The Club, Impresiones

Una oscura organización ha creado un nuevo entretenimiento para la élite de la sociedad. En The Club se práctica un peligroso deporte ilegal en el que los participantes se enfrentan en sangrientos combates llevados a participar por muy diversas razones. Toma el papel que más te guste, sé el mejor y gana.

SEGA no quiere vivir esta nueva generación sólo de reutilizar sus franquicias más conocidas o consagradas, como Virtua Tennis, Virtua Fighter, Sonic o incluso Nights. Por ello, se han puesto manos a la obra a probar en un género donde hasta ahora se habían prodigado poco, sobre todo en tres dimensiones.

El encargo de este proyecto se lo han llevado los chicos de Bizarre Creations, creadores de la serie de conducción Project Gotham Racing aunque contando con el apoyo directo de SEGA, del mismo modo que se unieron para crear Metropolis Street Racing para Dreamcast. El peso principal ha recaído sobre el mismo equipo que sacó para esa misma consola Fur Fighters, pero siempre colaborando con el resto de grupos.

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El desarrollo se está realizando en los estudios de Bizarre en Reino Unido y para la creación de niveles se ha contado con el asesoramiento de John Wallin, el diseñador de los escenarios de Gears of Wars, cuyo estilo se acomoda perfectamente al tipo de juego que es The Club.

Este título es una especie de unión entre los Beat 'em up y los shooters, mezclando la acción continua y directa de los primeros con el sistema de juego de los segundos. Al igual que Gears of Wars o Resident Evil 4, la cámara se sitúa por detrás del personaje, dejándonos ver el escenario por encima de su hombro derecho.

Además, también tiene toques de título de conducción, dada la relevancia que se le da a la velocidad, la necesidad de apurar al máximo en cada recoveco de la carretera y el hecho de que solemos repetir una y otra vez los mismos circuitos tratando de mejorar nuestra mejor marca.

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El Club es una organización que organiza sangrientos espectáculos para satisfacer a clientes bastante importantes a nivel económico. Organizan pruebas en las que cada competidor ha de superarla liquidando a todo aquel que se encuentre en su camino si quiere conservar la vida y alzarse finalmente con la victoria.

Cada participante tiene sus propias motivaciones. Encontraremos alguno que únicamente buscará una vía más para hacerse rico, otros en cambio querrán saciar su sed de sangre en un terreno donde no pueda ser detenido por matar a alguien y habrá incluso quien, desde dentro, busque destruir a El Club.

Tendremos varios personajes para elegir y la historia del juego variará para adaptarse a quien hayamos escogido, conociendo de este modo qué lo llevó a participar en este pseudo deporte y si logra o no el objetivo que se propuso al hacerlo.

Pero ésta no será la única diferencia entre los personajes jugables, ya que sus características también serán distintas. Algunos manejarán mejor un determinado tipo de armas y otros, por ejemplo, se moverán a más velocidad, aunque SEGA apenas ha dado datos sobre este apartado hasta el momento.

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Comenzando a jugar

El juego se estructura en niveles de muy reducida longitud, que no duran más de dos o tres minutos, para potenciar, precisamente, la rejugabilidad. Existen varias localizaciones diferentes (fábricas, ciudad en ruinas, refugios nucleares subterráneos…) y las fases se agrupan según a cuál de ellas pertenezcan, ya que entre sí compartirán zonas comunes.

Hemos podido ver el primer nivel al completo, pero todos presentarán un estilo similar, así que sirve para inducir cómo serán el resto. Son básicamente lineales, aunque en determinados puntos puede haber caminos paralelos que desemboquen en el mismo sitio, de modo que podamos elegir el que más cómo nos resulte dependiendo de lo que busquemos en cada momento.

Está todo preprogramado, por dónde saldrá cada enemigo, de qué modo se romperá aquel objeto, qué evento sucederá cuando pasemos por un determinado punto... La IA, por tanto, no es fundamental puesto que los adversarios siguen una pauta bastante fija, y básicamente no dejarán de dispararnos ni un segundo, aunque también aprovecharán el escenario para cubrirse.

Pero esto, lejos de ser una limitación, es un requisito imprescindible dado el diseño que tiene el juego. Si el objetivo es fomentar la rejugabilidad, que cada vez logremos mejores récord o mayores puntuaciones, es necesario poder estudiar cada nivel a fondo descubriendo nuevas formas de continuar un combo o rutas alternativas. Las sorpresas, por tanto, no son precisamente bienvenidas.

Gracias a un sistema de combos podemos acumular más puntos con un mismo disparo. Es decir, si llevamos cinco aciertos encadenados conseguiremos mayor puntuación que si sólo llevamos tres. Pero los combos sólo duran unos segundos y si no continuamos creando el caos el contador empieza a caer en picado hasta llegar a cero.

Tenemos alguna utilidad para prolongar el tiempo que tenemos antes de liquidar al siguiente adversario, como por ejemplo las calaveras, que son unas plaquitas dispuestas por las paredes de los escenarios que al dispararlas detienen momentáneamente el descenso del contador.