Simulador mundial

Lo primero que ves al empezar la partida es un globo terráqueo en el que tu país aparecerá resaltado, y esto es la interfaz básica del juego; un globo que podrás rotar y acercar o alejar para poder trabajar en él. Además de esto tendrás tres botones que dan acceso a los tres menús principales: la pantalla de política, la económica y la militar. Éstas darán acceso a una serie de submenús donde podrás controlar en detalle estas tres áreas de la política de tu país.

A diferencia de la primera parte del juego (SuperPower), éste se desarrolla en tiempo real (como es lógico podemos controlar la velocidad del tiempo), lo que da mayor realismo al juego, pero lo hace más difícil de controlar. En el antiguo sistema por turnos, podías conocer las consecuencias de cada decisión al final del mismo mediante un resumen en una especie de periódico; también conocías de la misma forma todas las acciones importantes de los otros países, mientras en esta entrega toda la información se diluye en el tiempo del juego y es difícil controlar lo que está pasando por ahí.

Lo que más llama la atención es la cantidad de información disponible sobre cada país y sus regiones; según sus desarrolladores esta información está obtenida del CIA's World FactBook, que se supone que es la más completa y actualizada base de datos política y económica del mundo. La podremos consultar en forma de tablas, accediendo a las pantallas de información económica, política y militar de cada país, o de forma gráfica haciendo que cada una de las regiones aparezca coloreada según los parámetros que le pidamos al programa.

El trabajo sobre nuestro país lo podemos hacer en esas tres áreas principales, pero de una forma bastante desigual: las decisiones políticas se limitan a prohibir o legalizar una serie limitada de parámetros (el aborto, la libertad de manifestación, las religiones, los partidos políticos) sin muchas más opciones. Estas decisiones se supone que afectarán a la definición política del país (más a la derecha o a la izquierda), lo que afectará a las relaciones con otros países.

Una parte importante de la política es la política exterior, que sí que podemos controlar de una forma mucho más detallada. Podremos firmar (o intentar firmar) tratados de muy distinto tipo con otros países, desde colaboraciones culturales, a la creación de mercados comunes o el derecho de paso de unidades militares. Estos tratados tienen un importante coste económico que tendremos que tener en cuenta en los presupuestos anuales.

En el área económica podemos jugar un poco más, controlando cada uno de los sectores y subsectores productivos, sobre los que podremos influir en su producción, su legalidad, los impuestos que aplicamos sobre ellos y si queremos que pertenezcan al sector público o privado. Así podremos, por ejemplo, legalizar  las drogas (y ponerles impuestos) o nacionalizar la producción y el comercio de cereales. El principal objetivo de esto es mantener nuestros presupuestos y recaudar los suficientes impuestos para hacer frente a nuestros proyectos.

Aquí también se definen las líneas económicas principales de nuestro gobierno, con una serie de áreas (infraestructuras, educación, sanidad, gobierno, propaganda, investigación,...) entre las que repartimos nuestro presupuesto para intentar mejorar nuestro país y alcanzar los objetivos propuestos.

En este apartado hay que tener siempre presente la relación entre las distintas áreas y los efectos sobre la población. Si estamos dirigiendo una democracia, tendremos que tener en cuenta la aprobación del pueblo, que es el que nos tendrá que votar cada 4 años; si estamos en una dictadura tendremos que tener cuidado con la posibilidad de golpes de estado o revoluciones.

Por último viene la parte militar, que es la más desarrollada del juego. Tendremos que controlar tres sectores: la investigación, la producción y el despliegue de unidades. 

Mediante la investigación podremos ir asignando recursos a los distintos aspectos de nuestras unidades o preparar nuestro programa nuclear. El sistema de investigación nos va a permitir diseñar nuevas unidades que luego podemos construir para potenciar nuestro ejército, o intentar venderlas en el mercado de armamento a aquellos países con los que tengamos firmados acuerdos de mercado armamentístico.

El subsistema de producción nos permitirá gastar buena parte de nuestro presupuesto en la fabricación de unidades para nuestro ejército (o para la venta a otros países). Una vez que estas unidades estén construidas, las podremos activar en cualquier parte del mundo, aunque 'aparecen' en la capital de nuestro país, tardando un determinado tiempo en llegar al lugar (si es accesible) al que las queramos destinar.

También podremos recuperar algo de dinero vendiendo las unidades antiguas (al 75% de su precio original) o unidades de nueva construcción (al 125 % del precio de fabricación) a otros países con los que tengamos un tratado de comercio de armas.

El sistema de batallas es bastante automatizado, como corresponde a un simulador de estas características. En la vista del globo terráqueo veremos unas series de explosiones que indican la posición de la batalla. Al pulsar sobre éstas accedemos a una vista esquemática (bastante cutre) de la batalla, donde se despliegan en una pantalla los distintos tipos de unidades que hay en cada bando y se nos va indicando el resultado de la misma.

