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The Elder Scrolls Online

Con el universo MMO en plena revolución buscando su nueva dirección y grandes títulos luchando por este espacio, Bethesda se incorpora a la refriega con su influyente Elder Scrolls en un juego que nos permitirá recorrer Tamriel de una forma única.

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Pese a que no podremos adentrarnos a Tamriel hasta bien entrado 2013, Bethesda ya ha puesto en marcha toda la maquinaria promocional que nos llega en forma de notas de prensa, imágenes y vídeos repletos de detalles sobre lo que ofrecerá el juego. Sin ir más lejos, la pasada semana pudimos ver 10 minutos de metraje en el que los desarrolladores aprovechaban para hablarnos de la estructura básica sobre la se apoyará The Elder Scrolls Online, y es momento ahora de repasar lo más destacable.

El objetivo de Bethesa es unir en un mismo juego a los amantes de la saga Elder Scrolls y de los MMORPG. Para ello, se nos trasladará a una Tamriel situada 1000 años antes de los acontecimientos narrados en Skyrim en el que podremos visitar tanto lugares ya vistos en las últimas entregas de la saga como localizaciones totalmente nuevas diseñadas especialmente para la ocasión. No en su totalidad pero gran parte de Tamriel estará disponible, por lo que será posible visitar zonas memorables en Morrowind, Cyrodiil o Skyrim, entre otras. Las animaciones de los personajes han experimentado una ligera mejoría con respecto a Skyrim, algo necesario si tenemos en cuenta que en esta ocasión que el juego será en tercera persona. En lo que a personalización visual se refiere, se nos promete la misma variedad, multitud y estilo de conjuntos que los vistos en los tres últimos capítulos (la mayoría de los que hemos visto hasta ahora de tono oscuro y hasta cierto punto realista, respetando el 'lore' de Tamriel). Por otra parte, Bethesda recalca la importancia que se le darán a los aspectos sociales propios del género (y que tanto se han perdido durante los últimos años), así que es de esperar profundos sistemas de 'crafting', o quién sabe, incluso 'housing'. Es importante en un MMORPG tener alternativas jugables al combate, y es por ello que buena parte de su hipotético éxito dependerá de si es capaz de atraer y convencer tanto a los que buscan una experiencia 'end-game' compleja como a los que disfrutan igualmente participando en eventos menos épicos pero con los que poder interactuar tanto con el resto de la comunidad como con el entorno.

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Siguiendo los esquemas propios de Elder Scrolls, en esta versión online podremos crear un personaje eligiendo una clase y una raza de entre las 9 disponibles (Argonian, Dunmer, Nord, Altmer, Bosmer, Khajiit, Breton, Orc y Redguard), pero eso no limitará nuestra capacidad para personalizar cómo queremos jugarlo: todas las clases y razas podrán hacer uso de todas las armas y armaduras, así que como pasaba en los anteriores títulos, tendremos total libertad para crear un mago equipado con armadura pesada o un asesino que ataca envainando un arma a dos manos. Cada tipo objeto y equipamiento tendrá sus pros y sus contras independientes de la clase, y así pues, quedará en nuestras manos cómo queremos jugar y desarrollar al héroe. La libertad característica de la saga, plasmada en el restrictivo patrón de clases de los masivos online. Prometedor.

También respetando los pilares, The Elder Scrolls Online ofrecerá un sistema de combate en tiempo real. Podremos sprintar, bloquear, atacar apuntando con el ratón y esquivar en tiempo real, premiando así la habilidad del jugador con los controles. Definitivamente, y tras lo visto con TERA u otros títulos como Darkfall o Mortal Online, parece claro que las compañías empiezan a dejar de lado el concepto de 'targeting', algo caduco en el ámbito jugable como se ha visto en el reciente Mists of Pandaria. No habrá 'cooldowns' de habilidades, y al igual que pasaba en Skyrim, podremos aumentar nuestra reserva de vida, resistencia y maná para especializarnos en el estilo de combate que escojamos. Habrá que ver cómo se comporta, sin embargo, este sistema en el contenido para alto nivel PVE, formado por jefes que podremos derrotar en modalidades que van desde la clásica 'raid' hasta el desafío en solitario, pasando por los clásicos grupos reducidos en los que cada jugador asume un rol en la lucha. En el sistema de combate se abandonarán conceptos tan asentados como el de "aggro", buscand unos combates más dinámicos y no tan anclados en el sistema tradicional de "trinidad", una tendencia al parecer imparable en los MMO de nuevo cuño.

