios de nuestras tiendas; ni siquiera podemos construir nuevas carreteras o modificar el terreno edificable, cuadriculando mucho el desarrollo de la partida.

Sin embargo, la verdad que resulta bastante divertido levantar Nueva York. A medida que desbloqueamos barrios y vemos sus nuevos edificios, da gusto construir y personalizar cines, teatros, lofts y edificios emblemáticos de la isla de Manhattan. La ciudad parece viva porque los ciudadanos se dejan ver en masa, piensan, opinan y consumen. Y está al alcance del jugador más casual. Mala noticia para algunos, buena para otros.

g r á f i c o s   y   s o n i d o
El engine gráfico de TCNY es de lo mejor que hayamos podido ver en el género del Tycoon. La cámara nos permite movernos a nuestras anchas por toda la isla de Manhattan, posibilitando tanto preciosas panorámicas como zooms al máximo detalle.

Las texturas que recubren todos y cada uno de los edificios que construiremos rayan a buen nivel; el motor gestiona efectos de iluminación dinámica -muy básica, eso sí-, pero sobre todo destaca la gran cantidad de elementos que veremos en pantalla, ya que a la gran cantidad de estructuras que pueblan cada barrio tenemos que unir la circulación constante de vehículos y peatones.

Hay que destacar que para embellecer aún más el resultado visual, cada uno de los distritos posee su propio estilo arquitectónico, diferenciándose unos de otros. Y es que no es lo mismo un loft bohemio del barrio del Soho que un enorme rascacielos céntrico en Times Square. Realmente digna de mención la variedad de edificios, comercios y monumentos.

Por último, destacar que con tal cantidad de personas deambulando por el barrio, el motor está bastante optimizado y como Shakira, exhibe una envidiable fluidez de movimientos.

En cuanto al audio, la banda sonora brilla por su ausencia, ya que sólo escucharemos una melodía algo machacona en el menú principal. De todas formas, para sustituir a la música de fondo, cada vez que nos acerquemos a un edificio u otro podremos escuchar sonidos característicos, como un violín francés en un restaurante gabacho, o el claxon de los coches en un atasco.

g u i ó n
Partiendo de humildes orígenes, tu labor como rey de las finanzas será construir, mejorar y personalizar Nueva York hasta llegar a la cima. Contempla a miles de personas vivir sus vidas, escucha sus necesidades e intenta hacerlas felices. Desarrolla doce barrios distintos de Manhattan con estilos arquitectónicos auténticos, lugares emblemáticos y atracciones turísticas de nivel mundial.

j u g a b i l i d a d
Todo simulador que se precie debe tener una interfaz bonita, completa y efectiva. Este quid de la cuestión está bien resuelto en TCNY. La interfaz se divide en cinco partes: estadísticas generales de Nueva York, detalle del edificio seleccionado, riquezas del jugador, filtros y noticias importantes.

Se maneja por iconos y es bastante intuitiva; además no desluce la impresión visual. También tiene puntos negros, por ejemplo, el apartado de filtros. Aplicando filtros podemos ver de un rápido vistazo qué edificios poseemos, la cantidad de beneficio que aportan o aquellos a los que pueden aplicarse mejoras. Pero no podemos aplicar dos filtros a la vez, así que es imposible saber cuáles de los edificios que poseemos necesitan mejoras.

Salvando algún detalle, TCNY se maneja bien y desde el principio. La macrogestión se impone por k.o. a la microgestión, así que no es necesaria una interfaz minimalista. Una vez metidos en faena, la impresión jugable va de más a menos. A las primeras de cambio somos capaces de controlar todos los aspectos de juego, flipamos con el primer distrito que construimos y nos engancha el ir desbloqueando nuevos edificios.  

Con el tiempo, descubrimos que la cosa no ha cambiado apenas; cuesta más tiempo ganar dinero, pero lo seguimos ganando sin apenas despeinarnos. Y lo peor es que no lo perdemos. No pagamos impuestos, no hay crimen ni extorsión, no existe la inflación ni la fluctuación de precios. Lógicamente la cosa pierde mucho interés conforme pasa el tiempo. Sin embargo, la mecánica de desbloquear distritos y estructuras enganchará a los que no busquen un simulador complejo.

e s t r a t e g i a   y   t r u c o s
La manera más rápida de avanzar y ganar dinero es resolver todos los objetivos que nos irán apareciendo. Dar prioridad a la construcción de edificios que resuelvan estos retos.

Por regla general no nos faltará el dinero, pero si necesitamos construir costosas estructuras, lo mejor será vender aquellos edificios que no generen beneficio. Para ello utiliza el filtro de beneficios y vende todo lo que esté en rojo.

e n l a c e s
Página web sobre el juego.

m a n u a l
El manual es bastante escueto y consta de 20 páginas. En el folleto se explica brevemente los objetivos del juego y los controles del mismo. En la versión que poseo el manual iba incluido en formato PDF dentro del CD-Rom, pero desconozco si la versión final lo incluirá en formato impreso.

c o n c l u s i ó n
Los extraordinarios de TCNY gráficos plasman con bastante acierto la diversidad de los distintos barrios de Nueva York, dando una primera impresión sobresaliente, pero pierde bastante fuelle conforme nos adentramos en su mecánica, demasiado superficial para lo que esperamos de un simulador Tycoon.

Los jugadores más experimentados notarán una simulación demasiado light, aunque merece la pena probarlo. Sin embargo, es la ocasión perfecta para aquellos que nunca se hayan acercado al género.

l o  m e j o r
- Ningún simulador ofrece una mejor representación gráfica que TCNY.
- La simplicidad de su mecánica hace que sea posible dominarlo desde el principio.
- La cantidad de edificios, distritos y metas por desbloquear llega a enganchar.
- Bien optimizado.

l o  p e o r
- La simulación económica es demasiado superficial y poco realista.
- Los constructores adversarios no son demasiado listos.
- Se ha minimizado demasiado la microgestión.

7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.