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The Oddboxx, Impresiones

Uno de los mundos más especiales e insólitos de la industria de los videojuegos vuelve en forma de recopilatorio para PC. Repasamos las aventuras de Abe, Munch y Stranger que tantas horas han ofrecido a sus seguidores. Ya sea mediante plataformas o con disparos de por medio. Oddworld es enorme. Y muy rico.

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Empezó siendo un rumor que iba tomando forma. Luego se confirmó que se estaba preparando un recopilatorio que no se sabía exactamente cuáles juegos llevaría. Lo que quedaba claro es que Oddworld, ese universo tan particular que creó la compañía de Lorne Lanning, volvía a la palestra para recordar por qué fue tan grande durante los años noventa. Finalmente se confirmó que serían cuatro los juegos de esta Oddboxx, pero nunca más se supo de ella. Desde principios de año el silencio y las nulas informaciones han predominado. Y finalmente esta semana ha salido a la luz la caja virtual que trae consigo cuatro juegos imprescindibles.

Las dudas que han acompañado este recopilatorio de Oddworld Inhabitants, sin saber cuando saldría, a qué precio ni qué elementos tendría dentro de sí, se han disipado ya con la noticia que el servicio de descargas Steam tenía dentro de sí el recopilatorio que muchos usuarios han estado esperando. Por distintos motivos, lo cierto es que juntar los cuatro productos de este particular mundo parecía una quimera que no es tal. Abe's Oddysee, Abe's Exoddus, Munch's Oddysee y Stranger's Wrath sin distinciones de plataformas de por medio -los dos primeros fueron juego pensados para Playstation que posteriormente se llevaron a los compatibles, mientras que los otros dos salieron a la luz en exclusiva para Xbox- como había pasado anteriormente.

Tanto la aventura inicial de Abe como su secuela directa vieron la luz en Steam el pasado agosto de 2008, aunque su salida original estuviera fechada una década antes en la primera consola de Sony y en los sistemas Windows. Pero al sistema de descarga creado por Valve le faltaban dos juegos que no han tenido tanta repercusión precisamente por haber formado parte de un contrato de exclusividad. Tanto Munch's Odysee como Stranger's Wrath no tuvieron continuación más allá de la consola de sobremesa de Microsoft. De hecho, ni tan solo eran juegos compatibles con la nueva Xbox 360 a pesar que, sobre todo en el segundo caso, se demandó de parte de muchos usuarios que no pudieron disfrutar del juego en su momento. El 20 de diciembre ha sido la fecha en la que han visto la luz, justo cuando ya terminaban los plazos previstos (a principios de diciembre se aseguró que saldría antes de acabar el año).

Oddworld Oddboxx ofrece cuatro juegos clásicos aparecidos entre 1997 y 2005 con formatos que en los dos primeros casos son conversiones 1:1 respecto a los juegos originales. Las aventuras plataformeras de corte bidimensional mantienen intacto absolutamente todos los elementos que se vieron en los años noventa. Y eso significa que no se ha revisado ni se ha hecho ningún lavado de cara a los juegos. Distintos son los casos de los exclusivos de Xbox, que estrenaron entornos tridimensionales dentro de la franquicia y que en este caso sí han recibido una leve mejora para estar a la altura de los tiempos que corren. O al menos no desentonar en temas tan básicos dentro de los compatibles como es el de la resolución.

Con esta premisa, la recuperación de cuatro clásicos, dos de ellos inéditos en la plataforma, y un precio muy competitivo si se tiene en cuenta la calidad que atesoraban y mantienen los títulos, se presenta Oddboxx. Actualmente a menos de trece euros -oferta del 50% de descuento de un precio inicial de 25 euros- todo el pack o a distintos precios según los juegos por separado: dos euros los dos primeros productos de la franquicia, cinco euros Munch's Oddysee y 7'50 las aventuras de Stranger. Uno de los principales atractivos de este pack sin ninguna duda. Veamos los motivos una vez hemos podido intercambiar las primeras impresiones in-game.

Arte bidimensional
Hablar de Abe's Oddysee es hacerlo de uno de los productos más especiales para Playstation. Para hacer un símil, el primer Oddworld era para la consola de Sony lo que podía haber sido el Prince of Persia original o el juego Flashback de Super Nintendo. Por concepto jugable y por el mimo y el detalle que ofrecían cada uno de estos productos en su momento. El primer trabajo de Oddworld Inhabitants tenía dentro de sí una mecánica de juego profunda, llena de detalles, que además iba acompañada de un acabado audiovisual tan impactante como original. Todos estos elementos se mantienen intactos en esta conversión 1:1 que se encuentra dentro de Oddboxx. Y eso significa mantener la esencia pero también estar algo desfasado.