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Otro de los importantes detalles desvelados recientemente es que, desde su inicio, The Elder Scrolls Online hará uso de la tecnología llamada 'Megaserver' (habitual cada vez más en MMORPG que buscan unificar a los jugadores), de modo que no habrá servidores al uso como en Star Wars o World of Warcraft, sino que todos los jugadores estarán alojados en un mismo servidor, y será éste el que se encargue de colocarnos cerca de nuestros amigos y compañeros de gremio. No se ha profundizado mucho más en este aspecto, pero el resultado final bien puede estar cerca a lo que ofrece EVE Online, logrando así una mayor inmersión dentro del juego y una mejor experiencia para la comunidad.

En lo que a desarrollo se refiere, The Elder Scrolls Online dejará de banda, al igual que lo ha hecho Guild Wars 2, las misiones del tipo "mata X y recoge Y". Definitivamente parecen ser cosa del pasado. No solo no encajan en la propuesta de la saga, sino que se ha demostrado que hay fórmulas más variadas para crecer dentro del juego. Sus responsables aseguran que se le dará tanta importancia a la exploración como se le ha dado hasta ahora, y que, alejándose del camino típico del masivo clásico (completar todas las misiones de una zona antes de trasladarse a la siguiente, y así sucesivamente hasta nivel máximo), el desarrollo será mucho más abierto e imprivisble. Es de esperar una experiencia de juego similar a la de Skyrim, en la que mientras completabas una misión, encontrabas otras tantas que te invitaban a visitar lugares no necesariamente próximos.

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Pero lo que realmente sorprende es la decisión de retomar la filosofía (tan acertada, aceptada y añorada de Dark Age of Camelot) de dividir a los jugadores en tres grandes facciones (Daggerfall Covenant, Ebonheart Pact, Aldmeri Dominion) que, en el ámbito del PVP, pelearán en Cyrodiil (el escenario de Oblivion) por el control de fortalezas y castillos con el uso de armas de asedio en masivas batallas a las que se podrá acceder casi desde el momento en el que empezamos nuestra aventura. El objetivo de Bethesda es que el PVP juegue un importante papel de cara al 'end-game', y es de esperar que el resultado final nos ofrezca la epicidad de ese RvRvR del juego de Mythic o del WvWvW del reciente Guild Wars 2. No en vano, el responsable principal del proyecto es un nombre importante en el género: Matt Firor, productor precisamente de Dark Age of Camelot, así que se espera que sepa cómo darle ese toque al multijugador para llevarlo a un nuevo nivel.

Básicamente esto es todo lo que se ha desvelado hasta el momento del esperadísimo The Elder Scrolls Online, llamado a convertirse en el nuevo candidato a sentarse en un trono que con cada nuevo lanzamiento menos tiene asegurado World of Warcraft. El juego de Bethesda tratará de ofrecer una experiencia similar a la que ha venido ofreciendo hasta ahora la saga, dando gran importancia a la exploración y a la inmersión del jugador en el mundo, pero con todos los beneficios derivados de adaptar el planteamiento a un entorno online. Faltan aún muchos meses para su lanzamiento definitivo, así que habrá que seguir de cerca las evoluciones de este nuevo MMORPG para ver si se acaba cumpliendo satisfactoriamente el sueño de compartir con otros nuestras aventuras en Tamriel.

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The Elder Scrolls Online

  • PC
  • PS4
  • OSX
  • XBO
  • RPG
  • Acción

La laureada saga The Elder Scrolls de Bethesda debuta en su entrada en el terreno MMO con The Elder Scrolls Online para PC, MacPlayStation 4 y Xbox One.

Carátula de The Elder Scrolls Online
8.7