En esta pantalla podemos dar una serie de órdenes simples, como hacer que ataquen, se defiendan o se retiren determinado tipo de unidades y donde podremos ordenar ataques o retiradas de distinto tipo.

Al final de la batalla habremos ganado o perdido el control militar sobre el territorio en el que se desarrolló (en España hay un territorio para cada una de las comunidades autónomas) y, al cabo de seis meses de control militar, podremos anexionar esta región para que pase a formar parte del territorio de nuestro país (conseguiremos también el control político y por tanto sus recursos e impuestos). Si todas las regiones de un país son controladas de esta forma, por uno o varios países, el país invadido desaparece para siempre. (No hay posibilidades de guerras de independencia o 'balcanización' de países).

El último apartado del área militar es la posibilidad de creación de sistemas de ataque y defensa nuclear. Podremos, tras investigar y fabricar el correspondiente armamento, lanzar ataques nucleares o defendernos de ellos. Como es lógico, las guerras con armas nucleares causan un vuelco total en todos los aspectos del juego, con tremendas convulsiones en los aspectos económicos y diplomáticos entre los países involucrados.

Por último, también existen una serie de células de espionaje, que podremos entrenar y enviar a distintos países para asignarles misiones. Estas pueden ir desde pequeños espionajes para conseguir tecnología o aumentar nuestros recursos, hasta la organización de golpes de estado. Incluso podremos preparar nuestras acciones para que parezca que provienen de otros países, lo que nos dará la oportunidad de estropear las relaciones entre aliados, o incluso, provocar una guerra.

Gráficos y sonido

Los gráficos son todo lo sencillos o todo lo complejos que requiere el juego. Todo el globo está cubierto por un mapa de una calidad lo suficientemente alta. Los modelos de las unidades militares son sencillos aunque hay mucha variedad. El sonido es bastante simple, pero tampoco se echa de menos nada durante el juego.

Las opciones de configuración limitan el juego a pantalla completa, sin posibilidad de jugarlo en ventana. Esta característica en un juego de tan larga duración como éste no es muy buena idea. La pantalla salta permanentemente al escritorio por cada aviso que te den otros programas, así que habrá que desactivar programas como el messenger, los antivirus, el correo, etc. si queréis jugar sin interrupciones.

Jugabilidad

Depende mucho de lo que te gusten este tipo de juegos. Si el juego te engancha, llegarás a jugar innumerables partidas, marcándote tú mismo todos los retos. Pero si no es el tipo de juegos dentro de tus preferencias, te aburrirá a la segunda partida. Además, es lo que se puede definir como un 'juego de nicho'; sólo va a gustar a un determinado tipo de jugadores y ni siquiera se esfuerza en conseguir jugadores nuevos.

Estrategia y Trucos

El sistema económico y político funciona con unos parámetros bastante simples; aumentar la salud económica o reducir la corrupción no debe dar problemas en cuanto aplicas las 'recetas' necesarias. Algunos de los escenarios son tan simples que basta con seguir las recomendaciones dadas en ellos para acabarlos sin hacer nada más que sentarse a esperar.

Comparándolo con...

Es bastante difícil compararlo con otros juegos similares, ya que no es un juego típico. Comparándolo directamente con la primera parte hay que reconocer las mejoras en gráficos, en la cantidad de datos y en la posibilidad multijugador, también mejora la posibilidad de modificación del juego. Empeora, en mi parecer, al pasar al sistema de juego en tiempo real.

El mapa del mundo, con los datos actualizados de todo el globo terráqueo. Se supone que lleva los datos más completos, aunque en los datos que conocemos la cosa es bastante curiosa; por ejemplo los partidos políticos en España son un tanto curiosos: no aparecen EA, BNG, ERC, pero sí que aparece el PIL (Partido Independentista de Lanzarote), también podría aparecer Batasuna (ilegalizada, que se puede según el juego). Esto se podrá arreglar mediante un MOD, ya que los de GolemLabs han liberado también la herramienta de modificación y publicado un tutorial de cómo hacerlo.

Lo malo

Los dos tutoriales se quedan muy cortos para aprender a jugar. Los seis escenarios definidos son pocos para lo que se podría haber hecho y de una dificultad bastante sencilla.

Por poner unos ejemplos, el escenario fácil de Economía (el de Francia) lo acabas en menos de diez minutos y sin necesidad de hacer poco más que un par de retoques en el presupuesto global.

La invasión de Irak resultó ridículamente fácil simplemente enviando todo el ejército del pacífico. El manual podría ser más completo y, al menos explicar mejor las consecuencias de las distintas elecciones que realizas en las pantallas de política y economía.