Después de la instalación de poco más de 600 megas para cada uno de los Oddworlds iniciales, tanto Oddysee como Exodus, nos damos cuenta que nada ha cambiado en este tiempo. Y eso, visto tres lustros después, no sinifica que sea todo positivo. Las primeras imágenes de las compañías y el menú principal de ambos juegos dejan en evidencia que no hay un trabajo detrás de estos juegos. Han pasado los años, pero no se ha renovado absolutamente nada, provocando que las primeras imágenes, tanto del vídeo introductorio como de la interfaz, estén repletos de píxels. No se ha adaptado a resoluciones de mayor envergadura, y le pasa factura al juego. Esto se nota, sobre todo, en las cinemáticas, algunas de ellas -en especial Exodus- con una baja resolución que puede parecer alarmante en según qué momentos. Es uno de los contratiempos de no renovar, o al menos maquillar, el aspecto de juegos de hace años.

Una vez manos a la obra nos encontramos con lo mismo a nivel jugable. Por suerte, y aunque los píxels siguen presentes, la sensación de baja resolución sigue presente pero no está tan acusada como en los vídeos de ambos juegos. La balanza se equilibra un poco por dos motivos: el diseño artístico del juego está fuera de ninguna duda, y eso se mantiene sólido pasen los años que tengan que pasar. Además, las animaciones siguen estando perfectamente cuidadas, y ver a Abe caminar, correr, saltar, andar con sigilo o entablar conversaciones con otros Mudokons sigue siendo totalmente convincente en pleno 2010. El juego en movimiento se cuidó de tal manera que hoy en día las animaciones y transiciones mantienen el tipo. Justo como pasa con el clásico Prince of Persia. Con Flashback. Juegos que comparten esto mismo. Si a esto se le añade una banda sonora que suena a las mil maravillas, con ritmos y cambios constantes según las acciones que se precisen en cada caso, el recuerdo de por qué era un juego impactante audiovisualmente hablando se mantiene.

A nivel jugable estamos hablando de dos productos tremendamente cuidados. Plataformas y aventuras en dos dimensiones que se basan en la interacción del personaje principal con los otros enemigos y con su entorno. Las acciones de Abe son muchas, y cada una tiene su razón de ser en un desarrollo equilibrado. Tan sólo empezar con Oddysee uno ve como se tiene en cuenta absolutamente todo. Somos un esclavo que intenta escapar y de paso intenta salvar a sus compañeros de la misma raza que también están esclavizados. Usar palancas, saltar de plataforma en plataforma, andar con sigilo para no llamar la atención, preparar trampas a enemigos, escondernos en la oscuridad o estar atentos a los diversos planos de los escenarios son algunos de los variados movimientos y de las herramientas con las que contamos. Sin tocar el tema de las conversaciones con los otros Mudokons, clave para que nos hagan caso y podamos salvarlos.

Desde la primera toma de contacto queda claro que lo brillante de Oddysee se encuentra en el diseño de niveles. La fórmula está menos cuidada que su secuela, y hay un excesivo abuso del ensayo-error que se puede comprobar en los primeros compases. No es sencillo, y podemos estar repitiendo algunas situaciones más de dos y tres veces. Esto se ha pulido en Exodus, secuela directa que supera con creces la oferta de su antecesor. Por un diseño de fases mucho más variado y rico en elementos, además de la variedad de situaciones que ofrece Abe en esta ocasión. Los esclavos son víctimas de distintos efectos que hacen que tengamos que interactuar con ellos de muchas maneras más. Y los puzzles están pensados a lo grande. Al poco de empezar podemos ver ya como tenemos que convencer a Mudokons de distintas maneras, usarlos para solventar puzzles y pensar cómo actuar ante ese enemigo concreto que no parece tener puntos flacos.

Exodus mantiene la jugabilidad intacta que ofrecía hace tiempo, y es uno de los juegos -el que más seguramente- más gratificante del pack de retomar. La fórmula se mantiene vigente, y desde el tutorial hasta los primeros compases se nota que fue un producto especial en su momento. Tanto este como la primera parte tienen algún contratiempo a la hora de adaptarlo al pad, con demasiadas cosas para asignar y más de una confusión si intentamos colocar absolutamente todas las opciones y diálogos de Abe. El teclado se convierte en la mejor herramienta para jugar de manera más dinámica a ambos plataformas. Pero lo demás, a saber reto plataformero, puzzles, variedad de situaciones y dificultad, se mantiene fresco como una rosa. Ambos, además, están localizados completamente al castellano.

Oddworld en 3D
Son seguramente los añadidos más interesantes de todos. De hecho, la caja Odd tiene sentido por estas dos salidas, ya que los primeros Abe's ya vieron la luz en PC tiempo atrás. Munch's Odysee significa el paso a las tres dimensiones de la fórmula que tan buenos resultados dio en Playstation. Un juego con enormes virtudes que se mantienen vigentes pero que se queda a la cola de los cuatro productos en términos generales. Seguramente es el que más desfasado también ha quedado de todos, ya que su envejecimiento a nivel jugable salta a la vista por la mecánica y por no ser tan detallista o estar tan pulido como las dos primeras entregas. Aun así, es uno de los incomprendidos que tiene muchos elementos interesantes dentro de sí que a veces se omiten al compararlo directamente con el resto de la franquicia.

La joya de la corona, eso sí, pertenece a Stranger's Wrath. El último de los juegos de esta franquicia, al menos hasta nueva orden, es uno de los videojuegos de mayor calidad que atesoró Xbox durante su fructífera vida. La revolución llegó con este forastero salvaje que poco tenía que ver con Abe's. Uno era todo ingenio y plataformas. Aquí se mantienen algunos saltos, pero lo principal es la acción a raudales. Un shooter que combinaba tanto la primera persona como la tercera con elementos aventureros y con un aspecto tan particular como todo el que siempre ha dado de sí el universo Oddworld. Su presencia en PC después de ser exclusivo sí es un plus a tener muy en cuenta. Ya que el tiempo tampoco ha hecho demasiado mella en el juego.

Llegó un tipo extraño…
Lo primero que podemos elegir antes de empezar la partida en Stranger's Wrath es la resolución. Baja, media, alta o ultra. El juego se ha adaptado en este sentido, y esto permite que lo veamos desde un primer momento con un nivel de nitidez que nada tiene que ver con el producto original de 2005. Es seguramente el único cambio destacable a nivel visual, ya que el resto se mantiene intacto. Y esto provoca que a pesar de tener un producto más nítido y con más resolución, destaquen algunos elementos de hace cinco años, como las texturas excesivamente planas de suelos y paredes u otras cosas, tales como hierbas y árboles, que también destacan por las limitaciones con las que se diseñaron. El resto, respetable con el pasado. Tanto el diseño de personajes, enemigos,  como también las cinemáticas, que sin ser en alta definición se ven a la perfección, nada comparable a las de Oddysee y Exoddus.

Nuestro objetivo en esta cuarta entrega es acabar con los delincuentes más buscados de un lejano lugar ambientado en el oeste. Dentro del prisma Oddworld Inhabitants, naturalmente. La grandeza de este Stranger's Wrath radica en la combinación de la acción en tercera persona con los disparos en primera persona vía ballesta. La variedad, con su toque humorístico, en la munición y las grandes refriegas que se generan desde el primer delincuente a cazar son otros elementos a tener muy en cuenta. Tanto estas fases como los momentos de plataformas y los pequeños puzzles -activar interruptores, despistar a enemigos, etc.- forman un desarrollo jugable que engancha todavía hoy. A pesar de estar gráficamente anticuado. Cazar munición, preparar la estrategia para asaltar esa zona con diversos enemigos y saber qué arsenal utilizar, cambiar la vista según nuestros ataques preferidos y relacionarnos con los NPC que hay por los pueblos sigue siendo igual de divertido. Y siguen siendo elementos que lo confirman como un juego enorme.

Por desgracia, arrastra el mismo lastre que la entrega original. No está localizado, ni textos ni voces, al castellano, y eso puede ser un contratiempo. Para realizar las tareas no, porque tanto los carteles como los menús son sencillos. Pero para llegar a entender las bromas constantes y el tono sarcástico del protagonista y los otros personajes se necesita un nivel de inglés muy alto. Se entiende la base, acompañada de unas voces y una interpretación brillante, pero se pierden muchos matices. Una pequeña piedra en el camino en un juego que destaca en todo lo demás. Después de una primera toma de contacto intensa con los cuatro juegos de The Oddboxx, queda claro que este pack es más que recomendable tanto por su atractivo precio como por la calidad de una franquicia que muchos esperan vuelva pronto, a pesar de algunos problemas, como el ya comentado del control de Xbox 360 u otros aparecidos en algunos casos concretos, que la compañía ha anunciado que solucionarán en el menor tiempo posible.

The Oddboxx

  • PC
  • Aventura
  • Acción
Recopilación para PC de la saga Oddworld: Abe's Oddysee, Abe's Exoddus, Munch's Oddysee and Stranger's Wrath
Carátula de The Oddboxx